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De vuel­ta a los ele­fan­tes blan­cos: la nue­va estra­te­gia de desa­rro­llo de Occi­den­te para África

«La nue­va estra­te­gia de inver­sión exte­rior de Euro­pa debe vol­ver a los mode­los comer­cia­les his­tó­ri­cos. Vamos a vol­ver a los ele­fan­tes blan­cos de los años 70, por­que eso es lo que quie­ren nues­tros socios.» — Fun­cio­na­rio del G7 en un dis­cur­so sobre comer­cio y finanzas

«La era de la domi­na­ción occi­den­tal ha ter­mi­na­do defi­ni­ti­va­men­te.» — Josep Borrell (2024), Alto Repre­sen­tan­te de la Unión Euro­pea para Asun­tos Exte­rio­res y Polí­ti­ca de Segu­ri­dad /​Vice­pre­si­den­te de la Comi­sión Europea

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El 28 de enero de 2024, tres miem­bros de la Comu­ni­dad Eco­nó­mi­ca de Esta­dos de Áfri­ca Occi­den­tal (CEDEAO), Níger, Mali y Bur­ki­na Faso, anun­cia­ron su reti­ra­da de la CEDEAO. Crea­da en 1974, la CEDEAO es una comu­ni­dad eco­nó­mi­ca regio­nal que sir­ve de impor­tan­te blo­que comer­cial para refor­zar la inte­gra­ción regio­nal y la coope­ra­ción eco­nó­mi­ca entre sus 15 paí­ses miem­bros. La deci­sión de los tres paí­ses de aban­do­nar tan abier­ta­men­te el blo­que comer­cial está rela­cio­na­da con una serie de san­cio­nes impues­tas por la CEDEAO a sus gobier­nos mili­ta­res y con la obje­ción de los paí­ses a influen­cia fran­ce­sa en el blo­que2. La insa­tis­fac­ción des­de hace tiem­po con la CEDEAO tam­bién fue un fac­tor impor­tan­te; los paí­ses miem­bros inclu­yen algu­nas de las nacio­nes más ricas en recur­sos, pero, en gene­ral, los miem­bros han hecho pocos pro­gre­sos en los indi­ca­do­res socio­eco­nó­mi­cos vin­cu­la­dos a la pro­me­sa de la CEDEAO de pros­pe­ri­dad a tra­vés de la inte­gra­ción regional.

La incer­ti­dum­bre polí­ti­ca en el blo­que comer­cial se dete­rio­ró aún más a media­dos de febre­ro de 2024, cuan­do el pre­si­den­te sene­ga­lés Macky Sall apla­zó uni­la­te­ral­men­te las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del país y fue pos­te­rior­men­te des­ti­tui­do. Ante estos retos exis­ten­cia­les, la CEDEAO levan­tó las san­cio­nes con­tra Níger y otros paí­ses menos de un mes des­pués de impo­ner­las. Aun­que el posi­ble colap­so de la CEDEAO y la tra­yec­to­ria gene­ral de algu­nos paí­ses afri­ca­nos hacia el auto­ri­ta­ris­mo no parez­can un cam­bio radi­cal en la his­to­ria del con­ti­nen­te, el incen­dia­rio con­tex­to mun­dial que obli­gó a la CEDEAO a levan­tar las san­cio­nes no tie­ne pre­ce­den­tes. Los moto­res neo­co­lo­nia­les del actual colap­so del orden polí­ti­co en Sudán y el Con­go, así como el geno­ci­dio en cur­so en Pales­ti­na, son prue­bas inde­le­bles de que esta­mos entran­do en una era de vio­len­cia colo­nial pura y dura. La reac­ción al impe­ria­lis­mo cen­tra­do en Esta­dos Uni­dos es cada vez más fuer­te. En mar­zo de 2024, Níger sus­pen­dió todas sus rela­cio­nes mili­ta­res con Esta­dos Uni­dos, ale­gan­do pro­ble­mas con la usur­pa­ción esta­dou­ni­den­se de su soberanía

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. En esta situa­ción cam­bian­te, la diso­cia­ción epi­só­di­ca y ad hoc de los paí­ses del Sur res­pec­to a los del Nor­te y su domi­nio de blo­ques como la CEDEAO es repre­sen­ta­ti­va de un cam­bio más amplio en la resis­ten­cia de Áfri­ca a la subor­di­na­ción polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca a los paí­ses del G7.

En este con­tex­to, la nue­va estra­te­gia de desa­rro­llo de las poten­cias occi­den­ta­les en Áfri­ca ofre­ce impor­tan­tes pis­tas sobre cómo los paí­ses del G7 no están regis­tran­do los cam­bios que se están pro­du­cien­do en Áfri­ca4 [4]. En un dis­cur­so a puer­ta cerra­da sobre inver­sión, comer­cio y el foro finan­cie­ro, un fun­cio­na­rio del G7 des­cri­bió la nue­va estra­te­gia de inver­sión extran­je­ra de Euro­pa como una vuel­ta a los ele­fan­tes blan­cos de los años seten­ta. Aun­que el ora­dor uti­li­zó el tér­mino «ele­fan­te blan­co» para refe­rir­se al inte­rés de la Unión Euro­pea en finan­ciar infra­es­truc­tu­ras pesa­das, con la pro­me­sa de inver­sión y cre­ci­mien­to para los paí­ses recep­to­res, es evi­den­te que no enten­día su sig­ni­fi­ca­do. Un «ele­fan­te blan­co» es una infra­es­truc­tu­ra dema­sia­do cos­to­sa y que no gene­ra valor para la economía.

