rima-hassan-lors-dun-rassemblement-a-paris-le-12-juin-2025

A Rima Has­san: cin­co ver­da­des incó­mo­das que igua­lan —sí— la ocu­pa­ción de Pales­ti­na y la del Sáha­ra Occidental

Tabla de contenidos

En una polé­mi­ca entre­vis­ta publi­ca­da hoy por El Inde­pen­dien­te y fir­ma­da por Fran­cis­co Carrión, la euro­dipu­tada de La Fran­cia Insu­mi­sa, Rima Has­san, de ori­gen pales­tino, decla­ra: «No pue­do acep­tar que se diga que lo que vive el pue­blo pales­tino es exac­ta­men­te lo mis­mo que vive el pue­blo saha­raui». Sus pala­bras han cau­sa­do indig­na­ción en el movi­mien­to de soli­da­ri­dad con el Sáha­ra Occi­den­tal, tan­to por mini­mi­zar los para­le­lis­mos entre dos ocu­pa­cio­nes colo­nia­les, como por repe­tir de for­ma acrí­ti­ca argu­men­tos de pro­pa­gan­da marroquí.

En sus decla­ra­cio­nes, Has­san aña­de que «la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia reco­no­ce que exis­tían víncu­los his­tó­ri­cos, cul­tu­ra­les y jurí­di­cos con Marrue­cos, lo que no ocu­rre con los pales­ti­nos y los israe­líes». Este es, sin duda, el pun­to más gra­ve y enga­ño­so de la entrevista.

La Opi­nión Con­sul­ti­va de la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia del 16 de octu­bre de 1975 exa­mi­nó si exis­tían lazos de sobe­ra­nía entre Marrue­cos y el Sáha­ra Occi­den­tal en el momen­to de la colo­ni­za­ción espa­ño­la. La con­clu­sión fue cate­gó­ri­ca: no exis­tían víncu­los de sobe­ra­nía terri­to­rial que pudie­ran modi­fi­car el dere­cho del pue­blo saha­raui a la autodeterminación.

La CIJ reco­no­ció úni­ca­men­te «cier­tas for­mas de leal­tad» de algu­nas tri­bus saha­rauis hacia el sul­tán de Marrue­cos, de carác­ter reli­gio­so o per­so­nal, pero nun­ca de sobe­ra­nía polí­ti­ca ni terri­to­rial. Por eso, en su párra­fo final, la Cor­te sub­ra­yó que esos víncu­los no afec­ta­ban en nada al dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción del pue­blo saha­raui, un prin­ci­pio con­sa­gra­do por la Reso­lu­ción 1514 (XV) de la Asam­blea Gene­ral de la ONU.

La prue­ba es que, inme­dia­ta­men­te des­pués de ese dic­ta­men, la Asam­blea Gene­ral apro­bó la Reso­lu­ción 3458B (1975), que reafir­mó el dere­cho del pue­blo saha­raui a deci­dir su futu­ro sin reco­no­cer nin­gu­na sobe­ra­nía marro­quí. Marrue­cos, inca­paz de acep­tar este vere­dic­to, res­pon­dió con la inva­sión mili­tar y la lla­ma­da «Mar­cha Ver­de», en fla­gran­te vio­la­ción del dere­cho internacional.

Uti­li­zar hoy ese dic­ta­men como hace Rima Has­san para jus­ti­fi­car la ocu­pa­ción es una fal­si­fi­ca­ción. La CIJ nun­ca ava­ló la ane­xión marro­quí; al con­tra­rio, la des­le­gi­ti­mó. Y aquí la com­pa­ra­ción con Pales­ti­na se hace aún más cla­ra: en ambos casos, se tra­ta de pue­blos some­ti­dos a una ocu­pa­ción mili­tar ile­gal, ava­la­da úni­ca­men­te por la fuer­za y la com­pli­ci­dad de poten­cias extran­je­ras, nun­ca por el derecho.

