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El ateísmo marxista se basa fundamentalmente en la crítica del fetichismo y no tanto en la negación de la existencia hipotética de espíritus, de seres inmateriales que pueden ayudarnos o fastidiarnos, de diosas y dioses benefactores o crueles, de un único dios todopoderoso… o de un dios vago que creó el universo y luego, cansando o arrepentido, abandonó a la humanidad a un destino atroz y lleno de padecimientos. La fantasía siempre puede encontrar alguna excusa para intentar justificar la creencia en fuerzas extrasensoriales, divinidades de todo pelaje, color y sexo, o para seguir creyendo en ellas rechazando la necesidad de la argumentación; y si esta fuese necesaria, para eso está la teología…
A lo largo de las páginas que siguen iremos viendo el proceso de aparición de las primeras formas pre y protoreligiosas, la aparición del animismo y totemismo, etc., hasta concluir en las religiones actuales. En un momento preciso toparemos con el fetichismo, y aunque será en el último capítulo cuando desarrollemos la crítica marxista del fetichismo, es conveniente ofrecer desde ahora una breve y buena explicación de este fenómeno histórico. Recurrimos a Bolívar Echeverría:
Hay que observar aquí que el uso que hace Marx del término «fetichismo» no es en verdad un uso figurado. Implica más bien una ampliación del concepto de encantamiento; en virtud de esta, junto con el encantamiento arcaico, ardiente o sagrado, coexistiría un encantamiento moderno, frío, profano. Según Marx, los modernos no solo «se parecen» a los arcaicos, no solo actúan «como sí» se sirvieran de objetos encantados, sin hacerlo en verdad, sino que real y efectivamente comparten con ellos la necesidad de introducir, como eje de su vida y de su mundo, la presencia sutil y cotidiana de una entidad metafísicamente determinante. La mercancía no «se parece» a un fetiche arcaico: es también un fetiche, solo que un fetiche moderno, sin el carácter sagrado o mágico que en el primero es prueba de una justificación genuina1.
En contra de la apariencia que sugiere que la llamada «modernidad» está reduciendo drásticamente los fetiches concretos y el fetichismo en general, lo que demostraría que las religiones retroceden, contradiciendo a esto y en plena consonancia con lo que explica Bolívar Echeverría sobre el fetiche realmente moderno, el capitalista, aparecen nuevas creencias con mensajes tan reaccionarios o más que los de las creencias tradicionales. Dejando de lado otras consideraciones, sí es verdad esta tesis de Ch. Türcke:
La violencia profana del mercado, sin embargo, no solo provoca contrarreacciones fundamentalistas. Contiene su propio opuesto. Después de todo, el mercado capitalista no es solo un ámbito de intercambio profano de mercancías, sino que se ha convertido en la fuerza social central. La inmensa mayoría tiene que vender su mano de obra para conseguir alimentos. El mercado decide sobre el bienestar y el infortunio, el sentido y el sinsentido, el ser y el no ser de las vidas humanas. Acepta y rechaza como un dios calvinista. […] la divinidad del mercado está «de capa caída» en dos sentidos: en relación con los hechos, pero también con el simple principio de realidad. El mercado no promete nada más que a sí mismo. Su «mayor activo» es la prosperidad. A pesar de que, por un lado, se manifieste como insuficiente frente a las llamadas grandes religiones, por otro, les sirve de fundamento. No es solo una religión entre muchas, sino también un mercado que incluye a la religión. En su foro y bajo sus condiciones todas las religiones convencionales compiten en la captación global de seguidores. […] Más que nunca, la esfera religiosa y la profana se entrelazan en dirección a las condiciones del capitalismo global. Jóvenes que no entran en una iglesia, tienen, sin embargo, grandes carteles de sus ídolos del pop colgados en sus habitaciones, solo quieren aceptar su música, quieren ser lo más parecidos posible a ellos en peinado y vestimenta y están comprometidos con su club de fans de internet: ¿hacen otra cosa que no sea moverse en un espacio litúrgico adornado con iconos y reunirse con otros alrededor de un lugar sagrado?2
El capitalismo, como relación social de explotación que se regenera canibalizando el trabajo vivo para convertirlo en plusvalor, en trabajo muerto, no solo reproduce en todo momento viejos fetiches modernizados, sino que produce otros más eficaces que se expanden como una plaga opiácea. En este sentido son válidas estas palabras de J. Arnau:
Las sociedades seculares modernas se rinden culto a sí mismas. Son sociedades ensimismadas, que no miran más allá de su propio ordenamiento y no buscan modelos en el cosmos o la fisiología, sino en la historia misma de sus instituciones, declaraciones y conquistas. Pero la sociedad completamente secularizada es la menos secularizada de todas, pues todos los delirios, fantasmagorías y alucinaciones que antes se asociaban con lo sagrado se vierten ahora en lo social. La religión de nuestro tiempo es la «religión de la sociedad»3.
