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«Asia Occi­den­tal des­ame­ri­ca­ni­za­da»: ¿Cómo el 7‑O cam­bió la cara de la región?

La ope­ra­ción Tor­men­ta de Al-Aqsa (tam­bién cono­ci­da como Dilu­vio de Al-Aqsa) ha hecho más que cimen­tar la nue­va ecua­ción en Pales­ti­na. Está con­tri­bu­yen­do acti­va­men­te a dar for­ma a la nue­va cara de la región en un mun­do mul­ti­po­lar. Es sím­bo­lo de la dis­mi­nu­ción de la influen­cia de Esta­dos Uni­dos en Asia Occidental.

Cada gru­po den­tro del Eje de la Resis­ten­cia que par­ti­ci­pa actual­men­te en la resis­ten­cia con­tra el régi­men israe­lí se ha esta­do pre­pa­ran­do para un cam­bio en el sta­tus quo que tra­di­cio­nal­men­te ha impul­sa­do los intere­ses de los Esta­dos Uni­dos en la región, pro­por­cio­nán­do­les la ventaja.

El Eje de la Resis­ten­cia ha enten­di­do duran­te mucho tiem­po el papel fun­cio­nal de la enti­dad israe­lí como un pues­to de avan­za­da mili­tar para luchar en gue­rras en nom­bre de Esta­dos Uni­dos, actuan­do como su palo dis­ci­pli­na­rio para garan­ti­zar que los esta­dos cir­cun­dan­tes estén en línea con sus intere­ses polí­ti­cos y económicos.

Este con­tex­to a menu­do se igno­ra, pero es lo que ha dado for­ma al obje­ti­vo prin­ci­pal del Eje, que es garan­ti­zar que la segu­ri­dad de la región per­te­nez­ca a su gen­te y esté libre de la hege­mo­nía estadounidense.

Esto impli­ca­ría el des­man­te­la­mien­to y la eli­mi­na­ción de la ocu­pa­ción sio­nis­ta, cuya línea de vida se sos­tie­ne y depen­de del impe­ria­lis­mo estadounidense.

Este sta­tus quo ha obli­ga­do a la región a ele­gir entre acep­tar la hege­mo­nía com­ple­ta de Esta­dos Uni­dos o enfren­tar­se a una ina­ni­ción polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca. Por lo tan­to, ver el fin de la influen­cia de Esta­dos Uni­dos redun­da en el inte­rés nacio­nal de cada gru­po del Eje de Resis­ten­cia de una mane­ra u otra.

La Resis­ten­cia libanesa

El movi­mien­to de resis­ten­cia liba­nés Hez­bo­llah es ple­na­men­te cons­cien­te de que la segu­ri­dad com­ple­ta en el país y la región es poco pro­ba­ble con la pre­sen­cia de la enti­dad ile­gí­ti­ma en sus fronteras.

Esto no se debe a que la resis­ten­cia liba­ne­sa no pue­da pro­te­ger­se de la enti­dad sio­nis­ta como ha demos­tra­do duran­te su enfren­ta­mien­to en la déca­da de 1980, 2000 y la vic­to­ria del Líbano en 2006, sino por­que nece­si­ta per­ma­ne­cer vigi­lan­te con­tra los inten­tos israe­líes de lle­var la vio­len­cia a su sue­lo, a pesar de que sus ame­na­zas son vacías en com­pa­ra­ción con la capa­ci­dad de la resis­ten­cia para frustrarla.

La resis­ten­cia en el Líbano fun­cio­na en un esta­do cons­tan­te de pre­pa­ra­ción a fin de estar lis­ta para con­tra­rres­tar tales ame­na­zas, ya que el úni­co fac­tor que impi­de la reocu­pa­ción de este país ára­be es la resis­ten­cia arma­da, que ha demos­tra­do que este es un esfuer­zo cos­to­so para la entidad.

