¿Andalucía esta siendo también victima de la enorme inflación que ha supuesto la guerra en Ucrania?
Efectivamente, en Andalucía se está notando, y de forma muy grave, la inflación. Y no solo es que la inflación en Andalucía sea mayor que en el Estado español, sino que esta subida del precio de la vida (carburante, vivienda, alimentos, vestidos, energía…) golpea a una clase trabajadora ya de por sí afectada en la «normalidad capitalista» por altas tasas de desempleo, desempleo juvenil, precariedad, exclusión social, problemas de acceso a la vivienda y la incapacidad del tejido productivo por generar empleos. Los efectos de todo esto son la migración, el aumento de la pobreza y la exclusión social. Los datos del año 2021 eran ya espeluznantes: el 38,7% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión; 439.000 niños y niñas andaluces eran pobres; y un 10,3% de andaluces/as e encontraban con «carencia material y social severa»; un 45,7% de las familias andaluzas no podían irse una semana de vacaciones; y un 18% de los hogares andaluces no han podido mantener sus casas a la temperatura adecuada. Podríamos seguir ahondando en esta realidad, siempre más dura que la media estatal, que nos ofrece una imagen de las miserias y problemas que en la actual coyuntura inflacionista no hacen más que aumentar… y lamentablemente seguirán aumentando. La inflación, que como explicamos en nuestro reciente documento de coyuntura es una expresión de la lucha de clases, se muestra en Andalucía con especial crudeza y rostro criminal. Antes de terminar, un matiz. Desde Arboreá consideramos que la inflación no es simplemente consecuencia de la nueva fase de la guerra en Ucrania abierta tras la operación especial rusa, sino de las sanciones que los países imperialistas, y dentro de ellos la Unión Europea, han decidido imponer a Rusia que están volviendo en forma de efecto boomerang a la clase trabajadora de los pueblos europeos.
¿Qué alternativa propone Arboreá para la enorme encerrona política y económica que supone estar dentro de la Unión Europea y OTAN?
Ser parte de la Unión Europea y la OTAN nos sitúa en el centro de la reacción y la degeneración política, ética y social a nivel mundial. En la actual coyuntura, dominada por un repliegue del imperialismo occidental (dominada por Estados Unidos) que se niega a perder su hegemonía frente el ascenso de China y el multilateralismo, esta reacción y degeneración es especialmente intensa, con episodios de agresividad, militarismo, aumento del fascismo y guerra económica que no lleva más que al aislamiento de Europa y la extensión de la explotación y crisis económica. A esto debemos sumar la progresiva pérdida de soberanía de los Estados europeos, lo cual se agudiza en el caso de Estados plurinacionales como el español. Frente a estos valores europeistas y otanistas, y sus mecanismos de integración, debemos contraponer la defensa de nuevas integraciones políticas, económicas y militares que se basen en la solidaridad, la soberanía de los pueblos y el antiimperialismo. Desde Andalucía, se pueden proponer nuevas formas de relación con los pueblos mediterráneos (tanto europeos como africanos), que rompa históricas fronteras coloniales y socio-económicas fundadas desde la modernidad capitalista. No obstante, es necesario apuntar que estos nuevos proyectos de integración de territorios o países soberanos no son posibles bajo el capitalismo en su actual forma imperialista, sea cual sea el rostro (socialdemócrata o neoliberal). Es por ello, que cualquier avance hacia dicha alternativa deberá basarse en el liderazgo e influencia de partidos y movimientos que conciban la necesidad histórica de construir el socialismo y una fuerte acumulación de poder popular.
¿Se han llevado a cabo marchas contra la OTAN en Andalucía?
Efectivamente, el pasado 8 de mayo se llevó a cabo la XXXIV Marcha contra la Base de Rota, de cuya organización y convocatoria participamos como Arboreá. Junto a camaradas y compañeros/as de otras organizaciones (Nación Andaluza, PCPA, Sindicato Unitario, Plataforma Otan No Bases fuera Almería, Ojos para la Paz, CGT, CTA, SAT-Cádiz y Alternativa Republicana), recorrimos las calles de El Puerto de Santa María, en Cádiz, defendiendo la Paz, la solidaridad y la soberanía de los pueblos. Contra la OTAN y las bases. Esta movilización, de un contenido antiimperialista claro y directo, va a volver a repetirse el año que viene, recuperando así el sentido de las antiguas movilizaciones contra las bases que en los últimos años se había diluído por la influencia de ciertas tendencias ni-ni (ni OTAN ni Rusia), de las que luego hablaremos, en el seno de las organizaciones políticas andaluzas. Además, como parte de las marchas contra la OTAN en Andalucía, cabe destacar que para el próximo 2 de octubre de 2022 se ha convocado la VI Marcha a la base militar de Viator (provincia de Almería), por la «Plataforma almeriense OTAN No, Bases Fuera» que viene a incidir en la misma idea central del movimiento antiimperialista andaluz: nuestro territorio no debe ser plataforma de agresiones imperialistas.
