Bea­triz Etxe­ba­rria, ¿lo recuer­dan?- Mikel Arizaleta

1.- Con­fe­só

“Sobre las 4:00 de la maña­na del 1 de mar­zo de 2011 revien­tan la puer­ta. Me aga­rran del pelo y me lle­van en volan­das al salón. Estoy en suje­ta­dor y no me dejan poner­me ropa duran­te el regis­tro. En el salón me redu­cen con vio­len­cia y en el sofá me inten­tan poner las espo­sas. Se enfa­dan por­que me que­dan peque­ñas. Me dicen mien­tras sigo sen­ta­da en el sofá: «Ya verás qué cin­co días vas a pasar».

Me mareé un poco duran­te el regis­tro del tras­te­ro. Me aga­rran muy fuer­te del bra­zo, me dejan mar­cas. Me ponen espo­sas de cuer­da y me las van apre­tan­do cada vez más.

Al salir de casa me ame­na­zan: que no mire ni hable con mi pare­ja. Me lle­van don­de esta­ba el coche y me prohí­ben mirar el registro.

Me lle­van al foren­se de Bil­bo: me miran bien, ten­go mar­cas en las muñe­cas de las espo­sas, tenía las venas hin­cha­das, y algún ras­po­na­zo. Los bra­zos rojos, por la for­ma de aga­rrar­me, y agarrotados.

Me mon­tan en el Patrol. Me obli­ga­ban a cerrar los ojos y me los tapan ellos mis­mos con la mano. Escu­cho cómo hablan de encon­trar­se con otro coche.

Paran. Un guar­dia civil, que se hacía lla­mar el Comi­sa­rio, vie­ne a bus­car­me y cam­bia­mos de coche. El de aho­ra no es un Patrol, es un coche nor­mal por el espa­cio y la altu­ra al entrar. El Comi­sa­rio empie­za a gri­tar­me al oído y a ame­na­zar­me: «Soy mili­tar y estoy entre­na­do para matar». Me dice que ten­go dos opcio­nes: hablar des­de el prin­ci­pio, o no. Noto cómo sacan una bol­sa y me la ponen enci­ma de las manos Duran­te el via­je a Madrid me dan gol­pes y colle­jas en la cabe­za, y cons­tan­tes ame­na­zas. Me dicen que va a parar el coche y «te voy a poner en pelo­tas, te tiro a la nie­ve y te voy a abrir en canal». El Comi­sa­rio se qui­ta la cha­que­ta y empie­za a res­tre­gar­se con­tra mi cuer­po. El otro poli­cía que esta­ba a su lado «apa­ci­gua» a El Comi­sa­rio pero tam­bién me ame­na­za. Me hacen «la bol­sa» dos veces de camino a Madrid.

En la comi­sa­ría había dife­ren­tes habi­ta­cio­nes: en una escu­cha­ba los gri­tos del res­to de dete­ni­dos y había otra que esta­ba más aba­jo que me daba la sen­sa­ción de que esta­ba ais­la­da, y ahí el tra­to era toda­vía peor. A la pri­me­ra la lla­ma­ré la «habi­ta­ción dura» y a la otra «la muy dura».

Siguen las ame­na­zas y El Comi­sa­rio me mete a una cel­da y me dice que pien­se bien qué voy a hacer. Me sacan de la cel­da y me lle­van al forense.

Son sobre las 20.30 del mar­tes. Le rela­to que estoy sien­do tor­tu­ra­da. Me vuel­ven a lle­var a la celda.

Me lle­van a la «habi­ta­ción dura». Allí oía gri­tos del res­to de detenidos/​as. Me sien­tan en una silla y me mojan las manos, mien­tras escu­cho rui­dos de algo que pare­cen elec­tro­dos. Cuan­do esta­ba en la cel­da tam­bién escu­cha­ba esos mis­mos rui­dos. Me dicen que ten­go que hablar y me empie­zan a qui­tar la ropa has­ta dejar­me total­men­te des­nu­da. Estan­do des­nu­da me echan agua fría por enci­ma. Me vuel­ven a poner la bol­sa has­ta tres veces segui­das. Me ame­na­zan con hacer­me la bañe­ra. Estan­do des­nu­da, me ponen a cua­tro patas enci­ma de una espe­cie de tabu­re­te. Me dan vase­li­na en el ano y en la vagi­na y me meten un poco un obje­to. Sigo des­nu­da y me envuel­ven en una man­ta y me dan gol­pes. Me aga­rran, me zaran­dean y me levan­tan del suelo.

