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La recons­truc­ción de Gaza y los oscu­ros intereses

Pri­me­ro la des­cri­bió como un lugar en rui­nas, lue­go pro­pu­so vaciar­la, expor­tar su pobla­ción hacia nacio­nes veci­nas y con­ver­tir­la en una Rivie­ra de Medio Orien­te. Nadie en la polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se se había atre­vi­do a tan­to, pero Donald Trump pare­ce dise­ña­do para rom­per esque­mas. Apo­de­rar­se de Gaza sig­ni­fi­ca a todas luces el giro más radi­cal de la polí­ti­ca de Washing­ton res­pec­to al con­flic­to entre «Israel» y Pales­ti­na. Entie­rra defi­ni­ti­va­men­te la solu­ción de los dos estados.

Sin embar­go, es par­te de la ora­to­ria nego­cia­do­ra del man­da­ta­rio esta­dou­ni­den­se anun­ciar un impo­si­ble, mover las aguas para lue­go obte­ner sus obje­ti­vos iniciales.

La pro­pues­ta de Trump fue recha­za­da de for­ma uná­ni­me por las nacio­nes de la región, a lo cual el secre­ta­rio de esta­do Mar­co Rubio res­pon­dió. «S0i los paí­ses ára­bes tie­nen un plan mejor, enton­ces genial». Qui­zás, des­de el ini­cio, esa fue la idea.

Aho­ra la pelo­ta se posi­cio­nó del lado de las nacio­nes ára­bes que están desa­rro­llan­do a con­tra­rre­loj un plan de recons­truc­ción de Gaza, sin expul­sar a los pales­ti­nos de su tie­rra. Pero ni un solo cen­ta­vo de esa repa­ra­ción la asu­mi­rá el gran res­pon­sa­ble de con­ver­tir en pol­vo y muer­te el hogar de casi 2 millo­nes de palestinos.

Ini­ciar la recons­truc­ción de Gaza en medio de un frá­gil alto el fue­go es el desa­fío que deba­ten las nacio­nes ára­bes, des­pués del anzue­lo lan­za­do por Trump que espe­ra el míni­mo quie­bre para vol­ver a impul­sar su pro­pues­ta turís­ti­ca ¿Pero cuá­les son los intere­ses reales de Esta­dos Uni­dos en el encla­ve? ¿Por qué, ade­más de la recons­truc­ción, se está deli­nean­do el futu­ro polí­ti­co de Gaza con extra­ñas condiciones?

En este repor­ta­je nos acer­ca­mos a esas interrogantes.

Con el 1% del PIB total de los paí­ses ára­bes sería posi­ble impul­sar la reconstrucción

El plan de Trump para Gaza sig­ni­fi­ca un via­je de no retorno. Los pales­ti­nos lo saben. Los paí­ses a los cua­les el pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se impli­có en la ecua­ción para hacer­se car­go de 2 millo­nes de per­so­nas, tam­bién lo saben. Por eso, el recha­zo ha sido con­tun­den­te, pero a dife­ren­cia de la iner­cia que tuvo gran par­te de las nacio­nes ára­bes mien­tras «Israel» bom­bar­dea­ba Gaza, aho­ra no se han demo­ra­do en res­pon­der en una apa­ren­te cohesión.

Egip­to anun­ció una ini­cia­ti­va para la recons­truc­ción que lle­vó a deba­te en una reu­nión recien­te efec­tua­da en Riad, Ara­bia Sau­di­ta, don­de par­ti­ci­pa­ron Jor­da­nia, Qatar y los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos entre otros paí­ses. Se espe­ra el anun­cio de un borra­dor del plan para Gaza en la cum­bre extra­or­di­na­ria de la Liga Ára­be a cele­brar­se el pró­xi­mo 4 de mar­zo en El Cairo.

Lo que se cono­ce has­ta el momen­to de la pro­pues­ta egip­cia es que ten­drá tres fases y demo­ra­rá cer­ca de cin­co años. La pri­me­ra fase inclu­ye lle­var ayu­da a los pales­ti­nos, esta­ble­cer zonas segu­ras don­de los gaza­tíes pue­dan vivir ini­cial­men­te mien­tras empre­sas de cons­truc­ción egip­cias e inter­na­cio­na­les reti­ran escom­bros y reha­bi­li­tan las infra­es­truc­tu­ras de la Franja.

Por supues­to una de las prin­ci­pa­les inte­rro­gan­tes que sur­ge es de dón­de sal­drá el dine­ro para una ope­ra­ción de tama­ña enver­ga­du­ra. El ana­lis­ta polí­ti­co y comu­ni­ca­dor jor­dano Moham­mad Faraj expre­só en entre­vis­ta exclu­si­va para este repor­ta­je que los paí­ses ára­bes tie­nen la posi­bi­li­dad de enfren­tar­se al pro­yec­to de des­pla­za­mien­to for­za­do, pero todo depen­de de la volun­tad política.

«Si las Nacio­nes Uni­das esti­man el cos­to de la recons­truc­ción de Gaza en 53.000 millo­nes de dóla­res, esta cifra repre­sen­ta solo el 1% del pro­duc­to interno bru­to (PIB) com­bi­na­do de las eco­no­mías ára­bes en un año. En otras pala­bras, si se des­ti­na­ra tan solo el 1% del PIB total de los paí­ses ára­bes, sería posi­ble impul­sar la recons­truc­ción de mane­ra rápi­da y a una velo­ci­dad récord», expli­ca el analista.

Faraj con­si­de­ra que, de exis­tir una volun­tad genui­na por par­te de las nacio­nes ára­bes para dete­ner el pro­yec­to de des­pla­za­mien­to, es pro­ba­ble que Esta­dos Uni­dos inten­te usar herra­mien­tas de extor­sión con­tra estos países.

«Lo que se requie­re de estos paí­ses hoy es que den uno o varios pasos al fren­te para res­pon­der a la extor­sión esta­dou­ni­den­se con una con­tra­pre­sión. En otras pala­bras, si uste­des inten­tan pre­sio­nar­nos median­te la ayu­da finan­cie­ra o los acuer­dos de segu­ri­dad, noso­tros pode­mos pre­sio­nar sobre los intere­ses esta­dou­ni­den­ses en la región: las inver­sio­nes esta­dou­ni­den­ses pre­sen­tes en la zona, nues­tra capa­ci­dad de reem­pla­zar los acuer­dos de segu­ri­dad con otras par­tes del mun­do que ten­gan la capa­ci­dad de pro­por­cio­nar dicha ayu­da», agre­gó el perio­dis­ta jordano.

El futu­ro de la Resis­ten­cia y la uto­pía del Esta­do Palestino

Sin embar­go más allá de abor­dar la cues­tión recons­truc­ti­va, Esta­dos Uni­dos ha deja­do cla­ro a las nacio­nes ára­bes que la Resis­ten­cia pales­ti­na Hamas no pue­de for­mar par­te del futu­ro polí­ti­co de Gaza, a tono con las aspi­ra­cio­nes de «Israel» que no logró ven­cer­los en 15 meses pero espe­ra debi­li­tar­los al menos de esta forma.

Los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos han suge­ri­do la crea­ción de una «misión inter­na­cio­nal tem­po­ral» para la segu­ri­dad de Gaza. Ya sabe­mos lo que pasa cuan­do hay muchas manos en el mis­mo pas­tel. Los pales­ti­nos recha­zan de mane­ra gene­ral cual­quier con­trol externo. «Israel» sigue pre­sio­nan­do para mover los hilos como la poten­cia ocupante.