El descenso de las prácticas católicas en muchos Estados no niega esta tendencia general, sino que confirma que están creciendo otras formas de alienación y enajenación. Veamos unos datos muy recientes en el Estado español en el que retrocede la enseñanza religiosa4 aunque la educación privada, en su mayoría en manos religiosas, ha duplicado sus beneficios entre los cursos 2004 – 2005 y 2016 – 2017, siendo la Iglesia la que se lleva la mayor parte de las inversiones públicas: 4.866 millones de euros al año5. La asistencia de niñas y niños a las clases de religión católica se desploma hasta la mitad6. Además, se está produciendo una caída en picado de las afiliaciones religiosas en el Estado: «Este curso solo han ingresado 236 alumnos, 46 menos que hace un año. Una caída que repercute en la ordenación sacerdotal: el año pasado cantaron misa por primera vez 135 curas, 60 menos que hace una década. Atrás quedan los años sesenta, donde más de 8.000 hombres se formaban en los seminarios españoles y unos 24.500 oficiaban misa»7. Otros estudios muestran que en 2018 entraron 236 seminaristas, pero 135 abandonaron antes de concluir, y en los seminarios menores ha bajado de 1061 a 918. Es la quilla de la Iglesia la que se está cuarteando y sus efectos sobre la educación religiosa son tan alarmantes que la Iglesia ha abierto sus puertas a los grupos católicos más reaccionarios, como los llamados «kikos»8, defensores del fundamentalismo más dogmático e intransigente.
Pero la Iglesia no permanece pasiva viendo cómo se diluye poco a poco su «poder moral» que, fundamentalmente, se sostiene en la enorme estructura político-económica formada durante siglos y reforzada deliberadamente por la dictadura franquista desde 1936 y, luego, gracias al Acuerdo Iglesia-Estado de enero de 1979. La Iglesia está movilizando su enorme poder alienador para mantener aquellas ventajas injustificables entonces y ahora, amenazando con que su suspensión «alteraría el pacto de convivencia»9. Clara Mayo ha resumido el libro de Ángel Munarriz sobre el poder y el dinero de la sucursal española de la transnacional vaticana:
La Iglesia ejerce en el Estado español un poder inmenso. Un poder que hoy no es todo el que le gustaría, pero más del que nos imaginamos. Su influencia y dominio son históricos, comienzan hace siglos, allá cuando Recaredo se convirtió al catolicismo en el año 589. Más de catorce siglos en los que la Santa institución ha ejercido un poder omnipresente en todas las esferas de la sociedad gracias a la estrecha vinculación con el Estado. A pesar de los cambios políticos y de todos los regímenes que se han sucedido, la Iglesia se ha mantenido en esencia inmutable en su poder e influencia, algo que nos hace pensar en la profundidad de sus cimientos y en la trabazón con el poder político. […] Hablar de oscuridad es hablar, por ejemplo, de la imposibilidad de que investigadores accedan a sus archivos históricos en los que hay una enorme cantidad de documentación sobre la guerra civil y el franquismo que ayudaría a encontrar a miles de asesinados, hoy aún desaparecidos. Porque la Iglesia colaboró con el franquismo en la represión y desarrolló la más extensa red de espionaje, simple pero eficaz, los confesionarios. Pero sería pedir una confesión auto inculpatoria, porque como señala este trabajo durante el franquismo «la participación de la Iglesia en la represión alcanza niveles de atrocidad solo explicables desde el ánimo vengativo». […] Pero el nuevo régimen mantuvo una continuidad con el Franquismo a través de sus instituciones, y la Iglesia es una de ellas. […] el Concordato –que regula la relación de la Iglesia con el Estado– firmado en 1953 entre Franco y el Vaticano nunca fue derogado sino enmendado por unos acuerdos posteriores (1976−1979). Así que la base de los privilegios de la Iglesia hoy es la misma que bajo el franquismo10.
También incrementa masivamente sus recursos económicos mediante el expolio e inmatriculaciones a su nombre de 30.000 bienes comunes desde 2008 a 2019, con un valor económico, artístico y cultural incalculable11, privatizaciones realizadas con la complicidad silenciosa de todos los gobiernos de turno. La Iglesia silencia al fisco más de la mitad de presupuesto acordado con el Estado12, dedicando estos y otros ingresos a mantener su burocracia y sus medios de alienación: la televisión episcopal, Trece TV, que tiene un 2% de audiencia, recibe alrededor de 10 millones de euros mientras que Cáritas apenas recibe seis millones. Investigaciones demuestran que Trece TV ha recibido 82 millones recaudados de la renta13. Los esfuerzos de la Iglesia para recuperar su influencia política entre las clases y naciones oprimidas, no entre la burguesía española, son discutibles: «gran parte de los electores (el 72%) afirma sentirse “poco o nada influido” por las orientaciones de los obispos»14. Visto de forma más realista: el 28% del electorado reconoce que sentirse «algo o muy influido» por los mandatos políticos de la Iglesia.
