Las operaciones de resistencia en la ocupada Cisjordania están experimentando una notable intensificación, intentando eludir las restricciones impuestas por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina a la resistencia local, mediante el arresto político y la eliminación de las operaciones de resistencia en su inicio, a pesar de que la ocupación sionista continúa la guerra genocida contra Gaza.
El Centro de Información Palestina Mo’ta informó que la resistencia en Cisjordania llevó a cabo 28 acciones de resistencia en las últimas 24 horas.
El Centro precisó en un informe publicado este lunes que documentó 5 operaciones de tiro y enfrentamientos armados, así como la explosión de 4 artefactos explosivos, 2 acciones de lanzamiento de bombas molotov y petardos, la respuesta a ataques de colonos, la destrucción de dos vehículos de colonos y los daños a un vehículo militar.
También destacó enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas de ocupación en 11 puntos diferentes de Cisjordania, así como dos manifestaciones condenando los crímenes de la ocupación.
Desde principios de año hasta el 2 de agosto de 2024, los combatientes de la resistencia llevaron a cabo 687 operaciones de tiro y enfrentamientos armados en Cisjordania, que dejaron 10 soldados y colonos muertos y 61 heridos.
Desde el 7 de octubre, el Centro de Información Palestina Mo’ta registra que las operaciones de resistencia en Cisjordania, Jerusalén Este y los territorios ocupados han causado 39 bajas sionistas y 443 heridos desde el 7 de octubre.
Fuentes militares del ejército de ocupación dicen que los tiroteos en Cisjordania se triplicaron en 2023 en comparación con años anteriores, y el ejército registró alrededor de 50 operaciones de tiro en 2021, en comparación con 350 incidentes similares en 2023.
Las encuestas realizadas por el Centro Palestino de Investigación Política muestran que más del 58% de los palestinos apoyan la lucha armada para poner fin a la ocupación y romper el actual estancamiento político.
La ola de grupos armados en Cisjordania se amplió tras la Operación Diluvio de Al-Aqsa, del 7 de octubre de 2023, con un aumento del número de jóvenes combatientes, a pesar del creciente número de mártires y detenidos, los ataques aéreos y la destrucción de viviendas de personas buscadas.
Los datos de la Oficina Central Palestina de Estadísticas indican que el número de mártires en la ocupada Cisjordania ha llegado a 620 palestinos, el 75 por ciento de los cuales son jóvenes y niños.
El ejército de ocupación sigue una política de cortar de raíz el césped» para impedir el crecimiento de la resistencia en Cisjordania. Decenas de operaciones militares sionistas han causado enormes daños a la infraestructura de las ciudades de Yenin y su campamento, así como de Tulkarem y sus campamentos, incluidas excavaciones y destrucción de redes de carreteras, agua, electricidad y alcantarillado.
Esta política pretende impedir que la resistencia respire o incluso intente realizar operaciones a gran escala, como las que se produjeron durante la segunda Intifada de Al-Aqsa, buscando establecer la idea de arrepentimiento y que el coste pagado por los palestinos superaron con creces los resultados beneficiosos de una resistencia continua.
Esto se produce en medio de un aumento de las detencions, donde un informe conjunto de los Comités de Prisioneros y Liberados, la Asociación Ad-Dhameer para Prisioneros y Derechos Humanos y el Club de Prisioneros Palestinos documentó que, hasta principios de agosto de 2024, la ocupación arrestó a 9.900 palestinos, incluidos 3.432 en detención administrativa, al menos 250 niños y 86 mujeres, de las cuales 23 en detención administrativa.
Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad de la Autoridad en Ramallah, incapaces de proteger a los ciudadanos palestinos de los ataques diarios de los colonos, continúan persiguiendo a sus oponentes y llevando a cabo campañas de arresto político, a pesar de sus llamamientos a la resistencia popular contra la expansión colonial.
A pesar de la continuación de la guerra de exterminio de la ocupación contra Gaza, las fuerzas de seguridad arrestaron a decenas de jóvenes después de su participación en protestas contra el asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán.
Según datos de derechos humanos, las fuerzas de seguridad de la Autoridad en la Cisjordania ocupada mantienen en detención a más de 150 ciudadanos palestinos, incluidos combatientes de la resistencia y personas buscadas por la ocupación, estudiantes universitarios, exprisioneros, predicadores, escritores y periodistas, y se niegan a liberarlos a pesar de varias decisiones judiciales que lo estipulan.
Una fuente, no identificada por el periódico, dice que las recientes detemcopmes políticas tuvieron lugar después de una manifestación en la que se ondearon banderas de Hamas por primera vez en la ciudad en muchos años. Las fuerzas de seguridad persiguieron a quienes consideraban miembros de Hamas que organizaron la manifestación y a los activistas que asistieron al evento, ya fuera cantando o agitando banderas verdes.
La fuente añade: «Tenemos una lista de diez personas arrestadas por el Servicio de Seguridad Preventiva en particular, que fueron presentadas a la fiscalía y su detención se extendió por períodos variables. Lamentablemente, fueron acusados de los cargos habituales, como pertenencia a una organización prohibida o incitación a la lucha sectaria, pero la investigación se centró en su participación activa en la protesta contra el asesinato de Haniyeh por Israel, acusándolos de estar detrás del llamamiento y la organización de la manifestación».