A la luz de la defi­ni­ción correc­ta del tér­mino, la nue­va estra­te­gia de desa­rro­llo de Occi­den­te pare­ce diri­gir­se hacia cos­to­sos pro­yec­tos de infra­es­truc­tu­ras, impul­sa­da por una com­pe­ten­cia reac­cio­na­ria, per­for­ma­ti­va, pero, en últi­ma ins­tan­cia, ima­gi­na­ria con Chi­na. Plan­teo esta cues­tión median­te un aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo entre la estra­te­gia de desa­rro­llo con­tem­po­rá­nea del G7 y el mode­lo de desa­rro­llo chino, que se ins­cri­be en el mar­co más amplio del fin del impe­ria­lis­mo diri­gi­do por Esta­dos Unidos.

Deli­mi­tar los orí­ge­nes: impe­ria­lis­mo his­tó­ri­co y orden mun­dial bipolar

La mayo­ría de los estu­dios com­pa­ra­ti­vos de las estra­te­gias de desa­rro­llo occi­den­ta­les y chi­nas en Áfri­ca no tie­nen en cuen­ta la reali­dad colo­nial y neo­co­lo­nial del desa­rro­llo afri­cano. Esta omi­sión cen­tral engen­dra una com­pa­ra­ción hue­ca que, en últi­ma ins­tan­cia, des­cui­da la cues­tión de la tem­po­ra­li­dad y la natu­ra­le­za his­tó­ri­ca de un orden mun­dial impe­rial uni­po­lar. Cen­trar la acción de los paí­ses afri­ca­nos impli­ca una car­to­gra­fía his­tó­ri­ca que no solo vin­cu­le el pasa­do con el pre­sen­te, sino que tam­bién sepa cuán­do y cómo se rom­pen las depen­den­cias. Tres hechos son esen­cia­les para cual­quier aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo de la com­pe­ten­cia entre Occi­den­te y Chi­na en África.

En pri­mer lugar, el actual patrón de desa­rro­llo glo­bal de Chi­na, que pue­de remon­tar­se inin­te­rrum­pi­da­men­te has­ta prin­ci­pios de la déca­da de 2000, no es com­pa­ra­ble a la his­to­ria cen­te­na­ria del impe­ria­lis­mo euro­peo en Áfri­ca. Esta tem­po­ra­li­dad está en el cen­tro de los aná­li­sis y no es sim­ple­men­te un aña­di­do. Euro­pa nun­ca ha aban­do­na­do Áfri­ca. El com­pro­mi­so de Chi­na con los paí­ses afri­ca­nos ha sido para­le­lo a la inje­ren­cia eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca de Euro­pa y Occi­den­te en la región. La rica his­to­ria de apo­yo de Chi­na a las luchas anti­im­pe­ria­lis­tas en Áfri­ca y a las ini­cia­ti­vas de coope­ra­ción Sur-Sur bajo el man­da­to de Mao Zedong ha sido amplia­men­te docu­men­ta­da y pre­sen­ta una visión muy dife­ren­te del desa­rro­llo arrai­ga­da en la soli­da­ri­dad con el Ter­cer Mundo

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. Sin embar­go, este aná­li­sis his­tó­ri­co se igno­ra por com­ple­to en la mayo­ría de los aná­li­sis domi­nan­tes y el com­pro­mi­so de Chi­na con Áfri­ca y el Sur des­de la déca­da de 2000 se equi­pa­ra con el mode­lo impe­ria­lis­ta occidental.

Como otros han argu­men­ta­do más con­cre­ta­men­te, la noción de impe­ria­lis­mo está arrai­ga­da en una estruc­tu­ra his­tó­ri­ca del capi­ta­lis­mo glo­bal, que no pue­de abs­traer­se y apli­car­se selec­ti­va­men­te al nue­vo mun­do bipo­lar (Capas­so & Kadri, 2023;

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Ajl 2024, Yeros 2024). Para exa­mi­nar y cri­ti­car los pro­yec­tos de inver­sión chi­nos, la noción, el con­tex­to y la natu­ra­le­za del impe­ria­lis­mo, anti­guo y nue­vo, deben fun­da­men­tar­se en la sis­te­ma­ti­za­ción de la extrac­ción capi­ta­lis­ta glo­bal. Un pun­to de par­ti­da en este sen­ti­do es obser­var que la estra­te­gia de «sali­da» o de inver­sión exte­rior de Chi­na sur­gió a raíz de su nota­ble éxi­to en la reduc­ción de la pobre­za inter­na. Por tan­to, la expe­rien­cia de desa­rro­llo de Chi­na no se basó en un mode­lo de extrac­ción impe­rial, que ha sido el modus-ope­ran­di de la mayo­ría de las nacio­nes desa­rro­lla­das occidentales.

En segun­do lugar, y en con­so­nan­cia con el pri­mer pun­to, la natu­ra­le­za y la esca­la de la inver­sión chi­na en Áfri­ca duran­te este bre­ve perío­do fue­ron trans­for­ma­do­ras debi­do a su enfo­que en las infra­es­truc­tu­ras y la sis­te­ma­ti­za­ción de la capa­ci­dad pro­duc­ti­va de los paí­ses afri­ca­nos. La estra­te­gia de «sali­da» de Chi­na, diri­gi­da por el Esta­do, ha abor­da­do el desa­rro­llo des­de una pers­pec­ti­va holís­ti­ca, cen­trán­do­se en la inver­sión pro­duc­ti­va y en las infra­es­truc­tu­ras como cla­ve para posi­bi­li­tar los víncu­los inter­sec­to­ria­les y transec­to­ria­les. Esto ha sido posi­ble gra­cias a la capa­ci­dad de Chi­na para con­tro­lar toda la cade­na de valor del desa­rro­llo: des­de la pro­vi­sión de finan­cia­ción a tra­vés de sus ban­cos esta­ta­les has­ta el desa­rro­llo, la fina­li­za­ción y la eje­cu­ción de los proyectos.

