No es casual que vuelvan de nuevo a señalizarme como “fundador e ideólogo” del “brazo político” de las FARC-EP, cuando está demostrado que la CCB, ahora MCB, incluye una gran diversidad de agrupaciones políticas y sociales de la izquierda revolucionaria de la región y el mundo, entre las cuales las FARC es solo uno de sus componentes.
El Congreso Constitutivo del Movimiento Continental Bolivariano (MCB) les pegó duro y los irritó.
EL engendro narco-paramilitar-terrorista que encabeza Álvaro Uribe, las bases militares estadounidenses en la región, los golpistas hondureños, la derecha y la lumpen-oligárquica continental, el farsante de Obama y su imperialismo pentagonizado, saben muy bien que nos tendrán de frente con nuevas expresiones de resistencia y ofensiva de carácter regional y vocación internacionalista. Por eso su mendaz campaña mediática.
Esa vieja acusación ha sido atribuida al gobierno ecuatoriano, procurando así darle la legitimidad de que carece cuando procede directamente de las representantes del desacreditado Estado colombiano.
La “Comisión de la Verdad y Transparencia” sobre el caso Angostura-Sucumbíos (bombardeo y masacre en territorio ecuatoriano del campamento del comandante Raúl Reyes), si bien fue formada por decisión del presidente Correa, realmente es una instancia independiente de la sociedad civil que no tardó en tomar su propio camino. En su seno han ejercido influencia versiones retorcidas de factura Uribe-CIA, colados a los medios de la derecha y agencias internacionales.
Su presidente, Francisco Huerta, tiene fama de oportunista y junto a otros miembros de la Comisión se prestó a favorecer esas versiones mentirosas.
La maquinaria mediática al ser vicio de la alianza colombo-estadounidense volvió a reactivarse contra mi persona y contra otros/as dirigentes del naciente MCB, pidiendo cárcel y cabezas.
La cúpula civil y militar colombiana, instrumento de EEUU en la región, no ha desistido de ese propósito. Esta nueva campaña criminalizadora evidencia que siguen en eso al tiempo de anunciar medidas judiciales, órdenes de captura y pedidos de extradición.
En mi caso la peligrosidad es mayor porque Uribe y la CIA cuentan con fuertes conexiones en el país a nivel policial-militar (cinco generales dominicanos. Son “pana full” de Montoya y están protegidos por Leonel). Todos piden mi cabeza.
Frente a tan ominosas perspectivas no es válido atemorizarse, sino indignarse, rebelarse y combatirlas frontalmente.