Liber­tad de nave­ga­ción: el «paso ino­cen­te» dis­ta mucho de serlo

La «liber­tad de nave­ga­ción» (FON, de sus siglas en inglés) es una rei­vin­di­ca­ción fun­da­men­tal de Esta­dos Uni­dos, uti­li­za­da para jus­ti­fi­car sus accio­nes hege­mó­ni­cas en el mar. El artícu­lo publi­ca­do recien­te­men­te por la emba­ja­da esta­dou­ni­den­se en Chi­na resu­me su interpretación

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, que dis­ta mucho de ser la reco­no­ci­da por el Dere­cho internacional.

Vivi­mos en un peque­ño pla­ne­ta en el que el 70% de la super­fi­cie está cubier­ta de agua. Cómo la ges­tio­ne­mos es asun­to de todos. Atrás que­da­ron los días en que una hege­mo­nía, so pre­tex­to de liber­tad y jus­ti­cia, defi­nía e impo­nía sus nor­mas pri­va­das y par­ti­dis­tas a todos los demás países.

Una insó­li­ta patru­lla sino-rusa: ¿«muy provocadora»?

A fina­les de julio, el dia­rio chino The Glo­bal Times infor­mó de un ejer­ci­cio naval con­jun­to chino-ruso en el Mar de Japón y en aguas de Alaska

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. Esta visi­ta pro­vo­có vio­len­tas reac­cio­nes en Esta­dos Uni­dos. Pare­ce que empie­zan a ser más cons­cien­tes de que no están solos en estos océa­nos, que otros buques pue­den estar en movi­mien­to y, asi­mis­mo, hacién­do­les una visita.

La patru­lla naval con­jun­ta anun­cia­da por Chi­na y Rusia lle­gó a aguas inter­na­cio­na­les cer­ca de Alas­ka. Once buques chi­nos y rusos se acer­ca­ron a las islas Aleu­tia­nas y des­pués se fue­ron sin entrar en aguas terri­to­ria­les esta­dou­ni­den­ses, infor­mó el domin­go el Wall Street Jour­nal (WSJ), citan­do a fun­cio­na­rios estadounidenses.

Sin embar­go, el infor­me del WSJ cita­ba a un por­ta­voz del Man­do Nor­te de Esta­dos Uni­dos que afir­ma­ba que el via­je «es una pri­mi­cia his­tó­ri­ca» y «muy provocador».

Los medios esta­dou­ni­den­ses publi­ca­ron la infor­ma­ción des­pués de que el Minis­te­rio de Defen­sa Nacio­nal de Chi­na anun­cia­ra el 26 de julio que Chi­na y Rusia ini­cia­rían en bre­ve su ter­ce­ra patru­lla naval con­jun­ta, en la que buques de gue­rra de ambas par­tes sur­ca­rían las aguas del Pací­fi­co occi­den­tal y sep­ten­trio­nal tras la misión con­jun­ta Nor­te/In­te­rac­ción-2023 des­pués de los ejer­ci­cios en el Mar de Japón.

Los medios de comu­ni­ca­ción esta­dou­ni­den­ses, que cali­fi­ca­ron el via­je de «alta­men­te pro­vo­ca­dor», debe­rían recor­dar que Esta­dos Uni­dos envía cons­tan­te­men­te buques de gue­rra y avio­nes a las puer­tas de Chi­na para rea­li­zar reco­no­ci­mien­tos mili­ta­res cer­ca­nos, basán­do­se en su inter­pre­ta­ción de la liber­tad de navegación.

Esta flo­ti­lla ruso-chi­na zar­pó de Vla­di­vos­tok el 27 de julio. La Arma­da rusa des­ple­gó dos des­truc­to­res Uda­loy (el Almi­ran­te Pan­te­le­ev y el Almi­ran­te Tri­buts), dos cor­be­tas Ste­re­gush­chi (el Gre­ma­chi y el Aldar Tsy­den­ja­pov) y un petro­le­ro de abas­te­ci­mien­to Pet­chen­ga. Su homó­lo­go chino tam­bién ha movi­li­za­do cin­co buques: dos des­truc­to­res del tipo 052D (el CNS «Gui­yang» y el CNS «Qiqihar»), dos fra­ga­tas del tipo 054A (el CNS «Zaozhuang» y el CNS «Rizhao») y el petro­le­ro del CNS «Taihu». Los sub­ma­ri­nos tam­bién podrían for­mar par­te de esta expedición.

La pre­sen­cia de estos buques rusos y chi­nos fren­te a Alas­ka lle­vó a la US Navy a movi­li­zar un avión de patru­lla marí­ti­ma P‑8A Posei­don y, sobre todo, cua­tro «des­truc­to­res» del tipo «Arleigh Bur­ke», a saber, el USS John S. McCain, el USS Ben­fold, el USS Chung-Hoon y el USS John Finn. Sin embar­go, según USNI News, a dos de estas uni­da­des ya se les había enco­men­da­do la tarea de vigi­lar a la for­ma­ción ruso-chi­na a su paso por el Mar de Japón

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.

Cabe seña­lar de paso que estos buques dis­po­nen de una fuer­za de ata­que más que for­mi­da­ble, como por ejem­plo los des­truc­to­res Arleigh Bur­ke (esta­dou­ni­den­se)

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, 052D (chino) y Uda­loi (ruso). Su enfren­ta­mien­to no es el de sim­ples lan­chas rápidas.

Ope­ra­cio­nes FON esta­dou­ni­den­ses: ¿«legí­ti­mas»?

Las deno­mi­na­das ope­ra­cio­nes de liber­tad de nave­ga­ción por par­te de buques esta­dou­ni­den­ses cer­ca de la cos­ta chi­na son fre­cuen­tes des­de hace varios años.

Según las esta­dís­ti­cas dis­po­ni­bles, la Arma­da esta­dou­ni­den­se lle­vó a cabo 39 ope­ra­cio­nes de liber­tad de nave­ga­ción en el mar de Chi­na Meri­dio­nal entre 2015 y 2022

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Todas estas ope­ra­cio­nes se jus­ti­fi­ca­ron en nom­bre de la liber­tad de nave­ga­ción (FON), que no está defi­ni­da en abso­lu­to por el dere­cho internacional.

Tam­bién ha habi­do ope­ra­cio­nes de reco­no­ci­mien­to aéreo cer­cano, de nue­vo por par­te de Esta­dos Uni­dos. Algu­nas de ellas tuvie­ron lugar a tan solo 50 km de la cos­ta. La cifra de 600 inci­den­tes de este tipo solo en 2022 es asom­bro­sa6.

Liber­tad de nave­ga­ción: la inter­pre­ta­ción esta­dou­ni­den­se dis­ta mucho de la reco­no­ci­da por el dere­cho internacional

Exis­te una dife­ren­cia fun­da­men­tal entre la liber­tad de nave­ga­ción rei­vin­di­ca­da por Esta­dos Uni­dos y la liber­tad de nave­ga­ción real según el dere­cho internacional

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. Según el artícu­lo de la emba­ja­da esta­dou­ni­den­se, la liber­tad de nave­ga­ción es el dere­cho de sus buques y aero­na­ves a nave­gar y sobre­vo­lar las lla­ma­das «aguas inter­na­cio­na­les» y el dere­cho de paso ino­cen­te por las aguas terri­to­ria­les de los Esta­dos ribe­re­ños «sin res­tric­cio­nes ile­ga­les por par­te de los Esta­dos lito­ra­les». Según el infor­me del Depar­ta­men­to de Defen­sa esta­dou­ni­den­se, la liber­tad de los mares no solo sig­ni­fi­ca la liber­tad de paso de los buques mer­can­tes, sino tam­bién el uso del aire y el mar por par­te de buques y aero­na­ves militares.

