Un alto dirigente de la resistencia palestina ha hablado con Al-Akhbar.
A todos nos ha quedado claro que los intereses de la resistencia exigen que Hamas sea fuerte. Lo que está ocurriendo sobre el terreno no permite ninguna forma de competencia entre las fuerzas de la resistencia. Hamas ha actuado bien tanto militar como políticamente, ha estado a la altura de sus responsabilidades, ha soportado importantes presiones y se ha ganado su posición por méritos propios, no como un favor de nadie. Por ello, todo el mundo ha seguido con satisfacción su liderazgo, y todas las consultas que se le han hecho sobre cualquier detalle no niegan el sustancial margen de autoridad de que goza, correspondiendo siempre a ella la última palabra.
La aceptación del liderazgo de Hamas no ha supuesto ningún peligro ni perjuicio para los planes de los combatientes sobre el terreno.
Los mediadores, algunos aliados y todos los enemigos quedaron sorprendidos por la competente gestión de la situación sobre el terreno. No podían creer que la gestión sobre el terreno siguiera normas claras sin ambigüedades, que la cooperación sobre el terreno se desarrollara sin problemas y que la dirección de Hamas en el exterior no tomara ninguna decisión sin consultar a todos, especialmente con la dirección de Al-Qassam en el corazón de Gaza.
Los intentos fallidos murieron en el acto, ya fueran del propio enemigo «israelí», directamente o a través de mediadores árabes o extranjeros, y de algunos agentes «israelíes» que trabajan en organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas. Intentaron (https://t.me/PalestineResist/31968) abrir canales de comunicación con los líderes locales de Gaza, pero se encontraron con la chocante respuesta de acudir a Hamas. Después intentaron abrir canales laterales con el Frente Popular [para la Liberación de Palestina] y facciones de la Organización para la Liberación de Palestina que tienen alas militares en la Franja, y dirigieron una iniciativa que creían que sería tentadora para los dirigentes de la Yihad Islámica [palestina], sólo para oír la misma respuesta. No obstante, el enemigo sigue intentando romper la unidad que respalda a Hamas.
Los últimos intentos se producirán en los próximos días, a raíz de una invitación cursada en nombre del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi a través de su jefe de inteligencia, el general de división Abbas Kamel, a altos dirigentes del Frente Popular (https://t.me/PalestineResist/43112) y de la Yihad Islámica (https://t.me/PalestineResist/43162) para que visiten El Cairo a fin de celebrar consultas sobre la situación y la posibilidad de «crear un avance que conduzca a un acuerdo que Estados Unidos quiere que se produzca ya».
Las facciones visitarán Egipto y habrá reuniones separadas o conjuntas. Se espera que una delegación de dirigentes de Hamas llegue también a Egipto, donde estarán presentes representantes de Estados Unidos y Qatar, mientras que los «israelíes» estarán sentados en un hotel privado esperando los resultados de las reuniones. Sin embargo, está claro y decidido por las facciones de la resistencia que el mensaje que se transmitirá a los egipcios o a cualquier otra parte presente será muy superior a la postura anunciada por Hamas. En ese momento, quizás todos entren en razón y comprendan que la resistencia se encuentra en su nivel más alto de armonía, con la esperanza de que dejen de soñar con una división construida sobre ilusiones de las que nadie conoce el origen, pero que muy probablemente reflejarán los deseos de la mayoría de los enemigos de la resistencia.
El propio enemigo, así como los estadounidenses, los egipcios e incluso los qataríes y otras partes, creían que había diferencias de puntos de vista entre las fuerzas de la resistencia, ya fuera en Gaza o dentro del Eje de la Resistencia. Basaban su valoración en la premisa de que la operación Inundación de Al-Aqsa no se produjo tras una consulta previa con las facciones palestinas o las fuerzas del Eje, y que la valoración sobre la naturaleza de la participación de las fuerzas del Eje en la batalla también refleja desacuerdos. Los enemigos apostaban también por que las diferencias existentes en el seno del movimiento Hamas respecto a cuestiones previas a la operación Inundación de Al-Aqsa provocaran una crisis en la gestión de la batalla, y que las demás facciones se vieran sometidas a las presiones del pueblo sufriente más que la propia Hamas.
