The Cradle se ha enterado por fuentes informadas cercanas a Hamas de que una reciente propuesta de Estados Unidos , entregada al alto dirigente político de Hamas, Khalil al-Hayya1, que actualmente reside en Doha, fue rechazada de plano. La oferta, que pedía la rendición del movimiento de resistencia palestino y la salida de sus líderes de la Franja de Gaza, fue rechazada con una respuesta contundente: «Que hagan lo que quieran».
Un día después, el 30 de marzo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió públicamente intensificar la guerra contra Gaza, intensificando tanto el asedio como el bombardeo de la Franja. Al amanecer, mientras los palestinos se preparaban para el Eid al-Fitr2, una fiesta que marca el final del Ramadán, Gaza se vio sometida a uno de los bombardeos más intensos de la guerra. Las explosiones retumbaron en toda la Franja, sacudiendo casas y enviando ondas de choque hasta la ocupada Beersheba y el Néguev.
Según se informa, la propuesta estadounidense incluía un paso seguro para los combatientes de Hamas y sus familias, garantías financieras y promesas de protección contra el asesinato. Cuando Hamas rechazó la oferta, Washington notificó a Tel Aviv, lo que llevó a Netanyahu a redoblar sus objetivos de guerra: Hamas debe desarmarse o ser conducido al exilio permanente, en línea con la doctrina de desplazamiento3 del presidente estadounidense Donald Trump. Idealmente, Netanyahu parece decidido a asegurar ambos resultados.
Falsos amaneceres y promesas incumplidas
A pesar de las afirmaciones de los medios de comunicación israelíes sobre los progresos en las conversaciones de tregua desde el 27 de marzo y de las especulaciones sobre una cesación del fuego programada para el Eid, la realidad se vio marcada por nuevas masacres4 llevadas a cabo por el ejército de ocupación. No se materializó ninguna tregua a corto o largo plazo.
No obstante, debido a la presión sostenida egipcia, un acuerdo sigue siendo posible, por escaso que sea. La presión árabe para poner fin al juego en Gaza –impulsada por los Emiratos Árabes Unidos5 y respaldada por Arabia Saudita y Jordania, aunque impugnada en parte por Egipto– tiene sus raíces en el deseo de barrer el expediente en aras de la normalización regional con Tel Aviv.
Netanyahu, sin embargo, sigue saboteando todas las iniciativas. Solo acepta lo que sirve a su único objetivo: mantenerse en el poder. La guerra continuará a pesar de todo, incluso cuando una encuesta del Canal 12 israelí revela que el 69% de los israelíes apoya un acuerdo integral para traer a casa a todos los prisioneros y poner fin a la guerra, y el 70%6 dice que ya no confía en el gobierno de Netanyahu.
La última propuesta de Egipto incluía la liberación de cinco cautivos israelíes vivos a cambio de prisioneros palestinos y un cese de los combates durante 40 días. La ventana de alto el fuego permitiría evacuar a los civiles heridos a través de Rafah y que la ayuda humanitaria volviera a entrar en Gaza. Hamas accedió, pero pidió 50 días y que un prisionero palestino fuera liberado cada 10 días. El Estado ocupante se negó.
Las fuentes informan a The Cradle que las demandas israelíes eran inconsistentes y perturbadoras. En diferentes etapas, Tel Aviv insistió en 10 cautivos vivos, luego en 11 –algunos vivos, otros muertos– antes de proponer un alto el fuego de 40 días, dejando a los mediadores desorientados y las negociaciones estancadas.
En un gesto previo al acuerdo de rendición rechazado, Hamas compartió información, a través de intermediarios qataríes y egipcios, sobre la condición del cautivo estadounidense-israelí Alexander Idan. Sin embargo, el enviado de Washington a la región, Steve Witkoff, no mostró indicios de que Estados Unidos vaya a presionar a Israel para que se comprometa con cualquier propuesta compatible con Hamas. En cambio, el mensaje que se sintió en Doha, El Cairo y Gaza por igual fue de indiferencia estadounidense. La atención de Washington, al parecer, se centra en gran medida en los campos de batalla de Ucrania y Yemen.
