Los detenidos palestinos liberados han revelado horripilantes relatos de tortura dentro de los centros de detención israelíes:
Orinar sobre prisioneros: la deshumanización en su peor momento
El exdetenido Mahmoud Abukhater describió cómo los soldados «israelíes» orinaron en un recipiente y lo vertían sobre las caras y los cuerpos de los prisioneros como una forma de humillación. «Fue una de las peores formas de degradación que soportamos», dijo.
Palizas con agua congelada y tortura con grilletes
Abukhater recordó que los prisioneros eran encadenados de las manos y los pies y golpeados con botellas de agua congeladas y botellas llenas de aceitunas. Estas palizas tuvieron lugar regularmente antes de que los detenidos fueran transferidos a instalaciones penitenciarias formales.
Desnudez forzada en invierno crudo
Otro exdetenido, Ibrahim Abdulrazzaq al-Majdalawi (63 años), describió cómo lo despojaron de su ropa a pesar del gélido clima invernal. «Nos despojaron de toda nuestra ropa, incluso de nuestra ropa interior, y nos dieron solo prendas delgadas. Los soldados nos regañaban y golpeaban por cualquier movimiento o palabra», dijo. Los prisioneros fueron obligados a permanecer de pie sobre un pie durante horas como castigo.
Encadenamiento prolongado e incontinencia forzada
Abukhater reveló además cómo los detenidos fueron obligados a permanecer sentados sin moverse desde el amanecer hasta la medianoche. Solo se les permitía usar el baño con permiso, que a menudo se les denegaba, lo que llevaba a muchos prisioneros a orinarse sobre sí mismos en humillación.
Duchas frías como tortura
Los prisioneros eran obligados a tomar duchas heladas cada dos días, sin importar cuán frío fuera el invierno. Si los soldados descubrían que un detenido no se había bañado, lo castigaban y lo torturaban inmediatamente.
Simulacros de ejecución: enterrados vivos
Uno de los métodos de tortura más perturbadores consistía en simular ahogamiento o asfixia a los detenidos. Abukhater describió cómo los soldados «israelíes»:
- Colocaban a los detenidos en un sudario.
- Los conectaban a una cámara y una manguera.
- Los enterraron vivos.
- Justo antes de asfixiarlos, les permitieron respirar un poco para evitar que murieran.
La muerte lenta de Musaab Haniyeh
Musaab Haniyeh, sobrino del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, fue torturado hasta la muerte en la prisión de Ofer. Sus heridas sin tratar se infectaron y se llenaron de gusanos, y sufría de incontinencia severa debido a la tortura extrema. Las fuerzas «israelíes» no le proporcionaron atención médica alguna, lo que significó una muerte lenta.
Negligencia médica y negación deliberada de tratamiento
Los detenidos sufrieron negligencia médica grave.
- Ibrahim al-Majdalawi (63 años) fue atacado y golpeado a pesar de su edad.
- Un prisionero diabético fue dejado sin tratamiento hasta que su condición se volvió crítica.
- Otro detenido de 62 años, que sufría de diabetes y problemas de próstata, fue golpeado regularmente y se le negó atención médica. Se desmayó varias veces, solo para ser revivido con agua fría y golpeado nuevamente.
Trauma psicológico permanente
Los familiares de los prisioneros liberados describieron TEPT severo. La familia de un detenido dijo:
«Desde su liberación, ha luchado con profundas cicatrices psicológicas. Reacciona violentamente a pequeños desencadenantes y está aterrorizado por todo».
A pesar de estos horrores innegables, debemos preguntarnos quienes son loa que afirman oponerse a «Israel» mientras siguen apoyando a HTS o a sus afiliados. Los mismos grupos que destruyen Siria y facilitan su partición son ahora cómplices de la tortura y el sufrimiento de los palestinos. Su silencio no es neutralidad, sino complicidad. Su lealtad a las fuerzas respaldadas por el sionismo es innegable.
12 de marzo de 2025
Fuente: https://t.me/enemywatch/31944
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