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Ati­lio Borón: «La gue­rra dere­chis­ta con­tra el gobierno boli­va­ria­do requie­re una res­pues­ta militar»

Dado que Vene­zue­la atra­vie­sa por momen­tos espe­cial­men­te gra­ves y que estos últi­mos días el soció­lo­go argen­tino dedi­có un artícu­lo ­­– Vene­zue­la y la gue­rra civil– a des­cri­bir lo que allí esta­ba suce­dien­do, la redac­ción de Cana­rias Sema­nal, como ha hecho en otras oca­sio­nes y para faci­li­tar su lec­tu­ra, pre­sen­ta ese mis­mo artícu­lo en for­ma de entre­vis­ta. Lo esen­cial de lo expre­sa­do por el pro­fe­sor Borón, per­ma­ne­ce intac­to. Al final de la «entre­vis­ta», en cual­quier caso, hemos pues­to un enla­ce para aque­llos lec­to­res que deseen leer el articu­lo en su integridad.

Pre­gun­ta: Vene­zue­la vive unos momen­tos real­men­te crí­ti­cos, que no tie­nen pre­ce­den­te des­de que en el año 2002 se pro­du­jo la ten­ta­ti­va de gol­pe de Esta­do por par­te de la dere­cha vene­zo­la­na. ¿Cómo des­cri­bi­ría los inquie­tan­tes momen­tos actuales?

Res­pues­ta: Se podría decir, en efec­to, que en Vene­zue­la la con­tra­rre­vo­lu­ción ha dado un «sal­to cua­li­ta­ti­vo». De la fase ini­cial del pro­ce­so con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rio se ha pasa­do aho­ra a una gue­rra civil no decla­ra­da, que se está pro­du­cien­do con una inusual fero­ci­dad. Ya no son las gua­rim­bas o las oca­sio­na­les vio­len­tas refrie­gas callejeras.

Aho­ra se tra­ta de ata­ques a escue­las, a los hos­pi­ta­les infan­ti­les y mater­ni­da­des; la des­truc­ción de flo­tas ente­ras de auto­bu­ses; los saqueos y los ata­ques a las fuer­zas de segu­ri­dad, iner­mes con sus caño­nes de agua y gases.

En estos momen­tos las con­fron­ta­cio­nes tie­nen, des­de lue­go, un cla­rí­si­mo guión pau­ta­do por exper­tos estra­te­gas de la CIA. Las fuer­zas sedi­cio­sas están recu­rrien­do al terror. Una terri­ble mues­tra de ello ha sido el lin­cha­mien­to de un joven al gri­to de «cha­vis­ta y ladrón». En esa mis­ma línea hay un hecho que tie­ne espe­cial sig­ni­fi­ca­ción. Es el emble­má­ti­co incen­dio de la casa natal de Hugo Chá­vez a manos de esas mis­mas fuerzas.

Pre­gun­ta: Pero, ¿cuá­les son real­men­te los obje­ti­vos que sub­ya­cen bajo estos dis­tur­bios des­es­ta­bi­li­za­do­res? ¿Qué es lo que se pre­ten­de pro­vo­car con esta cade­na inin­te­rrum­pi­da de vio­len­cia en la calle?

Res­pues­ta: Los pro­pó­si­tos están cla­ros. La situa­ción que la dere­cha está pro­vo­can­do en Vene­zue­la tie­ne como obje­ti­vo la gene­ra­ción de una devas­ta­do­ra cri­sis huma­ni­ta­ria que sir­va de pró­lo­go y jus­ti­fi­ca­cion a otra «inter­ven­ción huma­ni­ta­ria», esta últi­ma a car­go del Coman­do Sur de Esta­dos Uni­dos. La cues­tión es que una ame­na­za de esta enver­ga­du­ra exi­ge por par­te del gobierno, una res­pues­ta rápi­da y con­tun­den­te. En la medi­da que trans­cu­rra el tiem­po la situa­ción irá empeorando

Pre­gun­ta: Pare­cía, sin embar­go que el lla­ma­mien­to del Pre­si­den­te Madu­ro a una Cons­ti­tu­yen­te iba a apa­ci­guar a la opo­si­ción de derechas.

Res­pues­ta: El lla­ma­mien­to demo­crá­ti­co del pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro a una Cons­ti­tu­yen­te sólo ha ser­vi­do para ati­zar la vio­len­cia y mul­ti­pli­car el sal­va­jis­mo de la con­tra­rre­vo­lu­ción. Y la razón está bien cla­ra. La dere­cha no quie­re una solu­ción polí­ti­ca de una cri­sis que ella mis­ma ha crea­do. Lo que pre­ten­de es pro­fun­di­zar en la diso­lu­ción del orden social, aca­bar con el gobierno cha­vis­ta y ani­qui­lar a toda su diri­gen­cia, pro­pi­nan­do un bru­tal escar­mien­to para que en los pró­xi­mos cien años el pue­blo vene­zo­lano no vuel­va a tener la osa­día de que­rer ser due­ño de su des­tino.

Pre­gun­ta: ¿Cuál es en su opi­nión la sali­da a la com­ple­ja situa­ción polí­ti­ca que vive Venezuela?

Res­pues­ta: En Vene­zue­la se está apli­can­do, con metó­di­ca frial­dad y bajo el per­ma­nen­te moni­to­reo de Washing­ton, el mode­lo libio de «cam­bio de régi­men», y sería fatal no tomar con­cien­cia de sus inten­cio­nes y sus con­se­cuen­cias. El gobierno boli­va­riano ha ofre­ci­do en innu­me­ra­bles oca­sio­nes el ramo del oli­vo para paci­fi­car al país. No sólo su ofer­ta fue dese­cha­da, sino que la dere­cha gol­pis­ta esca­ló sus acti­vi­da­des terro­ris­tas.

Ante una situa­ción como esta al gobierno de Madu­ro lo que le corres­pon­de es pro­ce­der a la enér­gi­ca defen­sa del orden ins­ti­tu­cio­nal vigen­te y movi­li­zar sin dila­cio­nes al con­jun­to de sus fuer­zas arma­das para aplas­tar la con­tra­rre­vo­lu­ción y res­tau­rar la nor­ma­li­dad de la vida social.

Vene­zue­la ha sido obje­to no sólo de una bru­tal gue­rra eco­nó­mi­ca y de una ofen­si­va diplo­má­ti­ca y mediá­ti­ca, sino que aho­ra se la some­te, ade­más, una gue­rra no con­ven­cio­nal que ha cobra­do más de medio cen­te­nar de muer­tos y pro­du­ci­do ingen­tes daños materiales.

«Plan con­tra plan», decía Mar­tí. Y si una fuer­za social decla­ra una gue­rra con­tra el gobierno se requie­re de éste una res­pues­ta mili­tar. El tiem­po de las pala­bras ya se ago­tó y sus resul­ta­dos están a la vista.

25 de mayo de 2017

Fuen­te: cana­rias-sema­nal

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