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¡Yemen! Un pue­blo indo­ma­ble (II)

Los medios trans­na­cio­na­les de la comu­ni­ca­ción han sem­bra­do la idea de que los hutíes actúan bajo la influen­cia del Gobierno de Irán. Aun­que ni Irán ni los hutíes han nega­do su per­te­nen­cia a un eje de resis­ten­cia al impe­ria­lis­mo, el colo­nia­lis­mo y el sio­nis­mo que tam­bién incor­po­ra a fuer­zas polí­ti­cas del Líbano, Siria, Bah­réin y de la pro­pia Pales­ti­na, sim­pli­fi­car la ecua­ción a una rela­ción de «subor­di­na­ción» no deja de ser super­fi­cial y banal, habi­da cuen­ta del pro­pio his­to­rial de lucha del pue­blo yemení.

En Asia Occi­den­tal, la cre­cien­te agre­si­vi­dad de Israel y la pre­sen­cia inter­ven­cio­nis­ta de Esta­dos Uni­dos han ido pola­ri­zan­do la situa­ción polí­ti­ca. El recien­te acuer­do de Irán para diri­mir dife­ren­cias con Ara­bia Sau­dí, así como otros con­ve­ni­mien­tos que han acer­ca­do a Egip­to y Tur­quía, Catar y Ara­bia Sau­dí entre otros —des­pués de años de dis­tan­cia­mien­to— suma­do a la pro­pia para­li­za­ción de la gue­rra en Yemen, apun­tan al debi­li­ta­mien­to del polo impe­ria­lis­ta-sio­nis­ta y el for­ta­le­ci­mien­to de la resistencia.

En este con­tex­to, por his­to­ria y por ubi­ca­ción geo­grá­fi­ca, el papel de Yemen y del movi­mien­to hutí es deter­mi­nan­te. Vale decir que Ansa­ro­lá nun­ca ha ocul­ta­do su rela­ción con Irán. Los une su común per­te­nen­cia a la rama chií del islam. Tan­to el fun­da­dor del movi­mien­to Ansa­ro­lá como su her­mano, que lo diri­ge hoy, pasa­ron par­te de su vida en Qom (Irán), for­mán­do­se polí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca­men­te, al mis­mo tiem­po que estu­dia­ban la corrien­te chií, sus­ten­ta­da en la idea de que la suce­sión legí­ti­ma de Maho­ma corres­pon­de a los des­cen­dien­tes de su yerno Alí por opo­si­ción a los suníes que pien­san que los suce­so­res de Maho­ma debían ser los com­pa­ñe­ros del pro­fe­ta. Suní vie­ne de «Ahl al-Sun­na», que se tra­du­ce como «la gen­te de la tra­di­ción» y chií pro­vie­ne de «Chiat Ali», que sig­ni­fi­ca «el par­ti­do de Ali».

Pero esto no sig­ni­fi­ca que los yeme­níes sean sim­ples «acce­so­rios» de Irán. Más allá del apo­yo finan­cie­ro, mili­tar, comu­ni­ca­cio­nal y polí­ti­co que ha reci­bi­do de Tehe­rán, el movi­mien­to Ansa­ro­lá ha demos­tra­do auto­no­mía y deci­sión pro­pia en el dise­ño y eje­cu­ción de sus accio­nes tan­to en la gue­rra con­tra Ara­bia Sau­dí y sus alia­dos des­de 2015 como aho­ra, en el apo­yo a la cau­sa de Palestina.

Se debe saber que ade­más de su auxi­lio a Pales­ti­na, Yemen tie­ne un con­flic­to direc­to con Israel por el sopor­te que la enti­dad sio­nis­ta le dio a los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos (EAU) duran­te la gue­rra ini­cia­da en 2015 que le per­mi­tió la ocu­pa­ción de las estra­té­gi­cas islas yeme­níes de Soco­tra, que se encuen­tran en el mar Ará­bi­go a unos 350 kiló­me­tros al sur de las cos­tas del país, a fin de esta­ble­cer una serie de bases de espio­na­je con el pro­pó­si­to de reu­nir infor­ma­ción de inte­li­gen­cia en toda la región, en par­ti­cu­lar del estre­cho de Bab el-Mandeb.