Aun­que el con­cep­to de «liber­tad de los mares» tie­ne una lar­ga his­to­ria, las nor­mas de dere­cho inter­na­cio­nal que rigen la nave­ga­ción han cam­bia­do con­si­de­ra­ble­men­te con el desa­rro­llo del dere­cho inter­na­cio­nal del mar, espe­cial­men­te con la con­clu­sión de la Con­ven­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre el Dere­cho del Mar. A pesar de los esfuer­zos de Esta­dos Uni­dos por unir­se a sus alia­dos en las nego­cia­cio­nes para man­te­ner la lla­ma­da liber­tad de nave­ga­ción a la mane­ra tra­di­cio­nal, la Con­ven­ción pre­ten­de en últi­ma ins­tan­cia man­te­ner un equi­li­brio entre los intere­ses de las poten­cias marí­ti­mas y los Esta­dos ribe­re­ños. Nun­ca ha exis­ti­do un dere­cho ili­mi­ta­do de nave­ga­ción en la Con­ven­ción ni en el dere­cho inter­na­cio­nal general.

El dere­cho de nave­ga­ción no es ili­mi­ta­do en las aguas situa­das más allá del mar terri­to­rial. Esta­dos Uni­dos sos­tie­ne que la liber­tad de nave­ga­ción en alta mar se apli­ca más allá del mar terri­to­rial y ha crea­do así la noción de «aguas inter­na­cio­na­les», que pare­ce expre­sar un sig­ni­fi­ca­do simi­lar al de la noción de «espa­cio aéreo inter­na­cio­nal» en Dere­cho inter­na­cio­nal. Sin embar­go, a dife­ren­cia del dere­cho inter­na­cio­nal rela­ti­vo al espa­cio aéreo, el Con­ve­nio ha cla­si­fi­ca­do el océano en dife­ren­tes zonas marí­ti­mas, como las aguas inte­rio­res, el mar terri­to­rial, la zona con­ti­gua, la zona eco­nó­mi­ca exclu­si­va, la pla­ta­for­ma con­ti­nen­tal, la alta mar y la Zona, y los dere­chos y obli­ga­cio­nes de los Esta­dos varían. En lo que insis­te Esta­dos Uni­dos es en el dere­cho de paso en trán­si­to sin tra­bas, sin el con­sen­ti­mien­to ni la reac­ción de los Esta­dos ribereños.

El «Pro­gra­ma de Liber­tad de Nave­ga­ción» es un ejem­plo per­fec­to de ello: se basa en una inter­pre­ta­ción uni­la­te­ral esta­dou­ni­den­se del dere­cho inter­na­cio­nal del mar y, median­te este acto uni­la­te­ral, impi­de la for­ma­ción del dere­cho inter­na­cio­nal e impo­ne sus pre­ten­sio­nes. Pro­mue­ve un orden marí­ti­mo basa­do en nor­mas que dan prio­ri­dad a los intere­ses estadounidenses.

La noción de «rei­vin­di­ca­cio­nes marí­ti­mas exce­si­vas» es una defi­ni­ción uni­la­te­ral de Esta­dos Uni­dos y no tie­ne nin­gún efec­to deci­si­vo final

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. Esta deci­sión no es más que una res­pues­ta nega­ti­va uni­la­te­ral de Esta­dos Uni­dos a las rei­vin­di­ca­cio­nes de dere­chos marí­ti­mos por par­te de otros países.

Las lla­ma­das recla­ma­cio­nes marí­ti­mas exce­si­vas iden­ti­fi­ca­das por Esta­dos Uni­dos pue­den divi­dir­se a gran­des ras­gos en tres tipos. El pri­mer tipo está cubier­to por la UNCLOS (Con­ven­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre el Dere­cho del Mar). Las esti­pu­la­cio­nes son muy cla­ras e incon­tro­ver­ti­bles. En segun­do lugar, las esti­pu­la­cio­nes de la Con­ven­ción son algo vagas y, en fun­ción de las dis­tin­tas pos­tu­ras, es difí­cil que los paí­ses se pon­gan com­ple­ta­men­te de acuer­do. En ter­cer lugar, el Con­ve­nio no con­tie­ne dis­po­si­cio­nes rele­van­tes y no se ha desa­rro­lla­do nin­gún dere­cho inter­na­cio­nal con­sue­tu­di­na­rio relevante.

