Hamas y la des­mi­ti­fi­ca­ción de un estigma

Hay y habrá espe­cu­la­cio­nes acer­ca de lo que ha sig­ni­fi­ca­do el 7 de octu­bre en la his­to­ria del pue­blo pales­tino, pero lo con­cre­to has­ta aho­ra es que, fue una acción de libe­ra­ción de Hamas como res­pues­ta al insos­te­ni­ble blo­queo y estran­gu­la­mien­to de la pobla­ción civil des­ti­nán­do­la a una muer­te len­ta. Lo que siguió fue una reac­ción espe­ra­da de los genocidas.

Las decla­ra­cio­nes de Hamas han esta­do polí­ti­ca­men­te fun­da­das en su con­di­ción de par­te del Movi­mien­to de resis­ten­cia a la ocu­pa­ción, al con­tra­rio del des­qui­cia­mien­to de una impor­tan­te par­te de la socie­dad israe­lí, refor­za­da por la pro­pa­gan­da de sus gober­nan­tes, impul­san­do el ase­si­na­to de todos los pales­ti­nos para seguir ocu­pan­do sus tierras.

Pode­mos des­ta­car entre los efec­tos de la acción de Hamas:

  • Pro­fun­di­za­ción de las con­tra­dic­cio­nes inter­nas israe­líes. La polí­ti­ca israe­lí está gene­ran­do dife­ren­tes pro­pues­tas para sal­var la per­ma­nen­cia del régi­men de apartheid, aun­que no para dete­ner la ocu­pa­ción y la lim­pie­za étni­ca, excep­ción hecha de las esca­sas ONG´s pro dere­chos humanos.
  • Des­mi­ti­fi­ca­ción de la inven­ci­bi­li­dad del ejér­ci­to israe­lí y su humi­lla­ción. Des­de el pun­to de vis­ta mili­tar «Israel» ha sido cate­gó­ri­ca­men­te derro­ta­do en el cam­po de bata­lla y la mane­ra de ocul­tar­lo ha sido la acos­tum­bra­da agre­sión con­tra los civi­les pales­ti­nos, en mayor medi­da a los niños. Las orga­ni­za­cio­nes inter­na­cio­na­les no han sabi­do o no han que­ri­do denun­ciar­lo debi­do a los con­flic­tos de inte­rés o por su com­pli­ci­dad. Como dice Ilan Pap­pe: la lim­pie­za étni­ca en cur­so median­te el geno­ci­dio de la pobla­ción pales­ti­na es mayor que la de 1948 o de los años siguientes.
  • Ampli­fi­ca­ción geo­mé­tri­ca de la soli­da­ri­dad mun­dial con Pales­ti­na tras­pa­san­do todo lími­te. Aho­ra es una cau­sa uni­ver­sal. Ha pasa­do a ser el emble­ma de las luchas de libe­ra­ción no solo del colo­nia­lis­mo, sino tam­bién de las ata­du­ras y para­dig­mas de alie­na­ción que impo­ne el impe­ria­lis­mo estadounidense.
  • Cien­tos de miles en todo el mun­do han sali­do a las calles a mani­fes­tar­se en apo­yo a Pales­ti­na, por los dere­chos huma­nos de los niños, de las muje­res, y de la eman­ci­pa­ción de los pue­blos ori­gi­na­rios, de los pri­sio­ne­ros polí­ti­cos, el de las disi­den­cias sexua­les, de los ancia­nos, las per­so­nas con capa­ci­da­des espe­cia­les y, en gene­ral por los dere­chos civiles.
  • Movi­li­za­ción cre­cien­te, en espe­cial de las juven­tu­des de ori­gen pales­tino en todo el pla­ne­ta, que se encon­tra­ban dis­tan­tes o no tenían las vías para expre­sar su apo­yo al pue­blo de sus ante­pa­sa­dos, se orga­ni­za­ron de mane­ra espon­tá­nea en dife­ren­tes for­mas y de con­de­na­ron al ente sio­nis­ta, fren­te a la más recien­te bru­tal agre­sión israe­lí. Así lo hicie­ron tam­bién agru­pa­cio­nes judías anti sio­nis­tas y gru­pos judíos pro Palestina.
  • Pre­sen­ta­ción de los crí­me­nes israe­líes ante la jus­ti­cia mun­dial. El más cla­ro de los enjui­cia­mien­tos has­ta la fecha fue el pre­sen­ta­do por Sudá­fri­ca con­tra los actos de geno­ci­dio de «Israel», ante la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia, res­pal­da­do has­ta hoy por más de 50 paí­ses y organizaciones.
  • Des­mar­ca­mien­to de gobier­nos alia­dos tra­di­cio­na­les de «Israel» de su polí­ti­ca uni­la­te­ral a nive­les «inacep­ta­bles» de irres­pe­to y vio­la­cio­nes a las nor­mas uni­ver­sa­les. Varios como los de Cana­dá, Nue­va Zelan­da, Aus­tra­lia, Fran­cia e inclu­so la Unión Euro­pea, han decla­ra­do abier­ta­men­te que no res­pal­dan el geno­ci­dio y/​o le hacen un lla­ma­do a dete­ner su incur­sión mili­tar en Gaza.
  • Esta­dos Uni­dos, el más fuer­te sos­te­ne­dor de «Israel», ha veta­do en cua­tro oca­sio­nes en Nacio­nes Uni­das la pro­pues­ta de un alto al fue­go. Así tam­po­co el ente sio­nis­ta mos­tró su dis­po­si­ción a acep­tar­lo, desa­fian­do una vez más al orden mundial.
  • Movi­li­za­ción del pue­blo pales­tino en la mar­gen, el cual ha enfren­ta­do a las fuer­zas de ocu­pa­ción, las cua­les de inme­dia­to des­pués del 7 de octu­bre inten­si­fi­ca­ron la vio­len­cia con­tra los cam­pos de refu­gia­dos en Yenín, Nablus y otras ciu­da­des, con el pro­pó­si­to de con­ti­nuar des­apa­re­cer toda for­ma de orga­ni­za­ción social y cul­tu­ral popu­lar. Entre estas está la des­truc­ción total del Free­dom Thea­ter y el encar­ce­la­mien­to y tor­tu­ra de sus sos­te­ne­do­res, así como el ase­si­na­to de otros. Sin embar­go, don­de demue­le «Israel», los pales­ti­nos vuel­ven a reha­cer demos­tran­do así su hidal­guía y tenacidad.
  • Des­cu­bri­mien­to de las trai­cio­nes de la Auto­ri­dad Pales­ti­na (AP), urdi­das en Oslo por Esta­dos Uni­dos e «Israel» en com­pli­ci­dad con los regí­me­nes dic­ta­to­ria­les monár­qui­cos ára­bes alia­dos del sio­nis­mo. En efec­to, la AP ha evi­den­cia­do su papel de gen­dar­me de la ocu­pa­ción, cues­tión que la ha des­vin­cu­la­do de la volun­tad del pueblo.
  • Deser­cio­nes en el ejér­ci­to israe­lí. Ya son miles los que se nie­gan a ser cóm­pli­ces del geno­ci­dio y varios han denun­cia­do las inhu­ma­nas tác­ti­cas de las tro­pas terro­ris­ta, como la prác­ti­ca Aní­bal, pro­ce­di­mien­to ofi­cial que obli­ga a ase­si­nar, sin dis­cri­mi­na­ción a civi­les de su nacio­na­li­dad, inclu­so a sus pro­pios com­pa­ñe­ros para evi­tar que sean apre­sa­dos por la resistencia.
  • Aumen­to de la sali­da de israe­líes, aun­que tam­bién el recru­de­ci­mien­to de los ata­ques de los colo­nos con­tra los pales­ti­nos, y se esti­ma que más de un millón de israe­líes reple­ta­ron el aero­puer­to para huir a «luga­res más segu­ros». Los colo­nos han inten­si­fi­ca­do sus ata­ques con­tra los agri­cul­to­res pales­ti­nos, pro­te­gi­dos por el ejér­ci­to, des­tru­yen­do sus cose­chas para obli­gar­los a aban­do­nar sus tie­rras, cues­tión que no pros­pe­ra dada la con­vic­ción de los mis­mos y el ape­go a su patria.
  • El des­ba­ra­ta­mien­to del plan Abraham es otro de los resul­ta­dos cla­ves con­se­gui­dos, ade­más de los ya men­cio­na­dos, debi­li­tan­do la alian­za entre las monar­quías ára­bes y el ente sio­nis­ta, gene­ran­do con­tra­dic­cio­nes inter­nas para res­que­bra­jar la alian­za con el Occi­den­tal y los regí­me­nes ára­bes reac­cio­na­rios retra­san­do así la con­su­ma­ción de sus objetivos.
  • Así como tan­tos otros obje­ti­vos que colo­can a Pales­ti­na en un camino nun­ca antes logra­do hacia su liberación.

Aho­ra le toca al pue­blo pales­tino cui­dar­se de las mani­pu­la­cio­nes sio­nis­tas y sus cóm­pli­ces quie­nes emplea­rán nue­vas ini­cia­ti­vas para ocul­tar su derro­ta y evi­tar que pros­pe­re el obje­ti­vo de la liberación.