Este mode­lo de desa­rro­llo-inver­sión no coin­ci­de con la natu­ra­le­za de la inver­sión occi­den­tal, que se ha cen­tra­do en gran medi­da en el «desa­rro­llo blan­do» des­de fina­les de la déca­da de 1990 (véa­se más ade­lan­te). Y lo que es más impor­tan­te, los paí­ses cla­si­fi­ca­dos como de ren­ta baja y menos desa­rro­lla­dos se con­si­de­ra­ban extre­ma­da­men­te arries­ga­dos para el capi­tal occi­den­tal y, por tan­to, no eran un des­tino desea­ble para la inver­sión. La afluen­cia masi­va de inver­sio­nes chi­nas a estos paí­ses ha eli­mi­na­do de hecho esta barre­ra para el capi­tal occi­den­tal. La capa­ci­dad de Chi­na para asu­mir ries­gos ha gene­ra­do y faci­li­ta­do otras estra­te­gias de inver­sión. En con­se­cuen­cia, el auge de los pro­yec­tos occi­den­ta­les de conec­ti­vi­dad de infra­es­truc­tu­ras, como carre­te­ras y puen­tes, debe con­si­de­rar­se un sub­pro­duc­to de la estra­te­gia de «sali­da» de China.

En ter­cer lugar, y par­tien­do de los dos pun­tos ante­rio­res, mien­tras que el pro­pó­si­to mis­mo de un aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo es yux­ta­po­ner las dife­ren­cias y simi­li­tu­des entre enfo­ques, el aná­li­sis domi­nan­te asu­me a prio­ri un sola­pa­mien­to entre las estra­te­gias de desa­rro­llo chi­nas y occi­den­ta­les sobre la base de una apa­rien­cia super­fi­cial. Esta supo­si­ción pue­de ver­se en el equí­vo­co de dos mode­los de finan­cia­ción muy dife­ren­tes en los infor­mes perio­dís­ti­cos, así como en la lite­ra­tu­ra aca­dé­mi­ca domi­nan­te. Una simi­li­tud for­za­da entre un mode­lo de finan­cia­ción neo­li­be­ral (EE.UU./UE) y un mode­lo de finan­cia­ción diri­gi­do por el Esta­do (Chi­na) rever­be­ra así una con­fu­sión sin fin en lugar de pro­du­cir un aná­li­sis real. Como nos recuer­da Samir Amin (2018):

Deng Xiao­ping dijo que había que empe­zar por exa­mi­nar los hechos reales. Esto es exac­ta­men­te lo que los «eco­no­mis­tas» pro­fe­sio­na­les con­ven­cio­na­les –todos ellos, inclui­dos los «exper­tos» chi­nos con el cere­bro lava­do for­ma­dos en Esta­dos Uni­dos– no hacen

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Para supe­rar esta limi­ta­ción, el aná­li­sis debe comen­zar con una com­pa­ra­ción de la natu­ra­le­za de las estra­te­gias de desa­rro­llo chi­nas y occidentales.

Cali­brar el desa­rro­llo y las condiciones

La defi­ni­ción bási­ca de «desa­rro­llo inter­na­cio­nal» es la trans­fe­ren­cia finan­cie­ra y téc­ni­ca de recur­sos de unos paí­ses a otros con el obje­ti­vo de poten­ciar a estos últi­mos. Mien­tras que el Plan Marshall para Euro­pa de 1948 se basa­ba en la recons­truc­ción y reorien­ta­ción de los mer­ca­dos euro­peos para ali­near­los mejor con la hege­mo­nía del capi­tal esta­dou­ni­den­se, la evo­lu­ción de las estra­te­gias de desa­rro­llo occi­den­ta­les en el Sur ha adop­ta­do una for­ma mar­ca­da­men­te dife­ren­te. La déca­da de 1980 mar­có el ini­cio de este perio­do de trans­for­ma­ción, duran­te el cual las estra­te­gias de desa­rro­llo y los mode­los de ayu­da occi­den­ta­les se cen­tra­ron en los indi­ca­do­res socia­les de los paí­ses del Sur. Bie­nes públi­cos como la sani­dad y la edu­ca­ción fue­ron los prin­ci­pa­les bene­fi­cia­rios de las sub­ven­cio­nes blan­das, pero estas sub­ven­cio­nes a menu­do esta­ban con­di­cio­na­das a la apli­ca­ción de una hoja de ruta de pri­va­ti­za­ción, así como a la armo­ni­za­ción de herra­mien­tas de demo­cra­cia libe­ral como la «bue­na gober­nan­za», la finan­cia­ción exclu­si­va de ini­cia­ti­vas como la trans­pa­ren­cia y el segui­mien­to y la refor­ma de los pro­ce­sos electorales.

Ade­más, este mode­lo de finan­cia­ción no ha ido acom­pa­ña­do de inver­sión en gas­to públi­co, con­so­li­da­ción fis­cal para impul­sar polí­ti­cas de desa­rro­llo, indus­tria­li­za­ción de los sec­to­res pro­duc­ti­vos y refor­ma y pro­fun­di­za­ción del sec­tor finan­cie­ro para alcan­zar la auto­no­mía finan­cie­ra. Esto ha crea­do una divi­sión arti­fi­cial en el sig­ni­fi­ca­do mis­mo del desa­rro­llo: la depen­den­cia indu­ci­da por la ayu­da ha sido dise­ña­da para sepa­rar y prio­ri­zar las «infra­es­truc­tu­ras blan­das» sobre las «infra­es­truc­tu­ras duras». La depen­den­cia de los donan­tes, basa­da en una agen­da de desa­rro­llo blan­da acom­pa­ña­da de la mer­can­ti­li­za­ción de los bie­nes públi­cos, ha ace­le­ra­do por tan­to el debi­li­ta­mien­to de muchos paí­ses del Sur. La pri­va­ti­za­ción ha trans­for­ma­do con éxi­to el mode­lo polí­ti­co de gober­nan­za en estos paí­ses: ha con­ver­ti­do a los ciu­da­da­nos en consumidores.

