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«Far­le­te» y el Plan ZEN

El exco­man­dan­te del Ejér­ci­to Fer­nan­do San Agus­tín «Far­le­te» fue miem­bro del ser­vi­cio de inte­li­gen­cia duran­te el fran­quis­mo. Des­pués, tras dejar ofi­cial­men­te el ser­vi­cio, se ha encar­ga­do de todo tipo de «tareas». Entre ellas, la de «infor­mar» a todos los perio­dis­tas de inves­ti­ga­ción que han escri­to bio­gra­fías sobre Mikel Lejar­za «Lobo».

Lo hizo con quien escri­bió la pri­me­ra bio­gra­fía, Xavier Vina­der. Tam­bién se encar­gó de «infor­mar» a quie­nes escri­bie­ron la segun­da, Manuel Cer­dán y Anto­nio Rubio. Y ha esta­do y está en estre­cha rela­ción con Fer­nan­do Rue­da que ha escri­to las dos últi­mas bio­gra­fías jun­to con el fal­so «Lejar­za».

Cabe remar­car que Fer­nan­do Rue­da pre­ci­só, en el pró­lo­go de la pri­me­ra bio­gra­fía que escri­bió jun­to con ese indi­vi­duo que pre­ten­de ser Lejar­za, cuál fue la pro­po­si­ción que este le hizo: «él me con­ta­ría sus recuer­dos y yo les daría for­ma. Como pun­to de par­ti­da pac­ta­mos una con­di­ción esen­cial: serían sus memo­rias en pri­me­ra per­so­na y yo no inves­ti­ga­ría el con­te­ni­do de los episodios».

Un «perio­dis­ta de inves­ti­ga­ción», como se defi­ne Rue­da a sí mis­mo, que admi­te haber pac­ta­do que no va a inves­ti­gar nin­guno de los epi­so­dios que le cuen­te el coau­tor y que, des­pués de trans­cri­bir y dar for­ma a dichos epi­so­dios, se dedi­ca, en múl­ti­ples entre­vis­tas, a ava­lar al coau­tor y con­ce­der total cre­di­bi­li­dad a todo lo que le ha con­ta­do. Curio­so, ¿no?

Por otra par­te, no me cabe duda algu­na de que Fer­nan­do San Agus­tín es un gran espe­cia­lis­ta en la mani­pu­la­ción de perio­dis­tas. Aho­ra bien, pien­so que en el caso de Cer­dán y Rubio ambos perio­dis­tas tie­nen tam­bién su gra­do de responsabilidad.

Por ejem­plo, en su libro, Lobo: un topo en las entra­ñas de ETA, afir­man haber esta­do un par de veces con uno de los prin­ci­pa­les pro­ta­go­nis­tas del caso «Lejar­za», el enton­ces máxi­mo res­pon­sa­ble de los coman­dos espe­cia­les de ETA p‑m, Iña­ki Pérez Beo­te­gi «Wil­son», quien, según ambos perio­dis­tas, esta­ba «con­ven­ci­do de que, cuan­do salió de la cafe­te­ría Hon­ta­na­res [lugar en el que Lejar­za tuvo su pri­me­ra cita en Madrid], que­dó mar­ca­do has­ta su deten­ción en Bar­ce­lo­na, sema­nas después».

Impo­si­ble, ya que Wil­son, falle­ci­do en 2008, no estu­vo en aque­lla pri­me­ra cita de Lejar­za en Madrid. No estu­vo con él ni en Madrid, ni en Bar­ce­lo­na, ni en aque­lla cita, ni en nin­gu­na otra en Madrid. Por mucho que se obs­ti­nen en ase­gu­rar que con­tro­la­ron a Wil­son a par­tir de aque­lla cita en la cafe­te­ría Hon­ta­na­res, la reali­dad es que no estu­vo allí.

Eso sí, el ejem­plo que aca­bo de men­cio­nar me pare­ce pec­ca­ta minu­ta com­pa­ra­do con lo que hicie­ron en otro caso. Se valie­ron de una men­ti­ra que con­si­de­ro fran­ca­men­te mise­ra­ble a fin de cons­truir una his­to­ria que tuvie­ra más gan­cho. Para ello, envol­vie­ron en un fal­so secre­tis­mo a una mujer que afir­ma­ron era la «Loba» que, según ellos, tra­ba­jó des­de 1974 jun­to con Mikel Lejar­za para los ser­vi­cios de inteligencia.