La fuente confirma que cualquier acción dirigida contra la ocupación, ya sea resistencia militar, llamamientos a la insurrección o manifestaciones, acaba en arresto y procesamiento por parte de la seguridad palestina.
Pero lo que es aún más peligroso que el arresto político es la persecución de los combatientes de la resistencia, los tiroteos y arrestos, como ocurrió con uno de ellos en Nablus hace dos días, y la presión ejercida sobre los combatientes armados para que se rindan y desactiven los artefactos explosivos que colocan en las carreteras utilizadas por los vehículos de ocupación que invaden las zonas palestinas.
Ismail Awkal, buscado por las fuerzas de ocupación, resultó herido por las balas disparadas por las fuerzas de seguridad palestinas en la ciudad vieja de Naplus el jueves pasado. Las fotografías muestran rastros de sangre esparcidos en distancias cortas mientras la víctima era arrastrada por el suelo, según testigos que prefirieron permanecer en el anonimato.
Uno de ellos dice que «Awkal sospechó de la aproximación de personas armadas vestidas de civil, pensando a primera vista que eran mousta’ribeen [agentes israelíes disfrazados de palestinos o árabes para recabar información o llevar a cabo asesinatos] afiliados a las fuerzas de ocupación. Sin embargo, uno de ellos le disparó a quemarropa, antes de rodearlo y arrastrarlo por el suelo mientras sangraba. A través de sus conversaciones, descubrimos que estaban afiliados al Servicio de Seguridad Preventiva Palestino».
Awkal (28 años), un preso liberado cercano al Frente Popular para la Liberación de Palestina, ha sido arrestado varias veces. La primera vez fue cuando era menor de edad en 2010; pasó 20 meses detenido antes de ser liberado en la Transacción de Liberación de los Héroes, luego fue arrestado nuevamente en 2012 y pasó 15 meses en prisión. Fue arrestado por tercera vez en 2014, cumplió una sentencia de 28 meses y fue arrestado nuevamente el 6 de octubre de 2021 para pasar aproximadamente dos años en prisiones de ocupación.
Awkal sufre de una condición médica difícil que requiere cuidados especiales. No puede ver en su ojo izquierdo, fue sometido a una cirugía para colocarle una «plaqueta» en sus piernas y sufre de debilidad general del músculo cardíaco tras haber sido atropellado por un vehículo militar sionista durante su infancia.
Este no es el primer intento de localizar a un fugitivo para arrestarlo y confiscar su arma. En los últimos meses, las autoridades han intentado arrestar a fugitivos notables, como fue el caso del luchador de la resistencia Mohamed Abu Shujaa dentro del Hospital Thabet Thabet en Tulkarem y Ahmad Abu Dawas, miembro de los Tubas y buscado por las fuerzas de ocupación sionistas.
El ritmo del seguimiento de seguridad aumenta con el aumento de las acciones de resistencia contra la ocupación y disminuye cuando las acciones de resistencia se debilitan. Un miembro de la brigada Tubas indica que en el período actual se está observando gran diversidad en los métodos de ataque a las fuerzas de ocupación, incluido el fuego directo, la colocación de artefactos explosivos y un nuevo método para atrapar vehículos cercanos de las fuerzas de ocupación.
Subraya que el seguimiento de los combatientes de la resistencia por parte de los servicios de seguridad de la Autoridad limita la actividad de la resistencia: «Estas actividades son más difíciles que las de la ocupación, porque establecen controles y bloquean los movimientos de la brigada, mientras que las incursiones de la ocupación puede ser predecibles y la situación puede ajustarse refugiándose en lugares secretos y accesibles para el enfrentamiento, lo que hace que el arresto de jóvenes sea más difícil para la ocupación».
Recientemente, se han incrementado los fallos de los servicios de seguridad a la hora de impedir numerosas operaciones planeadas por la resistencia en Cisjordania, utilizando diversos medios, principalmente la detención de los planificadores o ejecutores de estas operaciones, como fue el caso de Awkal y otros antes que él.
Los servicios de seguridad de la Autoridad también lograron obtener confesiones sobre los lugares donde se colocaron artefactos explosivos caseros destinados a las fuerzas de ocupación sionistas y enviaron equipos especializados de la Unidad de Explosivos e Ingeniería de Seguridad Palestina para retirar los artefactos, desactivarlos y luego detonarlos en zonas abiertas.
El abogado Ibrahim Al-Amer confirma que las detenciones políticas no han cesado desde el inicio de la guerra contra Gaza, y que muchos casos son clasificados como casos «de seguridad», lo que hace que las decisiones judiciales de liberación no se ejecuten y queden sin justificación jurídica ni juicio judicial.
Dijo en declaraciones a la prensa: «A veces las decisiones de liberación se cancelan sin justificación real o razones legales válidas, como sucede y sigue sucediendo con muchos detenidos políticos de manera continua e ininterrumpida».
Dijo que determinar el verdadero motivo del arresto no es fácil. La investigación gira principalmente en torno a cuestiones políticas, pero en los tribunales las acusaciones se centran en cargos legales sin que se presenten pruebas sustanciales ante el tribunal que establezcan, ni siquiera de forma preliminar, la culpabilidad del detenido político de las acusaciones en su contra.
13 de agosto de 2024
Fuente: https://french.palinfo.com/rapports/2024/08/13/311783/