Apo­yar a Pales­ti­na es apo­yar al Eje de la Resistencia

Sabe­mos que «Israel» es una enti­dad geno­ci­da y terro­ris­ta, pero es nece­sa­rio com­pren­der las impli­ca­cio­nes de su natu­ra­le­za colo­nial. El geno­ci­dio es una con­di­ción de posi­bi­li­dad para su super­vi­ven­cia. Es colo­ni­za­ción por sus­ti­tu­ción de los nati­vos pales­ti­nos. El Ente tie­ne des­de antes de su fun­da­ción una aspi­ra­ción expan­sio­nis­ta estam­pa­da, por cier­to, ofi­cio­sa­men­te en la ban­de­ra: una fran­ja azul para el rio Nilo en Egip­to, una fran­ja azul para el rio Éufra­tes en Irak. Si bien es cier­to que algu­nos sio­nis­tas libe­ra­les han inten­ta­do teo­ri­zar que repre­sen­tan el Medi­te­rrá­neo y el Jor­dán con una con­quis­ta y exter­mi­nio que «sólo» se cir­cuns­cri­bi­ría a Pales­ti­na, la His­to­ria indi­ca otra cosa. No solo han ocu­pa­do el Sinaí egip­cio en el pasa­do, sino que aún hoy ocu­pan y des­tru­yen Líbano y Siria. El peli­gro es exis­ten­cial para todos los pue­blos de la región y más allá. Pode­mos citar el plan de des­es­ta­bi­li­za­ción y des­truc­ción de Irán, su cola­bo­ra­ción en el geno­ci­dio en Arme­nia o Yemen –acre­di­tan­do por enési­ma vez que no exis­te nin­gún con­flic­to reli­gio­so – , o por ejem­plo la cola­bo­ra­ción con el Daesh y Al Qaeda.

«Israel» no es más que la pun­ta de lan­za del impe­ria­lis­mo. Con un cier­to gra­do de auto­no­mía que pue­de lle­gar a ser incó­mo­do si, al dejar­se lle­var por su polí­ti­ca inter­na, afec­ta intere­ses inme­dia­tos de la polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se, pero nun­ca inde­pen­dien­te; es fiel a la éli­te bur­gue­sa impe­rial. Una par­te de esta bur­gue­sía, al ser judía, supo apun­tar­se un tan­to alis­tán­do­se tar­día­men­te a la cau­sa sio­nis­ta. Así se con­vir­tie­ron en emba­ja­do­res e inter­me­dia­rios con el nue­vo alia­do israe­lí, que tam­bién esta­ba deseo­so por tener un nue­vo patro­ci­na­dor tras la deca­den­cia de los impe­rios bri­tá­ni­co y fran­cés. Sólo por sus pro­pios intere­ses se hicie­ron sio­nis­tas estos bur­gue­ses judíos a fina­les de los años 60, tal y como ha des­cri­to Nor­man Fin­kels­tein. El llo­ra­do coman­dan­te liba­nés Nash­ra­llah no dejó dudas en sus dis­cur­sos sobre aque­llo de que «los judíos con­tro­lan­do el mun­do» no es mate­ria­lis­ta, sino una ton­te­ría y pre­jui­cio al ser­vi­cio de la cla­se domi­nan­te que impi­de ana­li­zar la reali­dad de nues­tra lucha.

Con res­pi­ra­ción asis­ti­da y una trans­fu­sión de san­gre con­ti­nua se man­tie­ne este mons­truo colo­nial tras más de un año de un geno­ci­dio y una resis­ten­cia con pocos pre­ce­den­tes. Ni el pue­blo pales­tino ni la Resis­ten­cia se enga­ñan a sí mis­mos: es evi­den­te que esta­mos com­ba­tien­do con­tra el impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano y sus saté­li­tes OTAN-UE. Asu­mien­do la reali­dad des­de esta par­te de Euro­pa deja­ría­mos poco sitio a los ridícu­los y des­ta­pa­ría­mos mejor las hipo­cre­sías y ambi­güe­da­des opor­tu­nis­tas. Por supues­to, el cen­tro impe­ria­lis­ta no es homo­gé­neo y no pode­mos dejar de apro­ve­char las con­tra­dic­cio­nes con inte­li­gen­cia. Sir­va como botón de esta mues­tra la feli­ci­ta­ción de Hamás a Pedro Sán­chez por las decla­ra­cio­nes que ha lle­ga­do a pro­nun­ciar para con­ten­tar a su pro­pia parro­quia. Ahó­rren­se los pater­na­lis­mos: la Resis­ten­cia apro­ve­cha las con­tra­dic­cio­nes con inte­li­gen­cia. Se agra­va un con­flic­to diplo­má­ti­co cal­cu­la­do, se rom­pe el dis­cur­so úni­co euro­peo, se per­ju­di­ca el huma­nis­mo con­for­mis­ta, se per­mi­te que se avan­cen posi­cio­nes en los sec­to­res más adic­tos al sta­tus quo… Este tipo de ele­men­tos en el con­tex­to de lucha con­tra el exter­mi­nio pue­den lle­gar a ser cruciales.