Me vuel­ven a lle­var a la cel­da has­ta la maña­na del miér­co­les, cuan­do vuel­vo a visi­tar al foren­se. Le cuen­to algo sobre el tra­to al que esta­ba sien­do some­ti­da y su acti­tud fue mala.

Vuel­vo a la cel­da y allí tra­to de «des­can­sar» un poco. Des­pués de pasar un rato, vie­ne El Comi­sa­rio y me lle­va a la sala «muy dura». Allí me vuel­ve a des­nu­dar. Me esti­ra del pelo, me da gol­pes en la cabe­za y me gri­ta al oído que es mili­tar y que está entre­na­do para matar y que «te voy a des­tro­zar toda por den­tro para que no pue­das tener peque­ños etarras».

Me vuel­ven a lle­var a la cel­da y des­pués de estar allí, al foren­se. No le cuen­to nada, al ver cuál había sido su acti­tud en la últi­ma visi­ta en la que cues­tio­na­ba el rela­to de tor­tu­ras que le había hecho.

En los inte­rro­ga­to­rios siem­pre había mucha gen­te. Una vez con­té has­ta sie­te voces dife­ren­tes. Me ame­na­zan cons­tan­te­men­te con mi pare­ja (al que escu­cho cómo está sien­do tor­tu­ra­do). Tam­bién me ame­na­zan con dete­ner a mi her­mano. Me dicen que como no haya tra­to no sólo van a dete­ner a mis padres, sino que tam­bién van a lle­var a mi abue­la «en bra­gas y que se la iba a follar».

El ante­úl­ti­mo día El Comi­sa­rio me vuel­ve a des­nu­dar. Tira una man­ta al sue­lo, gri­ta y me dicen que me van a vio­lar, otra vez. Me da la impre­sión de que él se empie­za a qui­tar la ropa, escu­cho cómo se qui­ta el cin­tu­rón. Enton­ces, al que lla­ma­ban Gar­men­dia inten­ta tran­qui­li­zar­le, lo saca de la sala en la que esta­ban y escu­cho cómo hablan. Gar­men­dia entra otra vez en la habi­ta­ción y me dice que le pro­me­ta que voy a declarar.

El últi­mo día tuve has­ta seis inte­rro­ga­to­rios. La segun­da decla­ra­ción poli­cial la hago el sába­do a las 5:40. Des­pués no me vuel­ven a des­nu­dar y la agre­si­vi­dad era menor, inclu­so lle­ga­ron a decir­me si que­ría ver a Iñigo.

Las ame­na­zas no cesa­ron has­ta lle­gar a la Audien­cia Nacio­nal. En el fur­gón, El comi­sa­rio, que esta­ba sen­ta­do a mi lado, me dijo que tenía que rati­fi­car delan­te del juez la declaración.

Duran­te todo el perio­do de inco­mu­ni­ca­ción, sal­vo cuan­do iba don­de el foren­se, estu­ve con los ojos tapa­dos con dife­ren­tes anti­fa­ces. Había alguno de látex que tenía una espe­cie de pol­vo que ellos decían que si abría los ojos me iba a que­dar cie­ga. Yo sí nota­ba que cuan­do me lo qui­ta­ban (para ir al foren­se) me pica­ban los ojos duran­te un rato. Cuan­do esta­ba con El Comi­sa­rio me ponían otro anti­faz que era como de terciopelo.

Duran­te la inco­mu­ni­ca­ción estu­ve sobre todo con tres poli­cías (El Comi­sa­rio, El Ins­pec­tor y Gar­men­dia, que era menos sal­va­je), aun­que duran­te los inte­rro­ga­to­rios solía haber mucha gen­te siem­pre en la habitación.

Ante el juez negué la decla­ra­ción poli­cial y denun­cié haber sido torturada”.

Lue­go de esta decla­ra­ción Bea­triz Etxe­ba­rria fue juz­ga­da en el 2013 y con­de­na­da a 40 años de prisión 

2.- La Cáma­ra de Gasteiz 

PNV y EH Bil­du apro­ba­ron en la Cáma­ra de Gas­teiz una enmien­da tran­sac­cio­nal en la que ins­tan a los pode­res públi­cos espa­ño­les a inves­ti­gar «con rigor» todas las denun­cias de tor­tu­ra. PSE, PP y UPyD, que defen­die­ron la actua­ción de las FSE, vota­ron en con­tra de la iniciativa.

El Par­la­men­to de Gas­teiz ins­tó ayer a los pode­res públi­cos espa­ño­les a inves­ti­gar con rigor todas las denun­cias de tor­tu­ra, tal como exi­ge el Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos. Asi­mis­mo, soli­ci­ta a Madrid que cum­pla las reco­men­da­cio­nes del Comi­té Euro­peo para la Pre­ven­ción de la Tor­tu­ra y res­pe­te los prin­ci­pios esta­ble­ci­dos en la Con­ven­ción con­tra la Tortura.

Ade­más, la Cáma­ra auto­nó­mi­ca reafir­ma su com­pro­mi­so de impul­sar el reco­no­ci­mien­to y la repa­ra­ción de las per­so­nas que han sido víc­ti­mas de tor­tu­ras y malos tratos.

Ade­más, la Cáma­ra auto­nó­mi­ca reafir­ma su com­pro­mi­so de impul­sar el reco­no­ci­mien­to y la repa­ra­ción de las per­so­nas que han sido víc­ti­mas de tor­tu­ras y malos tratos.

En el deba­te pre­vio a la apro­ba­ción del tex­to, rati­fi­ca­do en la Comi­sión de Dere­chos Huma­nos, Igual­dad y Par­ti­ci­pa­ción Ciu­da­da­na, el par­la­men­ta­rio del PNV Iñi­go Itu­rra­te afir­mó que la tor­tu­ra es «inad­mi­si­ble» en un Esta­do demo­crá­ti­co, ya que se tra­ta de «un deli­to delez­na­ble, que requie­re una espe­cial repul­sa». Tam­bién hizo hin­ca­pié en la figu­ra del vic­ti­ma­rio, repre­sen­ta­da por «fun­cio­na­rios públi­cos que abu­san del poder que les ha sido otorgado».

El repre­sen­tan­te de la coa­li­ción sobe­ra­nis­ta, Julen Arzua­ga, que lamen­tó que la ini­cia­ti­va se hubie­ra que­da­do «cor­ta», narró ante los pre­sen­tes las tor­tu­ras denun­cia­das por Madi­na, arres­ta­do por la Guar­dia Civil. «Esta deten­ción no fue para hacer jus­ti­cia. Se tra­ta de un nue­vo agra­vio. Un cas­ti­go a un sec­tor, a un movi­mien­to polí­ti­co con­cre­to. Es un cas­ti­go a la paz», cri­ti­có antes de seña­lar que, a día de hoy, los tri­bu­na­les no han tra­mi­ta­do la denun­cia. «Es un insul­to a la ver­dad inten­tar tapar este caso», remar­có el par­la­men­ta­rio de EH Bil­du, que puso de mani­fies­to «una deja­ción en la investigación».

Por su par­te, Mikel Unza­lu (PSE) apro­ve­chó el deba­te para denun­ciar la vio­len­cia ejer­ci­da por ETA. En este sen­ti­do, ins­tó a la coa­li­ción a «con­de­nar el terro­ris­mo». «Cuan­do denun­cien todas las ame­na­zas es posi­ble que poda­mos fir­mar un tex­to pare­ci­do jun­tos», decla­ró el par­la­men­ta­rio del PSE, que se escu­dó en la PNL ini­cial para votar en con­tra de la transaccional.

