¿Los pales­ti­nos son terro­ris­tas o lucha­do­res de la resistencia?

Por un lado, Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea reco­no­cen a Hamás como orga­ni­za­ción terro­ris­ta y han cali­fi­ca­do de tal el aten­ta­do per­pe­tra­do el sába­do 7 de octu­bre de este año. Por otro, el dere­cho inter­na­cio­nal reco­no­ce el dere­cho a la resis­ten­cia arma­da con­tra el apartheid y la ocu­pa­ción colo­nial. ¿Los pales­ti­nos son terro­ris­tas o resis­ten­tes? ¡Esta pre­gun­ta se la for­mu­la­mos a Moha­med Has­san, espe­cia­lis­ta en el mun­do ára­be-musul­mán, en su libro Israël, par­lons-en! Le suge­ri­mos que lea este capítulo.

La mayo­ría de los euro­peos, inclu­so de izquier­das, tie­nen actual­men­te una visión bas­tan­te nega­ti­va de la resis­ten­cia pales­ti­na: la con­si­de­ran mar­ca­da por el terro­ris­mo y el fana­tis­mo isla­mis­ta. ¿Se corres­pon­de esta visión con la reali­dad sobre el terreno?

El pro­ble­ma de la izquier­da es que con­fía en sus medios de comu­ni­ca­ción, no bus­ca infor­ma­ción de pri­me­ra mano y, por tan­to, se encie­rra en cli­chés. ¿Saben, por ejem­plo, que la orga­ni­za­ción Hamás cuen­ta con un 27% de muje­res (y un 15% en su buró polí­ti­co), mucho más que la OLP lai­ca? ¿Saben que es la «lai­ca» Al Fatah la auto­ra de una de las leyes más reac­cio­na­rias con­tra las muje­res, que limi­ta a seis meses las penas de cár­cel para los auto­res de «crí­me­nes de honor», cuan­do un hom­bre ase­si­na a su mujer? ¿Saben que en Gaza, Hamás pre­sen­tó una lis­ta de can­di­da­tos a las elec­cio­nes que incluía corrien­tes polí­ti­cas no islá­mi­cas? ¿Que el nue­vo minis­tro del Inte­rior, miem­bro de Hamás, eli­gió a un anti­guo miem­bro de Al Fatah para diri­gir los ser­vi­cios de segu­ri­dad? No, de ver­dad, si se quie­re enten­der la situa­ción sobre el terreno, hay que mirar más allá de los tópi­cos e infor­mar­se bien. En reali­dad, las dis­tin­tas corrien­tes de la resis­ten­cia pales­ti­na han expe­ri­men­ta­do y están expe­ri­men­tan­do cam­bios muy sig­ni­fi­ca­ti­vos. La reali­dad no está gra­ba­da en piedra.

Es poco cono­ci­do que esta resis­ten­cia se com­po­ne des­de hace mucho tiem­po de tres corrien­tes: la nacio­na­lis­ta ára­be, la mar­xis­ta y la isla­mis­ta. Empe­ce­mos por el prin­ci­pio. De hecho, la resis­ten­cia comen­zó jus­to al prin­ci­pio de la colo­ni­za­ción, cuan­do los sio­nis­tas empe­za­ron a apo­de­rar­se de la tierra…

Sí, las pro­tes­tas, los escri­tos y los enfren­ta­mien­tos comen­za­ron en 1890. Y nun­ca se detu­vo. Dis­tur­bios en 1921, una huel­ga en Jeru­sa­lén en 1929, dis­tur­bios en 1929, la gran revuel­ta de 1936 – 1939 con una huel­ga de seis meses e inclu­so gue­rri­llas en el campo.

¿Por qué fra­ca­só esta resistencia?

En pri­mer lugar, los pales­ti­nos no tenían una visión cla­ra de la estra­te­gia tan maquia­vé­li­ca de los bri­tá­ni­cos, que min­tie­ron a todo el mun­do [véa­se el capí­tu­lo 3]…

De hecho, el mun­do ára­be no tenía expe­rien­cia del colo­nia­lis­mo tal como se había prac­ti­ca­do en la India, por ejem­plo. No enten­día en qué con­sis­tía este nue­vo sis­te­ma impe­ria­lis­ta (ni tam­po­co la cla­se obre­ra euro­pea, por cier­to). Y los pales­ti­nos no enten­dían el pro­yec­to que esta­ban lle­van­do a cabo los colo­nos sio­nis­tas. De hecho, nadie pen­sa­ba que ese pro­yec­to fue­ra a tener éxi­to, por­que no tenía nin­gu­na base popu­lar sobre el terreno. Solo triun­fó gra­cias al apo­yo de los colo­nia­lis­tas bri­tá­ni­cos. Enton­ces, la repre­sión bri­tá­ni­ca era muy fuer­te. Al depor­tar sis­te­má­ti­ca­men­te a los diri­gen­tes pales­ti­nos e impe­dir­les crear sus pro­pias estruc­tu­ras polí­ti­cas, Lon­dres favo­re­ció deli­be­ra­da­men­te la cons­truc­ción del Esta­do judío.

¿Expli­ca esto la debi­li­dad de la resis­ten­cia pales­ti­na duran­te la gue­rra de 1948?

Sí, no esta­ban orga­ni­za­dos. Esta derro­ta dejó a los pales­ti­nos trau­ma­ti­za­dos y para­li­za­dos duran­te varios años. Pero hacia 1955, una nue­va gene­ra­ción de pales­ti­nos tomó la antorcha.

Esta­ban influi­dos por la vic­to­ria del levan­ta­mien­to anti­co­lo­nial de Nas­ser en Egip­to. Y por el rena­ci­mien­to del nacio­na­lis­mo ára­be. El cris­tiano Michel Aflak desa­rro­lló la idea de un nacio­na­lis­mo ára­be moderno, que reu­nie­ra a musul­ma­nes, cris­tia­nos y judíos, así como a lai­cos. Al igual que Nas­ser en Egip­to, el nacio­na­lis­ta Aflak esta­ba influi­do por el mar­xis­mo. Y per­so­nas como Ara­fat tam­bién esta­ban influi­das tan­to por el movi­mien­to isla­mis­ta de los Her­ma­nos Musul­ma­nes como por el mar­xis­mo (a tra­vés del Par­ti­do Comu­nis­ta Egipcio).