Esta base impe­ria­lis­ta a la que nos enfren­ta­mos es una for­ta­le­za inex­pug­na­ble, pero la His­to­ria está pla­ga­da de for­ta­le­zas inex­pug­na­bles que caen. Una fal­sa reti­ra­da enemi­ga, una con­tra­dic­ción intes­ti­na que aca­ba en trai­ción y se abren las puer­tas, una audaz entra­da sor­pre­sa que pro­vo­ca una reti­ra­da… La nece­si­dad, o la codi­cia. No se pue­de ven­cer a la enti­dad sio­nis­ta por la fuer­za bru­ta, pero ade­más de la expe­rien­cia empí­ri­ca de que todos los impe­rios caen, –y lo que sube baja – , este rei­no cru­za­do fun­da­do el siglo pasa­do no pare­ce poder supe­rar su pro­pia deca­den­cia y con­tra­dic­cio­nes inter­nas. Muchos ana­lis­tas hablan de entre dos y cin­co años para su implosión.

Para ace­le­rar esa caí­da y sobre todo para evi­tar una matan­za mayor, debe evi­tar­se una gue­rra total y ven­cer por ago­ta­mien­to. Este es el sen­ti­do estra­té­gi­co del Eje de la Resis­ten­cia: ago­ta­mien­to mili­tar de la ocu­pa­ción, su rui­na eco­nó­mi­ca, el fin de la vida pri­vi­le­gia­da a cos­ta del expo­lio colono a los nati­vos. Tene­mos la resi­lien­cia abne­ga­da, sacri­fi­ca­da, pacien­te, y en fren­te las nece­si­da­des pri­mer­mun­dis­tas y el odio impa­cien­te de los expo­lia­do­res. Des­po­seí­dos con­tra poseedores.

Pales­ti­na, el Levan­te, la Nación Ára­be en gene­ral en todas sus lati­tu­des tie­nen una amplia y rica his­to­ria de resis­ten­cia anti­co­lo­nial, no hemos inven­ta­do nada. Se ha estu­dia­do, se ha man­te­ni­do la memo­ria his­tó­ri­ca, se han leí­do y apren­di­do las expe­rien­cias de los cam­pe­si­nos, de los des­po­seí­dos… A Fidel Cas­tro, a Vo Ngu­yen Giap y a Mao Tse-Tung. Se ha oído a los vete­ra­nos, se ha com­par­ti­do duran­te déca­das con todos los resis­ten­tes anti­co­lo­nia­lis­tas, anti­im­pe­ria­lis­tas. Y en todo este tiem­po no se ha deja­do en nin­gún momen­to de resis­tir. Pales­ti­na tie­ne un siglo de com­ba­te: gene­ra­ción tras generación.

La his­to­ria de sus pue­blos her­ma­nos es muy simi­lar. Pri­me­ro revo­lu­cio­nes socia­lis­tas, y más tar­de la revo­lu­ción ira­ní, con­tri­bu­ye­ron en el desa­rro­llo de las capa­ci­da­des de esta Resis­ten­cia. La ira­ní ha sido vital de hecho en los últi­mos años. La Repú­bli­ca Islá­mi­ca ha cola­bo­ra­do con las fuer­zas pales­ti­nas inde­pen­dien­te­men­te de si eran islá­mi­cas, o comu­nis­tas, siem­pre que tuvie­ran como obje­ti­vo la libe­ra­ción nacio­nal. Esto hay que enten­der­lo con todas las con­tra­dic­cio­nes que ope­ran, indu­da­ble­men­te. Pero es inne­ga­ble que hoy la vic­to­ria está al alcan­ce gra­cias a la Repú­bli­ca Islá­mi­ca de Irán y su pro­yec­to de soli­da­ri­dad internacional.

Al con­tra­rio de lo que dicen opi­na­do­res, difa­ma­do­res y la lógi­ca capi­ta­lis­ta, el Eje de la Resis­ten­cia no es una orga­ni­za­ción jerár­qui­ca. Se fun­da­men­ta en el res­pe­to de que cada movi­mien­to de libe­ra­ción nacio­nal tie­ne unas nece­si­da­des y, sobre todo, un com­pro­mi­so inter­na­cio­na­lis­ta por enci­ma de sus intere­ses. Ésta es la fór­mu­la que hace tem­blar a «Israel»: todo para la Resistencia.