En la mis­ma línea se pro­nun­cia­ron Car­me­lo Barrio y el úni­co repre­sen­tan­te de UPyD, Gor­ka Manei­ro, que defen­die­ron la actua­ción de las FSE y res­ta­ron vera­ci­dad a las denun­cias de tor­tu­ras. «Para mí, la expre­sión más cer­ca­na a la tor­tu­ra es ver­les a uste­des», sub­ra­yó el par­la­men­ta­rio del PP.

PSE, PP y UPyD, que defen­die­ron la actua­ción de las FSE, vota­ron en con­tra de la iniciativa.

3.- El Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos (TEDH)

AFFAIRE ETXEBARRIA CABALLERO c. ESPAGNE (Requê­te no 7401612) ARRÊT STRASBOURG. 7 octo­bre 2014

El 7 de octu­bre de 2014 emi­tió una nue­va con­de­na al Esta­do espa­ñol por no inves­ti­gar denun­cias de tor­tu­ras. Se tra­ta de los casos de Bea­triz Etxe­ba­rria, dete­ni­da en mar­zo de 2011 por la Guar­dia Civil en Bil­bo, y de Oihan Ataun, arres­ta­do en noviem­bre de 2008 por la Poli­cía espa­ño­la en Zizur Nagusia.

La máxi­ma ins­tan­cia euro­pea en mate­ria de dere­chos huma­nos, en sen­das sen­ten­cias, orde­na indem­ni­zar con un total de 29.000 euros a Etxe­ba­rria, de los cua­les 25.000 son por daños mora­les y 4.000 en con­cep­to de tasas y deri­va­dos por el pro­ce­di­mien­to tan­to esta­tal como euro­peo, y con 24.000 euros al joven nava­rro, de ellos 20.000 por daños mora­les y los otros 4.000 por costas.

El TEDH ha esti­ma­do la deman­da inter­pues­ta por la defen­sa de Etxe­ba­rria y Ataun, que invo­có al ter­cer artícu­lo de la Con­ven­ción Euro­pea de Dere­chos Huma­nos y acu­dió a Estras­bur­go ante la ausen­cia de una inves­ti­ga­ción efec­ti­va por pare de las auto­ri­da­des espa­ño­las de las tor­tu­ras y malos tra­tos denun­cia­dos duran­te el perio­do de inco­mu­ni­ca­ción. El caso de Etxe­ba­rria fue espe­cial­men­te sona­do por su denun­cia de vio­la­ción con un palo.

Los jue­ces seña­lan que en ambos casos «las inves­ti­ga­cio­nes efec­ti­vas que se impo­nían por la situa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad de los deman­dan­tes en deten­ción inco­mu­ni­ca­da no tuvie­ron lugar» y recuer­dan al Esta­do espa­ñol la impor­tan­cia de adop­tar las medi­das reco­men­da­das por el Comi­té para la Pre­ven­ción de la Tor­tu­ra del Con­se­jo de Euro­pa, como la mejo­ra del examen médi­co-legal y man­te­ner una vigi­lan­cia apro­pia­da «para evi­tar abu­sos y pro­te­ger la inte­gri­dad físi­ca de los detenidos».

Con las de Etxe­ba­rria y Ataun suman ya cin­co las sen­ten­cias con­de­na­to­rias del Tri­bu­nal de Dere­chos Huma­nos con­tra el Esta­do espa­ñol por no inves­ti­gar denun­cias de tor­tu­ras. Las tres ante­rio­res fue­ron las rela­ti­vas a los casos de Mikel San Argi­mi­ro en 2010, el de Aritz Beris­tain en 2011 y el de Martxe­lo Ota­men­di en 2012

4.- Me pre­gun­to, ¿por qué este apo­yo a seme­jan­te bes­tia­li­dad, por qué ese cerrar los ojos a tan gra­ve inhu­ma­ni­dad, has­ta cuan­do esa reite­ra­da repri­men­da de Estras­bur­go cla­man­do a jue­ces, fun­cio­na­rios, foren­ses y gobier­nos del esta­do espa­ñol: “Dejen de torturar”?

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *