Los últimos acontecimientos acaecidos en Euskal Herria, además de dolorosos en lo afectivo pueden ser trágicos en cuanto a la pelea por la liberación nacional y social de Euskal Herria. Me refiero como es lógico a la disolución y desaparición del MLNV que tanto ilusionó a varias generaciones de vascas que soñamos con un Estado socialista vasco, concretamente a la disolución del hecho organizativo de un movimiento político que luchase por esos objetivos históricos.
Si la disolución de unas organizaciones era un hecho esperado, el que se postergue indefinidamente la aparición de nuevas organizaciones y referencias que se conviertan en referencia política es dañino y corregirlo se convierte en una urgente necesidad. Empezar a trabajar y organizar el potencial que aún sigue activo en este país organizado en luchas locales o sectoriales pero huérfanos de un partido o movimiento nacional que dinamice y organice todas esas luchas y se convierta en referente político.
Un partido o movimiento que sea inequívocamente comunista, revolucionario, abertzale, feminista, un partido de nuevo tipo (dixit Lenin) que no vacile en decirle al pan, pan y a la Unión Europea caterva de miserables mercaderes explotadores o al vino, vino y a la OTAN sea capaz de denominarla como lo que es, como una banda criminal.
Una organización que tenga claro que su marco de actuación es Euskal Herria, con sus seis herrialdes, que tenga buena relación con organizaciones similares de otros pueblos pero ninguna relación orgánica, que no sea bajo engaños la sucursal de ningún organismo estatalista como alguna ha pretendido.
Que sea internacionalista y tenga claro que el internacionalismo también comprende solidarizarse con Siria, Donbass y con todos los pueblos en lucha del mundo.
Que tenga claro aquel viejo eslogan de Herri Batasuna… «Euskal Herria independiente, clase obrera al frente», no la pequeña burguesía, que siempre mira de reojo al derechista y regionalista PNV.
Una organización, partido o movimiento que en fin recoja a tanto huérfano y huérfana que vemos pasar los días viendo a nuestro país sin vanguardia política que recoja el testigo que ha dejado el fallecido MLNV y afronte las tareas que este había asumido. Construir la patria socialista en Euskal Herria.
Cada día que pasa es una tragedia. Vemos como este pueblo sigue organizado, que hay voluntad de seguir luchando por nuestra vía al socialismo… pero necesitamos como el comer una organización que organice a tanta gente «que va por libre» o trabajando en pequeños colectivos locales o sectoriales. Esa es la tarea.
<em>Andoni Baserrigorri</em>
7 de junio de 2018