En el pri­mer caso no es posi­ble nin­gún deba­te. En los casos 2 y 3, Esta­dos Uni­dos no pue­de ni debe ser el árbi­tro final. En el con­tex­to de cues­tio­nes rela­ti­va­men­te con­tro­ver­ti­das, esto demues­tra que las nor­mas per­ti­nen­tes aún se están desa­rro­llan­do y for­man­do y no deben ser deci­di­das por un país concreto.

La iro­nía de la situación

Las incohe­ren­cias son evi­den­tes. No es difí­cil ver la iro­nía de la situación

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.

La mayor iro­nía es que, aun­que Esta­dos Uni­dos jus­ti­fi­ca sus accio­nes de supues­ta «liber­tad de nave­ga­ción» invo­can­do el dere­cho inter­na­cio­nal, nun­ca ha rati­fi­ca­do la Con­ven­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre el Dere­cho del Mar, que esta­ble­ce el orden jurí­di­co y las nor­mas de los océa­nos del mundo.

Como Esta­dos Uni­dos aún no es par­te de la Con­ven­ción, no tie­ne dere­cho a inter­pre­tar­la. De con­for­mi­dad con los artícu­los 31 y 32 de la Con­ven­ción de Vie­na sobre el Dere­cho de los Tratados

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), al inter­pre­tar la Con­ven­ción debe tener­se en cuen­ta la prác­ti­ca pos­te­rior de las par­tes. En otras pala­bras, es pro­ba­ble que la Con­ven­ción evo­lu­cio­ne de acuer­do con la prác­ti­ca pos­te­rior de las Par­tes. Sin embar­go, dado que Esta­dos Uni­dos aún no es sig­na­ta­rio de la Con­ven­ción, su prác­ti­ca no influ­ye en la inter­pre­ta­ción de la misma.

La Heri­ta­ge Foun­da­tion de Esta­dos Uni­dos, que tie­ne una influen­cia con­si­de­ra­ble en la for­mu­la­ción de la polí­ti­ca guber­na­men­tal, decla­ró en un artícu­lo que «duran­te más de 200 años, Esta­dos Uni­dos ha pre­ser­va­do y pro­te­gi­do con éxi­to sus dere­chos y liber­ta­des de nave­ga­ción median­te ope­ra­cio­nes nava­les, pro­tes­tas diplo­má­ti­cas y el dere­cho inter­na­cio­nal con­sue­tu­di­na­rio. Esta­dos Uni­dos pue­de pro­te­ger mejor sus dere­chos man­te­nien­do una Mari­na esta­dou­ni­den­se fuer­te, no acce­dien­do a un tra­ta­do mul­ti­la­te­ral pro­fun­da­men­te viciado»

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. Nada más cla­ro: es una for­ma de decla­rar que «yo soy el hege­món, hago lo que quie­ro. El dere­cho inter­na­cio­nal es para los demás». Sin hipo­cre­sía y lla­man­do a las cosas por su nom­bre, Esta­dos Uni­dos no hace más que mani­fes­tar su con­vic­ción: la fuer­za bru­ta es sufi­cien­te. Recor­dar este pun­to con­tri­bu­ye en gran medi­da a man­te­ner­nos despiertos.

En la actua­li­dad, más de 100.000 buques de diver­sos paí­ses atra­vie­san cada año el Mar de Chi­na Meri­dio­nal, de for­ma segu­ra y libre, sin nin­gún problema

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. Los buques y avio­nes de gue­rra esta­dou­ni­den­ses «pene­tran» en el espa­cio aéreo y las aguas de otros paí­ses, ame­na­zan­do la sobe­ra­nía y los intere­ses de segu­ri­dad de los demás, con­vir­tién­do­se, en con­tra de sus deseos, en una fuen­te de problemas.

Mare Clau­sum vs Mare Libe­rum: un buen equi­li­brio es bueno para todos

Esta­dos Uni­dos debe­ría dar­se cuen­ta de que vivi­mos en un mun­do mul­ti­po­lar. No pue­den seguir actuan­do como si estu­vie­ran en tie­rra de nadie. Las demás poten­cias están ahí para recor­dár­se­lo, uti­li­zan­do, si es nece­sa­rio, el len­gua­je que entien­den. Este es el sig­ni­fi­ca­do de las patru­llas con­jun­tas chino-rusas cer­ca de Alas­ka. Dada la ten­sión actual entre las gran­des poten­cias, es pro­ba­ble que este tipo de diá­lo­go dure algún tiem­po. En el futu­ro, no debe­ría sor­pren­der­nos ver, algún día, este tipo de for­ma­ción cer­ca de las islas Hawai o fren­te a San Die­go, en la cos­ta oes­te de Esta­dos Uni­dos. Este podría ser un buen momen­to para citar la famo­sa fra­se de Con­fu­cio: «No hagas a los demás lo que no quie­res que te hagan a ti».

Un jus­to equilibrio

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entre un mar cerra­do (mare clau­sum) y un mar abier­to (mare libe­rum) es esen­cial para la paz y la pros­pe­ri­dad de todos los paí­ses. Debe esta­ble­cer­se en el mar­co de un dere­cho inter­na­cio­nal reco­no­ci­do por todos y no basa­do en nor­mas decre­ta­das por unos pocos.

En este caso, y hoy en día, el pro­duc­to de este equi­li­brio es la Con­ven­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre el Dere­cho del Mar (CNUDM).

Apli­qué­mos­la escru­pu­lo­sa­men­te y de for­ma civi­li­za­da, exclu­yen­do el doble rase­ro apa­ren­te, encu­bier­to o impues­to. Así habrá más paz en el mundo.

Alex Wang

6 de sep­tiem­bre de 2023

Fuen­te: https://​www​.revue​con​flits​.com/​l​a​-​l​i​b​e​r​t​e​-​d​e​-​n​a​v​i​g​a​t​i​o​n​-​l​-​i​n​n​o​c​e​n​t​-​p​a​s​s​a​g​e​-​e​s​t​-​l​o​i​n​-​d​e​t​r​e​-​i​n​n​o​c​e​n​t​/​?​u​t​m​_​s​o​u​r​c​e​=​n​e​w​s​l​e​t​t​e​r​&​u​t​m​_​m​e​d​i​u​m​=​e​m​a​i​l​&​u​t​m​_​c​a​m​p​a​i​g​n​=​l​a​_​l​i​b​e​r​t​e​_​d​e​_​n​a​v​i​g​a​t​i​o​n​_​l​_​i​n​n​o​c​e​n​t​_​p​a​s​s​a​g​e​_​e​s​t​_​l​o​i​n​_​d​_​e​t​r​e​_​i​n​n​o​c​e​n​t​&​u​t​m​_​t​e​r​m​=​2​023 – 09-06

