Pero a mi no me importó porque yo no era vasco.
Después se llevaron a Granda, secuestrado por el gobierno títere colombiano en pleno corazón de Caracas, en complicidad con funcionarios policiales venezolanos.
Pero a mi no me importó, porque por razones “de Estado”, de “otros estados” para ser mas exacto, el camarada fue excarcelado dos años y medio después, y con eso se acabó el escandalo.
Mas tarde decidieron pasar a “bajo perfil” el caso de Ilich Ramirez, venezolano detenido ilegalmente y encarcelado injustamente por por el imperialismo francés. Condenado a la marginalidad y el olvido por parte de la propia diplomacia venezolana aun siendo uno de los mas grandes ejemplos antiimperialistas de este país.
Pero a mi no me importó porque yo no era venezolano.
Mas tarde encarcelaron a Sabino Romero, líder indígena luchador por sus tierras ancestrales. Acusado sin pruebas por ganaderos y latifundistas. Palabra de terrateniente contra palabra de indio…
Pero a mi no me importó porque yo no era indio.
Luego extraditaron a tres guerrilleros, a pesar de que poco antes Chávez proclamaba en la Asamblea Nacional: “Las FARC y el ELN no son terroristas, son verdaderos Ejércitos y hay que darles reconocimiento“, “Son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político y bolivariano que aquí es respetado”. Resultado: Tres jóvenes combatientes por la libertad de su tierra y verdaderos patriotas, entregados sin ningún pudor a las garras asesinas de la oligarquía terrorista proyanki.
Pero a mi no me importó porque yo no era bolivariano.
Ayer extraditaron a un periodista con nacionalidad sueca de origen colombiano. Superviviente al exterminio de la Unión Patriótica, refugiado político en ese país nórdico desde hace veinte años. Director responsable de la agencia de noticias ANNCOL, una de las páginas web mas consecuentes que informa sobre el terrorismo del estado colombiano.
Pero a mi no me importó porque yo no era periodista.
Ahora me deportan a mi…
pero ya es tarde.