Los guerrilleros de las FARC-EP, Segunda Marquetalia, sentimos y hacemos nuestro el sufrimiento de los hermanos haitianos frente a la devastación y muerte causadas por el terremoto del sábado. A los familiares de los centenares de fallecidos, heridos y desaparecidos, a los que perdieron sus hogares, y también muchas de sus esperanzas, de corazón, nuestras más sentidas condolencias. Es hora de que los pueblos del mundo rodeen con su amor a los haitianos ofreciéndoles la más grande solidaridad material y espiritual.
La pobreza y la desgracia de Haití debe tocar la conciencia internacional, porque su condición de país más pobre del mundo fue generada por el saqueo de sus riquezas a manos de potencias coloniales, por las invasiones de los poderosos, y por el no respeto a su derecho a la libre autodeterminación. Ellos son los responsables de que los niños, en medio del hambre, coman galletas de tierra.
Para vergüenza de Nuestra América, mercenarios colombianos manipulados por la CIA y Bogotá, pretenden ahora imponer quién debe gobernar Haití y por ello asesinan a su presidente constitucional, Jovenel Moïse.
Duque y sus amigos de la Florida son el otro terremoto que está destruyendo a Haití y a su institucionalidad. Duque debe pedir perdón a los haitianos. Debe frenar el descaro de su vicepresidenta ahora con funciones de canciller, que hoy está defendiendo a nombre del Estado colombiano, a los mercenarios que asesinaron al presidente Moïse. Allí hay gato encerrado.
Cuando los colombianos pensemos en Haití, debemos pensar en Petión, el generoso presidente de esa nación que ayudó a Bolívar a libertar la América del Sur.
FARC-EP,
Segunda MarquetaliaAgosto 15 de 2021