A la obje­ción de Rima Has­san, pun­to por punto

Cuan­do una repre­sen­tan­te públi­ca afir­ma que «no pue­de acep­tar» que Pales­ti­na y el Sáha­ra Occi­den­tal vivan lo mis­mo, con­vie­ne res­pon­der con hechos, dere­cho inter­na­cio­nal y memo­ria. Esta répli­ca no bus­ca una polé­mi­ca esté­ril, sino des­mon­tar, con rigor y sin rodeos, las coar­ta­das que blan­quean una ocu­pa­ción y rela­ti­vi­zan la otra. Por­que sí: ambas son ocu­pa­cio­nes colo­nia­les que nie­gan el dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción, implan­tan colo­nos, repri­men a la pobla­ción ori­gi­na­ria y se sos­tie­nen sobre la com­pli­ci­dad internacional.

  • «No es lo mis­mo.» Nadie dice que lo sea en la esca­la del horror ni en la for­ma con­cre­ta de la vio­len­cia. Lo que deci­mos es que la estruc­tu­ra jurí­di­ca y polí­ti­ca es la mis­ma: ocu­pa­ción, colo­ni­za­ción, nega­ción de la auto­de­ter­mi­na­ción, repre­sión y expo­lio con cober­tu­ra inter­na­cio­nal. Esa matriz común es lo que hace com­pa­ra­bles ambos casos.
  • «La CIJ reco­no­ció víncu­los con Marrue­cos.» La CIJ no reco­no­ció sobe­ra­nía marro­quí. Dijo lo con­tra­rio: que no había lazos de sobe­ra­nía y que cual­quier víncu­lo tri­bal no afec­ta al dere­cho del pue­blo saha­raui a deci­dir libre­men­te. Repe­tir el man­tra de los «lazos» sin la cláu­su­la esen­cial es desinformar.
  • «Es un con­flic­to regio­nal.» Es un caso de des­co­lo­ni­za­ción, no una pelea entre Argel y Rabat. Ese eti­que­ta­do sir­ve para diluir res­pon­sa­bi­li­da­des y sacar al pue­blo saha­raui —el úni­co titu­lar del dere­cho— de la ecua­ción. En Pales­ti­na, ¿acep­ta­ría usted que lo lla­ma­ran «con­flic­to regio­nal» entre «Israel» y sus veci­nos para rela­ti­vi­zar el dere­cho palestino?
  • «Hacen fal­ta nego­cia­cio­nes.» Des­de lue­go. Pero con quien corres­pon­de: con el pue­blo saha­raui, a tra­vés de su repre­sen­tan­te reco­no­ci­do por la ONU, el Fren­te Poli­sa­rio, y con garan­tías para que el resul­ta­do no elu­da la auto­de­ter­mi­na­ción. Nego­ciar sin ese ancla­je jurí­di­co equi­val­dría a legi­ti­mar la anexión.

Por qué impor­ta decir «sí, se parecen»

Por­que los argu­men­tos que nie­gan la simi­li­tud debi­li­tan ambas cau­sas. Si se admi­te que en Pales­ti­na hay ocu­pa­ción colo­nial y dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción, pero se rela­ti­vi­za lo mis­mo en el Sáha­ra, se está acep­tan­do un doble rase­ro que las poten­cias cono­cen y explo­tan. Y vice­ver­sa: si se tole­ra el expo­lio saha­raui, se nor­ma­li­za la impu­ni­dad que tam­bién mata en Gaza.

La soli­da­ri­dad no es un buf­fet libre. No se eli­ge la cau­sa con mejor hash­tag ni la que gene­ra más cos­te polí­ti­co al adver­sa­rio domés­ti­co. Se defien­de el dere­cho inter­na­cio­nal para todos: para Pales­ti­na y para el Sáha­ra Occidental.

A quie­nes mili­tan por Pales­ti­na en Euro­pa: no rega­len a Rabat el argu­men­to de que el Sáha­ra es «otra cosa». A los par­ti­dos que se dicen de izquier­das: cohe­ren­cia; no hay anti­co­lo­nia­lis­mo a la car­ta. Y a las y los res­pon­sa­bles que temen per­der votos si dicen la ver­dad: el dere­cho inter­na­cio­nal no se negocia.

Seño­ra Has­san, usted sabe —por­que su pro­pia cau­sa lo ense­ña— que un pue­blo no des­apa­re­ce por decre­to. El saha­raui tam­po­co. No pedi­mos que «eli­ja ban­do» entre Marrue­cos y Arge­lia; pedi­mos que eli­ja el dere­cho. Y el dere­cho dice que Pales­ti­na y el Sáha­ra Occi­den­tal están bajo ocu­pa­ción y que sólo la auto­de­ter­mi­na­ción real, no un eufe­mis­mo, pue­de cerrar estas heridas.