La resis­ten­cia pales­ti­na se com­po­ne, por tan­to, de tres corrien­tes: los Her­ma­nos Musul­ma­nes, isla­mis­tas ori­gi­na­rios de Egip­to; el Fren­te Popu­lar para la Libe­ra­ción de Pales­ti­na (FPLP) fun­da­do en Líbano por Geor­ges Haba­che, de ten­den­cia mar­xis­ta; y la mayor orga­ni­za­ción, Fatah, de ten­den­cia nacio­na­lis­ta ára­be y diri­gi­da en par­ti­cu­lar por Yas­ser Ara­fat. En 1964 se fun­dó la Orga­ni­za­ción para la Libe­ra­ción de Pales­ti­na (OLP), una espe­cie de par­la­men­to no ofi­cial de los pales­ti­nos. Sus dos polos eran Al Fatah y los gru­pos de izquier­da, mien­tras que los isla­mis­tas ten­dían a inte­grar­se en Al Fatah. Reco­no­ci­da por la Liga de Esta­dos Ára­bes, la OLP creó sin­di­ca­tos, orga­ni­za­cio­nes estu­dian­ti­les y de muje­res y la Media Luna Roja. Hay que recor­dar que en junio de 1967, Israel infli­gió una aplas­tan­te derro­ta mili­tar a Egip­to y Siria en la Gue­rra de los Seis Días [véa­se el capí­tu­lo 5]. Y apro­ve­chó para inva­dir el res­to de Pales­ti­na (Cis­jor­da­nia y la Fran­ja de Gaza).

En Euro­pa se cri­ti­ca a los pales­ti­nos, y a Hamás en par­ti­cu­lar, por uti­li­zar la violencia…

Eso es plan­tear el pro­ble­ma al revés. Lo que es vio­len­to es la colo­ni­za­ción, el robo de tie­rras y la bru­ta­li­dad del ejér­ci­to israe­lí. En Pales­ti­na, los colo­ni­za­dos y opri­mi­dos no tie­nen elec­ción. Su super­vi­ven­cia está en jue­go. Ade­más, han inten­ta­do todos los medios pací­fi­cos posi­bles e Israel no ha cedi­do nada; al con­tra­rio, con­quis­ta cada vez más.

¿Cuál es el pro­gra­ma polí­ti­co, el obje­ti­vo de esta resis­ten­cia? Inclu­so hoy, Israel dice que se defien­de por­que los del otro lado quie­ren «arro­jar a los judíos al mar»…

Se tra­ta de un mito difun­di­do por la pro­pa­gan­da israe­lí y amplia­men­te difun­di­do por los medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les… En reali­dad, la resis­ten­cia pales­ti­na ha adop­ta­do una posi­ción muy correc­ta sobre esta cues­tión. El prin­ci­pio bási­co es que los pales­ti­nos expul­sa­dos de su tie­rra por Israel tie­nen dere­cho a regre­sar y vivir en ella con normalidad…

Pero la car­ta ini­cial de la OLP, redac­ta­da en 1968, ape­nas defi­ne el esta­tu­to de los judíos.

Cier­to, pero a fina­les de 1967, los diri­gen­tes pales­ti­nos habían decla­ra­do: «No somos enemi­gos del judaís­mo como reli­gión, ni de la raza judía. Nues­tra lucha es con­tra la enti­dad sio­nis­ta colo­nia­lis­ta e impe­ria­lis­ta que ha ocu­pa­do nues­tra patria». En su ter­cer con­gre­so, cele­bra­do en 1968, Al Fatah defi­nió la futu­ra Pales­ti­na como «un Esta­do demo­crá­ti­co, pro­gre­sis­ta y acon­fe­sio­nal en el que judíos, cris­tia­nos y musul­ma­nes con­vi­vi­rán en paz y dis­fru­ta­rán de los mis­mos dere­chos». Y en enero de 1969, Fatah escri­bió en la revis­ta fran­ce­sa Tri­bu­ne Socia­lis­te: «Si lucha­mos con­tra un Esta­do judío racis­ta, no es para sus­ti­tuir­lo por un Esta­do ára­be que a cam­bio expul­sa­ría a los judíos».

Y sin embar­go, en Euro­pa, segui­mos oyen­do que los judíos corren el ries­go de ser arro­ja­dos al mar…

Escu­cha, es Euro­pa la que tie­ne un pro­ble­ma con los judíos, mucho más que los ára­bes. Es Euro­pa la que his­tó­ri­ca­men­te no quie­re a los judíos. Los «fabri­có» con su anti­se­mi­tis­mo, lue­go los hizo sufrir con Rusia, Polo­nia, Hitler y el asun­to Drey­fus en Fran­cia (véa­se el capí­tu­lo 1). Des­pués qui­so des­ha­cer­se de ellos envián­do­los a Orien­te Pró­xi­mo. El sio­nis­mo es una ideo­lo­gía racis­ta uti­li­za­da por los euro­peos para expor­tar a sus judíos. Des­pués de matar­los, los expor­tan y los con­vier­ten en guar­da­es­pal­das, en poli­cías del petró­leo. Me dan pena los judíos cuan­do sufren. Israel es una socie­dad muy dura, mili­ta­ri­za­da, racis­ta, con­tra­ria a las muje­res, no es un buen lugar para vivir: ¡nin­gún euro­peo que­rría vivir allí!

Aho­ra bien, es un hecho: los israe­líes están aquí, en esta tierra…

Y pue­den que­dar­se, los pales­ti­nos lle­van mucho tiem­po dicién­do­lo. Sim­ple­men­te no tie­nen dere­cho a expul­sar a los palestinos.

Vol­va­mos a la resis­ten­cia. ¿Cuál fue su fuer­za en los años 60?

En pri­mer lugar, rom­pió con la idea de que la libe­ra­ción de Pales­ti­na ven­dría de un enfren­ta­mien­to mili­tar tra­di­cio­nal entre Israel y los Esta­dos ára­bes. Optó por la resis­ten­cia arma­da: una gue­rra popu­lar a lar­go pla­zo des­ti­na­da a esta­ble­cer pro­gre­si­va­men­te zonas libe­ra­das. Y pre­ten­de apo­yar­se en la pobla­ción. La mayo­ría de los feda­yi­nes desean una autén­ti­ca revo­lu­ción que com­bi­ne la libe­ra­ción arma­da con el pro­gre­so polí­ti­co y social.

Esta resis­ten­cia adqui­ri­rá un gran prestigio…

Sí, la fecha cla­ve fue el 21 de mar­zo de 1968. Los feda­yi­nes de Al Fatah infli­gie­ron una aplas­tan­te derro­ta al ejér­ci­to israe­lí, que había inva­di­do el pue­blo de Kara­me (nom­bre sim­bó­li­co que sig­ni­fi­ca Dig­ni­dad). Murie­ron 21 sol­da­dos israe­líes y se des­tru­ye­ron varios tan­ques y un avión. Esta pri­me­ra vic­to­ria ára­be sobre Israel, que lle­ga­ba tras la humi­lla­ción de la derro­ta de 1967, dio a los com­ba­tien­tes pales­ti­nos una enor­me popu­la­ri­dad en el mun­do ára­be y en todo el mun­do. El mito de la inven­ci­bi­li­dad de Israel lle­gó a su fin. Inclu­so el rey Hus­sein de Jor­da­nia, pro­ame­ri­cano, se sin­tió obli­ga­do a decla­rar: «Todos somos fedayines».

¿Cuá­les son los pun­tos fuer­tes de esta resistencia?

1) No depen­dió del dine­ro de los paí­ses ára­bes (que enton­ces no tenían), sino que fue finan­cia­da por los pro­pios pales­ti­nos. 2) Se crea­ron ser­vi­cios de inte­li­gen­cia para con­tra­rres­tar la infil­tra­ción: infor­ma­do­res esta­dou­ni­den­ses e israe­líes. 3) La resis­ten­cia estu­dió las expe­rien­cias chi­na, viet­na­mi­ta y cuba­na e inten­tó apli­car­las a sus pro­pias con­di­cio­nes. Fue en esta épo­ca cuan­do los pales­ti­nos leían a Che Gue­va­ra, Ho Chi Minh, Mao… Inte­gra­ron el prin­ci­pio de que apo­yán­do­se ante todo en sus pro­pias fuer­zas y no en el apo­yo exte­rior, rea­li­zan­do un pacien­te tra­ba­jo de base con la pobla­ción, un movi­mien­to popu­lar, aun­que sufra derro­tas, tie­ne garan­ti­za­do for­ta­le­cer­se a lar­go pla­zo. El nivel de orga­ni­za­ción de los movi­mien­tos pales­ti­nos es muy supe­rior al de los Esta­dos ára­bes. Saben guar­dar sus secre­tos. Hacen su tra­ba­jo dis­cre­ta y humil­de­men­te, estan­do cer­ca de la pobla­ción como los chi­nos y los viet­na­mi­tas. La ver­da­de­ra moral de la resis­ten­cia es vivir entre y como la gen­te que sufre. No tie­nes más que ellos; al con­tra­rio, tie­nes aún menos, por­que lo com­par­tes todo. Así es como la resis­ten­cia es fuer­te. Como resul­ta­do, los sio­nis­tas se vie­ron sor­pren­di­dos; no pudie­ron infil­trar­se en ellos.

Una lec­ción impor­tan­te si se com­pa­ra con la actualidad…

Sí, la Auto­ri­dad Pales­ti­na tie­ne mucho dine­ro, pero ha sido infil­tra­da por los sio­nis­tas y es inca­paz de resistir.

Pero hoy, un pales­tino que se resis­te es casi siem­pre pre­sen­ta­do como un «terro­ris­ta». Es difí­cil ima­gi­nar que en aque­lla épo­ca se le admi­ra­ra como a un Che Gue­va­ra ára­be. ¿A qué se debe este cam­bio de imagen?

Varios fac­to­res. En pri­mer lugar, hay que enten­der que estos com­ba­tien­tes radi­ca­les pales­ti­nos asus­ta­ban a mucha gen­te en todo el mun­do. En par­ti­cu­lar, a las dic­ta­du­ras feu­da­les ára­bes. Duran­te la déca­da de 1970, la OLP obtu­vo reco­no­ci­mien­to inter­na­cio­nal y un impor­tan­te apo­yo finan­cie­ro. Desa­rro­lló una gran orga­ni­za­ción con depar­ta­men­tos polí­ti­cos, edu­ca­ti­vos, sani­ta­rios, cul­tu­ra­les y de infor­ma­ción. Gra­cias al dine­ro reci­bi­do de las petro-monar­quías, se pres­ta­ron ser­vi­cios a la pobla­ción pales­ti­na. La OLP se con­vir­tió en un ver­da­de­ro gobierno en el exi­lio, embrión de un Esta­do para todos los refu­gia­dos pales­ti­nos. Su pre­su­pues­to anual alcan­zó varios cien­tos de millo­nes de dólares.

¿Así que la OLP está en alza, todo va bien?

En reali­dad, las balas más peli­gro­sas son las que están recu­bier­tas de azú­car. Como Pales­ti­na es una socie­dad pre­ca­pi­ta­lis­ta, bas­tan­te pobre, con una men­ta­li­dad toda­vía muy feu­dal, este reco­no­ci­mien­to diplo­má­ti­co y finan­cie­ro le repor­ta­rá peli­gro­sas «ven­ta­jas». Se crea­ron misio­nes diplo­má­ti­cas, y el favo­ri­tis­mo y la corrup­ción no tar­da­ron en apa­re­cer. Los cua­dros pales­ti­nos no esta­ban pre­pa­ra­dos y muchos de ellos se des­vin­cu­la­ron del pueblo.

Pin­ta usted un cua­dro muy duro.

No se pue­de negar un aspec­to posi­ti­vo muy impor­tan­te. La OLP ha con­se­gui­do pre­ser­var la iden­ti­dad pales­ti­na, pres­tar ser­vi­cios a los refu­gia­dos expul­sa­dos de sus tie­rras y arrui­na­dos, man­te­ner vivas las comu­ni­da­des, crear ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas y socia­les y lograr el reco­no­ci­mien­to inter­na­cio­nal de la cau­sa pales­ti­na. Esto es muy impor­tan­te. Este perio­do duró de 1968 a 1982. Pero el ascen­so se con­vir­tió rápi­da­men­te en declive…

La resis­ten­cia tam­bién sufrió gra­ves ata­ques militares…

Expul­sa­dos por Israel, muchos pales­ti­nos se refu­gia­ron en la veci­na Jor­da­nia y domi­na­ron rápi­da­men­te su eco­no­mía. Este país fue una crea­ción arti­fi­cial del colo­nia­lis­mo bri­tá­ni­co. Allí vivían diver­sas cla­ses: ricos terra­te­nien­tes (con una peque­ña indus­tria de jabón), peque­ños autó­no­mos, cam­pe­si­nos, obre­ros y tam­bién los bedui­nos de los que pro­ce­día la fami­lia real.

La pobla­ción jor­da­na apo­ya­ba en gran medi­da a la resis­ten­cia pales­ti­na. Por des­gra­cia, la resis­ten­cia no ana­li­zó la situa­ción de las cla­ses socia­les en Jor­da­nia. Al domi­nar la socie­dad (zonas ente­ras esca­pa­ron al ejér­ci­to del rey), al hablar de revo­lu­ción en la pro­pia Jor­da­nia en lugar de con­cen­trar­se en su obje­ti­vo de libe­rar Pales­ti­na, ¿qué con­si­guie­ron? Asus­ta­ron a los bur­gue­ses y peque­ño­bur­gue­ses jor­da­nos. Solo que­rían ven­der su jabón y seguir con sus vidas. Los pales­ti­nos pro­vo­ca­ron un enfren­ta­mien­to inú­til con una par­te de la socie­dad jor­da­na y que­da­ron aislados.