Por el con­tra­rio, des­de el prin­ci­pio, la estra­te­gia de «sali­da» de Chi­na en la déca­da de 2000 se basó en refor­zar y ampliar a inver­sión pro­duc­ti­va y los ser­vi­cios públi­cos, sin nin­gu­na dis­tin­ción arti­fi­cial entre infra­es­truc­tu­ras «duras» y «blan­das». La aten­ción se cen­tró prin­ci­pal­men­te en la cons­truc­ción de pro­yec­tos de infra­es­truc­tu­ras, como puen­tes, hos­pi­ta­les y carre­te­ras, aun­que se com­ple­men­tó con la trans­fe­ren­cia y el inter­cam­bio de cono­ci­mien­tos, por ejem­plo en for­ma­ción médi­ca, for­ma­ción de fun­cio­na­rios y for­ta­le­ci­mien­to de las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas. En la mayo­ría de los infor­mes que com­pa­ran las estra­te­gias de desa­rro­llo chi­nas y occi­den­ta­les se sue­le pasar por alto el énfa­sis que pone Chi­na en el desa­rro­llo de capa­ci­da­des, la trans­fe­ren­cia de tec­no­lo­gía y el inter­cam­bio de cono­ci­mien­tos. El hecho de que este inter­cam­bio de cono­ci­mien­tos ten­ga lugar fue­ra del mar­co de la gober­nan­za de la pro­pie­dad inte­lec­tual se hizo mucho más visi­ble tras la dis­tri­bu­ción por par­te de Chi­na de vacu­nas Covid-19 a los paí­ses del Sur duran­te la pan­de­mia Covid-19. La dis­tri­bu­ción de vacu­nas como bien públi­co tam­bién estu­vo acom­pa­ña­da de ayu­da huma­ni­ta­ria a deter­mi­na­dos paí­ses, lo que sub­ra­ya la nece­si­dad de un enfo­que dife­ren­te del desa­rro­llo, espe­cial­men­te cuan­do las empre­sas far­ma­céu­ti­cas occi­den­ta­les cua­dru­pli­ca­ron sus bene­fi­cios con la ven­ta de sus vacunas.

Un pun­to de com­pa­ra­ción impor­tan­te y muy repe­ti­do entre los mode­los occi­den­tal y chino es la natu­ra­le­za espe­cí­fi­ca y el papel de las con­di­cio­na­li­da­des. Aun­que el con­cep­to de «con­di­cio­na­li­dad» como con­di­ción nece­sa­ria para la ayu­da al desa­rro­llo, inclui­das las sub­ven­cio­nes, los flu­jos en con­di­cio­nes favo­ra­bles y la asis­ten­cia téc­ni­ca, se aso­cia explí­ci­ta­men­te a las ins­ti­tu­cio­nes de Bret­ton Woods y a las estra­te­gias occi­den­ta­les de desa­rro­llo bila­te­ral que sur­gie­ron a fina­les de la déca­da de 1990, tie­ne raí­ces más pro­fun­das en el colonialismo.

La estra­te­gia de desa­rro­llo occi­den­tal ha esta­do con­di­cio­na­da por el deseo de garan­ti­zar que Occi­den­te se man­ten­ga ale­ja­do de su pasa­do his­tó­ri­co: en el caso de Áfri­ca, esto sig­ni­fi­ca esen­cial­men­te evi­tar la res­pon­sa­bi­li­dad de los paí­ses occi­den­ta­les de repa­rar a los paí­ses afri­ca­nos. El acuer­do de Ale­ma­nia de pagar repa­ra­cio­nes a Nami­bia en 2021 supu­so un cam­bio his­tó­ri­co, pero la moda­li­dad y la apli­ca­ción real de estas repa­ra­cio­nes siguen sien­do con­tro­ver­ti­das, ya que algu­nos las con­si­de­ran de natu­ra­le­za «sim­bó­li­ca». Más allá de este caso, las polí­ti­cas de desa­rro­llo occi­den­ta­les, ejem­pli­fi­ca­das por la Unión Euro­pea, han esta­do explí­ci­ta­men­te con­di­cio­na­das al cum­pli­mien­to afri­cano al per­mi­tir el libre comer­cio de recur­sos, bie­nes y pro­duc­tos bási­cos a la Unión Euro­pea, mien­tras que simul­tá­nea­men­te fre­na­ban la migra­ción afri­ca­na exter­na­li­zan­do la mili­ta­ri­za­ción de las fron­te­ras europeas.

En com­pa­ra­ción, el mode­lo de desa­rro­llo con­tem­po­rá­neo de Chi­na, aun­que care­ce de baga­je colo­nial, tam­bién se ocu­pa del acce­so a los pro­duc­tos bási­cos, las mate­rias pri­mas y la crea­ción de mer­ca­dos para la absor­ción de los exce­den­tes chi­nos. Sin embar­go, a dife­ren­cia de las estra­te­gias de desa­rro­llo occi­den­ta­les, este mode­lo no está vin­cu­la­do a la exi­gen­cia de una mejor gober­nan­za, el inte­rés por un cam­bio de régi­men para garan­ti­zar un mayor res­pe­to de las inver­sio­nes chi­nas, la apli­ca­ción de san­cio­nes y la impo­si­ción de pena­li­za­cio­nes cuan­do no se cum­plen las con­di­cio­nes. Aun­que se impo­nen cier­tas con­di­cio­nes a la adqui­si­ción y con­tra­ta­ción de bie­nes y ser­vi­cios por par­te de Chi­na, así como a la rees­truc­tu­ra­ción de la deu­da, el impac­to de estas con­di­cio­nes es muy dife­ren­te del de las con­di­cio­nes inte­gra­das en la arqui­tec­tu­ra finan­cie­ra mun­dial domi­na­da por Occi­den­te. El enfo­que chino de la con­di­cio­na­li­dad está esen­cial­men­te diri­gi­do a garan­ti­zar la lon­ge­vi­dad y la cer­ti­dum­bre de la inver­sión eco­nó­mi­ca, y ha pro­du­ci­do resul­ta­dos tan­to posi­ti­vos como nega­ti­vos para los paí­ses del Sur.

Sin embar­go, estas con­di­cio­nes no son tan fla­gran­tes como para inmo­vi­li­zar a los paí­ses, como se obser­va en el impac­to his­tó­ri­co y actual de las con­di­cio­na­li­da­des del FMI y del Ban­co Mun­dial. La incom­pa­ti­bi­li­dad de las con­di­cio­na­li­da­des en las estra­te­gias de desa­rro­llo occi­den­ta­les y chi­nas no obvia la nece­si­dad de cri­ti­car a Chi­na, pero es igual­men­te impor­tan­te deter­mi­nar la natu­ra­le­za y el con­tex­to de las con­di­cio­nes chi­nas en los paí­ses del Sur. El impac­to glo­bal de las san­cio­nes occi­den­ta­les, el auge del pro­tec­cio­nis­mo occi­den­tal y la com­pe­ten­cia entre Occi­den­te y Chi­na en todos los ámbi­tos posi­bles tie­nen cier­tas reper­cu­sio­nes para Chi­na, inclu­so en el ámbi­to del mul­ti­la­te­ra­lis­mo y la refor­ma de la deu­da. Estas cues­tio­nes requie­ren más investigación.

En resu­men, un aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo entre las estra­te­gias de desa­rro­llo occi­den­ta­les y el mode­lo de desa­rro­llo chino requie­re rigor para dife­ren­ciar los orí­ge­nes his­tó­ri­cos y estruc­tu­ra­les de sus plan­tea­mien­tos. Las con­di­cio­na­li­da­des occi­den­ta­les han con­du­ci­do en últi­ma ins­tan­cia a la ero­sión gra­dual de la sobe­ra­nía en los paí­ses del Sur, eli­mi­nan­do cual­quier posi­bi­li­dad de soli­da­ri­dad con el Ter­cer Mun­do y de coope­ra­ción Sur-Sur. Las estra­te­gias de desa­rro­llo de Chi­na no repro­du­cen este modelo.

La nue­va carre­ra hacia Áfri­ca: ¿por quién y cómo?

Las bases com­pa­ra­ti­vas del desa­rro­llo occi­den­tal y chino en Áfri­ca han dado gra­dual­men­te un nue­vo giro gra­cias a una serie de mode­los de conec­ti­vi­dad de infra­es­truc­tu­ras que com­pi­ten entre sí. Estos mode­los pre­sen­tan algu­nas varia­cio­nes en sus dis­cre­tas pro­pues­tas, pero el obje­ti­vo es movi­li­zar la finan­cia­ción y la inver­sión pri­va­da en sus­ti­tu­ción de la ayu­da tra­di­cio­nal y la finan­cia­ción en con­di­cio­nes favo­ra­bles. Lo más impor­tan­te es que las estra­te­gias son alian­zas tra­di­cio­na­les entre «socios afi­nes», sobre todo Esta­dos Uni­dos, Corea del Sur y Japón. Los inver­so­res comer­cia­les esta­dou­ni­den­ses y las ins­ti­tu­cio­nes mul­ti­la­te­ra­les de desa­rro­llo bajo los aus­pi­cios de la Aso­cia­ción Mun­dial para la Infra­es­truc­tu­ra y la Inver­sión (GIIP, por sus siglas en inglés), diri­gi­da por Esta­dos Uni­dos, garan­ti­zan la con­ti­nua­ción del falli­do orden neo­li­be­ral lide­ra­do por Esta­dos Unidos.

Aun­que los dis­tin­tos mode­los se cen­tran aho­ra en una mejor coor­di­na­ción entre las agen­cias de cré­di­to a la expor­ta­ción (ACE) para crear un entorno pro­pi­cio a la inver­sión nacio­nal sub­ven­cio­na­da por cré­di­tos a la expor­ta­ción y finan­cia­ción del desa­rro­llo, es impor­tan­te seña­lar que el mode­lo de desa­rro­llo de Chi­na siem­pre ha com­bi­na­do finan­zas y comer­cio, con el Exim­bank chino en el cen­tro de sus inver­sio­nes glo­ba­les. El giro occi­den­tal hacia las «infra­es­truc­tu­ras» duras y el uso de cré­di­tos a la expor­ta­ción para el desa­rro­llo sugie­re una emu­la­ción super­fi­cial de las carac­te­rís­ti­cas que mar­can el desa­rro­llo chino. De hecho, más allá de la trans­for­ma­ción cos­mé­ti­ca, el sec­tor empre­sa­rial occi­den­tal sigue sien­do el fac­tor deter­mi­nan­te de las nue­vas estra­te­gias de desa­rro­llo, mien­tras que el mode­lo de desa­rro­llo chino sigue estan­do diri­gi­do por el Esta­do bajo el lide­raz­go del Par­ti­do Comu­nis­ta Chino. Mien­tras Chi­na sigue enfren­tán­do­se a una com­bi­na­ción de dife­ren­tes pre­sio­nes nacio­na­les e inter­na­cio­na­les, el Esta­do chino está suplan­tan­do la ite­ra­ción nacio­nal del sec­tor pri­va­do. Por el con­tra­rio, buques como la Unión Euro­pea no solo están pro­mo­vien­do los intere­ses del sec­tor pri­va­do euro­peo, sino que están refor­zan­do el sec­tor pri­va­do de los paí­ses del G7 para garan­ti­zar la con­ti­nua­ción del orden neo­li­be­ral lide­ra­do por Esta­dos Unidos.

Esto es par­ti­cu­lar­men­te visi­ble en el recien­te inten­to de la Unión Euro­pea de equi­li­brar sus múl­ti­ples obje­ti­vos de con­trol de la migra­ción fin­gien­do «ase­gu­rar» sus fron­te­ras, apo­yan­do el geno­ci­dio en Gaza y la colo­ni­za­ción más amplia de Pales­ti­na, y aso­cián­do­se con las capi­ta­les del Gol­fo ali­nea­das con Esta­dos Uni­dos para exten­der las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les por toda la región. En mar­zo de 2024, la Unión Euro­pea con­ce­dió 7.400 millo­nes de euros (8.060 millo­nes de dóla­res) de finan­cia­ción a Egip­to para el perío­do 2024 – 2027. El apo­yo de la Unión Euro­pea com­ple­men­tó el acuer­do de prés­ta­mo amplia­do de 8.000 millo­nes de dóla­res del FMI con Egip­to ese mis­mo mes, así como un acuer­do de inver­sión de 35.000 millo­nes de dóla­res entre Egip­to y los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos para el desa­rro­llo de la penín­su­la de Ras al-Hekma

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. Egip­to es, por tan­to, un empla­za­mien­to para la nue­va agen­da de desa­rro­llo de Occi­den­te, que pre­ten­de ase­gu­rar las fron­te­ras de la Unión Euro­pea fren­te a los migran­tes afri­ca­nos y pales­ti­nos, mien­tras la Unión Euro­pea y Occi­den­te siguen apo­yan­do mili­tar­men­te a Israel.

Con el decli­ve del orden occi­den­tal, la Unión Euro­pea y los paí­ses desa­rro­lla­dos se ven pre­sio­na­dos para inver­tir y obte­ner mayo­res bene­fi­cios en tér­mi­nos de dis­tri­bu­ción, sobre todo cuan­do se tra­ta de ser­vir a los intere­ses de las eli­tes del Sur. Des­de este pun­to de vis­ta, el mode­lo de desa­rro­llo chino no es total­men­te inmu­ne a las con­tra­dic­cio­nes del desa­rro­llo capi­ta­lis­ta. Estas con­tra­dic­cio­nes deben ana­li­zar­se des­de el pun­to de vis­ta de la dua­li­dad de la expe­rien­cia nacio­nal o inter­na de Chi­na y su mode­lo de desa­rro­llo exte­rior. Chi­na sigue expe­ri­men­tan­do con la libe­ra­li­za­ción selec­ti­va y la pri­va­ti­za­ción, al tiem­po que con­ser­va la pro­pie­dad estatal.

La expe­ri­men­ta­ción por par­te de Chi­na de aso­cia­cio­nes públi­co-pri­va­das (APP) a esca­la nacional

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y el lan­za­mien­to de APP en los paí­ses recep­to­res son ejem­plos de ello

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, al igual que la natu­ra­le­za de las inver­sio­nes del Ban­co Asiá­ti­co de Inver­sión en Infra­es­truc­tu­ras (BAII) en los paí­ses del Sur, la adop­ción por par­te de Chi­na de los ins­tru­men­tos de finan­cia­ción pri­va­da crea­dos por las ins­ti­tu­cio­nes de Bret­ton Woods y el papel de Chi­na en la refor­ma de la arqui­tec­tu­ra de la deu­da sobe­ra­na. Las pre­sio­nes ejer­ci­das por el fun­cio­na­mien­to de un orden mun­dial neo­li­be­ral, la explo­ta­ción de la «aper­tu­ra» de los paí­ses que han fir­ma­do acuer­dos de libre comer­cio con los mer­ca­dos occi­den­ta­les y la inte­gra­ción en la arqui­tec­tu­ra de finan­cia­ción del desa­rro­llo están crean­do una serie de pro­ble­mas para Chi­na y los paí­ses recep­to­res. Estas cues­tio­nes deben ser exa­mi­na­das, cri­ti­ca­das y refor­ma­das, sobre todo en lo que res­pec­ta a su impac­to en los paí­ses del Sur.

Un enfo­que crí­ti­co de la inver­sión chi­na tam­bién impli­ca una com­pren­sión con­cre­ta del ascen­so de Chi­na al poder en el mun­do, que comen­zó como una inter­ac­ción con el orden hege­mó­ni­co exis­ten­te, pero que ha esta­do suje­to a la vigi­lan­cia de Chi­na para dis­ci­pli­nar a sus empre­sas y fre­nar el ren­tis­mo, tan­to a nivel interno como en sus pro­yec­tos inter­na­cio­na­les. En 2021, Chi­na lan­zó la Ini­cia­ti­va de Desa­rro­llo Glo­bal (IDG), dise­ña­da para com­ple­men­tar la BIS, pero que incor­po­ra una visión del desa­rro­llo basa­da en la expe­rien­cia de desa­rro­llo de Chi­na, con mayor énfa­sis en el inter­cam­bio de cono­ci­mien­tos, la trans­fe­ren­cia de tec­no­lo­gía y el desa­rro­llo Sur-Sur

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. Aun­que es dema­sia­do pron­to para pre­de­cir el impac­to de la IDG en el desa­rro­llo, el énfa­sis de Chi­na en un enfo­que más comu­ni­ta­rio del desa­rro­llo, como en el caso de la dis­tri­bu­ción de la vacu­na Covid-19, debe con­tex­tua­li­zar­se y refle­jar­se en el mode­lo de la IDG. Chi­na sigue adap­tán­do­se, evo­lu­cio­nan­do y regu­lan­do su cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co. No obs­tan­te, es ideo­ló­gi­ca, estruc­tu­ral y mate­rial­men­te un mode­lo de desa­rro­llo dife­ren­te, que requie­re un com­pro­mi­so en sus pro­pios tér­mi­nos, aun­que estos parez­can super­fi­cial­men­te com­pa­ra­bles a los mode­los de desa­rro­llo de poten­cias impe­ria­les tra­di­cio­na­les como Esta­dos Uni­dos y la Unión Europea.

Con­clu­sión

A medi­da que blo­ques occi­den­ta­les como la UE se trans­for­man en una autén­ti­ca eco­no­mía de gue­rra, refor­zan­do la OTAN

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, pro­po­nien­do el uso de sus ban­cos públi­cos como el Ban­co Euro­peo de Inver­sio­nes (BEI) para con­ce­der prés­ta­mos a la indus­tria de defensa

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y explo­ran­do la opción de un nue­vo ejér­ci­to europeo

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, se hace cada vez más evi­den­te que los con­cep­tos occi­den­ta­les de «desa­rro­llo», «inver­sión» y «segu­ri­dad» ya no pue­den per­ma­ne­cer en su for­ma compartimentada.

No se tra­ta sim­ple­men­te de un giro hacia la gue­rra key­ne­sia­na, sino de una con­ti­nua­ción de la his­to­ria occi­den­tal y un sím­bo­lo de los males polí­ti­cos de Occi­den­te a medi­da que sus paí­ses sucum­ben al fas­cis­mo interno. Mien­tras tan­to, Chi­na sigue su estra­te­gia de pro­fun­di­zar en la Ini­cia­ti­va de la Fran­ja de la Ruta (BRI) a su pro­pio rit­mo, suje­ta a las con­tra­dic­cio­nes del desa­rro­llo capi­ta­lis­ta, inclui­da la ges­tión de pro­yec­tos pro­ble­má­ti­cos en los paí­ses recep­to­res. El para­dig­ma del desa­rro­llo como cam­po de com­pa­ra­ción entre occi­den­ta­les y chi­nos no es externo a estos cur­sos de for­ma­ción, sino que for­ma par­te inte­gran­te de estos cam­bios. Como ya se ha seña­la­do, la base de un aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo entre Occi­den­te y Chi­na debe exten­der­se des­de su com­pro­mi­so his­tó­ri­co con Áfri­ca has­ta la situa­ción actual de esca­la­da de vio­len­cia y decli­ve del orden occi­den­tal lide­ra­do por Esta­dos Unidos.

La acción de Áfri­ca entre estas poten­cias con­sis­te en garan­ti­zar los intere­ses de su pue­blo median­te una com­bi­na­ción de estra­te­gias que inclu­yan cri­te­rios más estric­tos para las aso­cia­cio­nes, la eli­mi­na­ción de víncu­los con los con­duc­tos impe­ria­les lide­ra­dos por Esta­dos Uni­dos y una mayor aten­ción al aumen­to per­pe­tuo de su poder de nego­cia­ción median­te el for­ta­le­ci­mien­to de sus capa­ci­da­des pro­duc­ti­vas internas.

Far­wa Sial es inves­ti­ga­do­ra aso­cia­da del Depar­ta­men­to de Eco­no­mía de la Escue­la de Estu­dios Orien­ta­les y Afri­ca­nos (SOAS).

31 de octu­bre de 2024

Fuen­te: https://​www​.legrand​soir​.info/​r​e​t​o​u​r​-​a​u​x​-​e​l​e​p​h​a​n​t​s​-​b​l​a​n​c​s​-​l​a​-​n​o​u​v​e​l​l​e​-​s​t​r​a​t​e​g​i​e​-​d​e​-​d​e​v​e​l​o​p​p​e​m​e​n​t​-​d​e​-​l​-​o​c​c​i​d​e​n​t​-​e​n​-​a​f​r​i​q​u​e​.​h​tml