El debate que tuvo lugar en la primera semana tras la operación Inundación de Al-Aqsa concluyó a favor de abrir frentes de apoyo a la resistencia en todos los lugares posibles, desde Líbano hasta Siria, Irak y Yemen, y lanzar una operación de apoyo directo a la resistencia en Palestina, ya sea en Cisjordania o en la propia Gaza. La Sala de Operaciones Conjuntas para las fuerzas de la resistencia, situada fuera de Palestina, dirige un programa de trabajo encaminado a lograr varios objetivos, entre ellos proporcionar los requisitos de apoyo directo a los combatientes en Gaza, suministrar a las brigadas de la resistencia en Gaza informes diarios de inteligencia con un seguimiento preciso de los movimientos de las fuerzas de ocupación dentro y fuera de la Franja, además de un programa intensivo en curso para pasar de contrabando armas adecuadas a los combatientes en Cisjordania, e incluso a Gaza, con un gran esfuerzo por superar los obstáculos que plantean los regímenes aliados del enemigo.
Las consultas abiertas con la Guardia Revolucionaria de Irán, y con las direcciones de Hezbolá y Ansarallah, han llevado a intensificar el programa de operaciones de apoyo, ejerciendo una fuerte presión sobre el enemigo y sus aliados, y ésta es una opción que no se detendrá independientemente del nivel de presión política o sobre el terreno por parte del enemigo y sus aliados. Los frentes de apoyo han conseguido estrechar el margen de los aliados árabes del enemigo, ya que nadie en Líbano, Siria o Irak puede impedir que la resistencia desempeñe su papel. Ni siquiera los que piden el fin de la guerra son capaces de condenar las acciones de la resistencia. Lo mismo ocurre en otras zonas, como Jordania, donde sus autoridades toman las medidas más duras para impedir que las armas lleguen a Palestina, pero temen hacer declaraciones que puedan hacer estallar la situación, a pesar de beneficiarse enormemente de la «falta de conciencia política» entre las fuerzas y grupos islámicos.
Los intereses de los aliados de Estados Unidos habrían sido distintos si tuvieran una agenda diferente. Hoy, ven y sienten el estado del ejército de ocupación y cómo su prestigio ha quedado destrozado en Gaza. Ya no puede prometer seguridad a su público ni a sus soldados, así que ¿cómo puede prometer servicios de protección a otros? En lugar de plantear sus reivindicaciones, conspiran contra la resistencia en todos los foros. Están preparando una campaña política para responsabilizar a la resistencia de lo ocurrido en la Franja de Gaza, y ofrecen generosos fondos si la población de Gaza derroca a los líderes de la resistencia. Este es el caso de muchos, a los que la resistencia sólo puede tratar como socios del enemigo en su guerra y también en su calamidad.
La postura de la resistencia ante las propuestas actuales es clara y sencilla. Hamas ha comunicado primero a los qataríes, y con más franqueza que a los egipcios, que todas las ideas y posiciones deben plasmarse en un texto escrito en un lenguaje claro, y que los mecanismos de aplicación deben ser sencillos y no estar sujetos a interpretación. Estados Unidos, Egipto y Qatar deben traer papeles firmados por el gobierno enemigo con la aprobación pública de Benjamin Netanyahu personalmente, y Estados Unidos debe explicar sus mecanismos para garantizar el compromiso del enemigo con cualquier acuerdo. No hay lugar para una solución sin un camino claro para poner fin a la guerra contra Gaza.
En el último mensaje enviado por la dirección de las Brigadas Al-Qassam a los negociadores en el extranjero, se decía: Permaneced firmes y no os dejéis engañar por lo que digan los mediadores. El enemigo no ha conseguido nada en Rafah y se enfrenta a un fracaso, como ocurrió en Khan Younis y anteriormente en el centro y el norte de Gaza. La resistencia es capaz de mantenerse firme durante mucho tiempo, tiene una gestión precisa de sus arsenales militares y mecanismos de acción, ¡y también posee sorpresas que el enemigo y sus aliados no pueden imaginar!
Fuente: https://t.me/PalestineResist
5 de junio de 2024