Quedó visto para sentencia el juicio contra D3M y Askatasuna. El fiscal mantiene su acusación de pertenencia para 9 personas, de colaboración a otras 2 personas y ha retirado la acusación de colaboración para Aitor Ligüerzana y Fernando Antia.
En los 5 días que ha durado este juicio hemos escuchado a policías y guardias civiles hablando de las ruedas de prensa en las que hemos participado, en cuántas candidaturas hemos formado parte, cuántas veces hemos sido interventores o apoderadas o que hemos asistido a una concentración,… actividades todas ellas de carácter político y público.
Y en esta actividad exclusivamente política se basa el Ministerio fiscal para decir que “formamos parte del entramado institucional al servicio de la estrategia de ETA”. Y para intentar hacer más “creíble” esta teoría diferencia entre banda armada y organización terrorista. Dice que no nos acusa de ser miembros de banda armada, sino de “organización terrorista”. ¿Cuál es esa organización? ¿Qué pruebas hay de que formamos parte de la misma? No le importa al fiscal. Su teoría es: ETA necesita una representación institucional y quienes han participado en candidaturas, han sido interventores, etc. están al servicio de ETA. Un argumento que, por desgracia, es bien conocido en Euskal Herria: “Todo es ETA”. Un argumento en base al que se han vulnerado y vulneran derechos civiles y políticos de miles y miles de personas en Euskal Herria.
La operación policial de enero de 2009 que nos llevó a la cárcel a varias de nosotras y nosotros tenía un claro objetivo: impedir la participación política de las personas independentistas y de izquierdas en las elecciones al parlamento de Gasteiz. Con la ilegalización de D3M y Askatasuna consiguieron una foto trucada de ese parlamento, y un Gobierno Vasco que no representa la voluntad de la sociedad vasca. Ese fue nuestro delito: presentar una oferta electoral abertzale y de izquierdas a la ciudadanía vasca.
Como dije ayer ante el Tribunal, en nombre de todas las personas juzgadas, “nos han sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional por reivindicar, defender y ejercer nuestros derechos civiles y políticos, como es el derecho a la participación política. Se nos ha traído por una Ley, la Ley de Partidos, creada para prohibir y condenar proyectos políticos, lo que la convierte en una ley antidemocrática.
Y añadí: En este juicio sólo nos queda por decir NO a las leyes de excepción, NO a los juicios políticos como éste, y SÍ a la libertad de expresión y la defensa de todas las ideas y a la participación de todos los proyectos políticos.
Y ese es el mensaje que hoy queremos hacer llegar a la sociedad vasca: Es hora de que el Gobierno español abandone las leyes de excepción para que podamos avanzar hacia una nueva situación de respeto de todos los derechos para todas las personas y todos los proyectos políticos.
Por eso creemos que la única sentencia posible es la absolución para todas nosotras y nosotros y el sobreseimiento de todos los juicios políticos pendientes. Nadie más puede ser juzgado por defender ideas políticas, por trabajar por un proyecto independentista y de izquierdas para Euskal Herria.
Ayer el fiscal aludió una y otra vez al juicio Bateragune y nosotras queremos terminar con las palabras de Arnaldo tras cono conocer esa última sentencia: Sonreír, porque vamos a luchar, porque vamos a ganar. Y nosotras también sonreímos porque en estos días ha quedado claro que este juicio, como tantos otros, ha sido un juicio político donde se pretende juzgar el derecho de miles y miles de personas a la participación política. Y este juicio lo vamos a ganar con nuestra absolución.