  1. Borrell Josep (2024): Con­fe­ren­cia de Segu­ri­dad de Munich: las cua­tro tareas de la agen­da geo­po­lí­ti­ca de la UE (https://www.eeas.europa.eu/eeas/munich-security-conference-four-tasks-eu%E2%80%99s-geopolitical-agenda_en). Josep Borrell, Alto Repre­sen­tan­te de la Unión Euro­pea para Asun­tos Exte­rio­res y Polí­ti­ca de Segu­ri­dad /​Vice­pre­si­den­te de la Comi­sión Europea.
  2. Las san­cio­nes, apli­ca­das pri­me­ro a Níger y des­pués de for­ma selec­ti­va a Mali y Bur­ki­na Faso, incluían prohi­bi­cio­nes comer­cia­les, la con­ge­la­ción de tran­sac­cio­nes finan­cie­ras, el cie­rre de fron­te­ras entre la CEDEAO y los tres paí­ses, y la prohi­bi­ción de via­jar a deter­mi­na­das personas.
  3. Al Jazee­ra (2024): Níger sus­pen­de la coope­ra­ción mili­tar con EEUU: Por­ta­voz (https://​www​.alja​zee​ra​.com/​n​e​w​s​/​2​0​2​4​/​3​/​1​7​/​n​i​g​e​r​-​s​u​s​p​e​n​d​s​-​m​i​l​i​t​a​r​y​-​c​o​o​p​e​r​a​t​i​o​n​-​w​i​t​h​-us).
  4. El Gru­po de los Sie­te (G7) es un foro infor­mal que reúne a las eco­no­mías indus­tria­li­za­das más avan­za­das de Ita­lia, Cana­dá, Fran­cia, Ale­ma­nia, Japón, Rei­no Uni­do y Esta­dos Uni­dos. La Unión Euro­pea tam­bién par­ti­ci­pa en este gru­po. El G7 cuen­ta con 776 millo­nes de habi­tan­tes y el pro­duc­to inte­rior bru­to (PIB) mun­dial de los Esta­dos miem­bros del G7 repre­sen­ta alre­de­dor del 30% de la eco­no­mía mundial.
  5. Yu, G.T. (1977): «Chi­na y el Ter­cer Mun­do», Asian Sur­vey, 17(11), 1036 – 1048 (https://​doi​.org/​1​0​.​2​3​0​7​/​2​6​4​3​352); «Mao Zedong (1959) Afri­ca’s task is to strug­gle against impe­ria­lism», dis­po­ni­ble en el Wil­son Cen­tre Archi­ve (https://​digi​ta​lar​chi​ve​.wil​son​cen​ter​.org/​d​o​c​u​m​e​n​t​/​m​a​o​-​z​e​d​o​n​g​-​a​f​r​i​c​a​s​-​t​a​s​k​-​s​t​r​u​g​g​l​e​-​a​g​a​i​n​s​t​-​i​m​p​e​r​i​a​l​i​s​m​#​_​f​tn0); Tay­lor, I. (2018): Mao Zedon­g’s Chi­na and Afri­ca, Twen­tieth Cen­tury Com­mu­nism, 15, 47+ (https://link.gale.com/apps/doc/A626124559/AONE?u=anon~54c4395&sid=googleScholar&xid=3300da19).
  6. Capas­so, M., & Kadri, A. (2023): The impe­ria­list ques­tion: A socio­lo­gi­cal approach. Midd­le East Cri­ti­que, 32(2), 149 – 166; Ajl, M. (2024): «Pales­ti­ne’s Great Flood», part I, Agra­rian South: Jour­nal of Poli­ti­cal Eco­nomy, 13(1), 62 – 88 (https://​doi​.org/​1​0​.​1​1​7​7​/​2​2​7​7​9​7​6​0​2​4​1​2​2​8​157); Yeros, P. (2024): «Un Mun­do Solo Será Posi­ble por la Inter­ven­ción de la “Sex­ta Gran Poten­cia”», Agra­rian South: Jour­nal of Poli­ti­cal Eco­nomy, 13(1), 14 – 40 (https://​doi​.org/​1​0​.​1​1​7​7​/​2​2​7​7​9​7​6​0​2​4​1​2​3​0​679).
  7. Samir Amin (mayo de 2018): Finan­cial Glo­ba­li­za­tion: Should Chi­na move in?, Defend Demo­cracy press (https://​www​.defend​de​mo​cracy​.press/​2​2​137 – 2/​).
  8. New Arab News (2024): Egypt eco­no­mic cri­sis: What is Ras al-Hek­ma and why is Cai­ro “selling it” to UAE? (https://​www​.newa​rab​.com/​n​e​w​s​/​e​g​y​p​t​-​e​c​o​n​o​m​y​-​w​h​a​t​-​r​a​s​-​a​l​-​h​e​k​m​a​-​c​a​i​r​o​-​s​e​l​l​i​n​g​-​uae).
  9. Lydia Jones & Michael J. Bloom­field (2020): «PPPs in Chi­na: Does the Growth in Chi­ne­se PPPs Sig­nal a Libe­ra­li­sing Eco­nomy?», Nue­va Eco­no­mía Polí­ti­ca, 25:5, 829 – 847, DOI:10.1080/13563467.2020.1721451.
  10. Chi­na South Glo­bal Pro­ject (2024): Chi­na podría finan­ciar el ferro­ca­rril kenia­ta median­te una aso­cia­ción públi­co-pri­va­da: Pre­si­den­te kenia­ta (https://​chi​na​glo​bal​south​.com/​2​0​2​3​/​1​2​/​1​9​/​c​h​i​n​a​-​c​o​u​l​d​-​f​u​n​d​-​k​e​n​y​a​n​-​r​a​i​l​-​t​h​r​o​u​g​h​-​p​u​b​l​i​c​-​p​r​i​v​a​t​e​-​p​a​r​t​n​e​r​s​h​i​p​-​k​e​n​y​a​n​-​p​r​e​s​i​d​e​nt/).
  11. Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res de la Repú­bli­ca de Chi­na (2022): Jointly Advan­cing the Glo­bal Deve­lop­ment Initia­ti­ve and Wri­ting a New Chap­ter for Com­mon Deve­lop­ment (https://​www​.fmprc​.gov​.cn/​e​n​g​/​z​x​x​x​_​6​6​2​8​0​5​/​2​0​2​2​0​9​/​t​2​0​2​2​0​9​2​2​_​1​0​7​6​9​7​2​1​.​h​tml).
  12. Som­deep Sen: «La OTAN y la línea de color glo­bal», Inter­na­tio­nal Affairs, volu­men 100, núme­ro 2, mar­zo de 2024, pp. 491 – 507 (https://​doi​.org/​1​0​.​1​0​9​3​/​i​a​/​i​i​a​e​012).
  13. Eurac­tiv (2024): El BEI dis­pues­to a «esti­rar» los cri­te­rios de prés­ta­mo mien­tras se pre­pa­ra para la lla­ma­da a las armas del Con­se­jo de la UE (https://​www​.eurac​tiv​.com/​s​e​c​t​i​o​n​/​e​c​o​n​o​m​y​-​j​o​b​s​/​n​e​w​s​/​e​i​b​-​r​e​a​d​y​-​t​o​-​s​t​r​e​t​c​h​-​l​e​n​d​i​n​g​-​c​r​i​t​e​r​i​a​-​a​s​-​i​t​-​p​r​e​p​a​r​e​s​-​f​o​r​-​e​u​-​c​o​u​n​c​i​l​s​-​c​a​l​l​-​t​o​-​a​r​ms/).
  14. Defen­se­news (2024): Los paí­ses miem­bros de la UE recha­zan la peti­ción ita­lia­na de un ejér­ci­to euro­peo (https://​www​.defen​se​news​.com/​g​l​o​b​a​l​/​e​u​r​o​p​e​/​2​0​2​4​/​0​2​/​0​5​/​e​u​-​m​e​m​b​e​r​-​c​o​u​n​t​r​i​e​s​-​p​u​s​h​-​b​a​c​k​-​o​n​-​i​t​a​l​y​s​-​c​a​l​l​-​f​o​r​-​e​u​r​o​p​e​a​n​-​a​r​my/).

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