La Iglesia española actúa con disciplina estatal adecuada a cada una de sus diócesis. Por ejemplo, el tridentino obispo Munilla que además de ser el representante político-religioso del catolicismo español en Gipuzkoa, también está incursionando en las cloacas de las finanzas capitalistas, provocando denuncias de sectores de esta provincia15 que no han dudado en manifestarse delante de la catedral. La obsesión crematística del obispo Munilla se ha endurecido a pesar del malestar creciente en una feligresía católica que va perdiendo miembros día a día. El obispo ha optado por la inversión en el pujante sector turístico, sumándose a la estrategia idéntica de la burguesía de la zona. Se estima que el «agujero económico» provocado por el obispo supera el millón de euros16.
La reacción en contra de los católicos de base no se ha hecho esperar, reivindicando «una iglesia al servicio de los pobres, no una iglesia turística hotelera»17. Una de las salidas del capitalismo en crisis actual es invertir parte del capital excedentario en el sector de bienes de producción en la industria turística, muy desregulada, basada en una explotación precarizada y siempre unida a la drogadicción y la prostitución, etc., al alza en el Estado español18. ¿Debemos preguntarnos sobre si en esta «iglesia turística hotelera» cabría también la pedofilia eclesiástica? Pero además, la industria turística se caracteriza por debilitar la identidad nacional-popular, nacional-trabajadora, de los pueblos que avasalla.
La Iglesia católica ha sido y es un pilar clave del imperialismo español, y la iglesia llamada «vasca» nunca ha intentado independizarse de la dictadura episcopal franco-española, creando una auténtica «iglesia nacional» como sí lo hicieron movimientos burgueses renovadores desde el siglo XVI. Es verdad que siempre ha habido un amplio sector de curas y frailes insertos en el pueblo trabajador y que dieciseis de ellos fueron fusilados por el franquismo, historia que no podemos resumir aquí. Desde 1947 curas y frailes vascos vuelven a ayudar al pueblo, obligando a la Iglesia oficial a endurecer su postura contra las luchas obreras y populares, como sucedió en la huelga de 1953 en la que abandona a su suerte a los trabajadores católicos que le piden ayuda19.
En la historia del independentismo socialista, la lucha contra la Iglesia española en Hego Euskal Herria fue tenaz en los primeros años de ETA, que había rechazado el confesionalismo y planteaba la igualdad militante con la «iglesia popular»20. En un Zutik de noviembre de 1963 se exhorta a los católicos vascos a que no colaboren con la Iglesia, no la ayuden económicamente hasta que no cambie su política porque es un instrumento de la dominación española21. La participación de sacerdotes y frailes, la llamada «iglesia de base» aumentó tanto que la dictadura nacional-católica española tuvo que abrir en 1968 una cárcel especial para curas vascos22. En ese mismo año, Zalbide, militante de ETA, se niega a acudir a la misa obligada23 en la cárcel, acusando a la Iglesia de instrumento del Estado. En 1969, ETA, CCOO, el Partido Comunista de Euskadi y un grupo de sacerdotes firman un documento exigiendo la autodeterminación24 del pueblo vasco, unida a la conquista de los intereses de su clase proletaria.
Hemos citado una reducidísima parte del compromiso liberador de un sector de base de la Iglesia en Euskal Herria, pero deberíamos citar también al sector reaccionario que ha colaborado y colabora con la dominación franco-española, con la burguesía, con el franquismo y el fascismo francés y el nazismo en Iparralde. Como en todas partes, en Euskal Herria, dios también está internamente roto en dos enemigos antagónicos, de los cuales, el dominante, el que defiende al Estado vaticano, gana siempre porque, en el momento decisivo, el sector católico que defiende al pueblo no se atreve a iniciar una guerra de liberación nacional socio-religiosa, como la de los husitas en el siglo XV, por ejemplo.
La Conferencia Episcopal española siempre ha vigilado con especial inquina a las iglesias vasca y catalana, y en momentos puntuales a la gallega. El nombramiento del reaccionario españolista Munilla, como obispo de la diócesis donostiarra, busca atar muy en corto a los católicos del herrialde más independentista y progresista de Euskal Herria.
La obediencia a un Estado extranjero como es el Vaticano y a dos Estados aliados en esta cuestión clave, el español y el francés, ha vuelto a ser una triste historias cuando la Iglesia española impuso, a finales de 2009, a Munilla; entonces el malestar del 77% de párrocos fue ostensiblemente plasmado en un comunicado25, pero como siempre obedecieron al poder político-religioso de la Iglesia española.