Efec­ti­va­men­te las mul­ti­na­cio­na­les sio­nis­tas y sus alia­dos quie­ren como siem­pre apro­piar­se de la rique­za ener­gé­ti­ca que le pro­vee­ría de recur­sos a la Resis­ten­cia y a un Esta­do Pales­tino. Los trai­do­res de la AP están tam­bién detrás de ello for­man­do par­te del plan Abraham aho­ra reto­ca­do más peli­gro­sa­men­te aún que antes.

Mien­tras tan­to, con su deses­pe­ra­ción, el gobierno israe­lí está arras­tran­do a Esta­dos Uni­dos a enfren­tar la peor cri­sis en su ima­gen. El abrup­to tér­mino del finan­cia­mien­to a la UNRWA al que han sido tam­bién lle­va­dos Aus­tra­lia, Japón y algu­nos paí­ses euro­peos, mar­ca otra situa­ción de quie­bre en el has­ta hace poco sóli­do eje occidental.

La recien­te deci­sión de la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia, mar­ca un pun­to de infle­xión en los dic­tá­me­nes de esta orga­ni­za­ción. Tal es así que fue bien reci­bi­do por el movi­mien­to Hamas que de inme­dia­to emi­tió una decla­ra­ción don­de decla­ró que aca­ta­rá el cese de hos­ti­li­da­des si la Cor­te le impo­ne a «Israel» un cese del fuego.

La polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se y de la Unión Euro­pea empu­ja a su «diplo­ma­cia» a com­ba­tir la cau­sa pales­ti­na con su clá­si­co pro­pó­si­to de man­te­ner a la ser­vil Auto­ri­dad Pales­ti­na alla­nan­do el camino para la expan­sión israe­lí has­ta lle­var­la a un pun­to sin cabi­da para su hipó­cri­ta dis­cur­so de un Esta­do palestino.

Al mis­mo tiem­po que, temien­do el cre­cien­te apo­yo popu­lar a Hamas, pre­ten­den debi­li­tar­lo estig­ma­ti­zán­do­lo como un ins­tru­men­to israe­lí ade­más de otor­gar­le el carác­ter de terrorista.

Todos sabe­mos que Occi­den­te cali­fi­ca como terro­ris­ta a todo aquel que desa­fía al orden mun­dial crea­do en la pos­gue­rra para otor­gar ven­ta­ja estra­té­gi­ca a poten­cias como Esta­dos Uni­dos, Ingla­te­rra, Fran­cia, Holan­da y otras que han sido los mayo­res pro­vo­ca­do­res de caos y saquea­do­res de las rique­zas natu­ra­les de los paí­ses inde­fen­sos, así como los crea­do­res de orga­ni­za­cio­nes terro­ris­tas para des­es­ta­bi­li­zar demo­cra­cias e impo­ner su estra­te­gia de apro­pia­ción de recur­sos natu­ra­les y ener­gé­ti­cos uti­li­zan­do todas las mane­ras posibles.

La his­to­ria regis­tra las pri­me­ras accio­nes pira­tas fran­ce­sas e ingle­sas des­de el siglo XV, per­fec­cio­nan­do sus tác­ti­cas has­ta lle­gar en nues­tros tiem­pos a la crea­ción de Daesh por la indus­tria arma­men­tis­ta esta­dou­ni­den­se y la com­pli­ci­dad de sus gobernantes.

Des­de otra pers­pec­ti­va, la acción de Hamas ha pro­vo­ca­do el deve­la­mien­to del enfo­que etnio-filo­só­fi­co que arras­tra a occi­den­te y a su con­sor­te de fun­cio­na­rios de los paí­ses bajo su égi­da, como tam­bién a los con­si­de­ra­dos su patio tra­se­ro en el caso de los lati­no­ame­ri­ca­nos, y a estruc­tu­ras ins­ti­tu­cio­na­les como la ONU, la OECD, la Agen­da 2030, los FTA, entre otras.

El ali­nea­mien­to con el supre­ma­cis­mo blan­co, invi­si­bi­li­zan­do a los afri­ca­nos, pales­ti­nos y otras etnias y ena­je­nán­do­se de su sufri­mien­to, daña seria­men­te las bases de la «moral» neo­li­be­ral en la polí­ti­ca, la eco­no­mía y las rela­cio­nes internacionales.

Esto, jun­to a los pro­pios pro­ble­mas eco­nó­mi­cos, demo­grá­fi­cos, la des­com­po­si­ción social y el resur­gi­mien­to de las luchas de rei­vin­di­ca­ción de dere­chos socia­les de los pue­blos podría estar mar­can­do la deca­den­cia de Occi­den­te o al menos el ini­cio del decli­ve de Esta­dos Uni­dos como poder hegemónico.