  1. Dos­sier: Pasa­do y pre­sen­te de la «liber­tad de nave­ga­ción» (https://​sha​re​.ame​ri​ca​.gov/​z​h​-​h​a​n​s​/​t​h​e​-​p​a​s​t​-​a​n​d​-​p​r​e​s​e​n​t​-​l​i​f​e​-​o​f​-​f​r​e​e​d​o​m​-​o​f​-​n​a​v​i​g​a​t​i​on/].
  2. Liu Xuan­zun & Guo Yuan­dan: US hype of Chi­na-Rus­sia joint naval patrol near Alas­ka is ove­rreac­tion, expo­ses dou­ble stan­dards, 7 de agos­to de 2023.
  3. Lau­rent Lag­neau: L’US Navy déploie qua­tre navi­res pour sur­vei­ller une impor­tan­te flot­ti­lle rus­so-chi­noi­se au lar­ge de l’A­las­ka, ZONE Mili­tai­re OPE​X360​.com, 7 de agos­to de 2023.
  4. Véa­se Mili​tary​.com: Los des­truc­to­res DDG 51 Arleigh Bur­ke son buques de gue­rra con capa­ci­da­des ofen­si­vas y defen­si­vas mul­ti­mi­sión de super­fi­cie anti­aé­rea (AAW), anti­sub­ma­ri­na (ASW) y anti­su­per­fi­cie (ASUW). El arma­men­to del des­truc­tor ha amplia­do sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te el papel del buque en la gue­rra de ata­que uti­li­zan­do el Sis­te­ma de Lan­za­mien­to Ver­ti­cal MK-41 (VLS). Ser­vi­cio: USN Arma­men­to: misi­les están­dar (SM-2MR); misi­les de lan­za­mien­to ver­ti­cal ASROC; Tomahawk; 6 torpe­dos MK-46; misil avan­za­do Sea Spa­rrow Pro­pul­sión: 4 tur­bi­nas de gas Gene­ral Elec­tric LM 2500 – 30, ejes geme­los, velo­ci­dad: 30 nudos, tri­pu­la­ción: 276.
  5. Lei Xiao­lu: The “Free­dom of Navi­ga­tion” Clai­med by the Uni­ted Sta­tes is Not “Free­dom of Navi­ga­tion” under Inter­na­tio­nal Law, SCSPI, 3 de junio de 2023.
  6. 21 de febre­ro de 2023, WWW​.news​.cn.
  7. Lei Xiao­lu: The “Free­dom of Navi­ga­tion” Clai­med by the Uni­ted Sta­tes is Not “Free­dom of Navi­ga­tion” under Inter­na­tio­nal Law, op. cit.
  8. Qiu­yi Wang: The USA «Free­dom of Navi­ga­tion Pro­gram» from the Pers­pec­ti­ve of Inter­na­tio­nal Law, East Chi­na Uni­ver­sity of Poli­ti­cal Scien­ce and Law, 30 de agos­to de 2022.
  9. Qiu­yi Wang: Ibid.
  10. Con­ven­ción de Vie­na sobre el Dere­cho de los Tra­ta­dos, Nacio­nes Uni­das, 1969 (https://​www​.oas​.org/​3​6​a​g​/​e​s​p​a​n​o​l​/​d​o​c​_​r​e​f​e​r​e​n​c​i​a​/​c​o​n​v​e​n​c​i​o​n​_​v​i​e​n​a​.​pdf
  11. Ste­ven Gro­ves: Acces­sion to the U.N. Con­ven­tion on the Law of the Sea Is Unne­ces­sary to Secu­re U.S. Navi­ga­tio­nal Rights and Free­doms, The Heri­ta­ge Foun­da­tion, 24 de agos­to de 2011: «Duran­te más de 200 años, Esta­dos Uni­dos ha pre­ser­va­do y pro­te­gi­do con éxi­to sus dere­chos y liber­ta­des de nave­ga­ción basán­do­se en ope­ra­cio­nes nava­les, pro­tes­tas diplo­má­ti­cas y el dere­cho inter­na­cio­nal con­sue­tu­di­na­rio. La adhe­sión de Esta­dos Uni­dos a la Con­ven­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre el Dere­cho del Mar (CNUDM) no le con­fe­ri­ría nin­gún dere­cho o liber­tad marí­ti­mos de los que no dis­fru­te ya. Esta­dos Uni­dos pue­de pro­te­ger mejor sus dere­chos man­te­nien­do una Arma­da fuer­te, no adhi­rién­do­se a un tra­ta­do mul­ti­la­te­ral pro­fun­da­men­te viciado».
  12. Qiu­yi Wang: The USA «Free­dom of Navi­ga­tion Pro­gram» from the Pers­pec­ti­ve of Inter­na­tio­nal Law, op. cit.
  13. Mare­Clau­sum et Mare Libe­rum, JSTOR (https://​www​.jstor​.org/​s​t​a​b​l​e​/​4​0​5​1​0​310)

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