En opi­nión del comu­ni­ca­dor Moham­mad Faraj, la exclu­sión de Hamas del sis­te­ma admi­nis­tra­ti­vo en Gaza, impo­nién­do­la como una con­di­ción o cláu­su­la den­tro del pro­ce­so de nego­cia­ción, gene­ra­rá reper­cu­sio­nes no desea­das tan­to a nivel ára­be como pales­tino, con impli­ca­cio­nes históricas.

«El inten­to de excluir a Hamas del sis­te­ma de gobierno tie­ne pro­fun­das dimen­sio­nes en las ten­ta­ti­vas israe­líes y esta­dou­ni­den­ses de impo­ner una ima­gen de some­ti­mien­to a la Resis­ten­cia. Es decir, se tra­ta de enviar un men­sa­je de que pue­den cam­biar cual­quier sis­te­ma de gobierno don­de y cuan­do quie­ran», argumenta.

El diá­lo­go entre el pue­blo pales­tino y las nacio­nes y pue­blos de la región, según con­si­de­ra el ana­lis­ta, debe cen­trar­se en encon­trar solu­cio­nes admi­nis­tra­ti­vas que sean fun­da­men­ta­les, pero no a tra­vés de Esta­dos Uni­dos ni de «Israel», que inten­tan impo­ner esta fór­mu­la de some­ti­mien­to como una con­di­ción de las negociaciones.

Aun­que la mayo­ría de las nacio­nes ára­bes coin­ci­den en seña­lar que la solu­ción de dos Esta­dos es pri­mor­dial para traer una paz defi­ni­ti­va a la región, el tema sigue sien­do par­te del dis­cur­so pero no de la acción.

El ana­lis­ta holan­dés-pales­tino Mouin Rab­ba­ni que se ha dedi­ca­do a estu­diar el con­flic­to entre «Israel» y Pales­ti­na con­si­de­ra que para lan­zar la pelo­ta de nue­vo al ban­do esta­dou­ni­den­se-israe­lí, «la pró­xi­ma reu­nión de El Cai­ro debe insis­tir en el fin de la ocu­pa­ción y el esta­ble­ci­mien­to de un Esta­do pales­tino den­tro de un pla­zo defi­ni­do, momen­to en el que se reque­ri­rá que Hamas y todos los demás movi­mien­tos entre­guen sus armas y se unan a las fuer­zas de segu­ri­dad pales­ti­nas for­ma­les o des­mo­vi­li­zar­se» según escri­bió en un artícu­lo recien­te publi­ca­do por el medio New Arab.

Sin embar­go, como demues­tran las últi­mas déca­das de estan­ca­mien­to diplo­má­ti­co, no exis­te una inten­ción real por par­te de Esta­dos Uni­dos y de «Israel» de per­mi­tir que los pales­ti­nos ten­gan final­men­te un Estado.

Así lo expli­ca el ana­lis­ta jor­dano Moham­mad Faraj: «En gene­ral, nadie quie­re la solu­ción de los dos Esta­dos: ni Esta­dos Uni­dos, ni la enti­dad ocu­pan­te israe­lí, ni los pue­blos de la región. Cuan­do Esta­dos Uni­dos dice que apo­ya la solu­ción de los dos Esta­dos, esto no es más que una expre­sión de enga­ño y des­in­for­ma­ción his­tó­ri­ca, enmar­ca­da bajo el títu­lo del “camu­fla­je moral” esta­dou­ni­den­se, pre­ten­dien­do ser el defen­sor de los dere­chos humanos».

El exper­to recuer­da que des­de 1948 has­ta 1967, la ocu­pa­ción israe­lí se expan­dió geo­grá­fi­ca­men­te, devo­ró más tie­rras, amplió los asen­ta­mien­tos, expul­só a más pales­ti­nos e inten­tó pro­fun­di­zar las medi­das de vacia­mien­to demo­grá­fi­co, entre otras accio­nes. Una idea que inten­ta seguir mate­ria­li­zan­do hoy tan­to en Gaza como en Cisjordania.

«No exis­te nin­gún deseo por par­te de “Israel” de per­mi­tir la exis­ten­cia de un Esta­do pales­tino, por­que con­si­de­ran que si este tuvie­ra algún tipo de esta­bi­li­dad ins­ti­tu­cio­nal, como un ejér­ci­to o estruc­tu­ras mili­ta­res, se reor­ga­ni­za­ría y bus­ca­ría recu­pe­rar sus tie­rras nue­va­men­te. Tam­po­co acep­ta la idea de un solo Esta­do, ya que sigue sien­do inca­paz de lograr resul­ta­dos favo­ra­bles en tér­mi­nos demo­grá­fi­cos», enfa­ti­za Faraj.

Bajo ese con­cep­to, «Israel» ha obs­ta­cu­li­za­do cual­quier decla­ra­ción inter­na­cio­nal y reso­lu­ción de Nacio­nes Uni­das que abor­de el tema, la igno­ra, y nada ni nadie le obli­ga a actuar de mane­ra diferente.

«Todo el dis­cur­so sobre la solu­ción de los dos Esta­dos nació muer­to des­de su ori­gen, por­que cual­quier for­ma de ocu­pa­ción colo­nial y de inten­to de sus­ti­tuir a un pue­blo inven­tan­do otro pue­blo, o de reem­pla­zar una cul­tu­ra por otra, está des­ti­na­da úni­ca­men­te a la libe­ra­ción com­ple­ta de la tie­rra», agre­ga el ana­lis­ta Moham­mad Faraj.

Trump quie­re apli­car en Gaza la eco­no­mía de las catástrofes

Des­pués de ver el recha­zo de Jor­da­nia y Egip­to, al que se unie­ron otros paí­ses ára­bes, Trump fue bajan­do el tono, pero man­te­nien­do sobre la mesa el tema «La for­ma de hacer­lo es mi plan. Creo que es el plan que real­men­te fun­cio­na. Pero no voy a for­zar­lo. Solo voy a sen­tar­me y reco­men­dar­lo», decla­ró a Fox News.

Pon­ga­mos aho­ra el otro esce­na­rio posi­ble. Si las nacio­nes ára­bes no logran una pos­tu­ra común res­pec­to al tema de la recons­truc­ción de Gaza y se plie­gan a los chan­ta­jes indi­vi­dua­les que Esta­dos Uni­dos inten­ta eje­cu­tar en su acos­tum­bra­da estra­te­gia de «divi­de y ven­ce­rás», la situa­ción del encla­ve vol­ve­ría a que­dar a mer­ced de las inten­cio­nes de Trump.

En todo caso, el hom­bre de nego­cios deve­ni­do en pre­si­den­te inten­ta­rá que, si se lle­va a cabo un pro­ce­so de recons­truc­ción, este no cau­se nin­gún daño a los intere­ses y obje­ti­vos estra­té­gi­cos de Esta­dos Uni­dos e «Israel».

«Ade­más, bus­ca­rá que la recons­truc­ción se reali­ce a tra­vés de otras par­tes, ya sea median­te orga­nis­mos inter­na­cio­na­les o a tra­vés de los paí­ses ára­bes. En cual­quier caso, cual­quier mon­to que Esta­dos Uni­dos pudie­ra ofre­cer en este con­tex­to de recons­truc­ción se verá como una inver­sión a lar­go pla­zo y en el futu­ro. Será un inten­to de Esta­dos Uni­dos de avan­zar en su pro­yec­to de con­ver­tir esta región en un des­tino turís­ti­co, nada más», expli­ca Moham­mad Faraj.

De acuer­do con el ana­lis­ta, Esta­dos Uni­dos mira a Gaza en el con­tex­to de la teo­ría de la eco­no­mía de las catás­tro­fes que con­sis­te en: pro­vo­car la catás­tro­fe, gene­rar la des­truc­ción, arra­sar con la infra­es­truc­tu­ra y des­pués pre­sen­tar­se para lle­var a cabo lo que lla­man, entre comi­llas, «recons­truc­ción». Pero, en reali­dad, esto no es más que una inver­sión en la catástrofe.

Una teo­ría apli­ca­da en toda su exten­sión des­pués de la inva­sión de Esta­dos Uni­dos a Irak, cuan­do se des­tru­yó la infra­es­truc­tu­ra esta­tal y, de inme­dia­to, las empre­sas esta­dou­ni­den­ses se lan­za­ron a obte­ner el mayor núme­ro posi­ble de con­tra­tos en el sec­tor ener­gé­ti­co, agrí­co­la, de irri­ga­ción, cons­truc­ción, bie­nes raí­ces en gene­ral, segu­ros, tele­co­mu­ni­ca­cio­nes, entre otros.

No por casua­li­dad el envia­do de Esta­dos Uni­dos para Medio Orien­te, Ste­ve Wit­koff, anun­ció que Esta­dos Uni­dos con­vo­ca­rá una cum­bre con desa­rro­lla­do­res inmo­bi­lia­rios regio­na­les para dis­cu­tir los pla­nes de Washing­ton en la recons­truc­ción de Gaza.

«Vamos a lle­var a cabo una cum­bre muy pron­to con pro­ba­ble­men­te los mayo­res desa­rro­lla­do­res en la región de Medio Orien­te, muchos de los desa­rro­lla­do­res ára­bes, muchos pla­ni­fi­ca­do­res maes­tros», expre­só en una reu­nión del Comi­té Judío Ame­ri­cano en Washington.

Sus comen­ta­rios, según repor­tan varios medios, lle­ga­ron una sema­na des­pués de que el yerno de Trump, Jared Kush­ner, afir­ma­ra que man­tu­vo con­ver­sa­cio­nes con Ste­ve Wit­koff sobre lle­var a eje­cu­ti­vos inmo­bi­lia­rios para recons­truir Gaza. Kush­ner expre­só que la pro­pie­dad fren­te al mar en Gaza podría ser muy valiosa.

La mira­da no va enfo­ca­da solo al frag­men­to de tie­rra que repre­sen­ta Gaza sino tam­bién a sus recur­sos, en espe­cial, los ricos yaci­mien­tos de gas situa­dos en la cos­ta del encla­ve, que según exper­tos, podrían apor­tar­le elec­tri­ci­dad a Gaza duran­te diez años. Sin embar­go, los pro­pios pales­ti­nos no pue­den acce­der a este recur­so por el blo­queo de «Israel» y depen­den del com­bus­ti­ble que el ente ocu­pan­te deje entrar a la Franja.

Otro fac­tor que bus­ca Esta­dos Uni­dos, según expli­ca el ana­lis­ta jor­dano Moham­mad Faraj es la ven­ta­ja adi­cio­nal de tener acce­so al mar Medi­te­rrá­neo, que cons­ti­tu­ye un sitio geo­es­tra­té­gi­co impor­tan­te para Washing­ton, espe­cial­men­te en el mar­co de sus ope­ra­cio­nes en el Coman­do Cen­tral (CENTCOM), por­que a tra­vés de su posi­ción en esta región, Esta­dos Uni­dos inten­ta recon­fi­gu­rar el sis­te­ma de segu­ri­dad en bene­fi­cio tan­to de sus intere­ses como los de «Israel».

Los gaza­tíes no aban­do­na­rán su tierra

La per­so­na que ha des­cri­to el accio­nar del pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se res­pec­to a Gaza con mayor cla­ri­dad es qui­zás la rela­to­ra espe­cial de la ONU, Fran­ces­ca Alba­ne­se. «Es un com­ple­to dis­pa­ra­te y es ile­gal» excla­mó la diplo­má­ti­ca cuan­do le pre­gun­ta­ron sobre el tema. Alba­ne­se ha denun­cia­do con voz fir­me los crí­me­nes de «Israel» y su alia­do des­de el ini­cio del genocidio.