La complicidad árabe alcanza nuevas cotas
Middle East Eye informó7 recientemente de la oferta de Jordania de expulsar a 3.000 miembros de Hamas de Gaza, desarmar a otras facciones de la resistencia y entregar el gobierno a la Autoridad Palestina (AP) con sede en Ramala. The Cradle ha confirmado de forma independiente que el rey Abdullah II de Jordania adoptó una postura especialmente agresiva durante la minicumbre de Riad, alineándose con los Emiratos Árabes Unidos para instar a la erradicación de Hamas: «Creen que permanecerán».
Sin embargo, es Abu Dhabi quien se ha convertido en el verdadero impulsor del cambio de postura de Estados Unidos, y sus duras maniobras sobre Gaza incluso han suscitado preocupaciones entre los aliados. El Cairo, por ejemplo, supuestamente buscó la ayuda saudí para contener a los emiratíes, mientras que la Autoridad Palestina (AP), respaldada por Estados Unidos y con sede en Cisjordania, aunque ansiosa por la caída de Hamas, teme ser marginada en el proceso.
Fuentes egipcias describen un agresivo cabildeo de los Emiratos Árabes Unidos para el desplazamiento inmediato de los habitantes de Gaza, mientras que los cruces israelíes han visto una caída en los envíos de ayuda, a pesar de que Abu Dhabi tiene privilegios para tales transferencias, privilegios que ahora se niegan incluso a Jordania. Mientras tanto, la coordinación de alto nivel entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel continúa, explorando «escenarios» que excluyen deliberadamente las entregas de ayuda, a pesar de las repetidas súplicas egipcias.
Según las fuentes:
Hay movimientos emiratíes inapropiados que amenazan los intereses egipcios, la seguridad nacional e incluso la causa palestina directamente, pero no podemos hablar y confrontar a Abu Dhabi directamente por muchas consideraciones. Los temores egipcios ahora son que los Emiratos Árabes Unidos estén tratando de llevar a cabo planes a gran escala para volar la Franja de Gaza desde adentro, estimulando protestas contra Hamas y creando enfrentamientos entre el pueblo y la resistencia. Incluso equivalía a la financiación emiratí a través de Israel para cualquier habitatante que quisiera manifestarse contra Hamas.
El Cairo cree que Abu Dhabi está aún más ansioso que Tel Aviv por realizar el plan de desplazamiento de Trump y está dispuesto a financiarlo, dicen las fuentes de The Cradle. Con Egipto negándose a abrir sus fronteras8 a los desplazamientos masivos, los planes alternativos de Estados Unidos e Israel implican la evacuación de los habitantes de Gaza por mar a Chipre y luego a terceros países. Los observadores dicen que los mapas de evacuación del ejército de ocupación no apuntan a Rafah, sino al mar Mediterráneo.
Abu Dhabi incluso ha sondeado a un Estado africano ‑a través de sus propios canales- en nombre de Israel para que acepte a los desplazados de Gaza.
Incluso Egipto, tradicionalmente el repliegue de Hamas, ha mostrado signos de distanciamiento desde que el movimiento de resistencia detuvo las operaciones a gran escala. El ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Badr Abdel Ati, declaró recientemente que «las facciones ya no gobernarán Gaza», la primera declaración oficial egipcia sobre el gobierno de la posguerra, que anteriormente se centraba en un «comité de gestión», que incluía indirectamente a Hamas.
La Cisjordania ocupada es la siguiente en la fila para la fragmentación
Mientras tanto, el diario hebreo Yedioth Ahronoth reveló los planes israelíes de fragmentar la Cisjordania ocupada en ciudades-Estado autónomas, desmantelando la Autoridad Palestina9 y sustituyéndola por consejos locales. El plan comienza en Hebrón (Al-Khalil), donde Israel tiene la intención de instalar un liderazgo local obediente que trabaje directamente con la ocupación.
Según los informes, el plan se discutió durante una reunión secreta de los Emiratos Árabes Unidos que reunió a líderes de asentamientos judíos de Cisjordania y funcionarios emiratíes en un iftar de Ramadán.
Esto se alinea con las políticas anexionistas10 impulsadas por el ministro de Finanzas israelí de extrema derecha, Bezalel Smotrich. El papel de los Emiratos Árabes Unidos parece cada vez más activo, amplificando las acusaciones de corrupción de la Autoridad Palestina al tiempo que construye vínculos directos con el movimiento de colonos judíos, sin pasar por el propio gobierno de Israel. Este calculado alcance socava cualquier pretensión de que la normalización con el mundo árabe pueda conducir a la creación de un Estado palestino.
«Continuamos, con la ayuda de Dios, liderando una revolución de normalización y regulación en el asentamiento», dijo Smotrich. «En lugar de escondernos y pedir disculpas, izamos la bandera, construimos y nos instalamos. Este es otro paso importante en el camino hacia la soberanía real en Judea y Samaria».
Durante el Ramadán, una delegación de asentamientos de Cisjordania visitó Abu Dhabi y se reunió con el Dr. Ali Rashid al-Nuaimi, miembro del Consejo Nacional de los Emiratos Árabes Unidos, el embajador israelí Yossi Sheli, empresarios de los Emiratos Árabes Unidos y personas influyentes en las redes sociales.
El periódico israelí también citó al jefe del consejo de asentamientos, Yisrael Gantz, diciendo: «Hay un nuevo orden mundial que requiere nuevas alianzas y pensar fuera de la caja».
La delegación reveló poco, pero según Yedioth Ahronoth, trataron de asegurar a los funcionarios de los Emiratos Árabes Unidos que la normalización no requiere la evacuación de los asentamientos judíos. Los lazos de los Emiratos Árabes Unidos con los líderes de los asentamientos, como el jefe del Consejo de Nablus, Yossi Dagan, se remontan a años atrás, con vínculos comerciales forjados bajo la administración Trump. Los colonos ahora evitan abiertamente Tel Aviv para tratar directamente con las capitales del Golfo Pérsico.
Hamas se prepara para una última resistencia
Con la hambruna en niveles catastróficos, el apoyo regional disminuyendo y los frentes de resistencia –a excepción de Yemen11– en gran medida sometidos, Hamas se enfrenta ahora a un duro dilema. El movimiento, enfrentado a la presión interna y externa para capitular, insiste en que la rendición sigue siendo impensable.
Fuentes dentro del grupo dicen que incluso algunas entidades vinculadas a la Hermandad Musulmana los instaron a retirarse, citando la escala de la devastación. Pero el rechazo de Hamas no tiene que ver con la supervivencia o la continuidad política, sino con la salvaguarda de la idea y la práctica misma de la resistencia. Aceptar el exilio marcaría no solo el fin de Hamas, sino la liquidación de la lucha armada palestina en todas las facciones.
Peor aún, la rendición no evitaría el desplazamiento masivo, sino que lo aceleraría. El colapso de Gaza enviaría ondas de choque a través de la Cisjordania ocupada, Jerusalén Este y los territorios de 1948, anunciando el acto final de la causa palestina.
A pesar de que la última propuesta de tregua reduciría el número de prisioneros de guerra israelíes vivos en poder de la resistencia –ahora estimados en 20 de 59 – , Hamas la aceptó para aliviar el sufrimiento palestino y ganar tiempo. Pero el movimiento no se hace ilusiones: Israel no tiene intención de detener la guerra, especialmente con el pleno respaldo político y militar de la administración Trump.
Hamas ha decidido continuar la lucha sin importar el costo. «Si vamos a ser eliminados», le dice una fuente a The Cradle, «que sea en una batalla honorable, no en el exilio». Citan las masacres de los campos de refugiados de Sabra y Chatila12 como una lección sombría: una vez que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) abandonó el Líbano, los residentes de los campamentos indefensos fueron masacrados. La diferencia ahora es que Hamas está en su propia tierra, entre su propia gente.
Desde el punto de vista táctico, la resistencia ha cambiado. La presencia israelí en Gaza ha erosionado el campo de batalla, dejando poco margen de maniobra. Las Brigadas Qassam ahora dependen de emboscadas, esperan a que las tropas entren en territorios urbanos densos y disparan cohetes esporádicos para mantener la presión psicológica, particularmente a través de videos de cautivos israelíes diseñados para atormentar al gobierno de ocupación.
La batalla continúa, y Hamas tiene la intención de enfrentarla, no de huir de ella.
Corresponsal de Cradle en Palestina
1 de abril de 2025
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