Esto era gra­ve, por­que los éxi­tos de la resis­ten­cia pales­ti­na habían asus­ta­do a Esta­dos Uni­dos. El minis­tro esta­dou­ni­den­se Rogers pre­pa­ró un plan para des­truir la resis­ten­cia. Inca­paz de uti­li­zar el ejér­ci­to jor­dano, que sim­pa­ti­za­ba dema­sia­do con los pales­ti­nos, impor­tó las tro­pas pakis­ta­níes del gene­ral Zia al-Khad, que más tar­de se con­ver­ti­ría en jefe de Esta­do de su país. Y Zia al-Khad lle­vó a cabo terri­bles masa­cres en los cam­pos de refu­gia­dos pales­ti­nos de los alre­de­do­res de Ammán. Esto ocu­rrió en sep­tiem­bre de 1970, el famo­so «Sep­tiem­bre Negro». Mar­có la derro­ta del movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio moderno en el mun­do árabe.

Usted habla de aná­li­sis social. ¿Cuál era enton­ces el pro­gra­ma polí­ti­co de la resis­ten­cia palestina?

De hecho, Fatah, que era la orga­ni­za­ción más impor­tan­te, no tenía real­men­te un pro­gra­ma. Reci­bien­do dine­ro de las petro-monar­quías y diri­gién­do­se a todas las cla­ses socia­les, des­de el pro­le­ta­ria­do has­ta la alta bur­gue­sía, Fatah era sim­ple­men­te popu­lis­ta y nacio­na­lis­ta, sin adop­tar nin­gu­na posi­ción sobre cues­tio­nes socia­les. Su pro­gra­ma se limi­ta a una úni­ca rei­vin­di­ca­ción: la inde­pen­den­cia de Pales­ti­na. Pero tam­bién en este pun­to, Fatah ha come­ti­do un error de aná­li­sis. Equi­pa­ró el colo­nia­lis­mo israe­lí al de Sudá­fri­ca. Per­so­nal­men­te, nun­ca he esta­do de acuer­do con este aná­li­sis, por­que había una gran dife­ren­cia: mien­tras que los pri­me­ros colo­nos afri­ká­ners eran agri­cul­to­res, los colo­nos bri­tá­ni­cos que aca­ba­ron domi­nan­do Sudá­fri­ca basa­ron su rique­za en la mine­ría. Y para esta explo­ta­ción nece­si­ta­ban al pro­le­ta­ria­do negro (que, por cier­to, dio lugar a la for­ma­ción del sin­di­ca­lis­mo comu­nis­ta y revo­lu­cio­na­rio en este país).

Por otra par­te, los colo­nos judíos solo uti­li­za­ron una peque­ña can­ti­dad de mano de obra ára­be para cons­truir sus ciu­da­des, pero lue­go se des­hi­cie­ron de ella. Que­rían intro­du­cir la «mano de obra judía» [véa­se el capí­tu­lo 3]. El obje­ti­vo del sio­nis­mo era expul­sar a los pales­ti­nos del terri­to­rio. El líder sio­nis­ta Jabo­tinsky ya lo tenía muy cla­ro en 1920, pero los pales­ti­nos no estu­dia­ron dete­ni­da­men­te el pro­yec­to sionista.

Expul­sa­da de Jor­da­nia, la resis­ten­cia pales­ti­na se refu­gió en el Líbano…

En don­de des­gra­cia­da­men­te come­tió el mis­mo error. Al no bus­car crear un fren­te sóli­do con la pobla­ción local. La resis­ten­cia reci­bió mucho dine­ro de los paí­ses petro­le­ros ára­bes que se habían enri­que­ci­do. La OLP tenía mucho dine­ro. En lugar de pro­du­cir un mon­tón de diplo­má­ti­cos y tec­nó­cra­tas corrup­tos, podrían haber uti­li­za­do ese dine­ro para cons­truir una gran soli­da­ri­dad con los libaneses.

Pero, en el Líbano, la situa­ción de los pales­ti­nos era mucho menos favo­ra­ble que en Jordania.

Es cier­to. Los pales­ti­nos tenían prohi­bi­do tra­ba­jar y esta­ban con­fi­na­dos en cam­pos, eran una mino­ría en un Esta­do feu­dal divi­di­do en baro­nías con­fe­sio­na­les. Pero la OLP no estu­dió este pro­ble­ma: ¿cómo podría tra­ba­jar con los liba­ne­ses? No estu­dió la expe­rien­cia de los suda­fri­ca­nos, que habían tra­ba­ja­do modes­ta­men­te a nivel popu­lar, inclu­so con blan­cos no racis­tas. No ha apren­di­do la lec­ción del error jor­dano. La arro­gan­cia siem­pre tie­ne un pre­cio. Con ese dine­ro, esta­ban crean­do clí­ni­cas para los refu­gia­dos pales­ti­nos. ¿Por qué no abrie­ron estas clí­ni­cas para tra­tar tam­bién a los pobres liba­ne­ses? En lugar de ais­lar­se en los cam­pos, debe­rían haber­se uni­do a la pobla­ción liba­ne­sa, haber­les dado for­ma­ción polí­ti­ca e inte­grar­los en la lucha. En lugar de eso, se uti­li­zó el terri­to­rio liba­nés para ata­car a Israel, que por supues­to tomó repre­sa­lias, y la pobla­ción local sufrió las con­se­cuen­cias, esta­ba descontenta.

En 1975, esta­lló una gue­rra civil en el Líbano entre los falan­gis­tas de dere­chas (cris­tia­nos) y la izquier­da (chiíes, suníes y algu­nos cristianos)…

Los pales­ti­nos inten­ta­ron man­te­ner­se al mar­gen, pero los falan­gis­tas masa­cra­ron a los refu­gia­dos pales­ti­nos en el cam­po de Tal al Za’a­tar, y se vie­ron obli­ga­dos a tomar par­ti­do por la izquier­da. Israel apo­yó a los falan­gis­tas y creó una mili­cia cris­tia­na en el sur de Líbano. En 1981, Israel bom­bar­deó Bei­rut y en 1982 inva­dió el Líbano con el obje­ti­vo de des­truir la OLP.

La OLP per­dió la bata­lla y tuvo que eva­cuar a sus sol­da­dos a Túnez, don­de esta­ble­ció su nue­vo cuar­tel gene­ral. Final­men­te, Israel pidió a las mili­cias falan­gis­tas liba­ne­sas que le libra­ran de los com­ba­tien­tes pales­ti­nos y se come­tió una terri­ble masa­cre en los cam­pos de refu­gia­dos de Sabra y Sha­ti­la. Ariel Sha­ron era enton­ces minis­tro de la Guerra.

Fue el fin de la resis­ten­cia arma­da, el fin de cual­quier posi­bi­li­dad de gue­rra de gue­rri­llas. La OLP podría haber mini­mi­za­do los efec­tos nega­ti­vos en el Líbano si se hubie­ra con­cen­tra­do en luchar solo con­tra Israel y con­tra nadie más. Fue una fal­ta de madu­rez, una fal­ta de aná­li­sis. Los sio­nis­tas ana­li­za­ron estas debi­li­da­des y pudie­ron gol­pear don­de la OLP era débil.

¿No inter­vino el FPLP para cam­biar esta situación?

Esta­ba mar­gi­na­do. Con sus incli­na­cio­nes mar­xis­tas, no reci­bía dine­ro de los paí­ses ára­bes y no tenía las mis­mas opor­tu­ni­da­des que Fatah para desa­rro­llar ins­ti­tu­cio­nes en el Líbano. Ade­más, has­ta 1972, el FPLP abo­ga­ba por una revo­lu­ción ára­be glo­bal, inclu­so con­tra los regí­me­nes ára­bes reac­cio­na­rios, por­que ayu­da­ban a Esta­dos Uni­dos e Israel.

Usted habla del decli­ve de la OLP que comen­zó en esa épo­ca. ¿A qué se debe este declive?

La mayo­ría de los diri­gen­tes pales­ti­nos rele­ga­ron la lucha arma­da a un segun­do plano, solo se man­te­nía para asus­tar un poco a Israel, y no como un ver­da­de­ro ins­tru­men­to de libe­ra­ción. El nue­vo esta­blish­ment pales­tino adop­ta una teo­ría enga­ño­sa: la vic­to­ria se con­se­gui­rá median­te la nego­cia­ción. El enga­ño­sa­men­te lla­ma­do «pro­ce­so de paz» comen­zó en Madrid en 1991 y con­ti­nuó en Oslo (1993−1995), Wye y lue­go Camp David (Esta­dos Uni­dos) en 2000. Esta­dos Uni­dos hará todo lo que esté en su mano para ayu­dar a Israel a hacer retro­ce­der a los pales­ti­nos [véa­se el capí­tu­lo 11].

¿No es legí­ti­mo negociar?

Por supues­to que sí, pero des­de una posi­ción de fuer­za. Al mis­mo tiem­po, cuan­do el dúo Nixon-Kis­sin­ger deci­dió que Esta­dos Uni­dos se reti­ra­ría de Viet­nam, opta­ron pri­me­ro por dar una lec­ción bom­bar­dean­do sin pie­dad Viet­nam del Nor­te, así como Laos y Cam­bo­ya. El men­sa­je: «¡Somos capa­ces de las peo­res locu­ras con­tra voso­tros!» Pero los viet­na­mi­tas con­tra­ata­ca­ron con una impre­sio­nan­te ofen­si­va mili­tar cono­ci­da como «del Tet»: «¡Noso­tros tam­bién lo haremos!»

Solo se pue­de nego­ciar con éxi­to si antes se ha ase­gu­ra­do una posi­ción de fuer­za con una base popu­lar y una resis­ten­cia deci­di­da. Se pue­de «hablar» cuan­do se es fuer­te sobre el terreno. Si renun­cias a luchar sobre el terreno, eres dema­sia­do débil en la mesa de negociaciones.

Esta ten­den­cia dere­chis­ta aca­ba­rá acep­tan­do cual­quier cosa en las nego­cia­cio­nes. En Oslo, acep­ta­rán con­for­mar­se con el 22% del terri­to­rio pales­tino (que, por cier­to, no con­se­gui­rán). ¡Nin­gún pue­blo del mun­do ha renun­cia­do jamás al 78% de su territorio!

Si los de arri­ba renun­cia­ron, los de aba­jo no. En diciem­bre del 87 esta­lló el levan­ta­mien­to popu­lar de la pri­me­ra Intifada…

Fue un fenó­meno de enor­mes pro­por­cio­nes. Toda la socie­dad civil se mani­fes­tó con­tra la ocu­pa­ción. Jóve­nes desa­fia­ron con pie­dras a los tan­ques de las fuer­zas de ocu­pa­ción. A los ojos del mun­do, la situa­ción había cam­bia­do. Israel ya no es el peque­ño David rodea­do de mal­va­dos Goliat. Israel es el Goliat que repri­me sin pie­dad a una pobla­ción civil desarmada.

En ese momen­to, las Nacio­nes Uni­das invi­ta­ron a Ara­fat a diri­gir­se a su Asam­blea Gene­ral en Nue­va York. Pero Esta­dos Uni­dos seguía con­si­de­ran­do a Ara­fat un «terro­ris­ta» y le dene­gó el visa­do. Como resul­ta­do, la ONU tras­la­dó su sesión a Gine­bra, con el úni­co boi­cot de Esta­dos Uni­dos e Israel, pero con el reco­no­ci­mien­to de todo el mun­do a Ara­fat como repre­sen­tan­te del pue­blo pales­tino. Esto fue un gran paso ade­lan­te en sí mismo.

Sin embar­go, Esta­dos Uni­dos exi­gió que Ara­fat renun­cia­ra a la «vio­len­cia», es decir, al dere­cho a resis­tir­se a la vio­len­cia israe­lí. Y Ara­fat cedió, cre­yen­do erró­nea­men­te que solo Esta­dos Uni­dos podía con­se­guir­le una solu­ción pre­sio­nan­do a Israel. Pero Esta­dos Uni­dos espe­ró has­ta 1991 para lan­zar unas pseudonegociaciones.

¿Por qué esperaron?

El hun­di­mien­to de la URSS en 1990 per­mi­tió a Washing­ton ata­car Irak al año siguien­te. Y poner de rodi­llas a un país que se resis­tía a Israel. En este con­tex­to, los pales­ti­nos se vie­ron pri­va­dos de dos impor­tan­tes fuen­tes de apo­yo inter­na­cio­nal. De este modo, Esta­dos Uni­dos pudo obli­gar a los pales­ti­nos a capi­tu­lar ante los Acuer­dos de Oslo en 1993 y en las nego­cia­cio­nes posteriores.

¿Por qué habla de capitulación?

Las nego­cia­cio­nes solo ofre­ce­rán una auto­no­mía extre­ma­da­men­te limi­ta­da. Por supues­to, la Auto­ri­dad Pales­ti­na pue­de vol­ver a Pales­ti­na. Pue­de ges­tio­nar la cul­tu­ra, la edu­ca­ción, el turis­mo y la sani­dad (cosas que el ocu­pan­te des­cui­dó). Tam­bién reci­be una fuer­za poli­cial y la capa­ci­dad de recau­dar impuestos.

Pero no tie­ne juris­dic­ción sobre el sub­sue­lo, ni sobre la impor­tan­tí­si­ma cues­tión del agua, ni sobre los colo­nos. La ver­da­de­ra sobe­ra­nía sigue sien­do de Israel, que de hecho con­tro­la lo esen­cial: las fron­te­ras, la tie­rra, las carre­te­ras, el agua y los recur­sos eco­nó­mi­cos. Y aun­que las tro­pas israe­líes se reagru­pan fue­ra de las gran­des ciu­da­des (a Israel no le gus­ta con­fiar el tra­ba­jo sucio de la poli­cía a la Auto­ri­dad Pales­ti­na, que se con­vier­te en la poli­cía de su pro­pio pue­blo), no se reti­ran y pue­den inter­ve­nir siem­pre que sea nece­sa­rio. Es cier­to que la OLP ya no se con­si­de­ra una orga­ni­za­ción terro­ris­ta y está reco­no­ci­da por Israel, pero no ha con­se­gui­do mejo­rar la situa­ción en Gaza y Cis­jor­da­nia. No había nada en el acuer­do que pusie­ra fin a la colo­ni­za­ción israelí.

Como resul­ta­do, Ara­fat se com­pro­me­tió mucho, pero no con­si­guió casi nada. Sus opo­nen­tes han con­se­gui­do debi­li­tar­le con­si­de­ra­ble­men­te a los ojos de su pro­pio pue­blo. Ade­más, una Auto­ri­dad Pales­ti­na muy auto­ri­ta­ria y poco demo­crá­ti­ca refor­za­rá el sis­te­ma de clien­te­lis­mo y nom­bra­mien­tos nepo­tis­tas. Toda esta corrup­ción la des­acre­di­ta­rá. Y los erro­res come­ti­dos por Al Fatah y la OLP per­mi­ti­rán el ascen­so de Hamás…

¡Hamas! Un movi­mien­to del que, en Euro­pa, sabe­mos muy poco…

Hamás es un movi­mien­to polí­ti­co que sur­gió de uno de los movi­mien­tos polí­ti­cos más anti­guos de Egip­to: los Her­ma­nos Musul­ma­nes. La pala­bra «Hamás» sig­ni­fi­ca «des­per­tar», refi­rién­do­se a algo que estalla…

Es un movi­mien­to nacio­na­lis­ta isla­mis­ta que podría com­pa­rar­se con el movi­mien­to nacio­na­lis­ta irlan­dés. Fren­te a la ocu­pa­ción colo­nial de Irlan­da por los bri­tá­ni­cos, a par­tir de 1916 se desa­rro­lló un movi­mien­to de resis­ten­cia, el Ejér­ci­to Repu­bli­cano Irlan­dés. Como los irlan­de­ses eran cató­li­cos y los colo­nos bri­tá­ni­cos pro­tes­tan­tes, las fuer­zas de ocu­pa­ción inten­ta­ron con­ver­tir la gue­rra en una gue­rra de reli­gión. La reli­gión pue­de uti­li­zar­se para divi­dir a un pue­blo, pero tam­bién pue­de movi­li­zar­lo por una causa.

¿Cómo expli­ca el éxi­to de Hamás?

Bueno, está cum­plien­do las pro­me­sas que Al Fatah aban­do­nó. En pri­mer lugar, he men­cio­na­do la corrup­ción. Hamás se cui­da mucho de no desa­rro­llar estas prác­ti­cas. La segun­da baza de Hamás es que ha con­se­gui­do eli­mi­nar de la comu­ni­dad pales­ti­na a las per­so­nas que fue­ron sobor­na­das por Israel para obte­ner infor­ma­ción. Unos pocos fue­ron eli­mi­na­dos físi­ca­men­te, pero la mayo­ría de los delin­cuen­tes y alcohó­li­cos fue­ron rein­te­gra­dos a tra­vés de los pro­gra­mas socia­les de Hamás. Así que la infor­ma­ción dejó de cir­cu­lar. Esto es muy impor­tan­te: Israel había crea­do una socie­dad corrup­ta en la que todos esta­ban en con­tra de todos. Y uti­li­zó esto para cons­truir una red de infor­ma­ción y esta­ble­cer cier­to gra­do de con­trol sobre la resis­ten­cia pales­ti­na. Un méto­do típi­ca­men­te colo­nial, tam­bién apli­ca­do por los bri­tá­ni­cos en Irlan­da. Pero Hamás ha con­se­gui­do des­truir esta red, y eso es una gran victoria.

En ter­cer lugar, y muy impor­tan­te, Hamás exi­ge el retorno de los refu­gia­dos expul­sa­dos en 1948 y 1967 [véan­se los capí­tu­los 4 y 5]. Hoy en día, ¡más de seis millo­nes de refu­gia­dos no tie­nen dere­cho a regre­sar a su país! Por otra par­te, como Esta­do judío, Israel aco­ge a cual­quier judío de cual­quier lugar: Espa­ña, Rusia, Etio­pía… ¡Gen­te que nun­ca antes se había vis­to en Palestina!

¿Por qué Israel sigue aco­gien­do a tan­tos inmigrantes?

Los sio­nis­tas afir­man haber crea­do Israel para man­te­ner a sal­vo a los judíos. Pero sesen­ta años des­pués, la segu­ri­dad de su nación sigue sin estar garan­ti­za­da. Muchos ciu­da­da­nos huyen de Israel por este moti­vo, y el gobierno se enfren­ta aho­ra a una cri­sis demo­grá­fi­ca. Para con­se­guir sufi­cien­tes judíos para resol­ver la cri­sis demo­grá­fi­ca, ¡inclu­so fue­ron a bus­car algu­nos a las mon­ta­ñas de Perú! Con­vir­tie­ron indios al judaís­mo. Lue­go los lle­va­ron a la fron­te­ra israe­lí, en pri­me­ra línea con­tra el enemi­go. A estos indios les die­ron casas y armas. Estos eran los nue­vos colo­nos. El hecho es que cual­quie­ra pue­de vivir en Israel. Excep­to los palestinos.

Algu­nos dicen que Israel ha fomen­ta­do deli­be­ra­da­men­te el ascen­so de Hamás.

No hay prue­bas de ello. Al prin­ci­pio, Israel tole­ró a Hamás con la espe­ran­za de que sur­gie­ran con­flic­tos inter­pa­les­ti­nos. Que­rían debi­li­tar a la OLP y a Al Fatah. Pero no espe­ra­ban la cali­dad, capa­ci­dad y orga­ni­za­ción que Hamás ha demos­tra­do al desa­rro­llar­se de esta mane­ra. Toda poten­cia colo­nial con­si­de­ra inevi­ta­ble­men­te a sus súb­di­tos como niños ingenuos.

¿Espe­ra­ban los diri­gen­tes israe­líes que Hamás triun­fa­ra en las elec­cio­nes de 2006?

En abso­lu­to. Al prin­ci­pio, pen­sa­ron que Hamás se nega­ría a par­ti­ci­par. Así que se apre­su­ra­ron a orga­ni­zar las elec­cio­nes. Pero lue­go no se preo­cu­pa­ron, por­que pen­sa­ron que el movi­mien­to, al pre­sen­tar una for­ma de pen­sar dog­má­ti­ca y muy limi­ta­da, sería derro­ta­do por el par­ti­do mayo­ri­ta­rio. Con­tra todo pro­nós­ti­co, Hamás creó una coa­li­ción y ofre­ció una ima­gen fle­xi­ble, muy lejos de lo que cabía espe­rar de una orga­ni­za­ción fundamentalista.

¿Qué opi­na de la reac­ción de Israel ante esta victoria?

Ara­fat era una espe­cie de árbi­tro entre las dis­tin­tas fac­cio­nes. Tras su muer­te, las con­tra­dic­cio­nes entre Hamás y Al Fatah se vol­vie­ron anta­gó­ni­cas. Israel explo­tó esta disen­sión y se pro­pu­so uti­li­zar a Al Fatah para minar la popu­la­ri­dad de Hamás.

¿Esta­ble­ce­rá Hamás un régi­men isla­mis­ta en Pales­ti­na o no?

Un régi­men isla­mis­ta, como en Irán, es el obje­ti­vo últi­mo de Hamás. Pero hay que enten­der que nun­ca podrá implan­tar­lo. Sobre el terreno, la orga­ni­za­ción se basa en un movi­mien­to patrió­ti­co. La bru­tal gue­rra con­tra Gaza movi­li­zó a todas las fuer­zas: no solo a las de Hamás, sino a todas las fuer­zas patrió­ti­cas, inclui­das las de Al Fatah. Esta agre­sión ha uni­do al pue­blo palestino.

Se le cri­ti­ca por su acti­tud hacia las mujeres.

Sus opi­nio­nes no son las mías, eso está cla­ro. Al mis­mo tiem­po, debe­mos estar infor­ma­dos y des­con­fiar de los tópi­cos. Una acti­vis­ta femi­nis­ta pales­ti­na, Islah Jad, decla­ró recien­te­men­te: «Los isla­mis­tas han admi­ti­do que las muje­res son per­se­gui­das y víc­ti­mas de la opre­sión social. No lo acha­can a la reli­gión, sino a tra­di­cio­nes que hay que cam­biar. Según ellos, el Islam exi­ge que las muje­res se orga­ni­cen para libe­rar a su país, que sean edu­ca­das, orga­ni­za­das y poli­ti­za­das, acti­vas en el desa­rro­llo de sus sociedades».

Nin­gu­na lucha de libe­ra­ción pue­de ser fuer­te si las muje­res no par­ti­ci­pan en ella. Lo hemos vis­to en todas par­tes. Bási­ca­men­te, Hamás ha cre­ci­do por­que las muje­res le han per­mi­ti­do cre­cer. Y hoy, en Orien­te Medio, las cosas están cam­bian­do rápi­da­men­te. Los líde­res de Hamás, y tam­bién del movi­mien­to de resis­ten­cia Hez­bo­lá en Líbano, no son los jeques del pasa­do, son per­so­nas que han reci­bi­do una edu­ca­ción, que lle­van vaque­ros, que cono­cen el mundo…

Pero, ¿hay igualdad?

Para que las muje­res alcan­cen la igual­dad, ten­drá que haber una trans­for­ma­ción eco­nó­mi­ca que las incor­po­re al mun­do labo­ral. Actual­men­te no es el caso en Pales­ti­na. Pero la igual­dad tam­bién pue­de lograr­se par­ti­ci­pan­do ple­na­men­te en la lucha. Tome­mos el ejem­plo de las vio­la­cio­nes. Los sol­da­dos israe­líes vio­lan sis­te­má­ti­ca­men­te a las muje­res, una tác­ti­ca que no solo des­tru­ye a la mujer sino tam­bién a toda su fami­lia, que, según las ideas tra­di­cio­na­les, pier­de su honor. Hablar de las muje­res pales­ti­nas vio­la­das y des­hon­ra­das era tabú. ¿Qué ha hecho Hamás? Ha roto el tabú. Podía­mos hablar de ello. Hamás publi­có los hechos y rin­dió home­na­je a las víc­ti­mas, dicien­do: «Toda Pales­ti­na ha sido vio­la­da». Ya no era una des­gra­cia, la mujer podía vol­ver a casar­se. Ya ven, ¡las cosas no son tan sen­ci­llas como dicen en Europa!

Pero dicen que Hamás quie­re impo­ner un modo de vida islamista…

Una vez más, la izquier­da euro­pea debe enten­der pri­me­ro cómo son las con­di­cio­nes allí, sobre el terreno… Por ejem­plo, Hamás ha prohi­bi­do el hachís y todas las dro­gas. Era un medio uti­li­za­do por los sio­nis­tas para infil­trar­se entre los jóve­nes y obte­ner infor­ma­ción. Obvia­men­te, las madres apo­ya­ron tal decisión.

Apar­te de eso, Hamás no fuma. Tie­nen razón: ¡es malo para la salud! Se opo­ne al alcohol. El alcoho­lis­mo siem­pre ha sido uti­li­za­do por los colo­nia­lis­tas, en India y Aus­tra­lia por ejem­plo, para some­ter a las comu­ni­da­des que no sabían pro­te­ger­se del alcohol. En cual­quier caso, redu­ci­rá la vio­len­cia domés­ti­ca. Y lue­go está el cálcu­lo que hay detrás: cuan­do estás opri­mi­do y asfi­xia­do eco­nó­mi­ca­men­te por la colo­ni­za­ción, tie­nes muy poco. Sin ciga­rri­llos ni alcohol, pue­des sobre­vi­vir con unos ingre­sos muy bajos y seguir con­tri­bu­yen­do a la lucha.

¿Cuál es el pro­gra­ma socio­eco­nó­mi­co de Hamás?

Su pro­yec­to es una eco­no­mía capi­ta­lis­ta con una impor­tan­te inter­ven­ción del Esta­do. Como los ira­níes. Recha­zan la domi­na­ción exte­rior y redis­tri­bu­yen la rique­za pro­ce­den­te del petró­leo. Es impor­tan­te dar­se cuen­ta de que no es el pro­gra­ma social de Hamás en par­ti­cu­lar lo que ha con­quis­ta­do a los pales­ti­nos, sino el hecho de que encar­na la resis­ten­cia. Hoy, la resis­ten­cia es lo más impor­tan­te para el pue­blo palestino.

Aquí esta­mos: Hamás es la resis­ten­cia. No les apo­yo en sus posi­cio­nes sobre las muje­res, su pro­gra­ma eco­nó­mi­co o sus ideas fata­lis­tas. Les apo­yo en lo más impor­tan­te: son un movi­mien­to nacio­na­lis­ta de com­ba­tien­tes de la resis­ten­cia sobre el terreno.

¿Pue­de con­ver­tir­se en un movi­mien­to más pro­gre­sis­ta debi­do a su alian­za con otras corrientes?

Sí, y esto es un efec­to de la agre­sión israe­lí. En muchos aspec­tos, Hamás se pare­ce a Hez­bo­lá, que dice: « El Líbano es un país de gran diver­si­dad, noso­tros repre­sen­ta­mos solo una par­te y nues­tro obje­ti­vo es cons­truir una eco­no­mía nacio­nal inde­pen­dien­te con todos los pro­gre­sis­tas libaneses».

¿Cómo evo­lu­cio­na­rá Hamás?

No hay nin­gu­na bola de cris­tal que nos lo diga. La his­to­ria no es una cien­cia exac­ta. Hamás tam­bién tie­ne un pro­gra­ma máxi­mo, pero hoy su prin­ci­pal tarea es la resis­ten­cia al Esta­do sio­nis­ta. Maña­na podría dar­se una com­bi­na­ción de dife­ren­tes fac­to­res, como un nue­vo lide­raz­go y nue­vas ideas, y esto podría lle­var­les por el camino de una revo­lu­ción demo­crá­ti­ca. Lo cier­to es que a los pro­gre­sis­tas que quie­ren apo­yar a los pales­ti­nos les gus­ta­ría tener una garan­tía abso­lu­ta de que todo irá bien. Pero ¡nun­ca hay una garan­tía absoluta!

¿Podría trans­for­mar­se esta alian­za en una alian­za para ins­tau­rar una socie­dad demo­crá­ti­ca y progresista?

Un fren­te o una alian­za es un fenó­meno que evo­lu­cio­na. Por ejem­plo, los comu­nis­tas viet­na­mi­tas se alia­ron con los budis­tas con­tra la inva­sión. Un fren­te pue­de ser limi­ta­do en el tiem­po, para rea­li­zar jun­tos una tarea. Lue­go vie­ne otra tarea, y qui­zás otro frente…

En gene­ral, la izquier­da euro­pea con­si­de­ra que Hamás es inabor­da­ble. Pero esta no es la opi­nión de la izquier­da árabe…

Los euro­peos debe­rían estar mejor infor­ma­dos. En Pales­ti­na, el FPLP mar­xis­ta y Hamás se han acer­ca­do mucho, sobre todo a tra­vés de alian­zas mili­ta­res o fren­tes elec­to­ra­les, como seña­ló un diri­gen­te del FPLP, el Dr. Rabah Mah­na: «Ha habi­do una cier­ta evo­lu­ción en Hamás. Des­de 1988, se ha trans­for­ma­do gra­dual­men­te de una orga­ni­za­ción del tipo de los Her­ma­nos Musul­ma­nes en un movi­mien­to de libe­ra­ción nacio­nal. […] El mun­do y las fuer­zas polí­ti­cas ára­bes que apo­yan la cau­sa pales­ti­na pero no están de acuer­do con todo o par­te del pro­gra­ma de Hamás deben ayu­dar­nos a sacar­lo de una visión cerra­da, a con­ti­nuar su evolución».

A veces estas cosas evo­lu­cio­nan con bas­tan­te rapi­dez. En el Líbano, duran­te los años ochen­ta, hubo enfren­ta­mien­tos muy vio­len­tos entre el isla­mis­ta Hez­bo­lá y el Par­ti­do Comu­nis­ta. Aho­ra ambos han for­ma­do un sóli­do fren­te polí­ti­co y lucha­ron codo con codo, armas en mano, duran­te la inva­sión israe­lí del sur de Líbano en 2006.

¿Qué pers­pec­ti­vas ve para la resistencia?

Israel se ha ase­gu­ra­do de que no haya un Esta­do pales­tino. Hoy en día, dos Esta­dos uno al lado del otro son impo­si­bles [véa­se el capí­tu­lo 19]. El úni­co resul­ta­do posi­ble será la crea­ción de un Esta­do úni­co abier­to a todos, don­de todos serán iguales.

La evo­lu­ción de la lucha obli­ga­rá a todos a for­mar un Esta­do úni­co. En pri­mer lugar, si quie­ren luchar como es debi­do, Hamás, Fatah y el FPLP ten­drán que unir­se con­tra el sio­nis­mo. Y esta lucha aca­ba­rá por hacer reac­cio­nar a la pobla­ción israe­lí. Los israe­líes no se deja­rán apar­tar por sus dirigentes.

Ocu­rri­rá como en Sudá­fri­ca: cuan­do la lucha sea muy inten­sa, el apa­ra­to del Esta­do israe­lí se res­que­bra­ja­rá y la socie­dad israe­lí se divi­di­rá entre las cla­ses que se bene­fi­cian del colo­nia­lis­mo y las demás. Los israe­líes pro­gre­sis­tas que­rrán nego­ciar. En ese momen­to, el cora­zón del poder, el ejér­ci­to y los ser­vi­cios secre­tos, se vol­ve­rá tam­bién con­tra los demás judíos. Algu­nos aban­do­na­rán el país, otros nego­cia­rán. Y la úni­ca solu­ción será un Esta­do abier­to a todos y res­pe­tuo­so con todos.

Fuen­te: https://​www​.inves​ti​gac​tion​.net/​f​r​/​l​e​s​-​p​a​l​e​s​t​i​n​i​e​n​s​-​t​e​r​r​o​r​i​s​t​e​s​-​o​u​-​r​e​s​i​s​t​a​n​ts/

Tra­duc­ción rea­li­za­da por Boltxe en 16 de octu­bre de 2023.

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