Algo impor­tan­te a seña­lar res­pec­to a la base de EAU e Israel en Soco­tra es que tam­bién bene­fi­cia a Esta­dos Uni­dos ya que a tra­vés de esta podría con­tro­lar al puer­to de Gwa­dar en Pakis­tán que for­ma par­te del Corre­dor Eco­nó­mi­co Chi­na-Pakis­tán (CPEC) en el que Bei­jing desa­rro­lló un puer­to para que las mer­can­cías des­car­ga­das allí pudie­ran ser envia­das por tie­rra a Chi­na, en par­ti­cu­lar a su región occidental.

Pero, en rela­ción a los hechos actua­les, hay que saber que las accio­nes de Yemen en apo­yo a Pales­ti­na comen­za­ron casi inme­dia­ta­men­te des­pués del 7 de octu­bre. El 19 de ese mes, un buque de la arma­da esta­dou­ni­den­se derri­bó misi­les y dro­nes dis­pa­ra­dos por los hutíes con­tra Israel de acuer­do con infor­ma­ción del Pen­tá­gono publi­ca­da entonces.

Unos días des­pués, el 27 de octu­bre, seis per­so­nas resul­ta­ron heri­das cuan­do dos dro­nes caye­ron sobre Taba, un pobla­do egip­cio fron­te­ri­zo con Israel, des­pués de la inter­cep­ción de los mis­mos por par­te de la fuer­za aérea israe­lí. El 31 de octu­bre, los hutíes rei­vin­di­ca­ron un ata­que con dro­nes con­tra la enti­dad sio­nis­ta. Su ejér­ci­to infor­mó que había inter­cep­ta­do un misil lan­za­do des­de el sur.

El por­ta­voz mili­tar hutí gene­ral Yah­ya Sari afir­mó en una decla­ra­ción tele­vi­sa­da que el gru­po había lan­za­do un «gran núme­ro» de misi­les balís­ti­cos y avio­nes no tri­pu­la­dos hacia Israel y que habría más ata­ques en el futu­ro «para ayu­dar a los pales­ti­nos a lograr la vic­to­ria». En res­pues­ta el ase­sor israe­lí de Segu­ri­dad Nacio­nal, Tza­chi Haneg­bi dijo que los ata­ques de los hutíes eran into­le­ra­bles, pero no qui­so dar más deta­lles cuan­do se le pre­gun­tó cómo res­pon­de­ría Israel.

A media­dos de noviem­bre, Ansa­ro­lá comu­ni­có que sus fuer­zas arma­das ata­ca­rían a todos los bar­cos que nave­ga­ran con ban­de­ra israe­lí o que fue­ran ope­ra­dos o pro­pie­dad de empre­sas israe­líes. Unos días des­pués, el gene­ral Sari, indi­có que «las fuer­zas arma­das yeme­níes siguen impi­dien­do que los bar­cos de todas las nacio­na­li­da­des que se diri­gen a puer­tos israe­líes nave­guen por el mar Ará­bi­go y el mar Rojo has­ta que trans­por­ten los ali­men­tos y medi­ci­nas que nece­si­tan los pales­ti­nos en la Fran­ja de Gaza».

Ante esta deci­sión y tras los pri­me­ros ata­ques a bar­cos que se diri­gían a Israel, cua­tro gran­des empre­sas navie­ras (la línea de con­te­ne­do­res más gran­de del mun­do, Medi­te­rra­nean Ship­ping Co. [MSC], con sede en Sui­za, la dane­sa Maersk, la fran­ce­sa CMA CGM y la ale­ma­na Hapag-Lloyd) sus­pen­die­ron el paso de sus buques por el mar Rojo. Estas empre­sas trans­por­tan apro­xi­ma­da­men­te el 53% de los con­te­ne­do­res marí­ti­mos del mun­do, y alre­de­dor el 12% del comer­cio mun­dial en tér­mi­nos de volu­men. Hay que decir que el 30% del trá­fi­co mun­dial de con­te­ne­do­res pasa por Bab al-Mandeb.

En res­pues­ta, el 19 de diciem­bre, Esta­dos Uni­dos se pro­pu­so crear una alian­za naval a fin de ini­ciar una ope­ra­ción que deno­mi­na­ron «Guar­dián de la Pros­pe­ri­dad» supues­ta­men­te dedi­ca­da a «garan­ti­zar la liber­tad de nave­ga­ción en el mar Rojo». En los hechos, ello sig­ni­fi­có decla­rar la gue­rra a Yemen y mili­ta­ri­zar ese mar. Pero el país ára­be se ha man­te­ni­do incó­lu­me en su posi­ción. Sus fuer­zas arma­das han afir­ma­do que «cual­quier ata­que con­tra bie­nes yeme­níes o con­tra las bases de lan­za­mien­to de misi­les de Yemen teñi­ría todo el mar Rojo de san­gre», ase­gu­ran­do que poseen «armas para hun­dir vues­tros por­ta­avio­nes y destructores».

El esca­la­mien­to de las accio­nes a par­tir de enton­ces ha sido evi­den­te. El 20 de diciem­bre en un dis­cur­so, el líder de Ansa­ro­lá, Say­yed Abdul Malik Al-Houthi afir­mó que la res­pon­sa­bi­li­dad del mun­do islá­mi­co ante el con­flic­to en Pales­ti­na era gran­de, espe­cial­men­te de la región ára­be por ser «el cora­zón de ese mun­do». En este sen­ti­do, deplo­ró la posi­ción islá­mi­ca-ára­be en las cum­bres que se rea­li­za­ron para deba­tir el tema, espe­cial­men­te la que se cele­bró en Ara­bia Sau­dí. Al Houthi carac­te­ri­zó como débil ese pun­to de vis­ta. Apun­tó que debe­ría haber un com­pro­mi­so de los pue­blos ára­bes y musul­ma­nes de apo­yar a Pales­ti­na, al mis­mo tiem­po que deplo­ró el enfo­que de algu­nos paí­ses sobre lo que lla­mó la «cons­pi­ra­ción con­tra Pales­ti­na». El líder yeme­ní dijo que su nación no espe­ra­ba de Esta­dos Uni­dos y los paí­ses euro­peos una posi­ción o papel posi­ti­vo hacia Pales­ti­na. Por tales razo­nes, con­si­de­ró que la pers­pec­ti­va del eje de la resis­ten­cia debe­ría ir enca­mi­na­da a ele­var el nivel de apo­yo mili­tar a Palestina.

En ese mar­co, Al Houthi advir­tió que Ansa­ro­lá iba a «arre­me­ter con­tra los buques de gue­rra esta­dou­ni­den­ses si sus fuer­zas eran ata­ca­das por Washing­ton tras el lan­za­mien­to de la ope­ra­ción «Guar­dián de la Pros­pe­ri­dad». Según Al Houthi, Esta­dos Uni­dos no inten­ta pro­te­ger la nave­ga­ción mun­dial sino que bus­ca mili­ta­ri­zar el espa­cio marítimo.

No obs­tan­te, Esta­dos Uni­dos no logró un con­sen­so para lle­var ade­lan­te las misio­nes de la alian­za naval crea­da. Se gene­ra­ron des­acuer­dos con los paí­ses ára­bes que fue­ron con­vo­ca­dos para for­mar par­te de la coa­li­ción lo cual ha difi­cul­ta­do una res­pues­ta cohe­ren­te a los ata­ques de los hutíes con­tra los buques que tran­si­tan por el mar Rojo. Dos paí­ses cla­ve de la región impli­ca­dos en la lar­ga gue­rra con­tra Yemen —Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos y Ara­bia Sau­dí— man­tie­nen pos­tu­ras opues­tas hacia los hutíes, lo que ha sig­ni­fi­ca­do un impor­tan­te obs­tácu­lo para el plan esta­dou­ni­den­se de poner fin a los ata­ques marí­ti­mos. Una posi­bi­li­dad mane­ja­da por Washing­ton es dar una res­pues­ta mili­tar a los hutíes pero algu­nos alia­dos ára­bes se han nega­do a ello. Estos pre­fie­ren insis­tir en la vía diplo­má­ti­ca y refor­zar la pro­tec­ción marí­ti­ma a los barcos.

Ana­lis­tas espe­cia­li­za­dos con­sul­ta­dos al res­pec­to coin­ci­den en seña­lar que los obje­ti­vos de la ope­ra­ción son vagos si se con­si­de­ra que a los jefes nava­les no se le han impar­ti­do misio­nes pre­ci­sas. Así mis­mo, los buques de la coa­li­ción, aun­que equi­pa­dos con arma­men­to avan­za­do, solo pue­den limi­tar­se a repe­ler los ata­ques con misi­les, escol­tan­do los buques mer­can­tes con buques de gue­rra, lo que resul­ta cues­tio­na­ble toda vez que el arse­nal de misi­les de Yemen es inago­ta­ble a la luz de las accio­nes empren­di­das en los últi­mos 8 años, ade­más que, «ni la direc­ción de las com­pa­ñías de trans­por­te mun­dia­les, ni los capi­ta­nes de los buques mer­can­tes, ni las ase­gu­ra­do­ras esta­rán dis­pues­tos a jugar a esta lote­ría», según dijo Iliá Kram­nik, exper­to ruso en fuer­zas navales.

Así mis­mo, Michael Hor­ton, cofun­da­dor de Red Sea Analy­tics Inter­na­tio­nal, una fir­ma de ase­so­ría inde­pen­dien­te dedi­ca­da a ofre­cer aná­li­sis impar­cia­les sobre las diná­mi­cas de segu­ri­dad en el mar Rojo, seña­ló que los hutíes «solo han des­ple­ga­do una par­te de sus armas, sin uti­li­zar misi­les de mayor alcan­ce, dro­nes más avan­za­dos y minas mari­nas difí­ci­les de detectar».

En esta situa­ción, el vice­al­mi­ran­te esta­dou­ni­den­se Kevin Done­gan seña­ló que «Esta­dos Uni­dos tam­bién ha esta­do acep­tan­do como nor­ma­les los per­sis­ten­tes ata­ques […] de los hutíes». Según el New York Times, esto ha lle­va­do a que el pre­si­den­te Biden se vea obli­ga­do a afron­tar una difí­cil elec­ción rela­cio­na­da con los futu­ros pla­nes de disua­sión de los hutíes. Para ello debe con­si­de­rar que Ara­bia Sau­dí no bus­ca una esca­la­da del con­flic­to que podría hun­dir una tre­gua con los rebel­des nego­cia­da con mucho esfuer­zo. Por su par­te, Tim Len­der­king, envia­do espe­cial de Esta­dos Uni­dos para Yemen afir­mó a media­dos de diciem­bre que «todo el mun­do está bus­can­do una fór­mu­la para redu­cir las tensiones».

En la otra par­te del con­flic­to, el pasa­do 24 de diciem­bre, el coman­dan­te de la Guar­dia Revo­lu­cio­na­ria de Irán, mayor gene­ral Hos­sein Sala­mi anun­ció que se podría avan­zar hacia un blo­queo naval total de Israel si se lle­ga­ra a cerrar el mar Medi­te­rrá­neo, el rstre­cho de Gibral­tar y otras vías nave­ga­bles. A la fecha, Yemen ya logró blo­quear casi en su inte­gri­dad el puer­to israe­lí de Eilat, situa­do en el mar Rojo, que está fun­cio­nan­do solo al 15% de su capa­ci­dad. Vale decir que las fuer­zas milís­ti­cas de Ansa­ro­lá logra­ron gol­pear un bar­co israe­lí en lo pro­fun­do del mar Ará­bi­go, cer­ca de la India a mucha dis­tan­cia del terri­to­rio yeme­ní. Por su par­te, Irán cuen­ta con dro­nes y misi­les hiper­só­ni­cos de lar­go alcan­ce que, en caso de una gue­rra total con­tra el sio­nis­mo podrían apun­tar fácil­men­te a bar­cos comer­cia­les que se des­pla­cen por el Medi­te­rrá­neo hacia los puer­tos israelíes.

Así mis­mo, en la pre­pa­ra­ción de un com­ba­te de otras dimen­sio­nes con­tra Israel, el ejér­ci­to de Yemen anun­ció que cuen­ta con 20.000 sol­da­dos reser­vis­tas entre­na­dos y dis­pues­tos a luchar jun­to a las Fuer­zas arma­das del país en con­tra de la enti­dad sio­nis­ta y la coa­li­ción que lide­ra Esta­dos Unidos.

El 28 de diciem­bre, Yemen advir­tió a Esta­dos Uni­dos y sus socios sobre la mili­ta­ri­za­ción del mar Rojo y afir­mó que inten­si­fi­ca­rá sus ata­ques con­tra los enemi­gos si con­ti­núa el blo­queo a Gaza. En este con­tex­to, un día antes, los prin­ci­pa­les coman­dan­tes de las Fuer­zas Arma­das de Yemen se reu­nie­ron para dis­cu­tir los últi­mos acon­te­ci­mien­tos regio­na­les y revi­sar la dis­po­si­ción com­ba­ti­va de las tro­pas. Al final del encuen­tro mani­fes­ta­ron estar lis­tas para cum­plir las órde­nes del líder de Ansarolá.

El 4 de enero, des­pués que un con­tin­gen­te naval yeme­ní se enfren­ta­ra cara a cara con las fuer­zas mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses en el mar Rojo, con la pér­di­da de tres peque­ñas embar­ca­cio­nes y 10 com­ba­tien­tes, el coman­dan­te de las Fuer­zas de Defen­sa Cos­te­ra de Yemen, gene­ral de divi­sión Muham­mad Al-Qadi­ri advir­tió que su país no se reser­va­ba el dere­cho a res­pon­der, sino que res­pon­de­ría deter­mi­nan­do el obje­ti­vo en cada caso en las islas, en el mar Rojo y en «las bases don­de están esta­cio­na­dos los sio­nis­tas y los estadounidenses».

Si final­men­te Esta­dos Uni­dos y su alian­za deci­die­ran desa­fiar direc­ta­men­te a los hutíes en el mar Rojo, se enfren­ta­rán a una vas­ta gue­rra naval des­de el gol­fo de Adén, el mar Ará­bi­go y el océano Índi­co. Si eso ocu­rrie­ra, se des­ata­ría una espi­ral inde­te­ni­ble de con­fron­ta­cio­nes de dimen­sio­nes incalculables.

En cual­quier caso, Yemen ya logró emplear su posi­ción estra­té­gi­ca como fuer­za en los equi­li­brios glo­ba­les e impo­ner­se como par­te impor­tan­te en la ecua­ción de con­fron­ta­ción en cur­so y expre­sar una de las for­mas más valien­tes de apo­yo al pue­blo pales­tino que enfren­ta la maqui­na­ria de gue­rra israe­lí apo­ya­da por Esta­dos Uni­dos y Gran Bre­ta­ña, cons­ti­tu­yén­do­se en una impor­tan­te car­ta de pre­sión con­tra el sio­nis­mo y su men­tor norteamericano.

Con­tro­lar el canal de Suez, es con­tro­lar el 90% del comer­cio mun­dial afec­tan­do direc­ta­men­te a Israel al gol­pear su eco­no­mía. En este sen­ti­do los hutíes logra­ron hacer lo que Israel y Esta­dos Uni­dos han tra­ta­do de evi­tar a toda cos­ta has­ta aho­ra: «con­ver­tir el geno­ci­dio en Gaza en una cri­sis global».

El perio­dis­ta liba­nés Kha­lil Harb citan­do al Ban­co Mun­dial, en un artícu­lo en la revis­ta onli­ne The Crad­le, afir­mó que Israel impor­ta y expor­ta «casi el 99% de los bie­nes por río y mar» y más de un ter­cio de su PIB depen­de del comer­cio de bienes».

Por su par­te, el perio­dis­ta bra­si­le­ño espe­cia­li­za­do en polí­ti­ca inter­na­cio­nal Eduar­do Vas­co seña­ló que ade­más de la inci­den­cia direc­ta que está cau­san­do el movi­mien­to hutí en Asia Occi­den­tal, sus accio­nes están «para­li­zan­do la eco­no­mía mun­dial, es decir, el fun­cio­na­mien­to mis­mo del régi­men capi­ta­lis­ta, que está en la raíz del pro­ble­ma de la gue­rra de agre­sión en el Medio Orien­te». En este mar­co, Vas­co opi­na que Esta­dos Uni­dos e Israel están limi­ta­dos para rea­li­zar un ata­que direc­to a Yemen por­que podría haber repre­sa­lias con­tra los alia­dos de Esta­dos Uni­dos en la región «prin­ci­pal­men­te con­tra sus yaci­mien­tos petro­lí­fe­ros, lo que agra­va­ría bru­tal­men­te la cri­sis eco­nó­mi­ca con una de petró­leo (que ya ha comen­za­do). Por esta razón, mien­tras los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos quie­ren accio­nes enér­gi­cas con­tra los hutíes, los sau­díes se mues­tran cautelosos».

A últi­ma hora y casi al cerrar este artícu­lo lle­ga la infor­ma­ción de que Yemen había ata­ca­do un bar­co esta­dou­ni­den­se que tras­la­da­ba sumi­nis­tros a Israel, dan­do res­pues­ta de esa mane­ra a los recien­tes ata­ques esta­dou­ni­den­ses con­tra las fuer­zas nava­les yemeníes.

Así mis­mo, res­pon­dien­do a las decla­ra­cio­nes del secre­ta­rio de Esta­do de Esta­dos Uni­dos Anthony Blin­ken, el vice­mi­nis­tro de rela­cio­nes exte­rio­res de Yemen, Hus­sein Al-Ezzi rati­fi­có «la segu­ri­dad de la nave­ga­ción a todos los des­ti­nos, excep­to los puer­tos de la Pales­ti­na ocu­pa­da», negan­do cate­gó­ri­ca­men­te las infor­ma­cio­nes fal­sas dise­mi­na­das por Washing­ton, Lon­dres y Ber­lín con res­pec­to a la segu­ri­dad de la navegación.

Las líneas pre­ce­den­tes dan cuen­ta de la capa­ci­dad y deci­sión del pue­blo yeme­ní de asu­mir un pro­ta­go­nis­mo cier­to en la gue­rra de Israel con­tra Pales­ti­na. En los hechos, hacen paten­te que, aún sien­do un país peque­ño y mar­gi­na­do glo­bal y regio­nal­men­te del desa­rro­llo eco­nó­mi­co, man­tie­ne una volun­tad de lucha que expre­sa el sen­ti­mien­to mile­na­rio de exis­tir como nación inde­pen­dien­te, colo­can­do en entre­di­cho a las prin­ci­pa­les poten­cias mun­dia­les al poner tra­bas e impe­di­men­tos a la eje­cu­ción impe­rial de su polí­ti­ca en la región a tra­vés del pleno apo­yo a Israel.

Ser­gio Rodrí­guez Gelfenstein

11 de enero de 2024

Fuen­te: www​.ser​gio​ro07​.blogs​pot​.com

La pri­me­ra par­te del artícu­lo véa­se https://boltxe.eus/2024/01/yemen-un-pueblo-indomable‑i/

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