Sabe­mos que la resis­ten­cia liba­ne­sa no esta­ba ente­ra­da de la ope­ra­ción del 7 de octu­bre que rom­pió los muros del cam­po de con­cen­tra­ción de Gaza y que ello no le impi­dió cola­bo­rar aún con­tra sus intere­ses inme­dia­tos. Sabe­mos inclu­so que ni siquie­ra el bra­zo polí­ti­co de Hamas esta­ba ente­ra­do. Se ente­ra­ron antes que ellos los com­ba­tien­tes comu­nis­tas de la Fran­ja pues­to que par­ti­ci­pa­ron en la ofen­si­va mili­tar. De igual y desin­te­re­sa­da mane­ra cola­bo­ran Yemen, la resis­ten­cia ira­quí, inclu­so la bah­rei­ní. Tam­po­co sin la pacien­te cola­bo­ra­ción de la Repú­bli­ca Ára­be Siria sería posi­ble esta Resis­ten­cia. Todas estas fuer­zas uni­das no pue­den ven­cer a «Israel» en una gue­rra total, ni siquie­ra con la par­ti­ci­pa­ción de Irán. Pare­ce poco pro­ba­ble que bajo este méto­do «Israel» igual­men­te ven­za. Su estra­te­gia de inten­tar pro­vo­car un enfren­ta­mien­to total antes de que sea dema­sia­do tar­de para su pro­yec­to colo­nial tie­ne más que ver con que cuen­ta con la impli­ca­ción direc­ta de todo el blo­que impe­ria­lis­ta a su favor. De fon­do, midien­do aún más los tiem­pos y con pru­den­cia, las gran­des poten­cias con­tra­he­ge­mó­ni­cas tam­bién son acto­res nece­sa­rios para la fuer­za de la Resis­ten­cia. La reac­ción a este pro­ce­so es que en muchas lati­tu­des la puer­ta a pro­ce­sos de libe­ra­ción se está abrien­do, al menos en esta etapa.

Irán no debe lan­zar un ata­que total, por­que no es el camino a la vic­to­ria. Pero no cai­ga­mos en la fala­cia de con­fun­dir su cola­bo­ra­ción indi­rec­ta y su pacien­cia estra­té­gi­ca con la com­pli­ci­dad de los regí­me­nes reac­cio­na­rios ára­bes cuyo sos­te­ni­mien­to por el impe­ria­lis­mo está con­di­cio­nan­do pre­ci­sa­men­te a que sean la mura­lla exte­rior de la for­ta­le­za sio­nis­ta. Por mucha ver­bo­rrea y tea­tri­llos que ten­gan que hacer para tra­tar de sol­tar algo de la pre­sión de las masas a las que opri­men, y que ter­mi­na­rán por estallar.

Tam­bién es pro­ba­ble que la pro­pia debi­li­dad impe­rial pro­vo­que que deci­da morir matan­do y el con­flic­to se haga total, con­tra la volun­tad del Eje de la Resis­ten­cia y de la Huma­ni­dad. En par­te está ocu­rrien­do ya al exten­der­se al Líbano o en las matan­zas de civi­les en Yemen. Por ello, las revo­lu­cio­na­rias y revo­lu­cio­na­rios en el cen­tro impe­ria­lis­ta debe­mos dar un paso al fren­te y pre­pa­rar la soli­da­ri­dad inter­na­cio­na­lis­ta con el Eje de la Resis­ten­cia para evi­tar el exter­mi­nio total al que nos avo­ca la indus­tria de la matan­za huma­na, la cara real del capitalismo.

Los pue­blos nece­si­tan nues­tro apo­yo para su super­vi­ven­cia. Solo se nece­si­tan a sí mis­mos para luchar has­ta el final y para hacer que sea posi­ble su pro­pia libe­ra­ción, pero la san­gre pue­de dejar de derra­mar­se mucho antes con un apo­yo con­tun­den­te y con­du­cir a una vic­to­ria eman­ci­pa­do­ra para las masas oprimidas.

Con la vic­to­ria de Pales­ti­na se habrá demos­tra­do que la lucha mere­ce la pena y que la vic­to­ria se obtie­ne com­ba­tien­do y enfren­tan­do la eli­mi­na­ción de la opre­sión, no nego­cian­do con los opre­so­res. Cator­ce millo­nes de pales­ti­nas y pales­ti­nos recla­man la tie­rra que les corres­pon­de por dere­cho. Inclu­so según el Dere­cho Inter­na­cio­nal bur­gués deben vol­ver a sus luga­res de ori­gen, a su tie­rra. Nues­tra tie­rra. Una tie­rra usur­pa­da, de tenen­cia comu­nal (la musha’a). Los regí­me­nes reac­cio­na­rios temen a la revo­lu­ción pales­ti­na por­que será una heri­da mor­tal con­tra la pro­pie­dad, por­que trae nece­sa­ria­men­te el repar­to de los recur­sos para la vida, la dig­ni­dad ardien­te de vivir en el esfuer­zo común y que en la resis­ten­cia y resi­lien­cia colec­ti­va no ha deja­do de arder.

«El anti­im­pe­ria­lis­mo le da impul­so al socia­lis­mo, si no se deja de luchar en medio de la bata­lla y solo si no se lle­ga a un acuer­do con el impe­ria­lis­mo. En ese caso de lle­gar a un acuer­do, ese movi­mien­to nun­ca podrá con­ver­tir­se en socia­lis­ta, pero si se con­ti­núa luchan­do, es natu­ral que el movi­mien­to anti­im­pe­ria­lis­ta se desa­rro­lle en una posi­ción socia­lis­ta. […] cla­ses que luchan con­tra el impe­ria­lis­mo no solo por su dig­ni­dad, sino por su sus­ten­to. Y era este camino el que con­du­ci­ría direc­ta­men­te al socia­lis­mo». Ghas­san Kanafani

Taher Ali

30 de octu­bre de 2024

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