¿Arborea plantea alguna base de unidad fuerte con otras corrientes políticas frente a la OTAN y el globalismo?
Como comunistas, y basándonos en la experiencia de los movimientos de liberación nacional y revoluciones socialistas y populares a lo largo y ancho del mundo, consideramos que la lucha antiimperialista y en defensa de la soberanía de los pueblos requiere unir a distintos sectores populares y revolucionarios, no solo a aquellos comunistas o marxistas-leninistas. Evidentemente, existirán menores contradicciones y mayores posibilidades de tener éxito, cuanto mayor sea la influencia y fortaleza de las organizaciones comunistas. En la actualidad, y partiendo del hecho de que Arboreá no es una organización, aspiramos a tejer contactos y trabajar desde una perspectiva de unidad popular en los distintos lugares donde estamos y en nuestro marco de acción política, Andalucía.
¿Arborea tiene referencias dentro del mundo andalusi?
Hasta el momento, en Arboreá no hemos sistematizado el análisis del mundo andalusí, si bien consideramos que supone un periodo fundamental para comprender nuestra historia y, en concreto, de qué manera se inserta Andalucía en la Monarquía hispánica, señalando que el gran punto de partida será el genocidio practicado al pueblo andalusí a manos cristianas y la inserción de nuestra tierra bajo una óptica colonial en un lugar periférico y extractivo que explica en buena medida el rol que bajo el capitalismo y el Estado español tendrá.
Las consecuencias e implicaciones sociales, económicas, políticas, culturales y, de forma fundamental, militares, son de gran calado y darían para una entrevista aparte. En todo caso, sí echamos en falta la ausencia de análisis marxistas y de clase del pasado andalusí para comprender en toda su profundidad cómo actúan distintos personajes y actores en la historia de Al-Andalus, cómo se produce su fragmentación y derrota, y qué aspectos prevalecen en las décadas y siglos siguientes.
¿Se esta hooliganizando los medios de comunicación bajo estas nuevas tensiones bélicas en Ucrania y Taiwan?
Sobre este tema, cabría hacer cuatro consideraciones. La primera, preliminar, es que la cuestión de los medios de comunicación y su influencia en la creación de «opinión pública», que no es más que la concreción de la ideología dominante en cada momento y sobre diversos temas, es de gran interés e importancia en las últimas décadas y, especialmente, para la intervención política de las y los comunistas en nuestros respectivos territorios y ámbitos. La segunda, cuando hablamos de medios de comunicación nos referimos a un oligopolio en el que unas pocas multinacionales occidentales controlan la amplia mayoría de las emisoras, webs y productos de «comunicación» que están al alcance de las clases populares. Multinacionales que tienen intereses vinculados al mantenimiento de la hegemonía imperialista occidental y que tiñen todos sus productos y discursos, si bien siempre existen brechas o excepciones, son las menos. Asimismo, los medios públicos, que podrían teóricamente estar fuera de dicha dinámica, en la práctica no suponen una gran alternativa al estar controlados por gobiernos (europeos, estatal, autonómicos….) que representan los intereses de esas mismas clases dominantes. En tercer lugar, por ir aterrizando, debemos subrayar que en el caso del análisis de las relaciones internacionales, la intoxicación informativa no es nueva y la justificación de guerras de agresión colonialistas o imperialistas proviene desde el siglo XIX, al menos. Así, los medios de comunicación vienen sosteniendo y reproduciendo el discurso imperialista de la bondad de las guerras iniciadas a lo largo y ancho del globo por las potencias occidentales. Esta bondad se sustenta en todo el marco discursivo e ideológico creado por Estados Unidos y sus aliados desde mediados del siglo pasado, basado en la supuesta defensa de la democracia y la libertad, del «mundo libre», contra el autoritarismo y «la dictadura comunista». Tras la destrucción de la URSS, pilotada por el traidor Gorbachov (recientemente muerto), el discurso cambia con conceptos como el «fin de la historia» de Fukuyama, el «choque de civilizaciones» de Huntington o la excusa de la lucha contra los «Estados canallas», del «eje del mal» o el terrorismo. Todo ello es asumido y reproducido por los medios de comunicación, aplicándolo a todo tipo de situaciones, también la guerra de Ucrania o las provocaciones de Estados Unidos en Taiwan, que se convierte por los medios de comunicación en paladín de la democracia y los valores occidentales frente a la «autoritaria» China. Por último, en relación a la hooliganización, o el abuso extremo de los medios de comunicación, lo que estamos viendo ahora es fruto de la propia situación de debilidad de la hegemonía del imperialismo occidental, liderado por Estados Unidos, que ve cómo se está conformando un mundo multipolar (si bien aún no se ha terminado de fraguar, no echemos las campanas al vuelo), y responde rabiosamente utilizando a los medios de comunicación como otro frente más en la guerra contra China y Rusia.
¿Los grupos que hoy en día se consideran andalucistas son cercanos al antimperialismo?
El andalucismo, como movimiento socio-político amplio y con diversas corrientes ideológicas en su seno, ha tenido y tiene distintos enfoques y posturas ante el imperialismo. Existen sectores andalucistas antiimperialistas que tienen, y han tenido históricamente, una posición militante y activa contra el imperialismo y su expresión en nuestra tierra (las bases militares de Rota y Morón). El caso del SOC (Sindicato de Obreros del Campo) y su heredero el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores/as), supone un buen ejemplo de un histórico rechazo a la OTAN y las bases y un apoyo a diversos movimientos y proyectos antiimperialistas en todo el mundo, como Libia, Nicaragua, Cuba, Venezuela… La no participación del SAT en la marcha contra la base de Rota y la OTAN del pasado mes de mayo debe entenderse en la actual situación de divisiones políticas, pugnas electorales y ausencia de un trabajo unificado en materia socio-político en Andalucía, más que en la ausencia de un posicionamiento arraigado antiimperialista entre su militancia. Por su parte, Nación Andaluza es una organización con un innegable historial de militancia antiimperialista y apoyo a las iniciativas en contra de la presencia e influencia del imperialismo en nuestro suelo. Otras organizaciones andalucistas, como la antigua Andalucía Comunista o Jaleo, son buenos ejemplos de un antiimperialismo consecuente con la tradición marxista-leninista en la que ambas organizaciones se encuadraban.
No obstante, también encontramos en el andalucismo la influencia de discursos ni-nistas en el análisis antiimperialista, como se pudo ver en los análisis y las acciones relacionadas con la guerra de Libia, Siria o las revoluciones de colores, en las que primaban por encima del posicionamiento antiimperialista las críticas a los gobiernos que estaban siendo derrocados por la injerencia imperialista. La nueva fase de la guerra de Ucrania, con la intervención rusa en apoyo de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como el apoyo de Rusia a la república árabe siria, ha mostrado a las claras en los últimos años cómo sectores del andalucismo equiparaban a la OTAN con Rusia, en ese discurso ni-ni tan útil al imperialismo. Hoy en día esa postura puede encontrarse claramente en el entorno de Adelante Andalucía, en la que la influencia de las posturas trostkistas en materia internacional de su principal partido (Anticapitalistas), son evidentes, si bien no monolíticas, al existir sectores o militancia antiimperialista en los otros partidos integrantes de dicha coalición.
¿Quién fue Ibrahim Al Gerbi?
Ibrahim Al Gerbi fue un ermitaño musulmán chií de la rama ismaelí de origen tunecino instalado en Guadix. Su figura, de la que no se conoce mucho más, ha pasado a la historia por planificar e intentar asesinar a los Reyes Católicos en el contexto del asedio a la ciudad de Málaga. Ante el brutal avance de las tropas cristianas en el Reino de Granada, en verano de 1487, Al Gerbi urdió un plan para asesinar a los Reyes Católicos, si bien se confundió de personas, atacando a la Marquesa de Moya y Álvaro de Portugal, hiriéndoles. Al Gerbi fue asesinado y su cuerpo lanzado al interior de las murallas de Málaga con un trabuco, donde fue recogido y enterrado solemnemente. Sin lugar a dudas Al Gerbi es una expresión más, heroica y excepcional, de la resistencia andalusí al avance cristiano y el Estado moderno que representaban los Reyes Católicos.
5 de septiembre de 2022
Entrevista realizada por Óscar Díaz