La mani­fies­ta y mega masi­va soli­da­ri­dad con el pue­blo pales­tino en las gran­des capi­ta­les del mun­do, tam­bién pare­ce refle­jar la pro­yec­ción de las deman­das por jus­ti­cia y liber­ta­des en la lucha por la libe­ra­ción de Pales­ti­na. Es muy pro­ba­ble que esas movi­li­za­cio­nes con­ti­núen y se repro­duz­can como ya se ha vis­to, y se tra­duz­can en el for­ta­le­ci­mien­to de las luchas por la rei­vin­di­ca­ción de dere­chos, igual­dad y mayor demo­cra­cia en Occidente.

De ahí las decla­ra­cio­nes de la diplo­ma­cia euro­pea que, temien­do el cre­cien­te apo­yo popu­lar a Hamas, pre­ten­de debi­li­tar­la y estig­ma­ti­zar­la como un ins­tru­men­to israe­lí. En un recien­te dis­cur­so reci­bien­do el doc­to­ra­do Hono­ris Cau­sa en la Uni­ver­si­dad de Valla­do­lid, el repre­sen­tan­te de sus rela­cio­nes exte­rio­res Joseph Borrell entre sus errá­ti­cas decla­ra­cio­nes, crí­ti­cas a «Israel», lo acu­só de haber con­tri­bui­do a finan­ciar Hamas y a debi­li­tar a la Auto­ri­dad Palestina.

Esta decla­ra­ción no hace más que reafir­mar la sumi­sión de la AP a los dic­tá­me­nes de Occi­den­te y al redi­se­ño de pla­nes para dar­le nue­vos pape­les en Gaza, a modo de acom­pa­ñar y pro­te­ger la ins­ta­la­ción israe­lí en esa zona.

Por un lado, inten­ta man­te­ner el rela­to de una solu­ción de dos Esta­dos, mien­tras, el occi­den­te blan­co y supre­ma­cis­ta tra­ba­ja con ímpe­tu por impul­sar el plan Abraham aci­ca­la­do, aho­ra con la pro­ta­gó­ni­ca com­pli­ci­dad del nar­co gobierno egip­cio, cons­tru­yen­do un alto muro para ence­rrar a los gaza­tíes en el Sinaí, y sepul­tar así la cau­sa pales­ti­na, y a ese pue­blo, el cual ve como la pro­me­sa de un Esta­do se ale­ja cada vez más a lo lar­go de los dece­nios, y como la AP repri­me cual­quier inten­to de levan­ta­mien­to popu­lar en Yenín, Nablus y otras loca­li­da­des de la mar­gen occi­den­tal, hoy tam­bién sal­va­je­men­te agre­di­das por el ejér­ci­to del apartheid.

Pero por el otro lado, se olvi­da que el pue­blo pales­tino está cada vez más cons­cien­te de que Hamas, la Yihad Islá­mi­ca, el Fren­te Popu­lar de Libe­ra­ción de Pales­ti­na y otras mili­cias de la resis­ten­cia están luchan­do por su liber­tad, y se des­en­tien­den de los fal­sos estig­mas con que las poten­cias quie­ren marcarlo.

Los mejo­res ejem­plos con­tra tal cali­fi­ca­ción han sido las decla­ra­cio­nes de rehe­nes israe­líes libe­ra­dos que hablan del buen tra­to reci­bi­do de Hamas. Mien­tras, en el otro extre­mo han sali­do a luz los atro­ces vejá­me­nes, tor­tu­ras, humi­lla­cio­nes y muchas veces el ase­si­na­to a los que son some­ti­dos los y las pri­sio­ne­ros pales­ti­nos por par­te del ejér­ci­to israelí.

Al mis­mo tiem­po, la pobla­ción pales­ti­na de la mar­gen occi­den­tal y Gaza son tes­ti­gos de la cate­gó­ri­ca derro­ta mili­tar y polí­ti­ca que le está infli­gien­do Hamas a «Israel», atra­yen­do con ello el apo­yo popular.

Final­men­te, la recien­te acep­ta­ción de «Israel» de sen­tar­se a una mesa de nego­cia­cio­nes con Hamas, sea median­te la media­ción de Qatar o la de que estas se desa­rro­lla­rían en París, son una nue­va mues­tra cate­gó­ri­ca del triun­fo polí­ti­co del Movi­mien­to, aún con­tra todas las cons­pi­ra­cio­nes teji­das en su con­tra y la con­ti­nua­ción de los bom­bar­deos sio­nis­tas sobre Rafah.

Mikhael Mar­zu­qa

2 de mar­zo de 2024

Fuen­te: https://espanol.almayadeen.net/articles/1826953/hamas-y-la-desmitificaci%c3%b3n-de-un-estigma

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