El líder de Hez­bo­llah, Seyed Hasan Nas­ra­llah, hizo eco de esto en su tan espe­ra­do dis­cur­so del 3 de noviem­bre, cuan­do dijo que es de inte­rés nacio­nal de el Líbano luchar con­tra la enti­dad sio­nis­ta y pro­te­ger a Gaza, pues si la resis­ten­cia de Gaza cae, el Líbano será el siguiente.

Esto se debe a que en el cen­tro del sio­nis­mo hay una lógi­ca expan­sio­nis­ta. Su eslo­gan, «del Nilo al Éufra­tes», es un gui­ño al plan lla­ma­do el «Gran Israel», que bus­ca expan­dir el terri­to­rio para incluir lo que des­cri­ben como su tie­rra bíbli­ca «ima­gi­na­ria» pro­me­ti­da; esto colo­ca­ría a toda la región entre Egip­to e Irak bajo amenaza.

Si no se la disua­de, la enti­dad ha ame­na­za­do abier­ta­men­te con ocu­par la mayor can­ti­dad de tie­rra posible.

Lo que ha que­da­do cla­ro en esta con­fron­ta­ción, sin embar­go, es que la resis­ten­cia ni siquie­ra con­si­de­ra a la enti­dad sio­nis­ta una ame­na­za inde­pen­dien­te, sino sim­ple­men­te una exten­sión del poder esta­dou­ni­den­se, dado que sólo ha encon­tra­do su fuer­za a tra­vés de los medios polí­ti­cos, finan­cie­ros y mili­ta­res, y poder mili­tar que le otor­ga Esta­dos Unidos.

Esto se des­ta­có nue­va­men­te duran­te el dis­cur­so de Nas­ra­lá, don­de la enti­dad sio­nis­ta ni siquie­ra reci­bió una direc­ción ade­cua­da. Dedi­có gran par­te de su dis­cur­so a expo­ner sus con­di­cio­nes direc­ta­men­te al patro­ci­na­dor esta­dou­ni­den­se de la entidad:

Esta­dos Uni­dos se ha enfren­ta­do a nume­ro­sas derro­tas humi­llan­tes en las últi­mas déca­das. Faci­li­tar el fin de la enti­dad de ocu­pa­ción a tra­vés de una vic­to­ria pales­ti­na es, por lo tan­to, un sím­bo­lo de la con­ti­nua­ción de este pro­ce­so, ya que el fin del domi­nio de los Esta­dos Uni­dos en toda la región es una mani­fes­ta­ción del cam­bio real del equi­li­brio de poder que, según Nas­ra­llah, se ha hecho duran­te años.

Esta­dos Uni­dos aho­ra tie­ne que repen­sar la natu­ra­le­za de su pre­sen­cia en la región, dado el fra­ca­so de la enti­dad sio­nis­ta ocu­pan­te para pro­te­ger sus intereses.

Aquí, hay que des­ta­car que lo que ha veni­do a dar for­ma a la región no es una visión sio­nis­ta de la región, sino una esta­dou­ni­den­se. Esta es una dis­tin­ción impor­tan­te que hay que hacer por­que, por pri­me­ra vez, esta­mos vien­do que el patro­ci­na­dor y el patro­ci­na­do diver­gen sobre lo que esta visión debe­ría implicar.

Esta­dos Uni­dos quie­re una solu­ción polí­ti­ca para garan­ti­zar la esta­bi­li­dad de sus intere­ses, mien­tras que la enti­dad sio­nis­ta quie­re des­arrai­gar com­ple­ta­men­te Gaza y empu­jar­los más hacia el Sinaí, con­vir­tién­do­los a todos en refugiados.