ANEXO: Cin­co coin­ci­den­cias entre Pales­ti­na y el Sáha­ra Occidental

  1. Ocu­pa­ción y des­po­se­sión colo­nial. Tan­to Pales­ti­na como el Sáha­ra Occi­den­tal son terri­to­rios reco­no­ci­dos por la ONU como pen­dien­tes de des­co­lo­ni­za­ción. En ambos casos, la poten­cia ocu­pan­te (Israel en Pales­ti­na, Marrue­cos en el Sáha­ra) impo­ne su pre­sen­cia por la fuer­za, des­po­jan­do al pue­blo autóc­tono de sus tie­rras y recursos.
  2. Colo­ni­za­ción demo­grá­fi­ca. En Pales­ti­na, asen­ta­mien­tos ile­ga­les mul­ti­pli­ca­dos en Cis­jor­da­nia; en el Sáha­ra Occi­den­tal, la polí­ti­ca pla­ni­fi­ca­da de Marrue­cos para tras­la­dar cien­tos de miles de colo­nos al terri­to­rio ocu­pa­do. En ambos esce­na­rios, el obje­ti­vo es alte­rar la com­po­si­ción demo­grá­fi­ca y hacer invia­ble la autodeterminación.
  3. Repre­sión sis­te­má­ti­ca. Arres­tos arbi­tra­rios, tor­tu­ra, des­apa­ri­cio­nes for­za­das, jui­cios ama­ña­dos. La lis­ta de abu­sos es idén­ti­ca. Des­de Sul­ta­na Kha­ya has­ta Ahed Tami­mi, los ocu­pan­tes cri­mi­na­li­zan la resis­ten­cia y tra­tan de que­brar la dig­ni­dad de quie­nes defien­den su derecho.
  4. Expo­lio de recur­sos natu­ra­les. En Pales­ti­na, el agua y la tie­rra fér­til son apro­pia­das por Israel; en el Sáha­ra Occi­den­tal, Marrue­cos saquea fos­fa­tos, pes­ca y are­na en vio­la­ción de las sen­ten­cias del Tri­bu­nal de Jus­ti­cia de la Unión Euro­pea. En ambos casos, las poten­cias extran­je­ras se bene­fi­cian de la ocu­pa­ción a cos­ta de los pue­blos colonizados.
  5. Com­pli­ci­dad inter­na­cio­nal. Israel cuen­ta con el res­pal­do de Esta­dos Uni­dos y de la UE, mien­tras que Marrue­cos reci­be la pro­tec­ción de Fran­cia, Espa­ña y tam­bién de Washing­ton. La hipo­cre­sía es evi­den­te: se con­de­na la ocu­pa­ción en un caso, pero se tole­ra y has­ta se legi­ti­ma en el otro.

Un mis­mo com­ba­te con­tra la impunidad

Al final, lo que une a Pales­ti­na y al Sáha­ra Occi­den­tal es la lucha con­tra el colo­nia­lis­mo y la impu­ni­dad. Pre­ten­der dife­ren­ciar­los para reba­jar la legi­ti­mi­dad de los saha­rauis es un error polí­ti­co y moral. Ambos pue­blos sufren una ocu­pa­ción ile­gal, ambos han sido des­po­ja­dos de su dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción, ambos resis­ten fren­te a una maqui­na­ria de repre­sión y de expo­lio ava­la­da por el silen­cio cóm­pli­ce de Europa.

La com­pa­ra­ción no divi­de: for­ta­le­ce la cau­sa común de quie­nes luchan con­tra la ocu­pa­ción. Por­que como recor­da­ba Nel­son Man­de­la: «Nues­tra liber­tad está incom­ple­ta sin la liber­tad del pue­blo pales­tino». Y bien pode­mos aña­dir hoy: la liber­tad de Pales­ti­na tam­bién está incom­ple­ta sin la liber­tad del Sáha­ra Occidental.

31 de agos­to de 2025

Fuen­te: https://ecsaharaui.com/08/2025/a‑rima-hassan-cinco-verdades-incomodas-que-igualan-si-la-ocupacion-de-palestina-y-la-del-sahara-occidental/#google_vignette

Twitter
Facebook
Telegram

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *