Un grupo delincuencial organizado por la policía y la inteligencia militar encabezado por alias José y por Ricardo o Richard (distinguido este último por una lesión con arma de fuego en el brazo derecho) está amenazando de muerte a los pobladores del municipio de Algeciras y su área rural. Ellos son los autores de los recientes asesinatos de campesinos en la vereda El Quebradón, ocurridos con el respaldo y la complicidad del Estado.
Actúa mal, muy mal la policía al apoyar a este grupo de sicarios que ya ha cobrado varias vidas de campesinos inermes e inocentes. La máscara del terrorismo de Estado, caerá más temprano que tarde y sus autores intelectuales desde los organismos de inteligencia, tendrán que responder, como hoy tienen que hacerlo los involucrados en crímenes de lesa humanidad. La verdad sobre el conflicto ha empezado a derrumbar las infames trincheras de impunidad que antes protegían a los asesinos.
El video donde aparecen los dos sicarios mencionados con uniformes nuevos de policía, recién dotados, y con sus rostros cubiertos con el antifaz de la cobardía, es una maniobra estúpida que no servirá para cubrir a los elementos de la institución policial que hoy están estimulando el asesinando de la población civil.
Hay que «pararle el macho» a los asesinos. Los líderes comunitarios deben exigir a la Defensoría del Pueblo actuar sin dilaciones con medidas urgentes que pongan en cintura a estas bandas criminales. Es un hecho ampliamente conocido por la ciudadanía de Algeciras que alias Richard trabaja abiertamente con la Policía Nacional.
Las FARC-EP, Segunda Marquetalia, no exigen impuestos a nadie, y mucho menos a los campesinos pobres de estas regiones. Eso quedó claramente establecido en nuestro manifiesto de agosto del año pasado. Así que, señores de la inteligencia policial, no inventen más pretextos para justificar su instinto criminal.
Rechazamos la amenaza que los sujetos del video hacen a los excombatientes de los espacios territoriales de reincorporación y nos solidarizamos con ellos y con los líderes sociales, en momentos en el que el Estado nada hace para garantizarles el derecho a la vida.
Por las FARC-EP
Segunda Marquetalia
Octubre 25 de 2020