Cer­dán y Rubio afir­ma­ron en su libro que, pese a cono­cer la iden­ti­dad com­ple­ta de la «Loba», habían deci­di­do man­te­ner­la en secre­to, «por medi­das de segu­ri­dad», y die­ron sola­men­te las ini­cia­les de sus ape­lli­dos, Nie­ves G. G. Sin embar­go, Vina­der ya había dado cua­tro años antes, en la pri­me­ra bio­gra­fía, su nom­bre com­ple­to: Nie­ves Gallas­te­gui Gar­cía. En todo caso, estoy segu­ro de que la intere­sa­da pue­de des­men­tir con suma faci­li­dad lo que afir­ma­ron Cer­dán y Rubio.

Uno de ellos, Manuel Cer­dán, recor­dó en su día que nume­ro­sos poli­cías fran­ce­ses cola­bo­ra­ron en la gue­rra sucia, pasan­do infor­ma­ción y seña­lan­do obje­ti­vos a los mer­ce­na­rios, «a cam­bio de gran­des sumas», y mani­fes­tó enfa­da­do que «cuan­do me jubi­le y escri­ba mis memo­rias –si no me calien­to antes– pien­so dar la lis­ta de todos los perio­dis­tas que tam­bién cobra­ron fon­dos reser­va­dos del Minis­te­rio del Interior».

Cer­dán ofre­ció un solo dato con­cre­to: «En cier­ta oca­sión vi con estos ojos un talón al por­ta­dor de medio millón de las anti­guas pese­tas des­ti­na­do a un repu­tado perio­dis­ta. ¿Su pro­ce­den­cia? El Gabi­ne­te de Asun­tos Lega­les del Minis­te­rio del Interior».

La ver­dad es que, cuan­do leo a cier­tos perio­dis­tas espe­cia­li­za­dos en noti­cias fil­tra­das por «fuen­tes anti­te­rro­ris­tas», no pue­do evi­tar que me asal­ten las sos­pe­chas. Por­que una cosa es que en sus artícu­los se refle­jen sus legí­ti­mas opi­nio­nes polí­ti­cas y otra, muy otra, la into­xi­ca­ción y la men­ti­ra pura y dura, que se repi­te una y otra vez.

No es el caso de Cer­dán y Rubio, y tam­po­co el de Xavier Vina­der. En cam­bio, la actua­ción de Fer­nan­do Rue­da me pare­ce más que sos­pe­cho­sa y su estre­cha rela­ción con «Far­le­te» ha hecho que me plan­tee la posi­bi­li­dad de que, en su caso, no se tra­ta sola­men­te de que San Agus­tín sea muy hábil a la hora de into­xi­car y mani­pu­lar a los perio­dis­tas. Sos­pe­cho que Rue­da sabe per­fec­ta­men­te lo que está haciendo.

La actua­ción de otros perio­dis­tas ha sido aún peor. Por ejem­plo, le de Jesús Maria Zuloa­ga «Zulo». En su caso, cues­ta dis­tin­guir si se tra­ta de un perio­dis­ta o sim­ple­men­te de un poli­cía o guar­dia civil que tra­ba­ja a las órde­nes de las Fuer­zas de Seguridad.

Como él, son nume­ro­sos los perio­dis­tas que ha apli­ca­do el famo­so Plan ZEN, que reco­mien­da uti­li­zar el rumor, la men­ti­ra y la mani­pu­la­ción. Lo ha apli­ca­do con no poca habi­li­dad; sobre todo, en rela­ción a la tor­tu­ra. Entre ellos, cabe des­ta­car a Fer­nan­do San Agus­tín quien, ade­más de gra­duar­se en la Aca­de­mia Mili­tar, tam­bién se gra­duó en la Escue­la Ofi­cial de Perio­dis­mo de Bar­ce­lo­na. Lo que le vino de mara­vi­lla para infil­trar­se en medios antifranquistas.

En al caso Lejar­za, es muy difí­cil dis­tin­guir si la actua­ción de cier­tos perio­dis­tas se ha debi­do a que han sido mani­pu­la­dos, en espe­cial por Fer­nan­do San Agus­tín, o si han sido bien cons­cien­tes de lo que esta­ban hacien­do y de las nume­ro­sas men­ti­ras que esta­ban ver­tien­do en sus artícu­los, repor­ta­jes, docu­men­ta­les y demás.

Pre­fie­ro pen­sar que la gran mayo­ría han sido mani­pu­la­dos, pero no deja de intri­gar­me la faci­li­dad con la que algu­nos se han deja­do manipular.

Xabier Maka­za­ga, inves­ti­ga­dor del terro­ris­mo de Estado

5 de octu­bre de 2023

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