«Es des­pla­za­mien­to for­za­do, inci­ta­ción a come­ter des­pla­za­mien­to for­za­do, que es un cri­men inter­na­cio­nal. Y en el con­tex­to del geno­ci­dio for­ta­le­ce­rá la com­pli­ci­dad con los crí­me­nes que “Israel” ha esta­do come­tien­do duran­te los últi­mos 15 meses y antes. Es ile­gal, inmo­ral e irres­pon­sa­ble, es com­ple­ta­men­te irres­pon­sa­ble por­que empeo­ra­rá aún más la cri­sis regio­nal», advir­tió la experta.

El futu­ro de Gaza se está deci­dien­do fue­ra de Gaza. En pri­mer lugar debe­ría ser «Israel», el ente ocu­pan­te y prin­ci­pal res­pon­sa­ble de la des­truc­ción, quien asu­mie­ra la recons­truc­ción del encla­ve. Los paí­ses ára­bes, más allá de bus­car una alter­na­ti­va al plan de Trump, debe­rían usar la mis­ma cohe­sión para que «Israel» rin­da cuen­tas por tan­ta impu­ni­dad, para que per­mi­ta sin res­tric­cio­nes toda la ayu­da huma­ni­ta­ria que debe entrar y sobre todo para que el alto el fue­go trans­mu­te a un final defi­ni­ti­vo de la agresión.

Pero sería dema­sia­do inge­nuo pedir tan­to, cuan­do murie­ron más de 48.000 pales­ti­nos, mien­tras esas mis­mas nacio­nes actua­ban en la fina cuer­da de las decla­ra­cio­nes diplo­má­ti­cas de con­de­na y al mis­mo tiem­po per­ma­ne­cían en el inmovilismo.

Trump está espe­ran­do el desa­rro­llo de los acon­te­ci­mien­tos, pero para man­te­ner la lla­ma viva de su «pro­pues­ta» publi­có en su red social un video de IA don­de mues­tra el supues­to futu­ro que le espe­ra a la Fran­ja bajo su con­trol. La difu­sión del audio­vi­sual fue amplia­men­te recha­za­da por los pales­ti­nos y gran par­te de las nacio­nes árabes.

«Donald Trump, obse­sio­na­do con las ope­ra­cio­nes comer­cia­les, no com­pren­de la dife­ren­cia fun­da­men­tal entre un terreno inmo­bi­lia­rio apto para pro­yec­tos de inver­sión y una tie­rra que for­ma par­te del ima­gi­na­rio colec­ti­vo de las per­so­nas, vin­cu­la­da emo­cio­nal­men­te a su patria, pues, la tie­rra es un ele­men­to cen­tral del sen­ti­do de per­te­nen­cia nacio­nal. No entien­de este mosai­co inte­gral que gene­ra sen­ti­mien­tos de per­te­nen­cia y nacio­na­lis­mo», argu­men­ta Faraj.

Esa es la varia­ble que el pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se no entien­de. El amor a la tie­rra de los pales­ti­nos repre­sen­ta su prin­ci­pal arma fren­te a déca­das de des­po­jos y des­pla­za­mien­tos, fren­te a los bom­bar­deos israe­líes y el patro­ci­nio arma­men­tis­ta de Esta­dos Unidos.

El des­tino de Gaza depen­de en el futu­ro inme­dia­to del alto el fue­go y todos los fac­to­res que inter­vie­nen en el pro­ce­so, pero más allá de lo que se deci­da entre las nacio­nes ára­bes, o las ame­na­zas de Trump, la Resis­ten­cia del pue­blo pales­tino dirá la últi­ma palabra.

Dia­na Vali­do Cer­nu­da, perio­dis­ta de la Tele­vi­sión Cubana

28 de febre­ro de 2025

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