El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que tiene pruebas para acusar a los presuntos autores del frustrado golpe de Estado que sufrió el pasado 30 de septiembre, entre ellos a Fidel Araujo, hombre cercano al ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez.
En una entrevista concedida al espacio informativo internacional de la cadena NTN 24, con sede en Bogotá, Correa aseveró que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “no tiene nada que ver en los hechos”, sin embargo, dijo que no se puede excluir a “grupos de poder” de EEUU que pudieron haber intervenido en el intento de desestabilización democrática.
Aseguró que, aunque el Gobierno no tiene pruebas, si hay evidencias de que supuestas fundaciones de extrema derecha financian a grupos opositores al Gobierno ecuatoriano. “Eso sí tenemos. Tenemos cuentas y plata que se ha transferido”, señaló.
Respecto a las grabaciones que se obtuvieron de la Radio Patrulla, el Jefe de Estado manifestó que ya se han identificado algunas voces y que por seguridad, mientras continúan las investigaciones, no puede revelar su identidad.
“Las revueltas tuvieron muy poco que ver con reivindicaciones salariales (de la Policía). Se trató de una conspiración política, donde se aprovechó un núcleo duro que hay en la policía que detesta al gobierno” resaltó Correa durante la conversación.
Reiteró también no todos los policías participaron en la asonada golpista y que hay excepciones como los guardia de seguridad presidencial que ofrendaron su vida por la del Jefe de Estado. “Dentro de esos 1.000 policías sublevados habían unos 200 que querían hacer daño y agredir”, manifestó.
Además, el mandatario recordó en la entrevista que “todo (estaba) preparado, incluso tenemos un testigo que se le intentó pagar para que le vaya a disparar al presidente por parte de esta gente”.