Cuan­do estas dife­ren­cias se vuel­ven más evi­den­tes y la enti­dad se debi­li­ta simul­tá­nea­men­te a tra­vés de la con­fron­ta­ción mili­tar, Esta­dos Uni­dos no tie­ne más reme­dio que ela­bo­rar una estra­te­gia para un plan futu­ro que ten­ga en cuen­ta la res­pon­sa­bi­li­dad de la ocu­pa­ción israe­lí expues­ta por sus fra­ca­sos mili­ta­res, y se adap­te al nue­vo cam­bio en el equi­li­brio de poder en la región cau­sa­do por la resistencia.

La enti­dad israe­lí aho­ra está luchan­do por su super­vi­ven­cia, luchan­do por encon­trar for­mas de garan­ti­zar el apo­yo de Esta­dos Uni­dos a su pro­pia visión. Vimos esto en el recien­te ase­si­na­to de Seyed Razi Musa­vi, un ase­sor mili­tar ira­ní de alto ran­go con sede en Siria, que pro­ba­ble­men­te fue un inten­to de la enti­dad sio­nis­ta de expan­dir el fren­te de gue­rra tiran­do de Irán, obli­gan­do a Esta­dos Uni­dos a unir­se a la acción mili­tar directa.

Esto ale­ja­ría la aten­ción del geno­ci­dio de la enti­dad sio­nis­ta en Gaza al des­viar la mira­da de su posi­ción fron­tal en la con­fron­ta­ción a la lucha entre Esta­dos Uni­dos e Irán en una gue­rra regio­nal más grande.

La Resis­ten­cia ira­quí y siria

Para Irak, la pre­sen­cia mili­tar esta­dou­ni­den­se nun­ca se detu­vo des­pués de la gue­rra de 2003, pero con­ti­nuó en for­ma de bases mili­ta­res ile­ga­les de Esta­dos Uni­dos, san­cio­nes y con­trol sobre la economía.

La estra­te­gia de Esta­dos Uni­dos ha sido simi­lar en Siria, con el esta­ble­ci­mien­to de bases como Al-Tanf poco des­pués de la gue­rra civil orques­ta­da por Occi­den­te, que se pro­pu­so sos­te­ner la ocu­pa­ción ile­gal del terri­to­rio, el saqueo de los recur­sos sirios y la pre­ven­ción de un gobierno sirio fuer­te y sobe­rano, con el fin de des­man­te­lar el eje de resis­ten­cia y con­ti­nuar la crea­ción de un «Nue­vo Orien­te Medio» que esté ali­nea­do con Esta­dos Uni­dos, como se pro­bó en Egip­to, Libia y Túnez duran­te la «Pri­ma­ve­ra árabe».

Aun­que esta­cio­na­do con el pre­tex­to de «pre­ve­nir el terro­ris­mo» del mis­mo Daesh que ini­cial­men­te ali­men­tó y apo­yó, la pre­sen­cia en cur­so de Esta­dos Uni­dos no es más que un inten­to de man­te­ner un pun­to de apo­yo den­tro de una región que es estra­té­gi­ca­men­te impor­tan­te para el con­trol de las eco­no­mías glo­ba­les debi­do a su acce­so al gri­fo de petróleo.

No es de extra­ñar enton­ces por qué estas bases se han con­ver­ti­do en obje­ti­vos fre­cuen­tes de la resis­ten­cia en ambos paí­ses duran­te la gue­rra actual. El Eje de Resis­ten­cia reco­no­ce que la agre­sión sio­nis­ta no es loca­li­za­da ni inde­pen­dien­te de su amo, sino que for­ma par­te de inten­tos más amplios de Esta­dos Uni­dos de ase­gu­rar el sta­tus quo en la región que tra­di­cio­nal­men­te les ha ofre­ci­do un con­trol sig­ni­fi­ca­ti­vo den­tro de ella.

Esto haría que la agre­sión sio­nis­ta pusie­ra fin a poner en peli­gro los intere­ses de Esta­dos Uni­dos en la región, por lo tan­to, ata­can­do las bases estadounidenses.

Para pre­sio­nar a la enti­dad sio­nis­ta para que detu­vie­ra su agre­sión en Gaza, la resis­ten­cia nece­si­ta­ba tener en cuen­ta el papel que Esta­dos Uni­dos desem­pe­ña a este nivel en sus pla­nes, en los que ha sobre­sa­li­do. Es Esta­dos Uni­dos el que tie­ne las car­tas aquí, ya que una vez que sus intere­ses se vean ame­na­za­dos, no ten­drá más reme­dio que mover­se con la marea y ten­der hacia la direc­ción del alto el fue­go para pro­te­ger tan­to sus intere­ses como su pre­sen­cia en la región.

Lo intere­san­te es que no son solo los esfuer­zos de la Resis­ten­cia, sino tam­bién los deli­rios de la ocu­pa­ción israe­lí los que están empu­jan­do a los esta­dou­ni­den­ses hacia esta comprensión.

La enti­dad israe­lí que ori­gi­nal­men­te fue impul­sa­da para pro­te­ger el sta­tu quo en la región en nom­bre de Esta­dos Uni­dos está ponien­do en peli­gro los intere­ses de Washig­ton, ya que, al tra­tar de arra­sar con Gaza y la resis­ten­cia pales­ti­na, va en con­tra de los inten­tos de Esta­dos Uni­dos de encon­trar una solu­ción polí­ti­ca que pue­da per­mi­tir que el sta­tu quo con­ti­núe sin con­trol y tam­bién ha for­za­do a la resis­ten­cia a la ofen­si­va, con­vir­tién­do­la en un opo­nen­te tan fuer­te que es capaz de rom­per el sta­tus quo a favor de Esta­dos Unidos.

Por lo tan­to, las crí­ti­cas por la fal­ta de una Resis­ten­cia más amplia y a gran esca­la ante los ata­ques de la enti­dad sio­nis­ta has­ta aho­ra, y el des­pre­cio a la impor­tan­cia de los ata­ques a las bases esta­dou­ni­den­ses son, por lo tan­to, indi­ca­ti­vos de una fal­ta de com­pren­sión del pano­ra­ma más amplio, que sitúa la pre­sen­cia esta­dou­ni­den­se en la región como la cau­sa prin­ci­pal detrás de las agre­sio­nes de su hijo ilegítimo.

El des­man­te­la­mien­to de la enti­dad ile­gí­ti­ma refle­ja un Esta­dos Uni­dos debi­li­ta­do, lo cual es esen­cial para una Asia Occi­den­tal des­ame­ri­ca­ni­za­da, y la lle­ga­da de un mun­do mul­ti­po­lar; esto está en el cen­tro de las con­si­de­ra­cio­nes más amplias de los par­ti­dos regio­na­les que ayu­dan a la Tor­men­ta de Al-Aqsa.

La Resis­ten­cia yemení

En un mun­do mono­po­li­za­do por Esta­dos Uni­dos, el movi­mien­to de resis­ten­cia Ansa­rA­llah del Yemen sabe que siem­pre se enfren­ta­rá a la agre­sión, la gue­rra eco­nó­mi­ca y encon­tra­rá un enemi­go en Ara­bia Sau­dí, que ha tra­ta­do de garan­ti­zar que su patio tra­se­ro sea pro­pi­cio para sus pro­pios intere­ses, por lo que es esen­cial que pun­tos estra­té­gi­cos como el estre­cho de Bab el-Man­deb se man­ten­gan fue­ra de las manos de Ansa­rA­llah, que da prio­ri­dad a los lla­ma­dos a la sobe­ra­nía y la inde­pen­den­cia del Yemen.

Ansa­rA­llah tam­bién se está pre­pa­ran­do para el esta­ble­ci­mien­to de un mun­do mul­ti­po­lar, ya que tie­nen expe­rien­cia de pri­me­ra mano de lo que este cam­bio podría traer. A pesar de casi una déca­da de gue­rra impues­ta a Yemen por Ara­bia Sau­dí que sumer­gió al país ára­be en una de las peo­res cri­sis huma­ni­ta­rias de nues­tro tiem­po, fue este nue­vo mun­do mul­ti­po­lar el que final­men­te detu­vo la con­fron­ta­ción a tra­vés del acuer­do nego­cia­do por Chi­na entre Irán y Ara­bia Sau­dí en mar­zo de 2023, mien­tras Esta­dos Uni­dos observaba.

Para Ansa­rA­llah, la Tor­men­ta de Al-Aqsa ha brin­da­do el espa­cio para esta­ble­cer nue­vos tér­mi­nos de com­pro­mi­so en toda la región, lo que deja en cla­ro que cual­quier agre­sión por par­te de los Esta­dos Uni­dos y sus alia­dos será res­pon­di­da con fuer­za pro­por­cio­na­da, lo que resal­ta aún más cuán obso­le­ta es la estra­te­gia esta­dou­ni­den­se en este caso.

El ejér­ci­to yeme­ní ha plan­tea­do por sí solo la mayor ame­na­za para el fun­cio­na­mien­to eco­nó­mi­co de la ocu­pa­ción israe­lí, al for­zar­la a salir del mar Rojo, y pro­me­tien­do ade­más dete­ner el movi­mien­to de bar­cos a los terri­to­rios ocu­pa­dos si la agre­sión con­tra Gaza continúa.

En res­pues­ta a las accio­nes del ejér­ci­to yeme­ní, Esta­dos Uni­dos ha for­ma­do una coa­li­ción mul­ti­na­cio­nal en el mar Rojo con el pre­tex­to de «pro­te­ger» el comer­cio inter­na­cio­nal, lo que en reali­dad es un inten­to de pro­te­ger el sta­tu quo en las aguas regio­na­les que tra­di­cio­nal­men­te han esta­do al ser­vi­cio de los intere­ses occidentales.

Para dis­gus­to de los hal­co­nes en Washing­ton, la alian­za de diez nacio­nes no ha podi­do des­pe­gar con muchos paí­ses que se reti­ran de ella, reco­no­cien­do la ven­ta­ja del Yemen sobre ellos.

Se ha seña­la­do que los esfuer­zos del ejér­ci­to yeme­ní son alta­men­te sofis­ti­ca­dos y pre­ci­sos, evi­tan­do todos los buques no occidentales.

Las prin­ci­pa­les com­pa­ñías navie­ras han teni­do que dete­ner las ope­ra­cio­nes en el mar Rojo, se han vis­to obli­ga­das a tomar rutas nue­vas y más lar­gas, y Esta­dos Uni­dos ha esta­do luchan­do para pre­sio­nar a Ara­bia Sau­dí a fin de evi­tar un acuer­do de paz con Yemen mien­tras el pro­ble­ma continúa.

Mien­tras tan­to, el comer­cio no occi­den­tal a tra­vés del mar Rojo está flo­re­cien­do, ya que, según se infor­ma, los petro­le­ros no occi­den­ta­les tran­si­tan a un rit­mo supe­rior al promedio.

En ape­nas unas sema­nas, el Yemen ha esta­ble­ci­do una nue­va ecua­ción con con­se­cuen­cias glo­ba­les y ha empu­ja­do a Esta­dos Uni­dos de una posi­ción de domi­nio a una de defen­sa, tenien­do que reac­cio­nar y sucum­bir a las deman­das de la Resis­ten­cia, inclu­so mien­tras se resis­te a los cam­bios de poder en la región.

Las pala­bras y accio­nes del Yemen (Ansa­rA­llah) han deja­do cla­ro que ver las ope­ra­cio­nes de la Resis­ten­cia sim­ple­men­te como una lucha con­tra Israel es mini­mi­zar la impor­tan­cia de la Tor­men­ta de Al-Aqsa y no com­pren­der ple­na­men­te la reali­dad de la enti­dad, que es que depen­de com­ple­ta­men­te del res­pal­do occi­den­tal para sobrevivir.

Por lo tan­to, un ata­que a la enti­dad debe ver­se como un ata­que más amplio con­tra sus amos esta­dou­ni­den­ses. El Yemen ha des­ta­ca­do esto no solo al dete­ner los petro­le­ros vin­cu­la­dos a Israel, sino tam­bién apro­ve­chan­do la opor­tu­ni­dad para cues­tio­nar acti­va­men­te la legi­ti­mi­dad de la pre­sen­cia esta­dou­ni­den­se en la región.

Garan­ti­za el con­trol de la narra­ti­va al ase­gu­rar­se de que un ata­que a la enti­dad ocu­pan­te se inter­pre­te correc­ta­men­te como un ata­que a su amo.

Tor­men­ta de Al-Aqsa y un mun­do multipolar

Esta­dos Uni­dos sabía mucho antes de que la Resis­ten­cia pales­ti­na lide­ra­da por Hamas lan­za­ría la ope­ra­ción Tor­men­ta de Al-Aqsa y que sus inten­tos de des­es­ta­bi­li­zar a los miem­bros cla­ve del Eje de Resis­ten­cia para man­te­ner su mono­po­lio sobre la región habían fra­ca­sa­do en últi­ma ins­tan­cia, a tra­vés de múl­ti­ples cam­bios en toda la región que están ace­le­ran­do el esta­ble­ci­mien­to de un nue­vo mun­do multipolar.

Esto inclu­ye la falli­da gue­rra de pro­pa­gan­da con­tra Irán, la des­es­ta­bi­li­za­ción falli­da de Siria, el des­plie­gue de los BRICS, nue­vas alian­zas estra­té­gi­cas como las de Chi­na-Irán-Ara­bia Sau­dí y Chi­na-Siria, y la posi­ble crea­ción de un nue­vo corre­dor eco­nó­mi­co rival que faci­li­ta­ría un cam­bio del mono­po­lio tra­di­cio­nal de Esta­dos Uni­dos sobre esta área a Rusia y China.

Muchos pla­nes de Esta­dos Uni­dos fue­ron direc­ta­men­te con­tra­pro­du­cen­tes, inclui­da la gue­rra eco­nó­mi­ca con­tra Irán que logró con­ver­tir el tema de las san­cio­nes en una opor­tu­ni­dad, y tan­to las cam­pa­ñas de Daesh como las israe­líes con­tra la resis­ten­cia liba­ne­sa, que les ayu­da­ron a ampliar las capa­ci­da­des y la expe­rien­cia sobre el campo.

Los acon­te­ci­mien­tos del 7 de octu­bre son una con­ti­nua­ción nece­sa­ria de este pro­ce­so, ya que este mun­do mul­ti­po­lar no pue­de flo­re­cer con la exis­ten­cia de una enti­dad cuya úni­ca fun­ción es actuar como un pues­to de avan­za­da para los intere­ses occi­den­ta­les en la región.

La Tor­men­ta de Al-Aqsa está desa­fian­do direc­ta­men­te la hege­mo­nía de Esta­dos Uni­dos, ya que con la apa­ri­ción de una fuer­te Resis­ten­cia des­pués de esta con­fron­ta­ción, Esta­dos Uni­dos no ten­drá más reme­dio que tomar la Resis­ten­cia como una fuer­za que está aquí para que­dar­se y que debe ser mane­ja­da con un aire de compromiso.

Los nue­vos acuer­dos entre Ara­bia Sau­dí e Irán se pue­den ver a la luz de la ten­den­cia de Esta­dos Uni­dos hacia la direc­ción del com­pro­mi­so para garan­ti­zar cier­ta par­ti­ci­pa­ción en la región, ya que el Eje de Resis­ten­cia se con­vier­te en una carac­te­rís­ti­ca más per­ma­nen­te de la misma.

Por lo tan­to, la enti­dad israe­lí se está con­vir­tien­do en algo más que un sim­ple pasi­vo. Se está con­vir­tien­do en un impe­di­men­to para la nue­va fase de com­pro­mi­so estra­té­gi­co hacia la que Esta­dos Uni­dos se está movien­do actualmente.

El Eje de Resis­ten­cia ha demos­tra­do que tie­ne la ven­ta­ja en esta bata­lla, y a un nivel más amplio, que la ocu­pa­ción no es apta para sopor­tar cam­bios en la región hacia un mun­do multipolar.

En medio de la últi­ma agre­sión solo con­tra Gaza, no ha podi­do ase­gu­rar sus intere­ses tan­to en Gaza como en el fren­te nor­te y ha teni­do que tra­ba­jar cons­tan­te­men­te hacia las deman­das de la resis­ten­cia, lo que se vio más poten­te en los tér­mi­nos de la tre­gua huma­ni­ta­ria tem­po­ral en la que la enti­dad pasó de exi­gir la eli­mi­na­ción com­ple­ta de la resis­ten­cia arma­da pales­ti­na a sim­ple­men­te un inter­cam­bio de muje­res y niños no com­ba­tien­tes israe­líes por pales­ti­nos dete­ni­dos en pri­sio­nes israelíes.

Por exten­sión, Esta­dos Uni­dos ha teni­do que enfren­tar­se a la dura reali­dad de otra cau­sa falli­da, ya que el papel fun­cio­nal de la ocu­pa­ción como pues­to de avan­za­da de la influen­cia occi­den­tal en la región se ha vuel­to cada vez más anti­cua­do, sin poder resis­tir la prue­ba del tiempo.

El mun­do nue­vo y mul­ti­po­lar no pue­de eme­ger con mar­ca­do­res antiguos

Un mun­do nue­vo y mul­ti­po­lar no pue­de exis­tir con mar­ca­do­res de lo anti­guo. La enti­dad sio­nis­ta, sien­do la más tan­gi­ble, se ha encon­tra­do luchan­do por man­te­ner su posi­ción bajo el peso de estos cambios.

Ver a la enti­dad sio­nis­ta como el úni­co enemi­go es per­der­se el pano­ra­ma más amplio. La influen­cia de Esta­dos Uni­dos, que nor­mal­men­te ha domi­na­do la región, es la fuer­za impul­so­ra detrás de la entidad.

Si Esta­dos Uni­dos deja­se de brin­dar res­pal­do mili­tar y finan­cie­ro a la ocu­pa­ción israe­lí, esta ya no podría fun­cio­nar. Como tal, la asis­ten­cia efec­ti­va de la Resis­ten­cia pales­ti­na requie­re ata­car al enemi­go prin­ci­pal, que es el amo de la ocu­pa­ción. Esto es en lo que sobre­sa­le el Eje.

La enti­dad sio­nis­ta pasó de ser una base mili­tar fuer­te y con­fia­ble para Esta­dos Uni­dos, a actuar aho­ra como una fuer­za de reser­va regio­nal a fin de que Occi­den­te la use como y cuan­do bus­que ali­men­tar la ten­sión en la región. Sin embar­go, a medi­da que estos cam­bios con­ti­núan cimen­tán­do­se por el favor occi­den­tal, el papel fun­cio­nal de la enti­dad está per­dien­do importancia.

A pesar de los inten­tos de pin­tar el Eje de Resis­ten­cia como subor­di­na­do a Irán, los dife­ren­tes enfo­ques de cada miem­bro han dado sus fru­tos en esta lucha con­tra la ocu­pa­ción y la dominación.

La Resis­ten­cia liba­ne­sa se ha acer­ca­do des­de una posi­ción medi­da y estra­té­gi­ca para des­gas­tar a la enti­dad apun­tan­do a sus bases mili­ta­res, sis­te­mas de segu­ri­dad y cual­quier ame­na­za en sue­lo levantino.

Al mis­mo tiem­po, la Resis­ten­cia ira­quí y siria han desem­pe­ña­do un papel de apo­yo al diri­gir sus esfuer­zos con­tra las bases esta­dou­ni­den­ses, lo que cons­ti­tu­ye un desa­fío direc­to a la pre­sen­cia esta­dou­ni­den­se en la región.

Mien­tras tan­to, Ansa­rA­llah (mili­tar yeme­ní) ha actua­do como las armas de la Resis­ten­cia, ases­tan­do gol­pes sig­ni­fi­ca­ti­vos direc­ta­men­te a la capa­ci­dad de la enti­dad para par­ti­ci­par en el comer­cio inter­na­cio­nal y fun­cio­nar nor­mal­men­te en aguas regio­na­les como un Esta­do «legí­ti­mo» al dete­ner a los bar­cos israe­líes en el mar Rojo arma­dos con armas para con­ti­nuar sus crí­me­nes de gue­rra en Gaza.

Antes de la Tor­men­ta de Al-Aqsa, las capa­ci­da­des de los últi­mos tres miem­bros del Eje esta­ban muy sub­es­ti­ma­das en base a esta supo­si­ción, en lugar de ser vis­tas como si tuvie­ran sus pro­pios intere­ses estra­té­gi­cos y méto­dos de funcionamiento.

Lo que los comen­ta­ris­tas occi­den­ta­les han lucha­do por enten­der es que, a pesar de sus dife­ren­tes méto­dos, todos están ali­nea­dos y moti­va­dos en últi­ma ins­tan­cia por un obje­ti­vo, que es ver el fin de la pre­sen­cia e influen­cia de Esta­dos Uni­dos en la región. Las ope­ra­cio­nes de la Resis­ten­cia en este momen­to con­tra la enti­dad sio­nis­ta, que es una mani­fes­ta­ción cla­ve de eso, son sim­ple­men­te una con­ti­nua­ción inevi­ta­ble de este proceso.

Los pre­pa­ra­ti­vos del Eje para el cam­bio no son menos sig­ni­fi­ca­ti­vos que la gue­rra mis­ma: es un acto de gue­rra con­tra el sta­tus quo. Cada miem­bro de la resis­ten­cia ha esta­do espe­ran­do la pri­me­ra opor­tu­ni­dad de mos­trar las for­ta­le­zas que obtu­vie­ron a medi­da que este cam­bian­te equi­li­brio de poder toma for­ma, y el 7 de octu­bre pro­por­cio­nó esa oportunidad.

El 7 de octu­bre fue un paso nece­sa­rio para des­man­te­lar la pre­sen­cia de Esta­dos Uni­dos en la región. La deca­den­cia y caí­da de la enti­dad sio­nis­ta ha obli­ga­do a Esta­dos Uni­dos a recon­si­de­rar esta pre­sen­cia, tan­to en su natu­ra­le­za como en su exten­sión, y por lo tan­to está jugan­do un papel esen­cial en el cam­bio de la cara de la región, de una asfi­xia­da bajo la pre­sión de la hege­mo­nía esta­dou­ni­den­se, a una que está des­ame­ri­ca­ni­za­da, auto­su­fi­cien­te y libre.

Ayman Mou­sa­vi, escri­tor y comen­ta­ris­ta polí­ti­co con sede en el Rei­no Unido

31 de diciem­bre de 2023

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Fuen­te: https://​www​.presstv​.ir/​D​e​t​a​i​l​/​2​0​2​3​/​1​2​/​3​0​/​7​1​7​2​7​9​/​d​e​a​m​e​r​i​c​a​n​i​s​e​-​w​e​s​t​-​a​s​i​a​-​h​o​w​-​o​c​t​7​-​s​h​a​p​e​d​-​n​e​w​-​f​a​c​e​-​r​e​g​ion

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