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Tor­tu­ra secreta

El Esta­do espa­ñol ha prac­ti­ca­do el terro­ris­mo de Esta­do, tan­to duran­te la dic­ta­du­ra fran­quis­ta como pos­te­rior­men­te, tal y como deja­ron bien cla­ro dos impor­tan­tes miem­bros de la Uni­ver­si­dad de Deus­to, el Cate­drá­ti­co emé­ri­to de Éti­ca Xabier Etxe­be­rria y el pro­fe­sor de Éti­ca Galo Bilbao.

En un tra­ba­jo con­jun­to, publi­ca­do en 2005, pre­ci­sa­ron que «hay terro­ris­mo en aque­llas cir­cuns­tan­cias (exce­sos en algu­nas leyes, arbi­tra­rie­dad judi­cial, malos tra­tos y tor­tu­ras, fomen­to de gru­pos para­es­ta­ta­les como anti­te­rro­ris­tas) en las que se que­bran­tan los dere­chos huma­nos». En dicho tra­ba­jo, tam­bién afir­ma­ron que «el acto terro­ris­ta por exce­len­cia del Esta­do es la tor­tu­ra» (Etxe­be­rria pre­ci­só en 2006 que el peor terro­ris­mo de Esta­do era la tor­tu­ra) y ambos desa­rro­lla­ron esa mis­ma idea en al menos otros cua­tro tra­ba­jos publi­ca­dos entre 2005 y 2007.

Aho­ra bien, sin dar expli­ca­ción algu­na al res­pec­to, Galo Bil­bao cam­bió de pron­to de opi­nión. Para él, lo que era sin duda terro­ris­mo de Esta­do en 2007 dejó de ser­lo, de repen­te, en 2009. Aquel año, afir­mó que ya no iden­ti­fi­ca­ba como terro­ris­tas las actua­cio­nes judi­cia­les, polí­ti­cas o poli­cia­les «que hayan supues­to un exce­so de vio­len­cia o una vul­ne­ra­ción mani­fies­ta de dere­chos huma­nos (como es el caso de la tortura)».

En todo caso, des­de 2009, ni Xabier Etxe­be­rria, ni Galo Bil­bao, han vuel­to a men­cio­nar en sus tra­ba­jos ni la tor­tu­ra ni sus víc­ti­mas. Y no han mos­tra­do preo­cu­pa­ción algu­na por ellas, lo que con­si­de­ro muy sig­ni­fi­ca­ti­vo, por­que ha sido pre­ci­sa­men­te des­de 2009 cuan­do se han rea­li­za­do y publi­ca­do impor­tan­tes tra­ba­jos sobre la reali­dad de la tor­tu­ra en Eus­kal Herria.

El repen­tino cam­bio de opi­nión de Galo Bil­bao sobre el terro­ris­mo de Esta­do se pro­du­jo, pre­ci­sa­men­te, cuan­do las auto­ri­da­des de la Comu­ni­dad Autó­no­ma Vas­ca cla­si­fi­ca­ron a las per­so­nas tor­tu­ra­das como víc­ti­mas de abu­sos poli­cia­les. Un tér­mino que en abso­lu­to refle­ja el sufri­mien­to pade­ci­do por dichas víc­ti­mas y que las dis­cri­mi­na muy claramente.

El Cen­tro para la Memo­ria de las Víc­ti­mas del Terro­ris­mo se sir­vió de ello para seguir dis­cri­mi­nan­do a las víc­ti­mas y, enci­ma, ahon­dó en dicha injus­ti­cia blan­quean­do a algu­nos eje­cu­to­res del terro­ris­mo de Esta­do como el cono­ci­do tor­tu­ra­dor fran­quis­ta Meli­tón Manzanas.

Hay que tener en cuen­ta que pese a ser la legis­la­ción inter­na­cio­nal muy cla­ra a la hora de cali­fi­car la tor­tu­ra y la com­pli­ci­dad con la mis­ma como crí­me­nes con­tra la huma­ni­dad, no lo es tan­to, ni mucho menos, al abor­dar el espi­no­so tema de pro­bar la tortura.

Véa­se al res­pec­to la juris­pru­den­cia del Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos de Estras­bur­go, según la cual si un dete­ni­do resul­ta heri­do o lesio­na­do mien­tras se encuen­tra en cus­to­dia poli­cial, corres­pon­de al Esta­do jus­ti­fi­car esas heri­das. En cam­bio, si no hay lesio­nes, la car­ga de la prue­ba recae sobre el torturado.

Se tra­ta de una juris­pru­den­cia que pri­ma la razón de Esta­do y que no tie­ne para nada en cuen­ta la cru­da reali­dad de la tor­tu­ra que tan cer­te­ra­men­te denun­ció el antes men­cio­na­do Xabier Etxe­be­rria quien dejó bien cla­ro en sus tra­ba­jos que la tor­tu­ra prac­ti­ca­da hoy día es la tor­tu­ra secre­ta.

Tam­bién expre­só con suma cla­ri­dad las terri­bles con­se­cuen­cias de ese secre­tis­mo con el que se prac­ti­ca la tor­tu­ra: «por un lado, garan­ti­za la impu­ni­dad del tor­tu­ra­dor y, por otro, deja sumi­da a la víc­ti­ma en el mayor des­am­pa­ro no solo en el momen­to de ser tor­tu­ra­da, sino en el momen­to de recla­mar la jus­ti­cia y la repa­ra­ción debi­da por lo que se le ha hecho».

Pese a esta san­gran­te reali­dad, los jue­ces espa­ño­les siem­pre han pues­to toda la car­ga de la prue­ba sobre los tor­tu­ra­dos, lo que es una injus­ti­cia que hay que resol­ver de una vez por todas. Por ejem­plo, en lugar de exi­gir prue­bas impo­si­bles a quie­nes han denun­cia­do tor­tu­ras, hacien­do que la car­ga de la prue­ba recai­ga sobre quie­nes nie­gan esas torturas.

Eso fue lo que pro­pu­so, hace ya tiem­po, el direc­tor de Dere­chos Huma­nos del Gobierno vas­co, Jon Mire­na Lan­da quien afir­mó que «dado que el Esta­do se pro­te­ge efi­caz­men­te, para com­pen­sar su acti­vi­dad cri­mi­nal es nece­sa­rio una inver­sión efi­caz de la car­ga de prue­ba». Es decir, que la car­ga de la prue­ba recai­ga sobre los que nie­gan la tortura.

El estu­dio rea­li­za­do por la UPV/​EHU para el Gobierno vas­co fue un paso muy impor­tan­te. A pesar de que la car­ga de la prue­ba reca­yó sobre quie­nes denun­cia­ban la tor­tu­ra, lo hicie­ron de for­ma ade­cua­da, midien­do su cre­di­bi­li­dad a tra­vés del Pro­to­co­lo de Estambul.

Eso sí, des­pués de estu­diar la cre­di­bi­li­dad de quie­nes han denun­cia­do haber sido tor­tu­ra­dos, es abso­lu­ta­men­te nece­sa­rio hacer recaer la car­ga de la prue­ba en quie­nes nie­gan la tor­tu­ra y tra­tan de men­ti­ro­sos a quie­nes afir­man haber sido torturados.

En efec­to, a par­tir de media­dos de los 80, mucha gen­te empe­zó a negar cre­di­bi­li­dad a las ale­ga­cio­nes de tra­tos inhu­ma­nos /​tor­tu­ras. Un cam­bio de acti­tud que expli­ca­ron dicien­do que la tor­tu­ra dejó de ser un gra­ve pro­ble­ma here­da­do del fran­quis­mo, por­que se aca­bó prác­ti­ca­men­te con esa lacra.

Sin embar­go, duran­te las últi­mas déca­das, ha habi­do una enor­me dife­ren­cia entre lo suce­di­do en los Esta­dos espa­ñol y fran­cés con el mis­mo tipo de mili­tan­tes. Tras ser estos dete­ni­dos en el Esta­do fran­cés han man­te­ni­do un «mutis­mo habi­tual», según expre­sión con­sa­gra­da por los media, pero han con­fe­sa­do todo lo habi­do y por haber cuan­do han sido las Fuer­zas de Segu­ri­dad espa­ño­las las encar­ga­das de rea­li­zar los inte­rro­ga­to­rios.

Por eso, con­si­de­ro que bas­ta con apli­car la pura lógi­ca para dedu­cir qué es lo que ha pasa­do duran­te déca­das con los dete­ni­dos inco­mu­ni­ca­dos en depen­den­cias de las Fuer­zas de Segu­ri­dad espa­ño­las. Ese enor­me con­tras­te entre el Esta­do espa­ñol y el fran­cés seña­la cla­ra­men­te a la tor­tu­ra. Más pre­ci­sa­men­te, a la tor­tu­ra secre­ta.

Xabier Maka­za­ga, inves­ti­ga­dor del terro­ris­mo de Estado

14 de agos­to de 2024

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