Los privilegios de la Iglesia se mantienen en buena medida gracias a la negativa del reformismo eurocomunista a potenciar una coherente lucha por la libertad en su pleno sentido, por el ateísmo marxista. Aunque al final del texto, cuando desarrollemos el ateísmo marxista, volvamos a la responsabilidad imperdonable del reformismo en la continuidad del poder de la Iglesia, ahora sí debemos decir que desde la estrategia de «reconciliación nacional» de 1956 el PCE fue cediendo ante el idealismo reformista de los «comunistas cristianos», hasta abandonar cualquier referencia a la esencia política, ética, filosófica, científica, etc., del ateísmo marxista. Los debates internos entre ateos y creyentes estaban decididos ya previamente por la voluntad de la burocracia del PCE de, como fuera, atraer a su estrategia reconciliadora a cuantos más sectores católicos antifranquistas. La defensa lúcida del ateísmo26 de Marx realizada por Manuel Sacristán era inconciliable con la verborrea hueca de los llamados «cristianos-comunistas».
El desastre sobrevino en cuanto se impuso la «democracia laica» tras las concesiones a la Iglesia entre 1976 – 1979, como hemos visto. La burocracia eclesial no tardó en volver por sus fueros desplazando a la corriente del cardenal Tarancón. Mientras desaparecía cualquier política atea marxista, se reforzaba el catolicismo más reaccionario. Métodos disciplinadores del medievo, como las procesiones y las «semanas santas», fueron ensalzados oficialmente pero dentro de la industria turística. El «comunista» Alberto Garzón dice que «no es incompatible» defender la ideología de izquierdas con la devoción por una manifestación como es la semana santa que «trasciende las ideologías y, sociológicamente hablando, es un espectáculo […] A mis amigos de izquierda les digo que si no comprenden por qué la semana santa mueve a miles de personas nunca podremos gobernar este país»27.
¿Qué es la semana santa? La mejor respuesta es la de Ali Manzano28 que detalla cómo los conquistadores españoles incumplieron sus promesas de respetar la lengua, cultura, religión y propiedades del pueblo andalusí al rendirse para evitar masacres terribles: en 1502 se obligó a la población andalusí a cristianizarse; desde 1565 se reglamentan las procesiones que ya se realizaban mucho tiempo antes con reos que pedían perdón y con moriscos que querían cristianizarse para mantener sus bienes y se tapaban la cara con sambenitos para no ser identificados por los moriscos resistentes que podrían atacarles por traidores. La semana santa era y es monopolio del poder católico. Una demostración de su débil arraigo popular la tenemos en que cuando la II República dejó de impulsarla, el «fervor» cayó en picado. El franquismo la recuperó como instrumento de alienación. Ahora, además, es un reclamo turístico. Desde que han llegado las derechas más católicas al gobierno de Andalucía ha incrementado la ayuda pública a la semana santa y se ha reducido la destinada a la memoria histórica29.
Como sucede siempre, cuando la derecha recupera el gobierno, con ella vuelve la religión porque las fuerzas democrático-radicales laicas y ateas, y las izquierdas no han aprovechado el tiempo para la crítica práctica del opio religioso. El caso de Grecia lo confirma de nuevo: la derrota esperada del reformismo de Siryza ha abierto la puerta de par en par al restablecimiento de los cultos más reaccionarios de la Iglesia ortodoxa30. Lo mismo sucede en las comunidades autónomas –acabamos de ver Andalucía – , diputaciones y ayuntamientos del Estado español que han caído o siguen en manos del «trifachito» –PP, Cs y Vox – , en un contexto de euforia tridentina en el que la ultraderecha más retrógrada ha elaborado una lista de «milagros» del asesino dictador Franco para que sea canonizado31. No debe sorprendernos, por tanto, que la casta eclesial se sienta con fuerzas para multiplicar sus ataques a la «democracia parlamentaria».
A raíz de las declaraciones del nuncio del papa en el Estado español en las que criticaba la decisión de la mayoría del Parlamento de trasladar la momia del dictador Franco del lugar público, a otro privado o menos cargado de ideología fascista, se suscitó un debate abierto que inmediatamente abarcó a la totalidad de su sistemática política reaccionaria. Enrique del Teso ha realizado una crítica radical del método de la Iglesia para legitimar su persecución de libertades básicas, consistente en la interacción variable según el derecho a anular tres conceptos desfigurados: la ideología, el odio y el extremismo32.
Disponemos de varias críticas recientes a la Iglesia católica española, de las que aquí recogemos cuatro, pero veremos que ninguna de ellas pretende llegar al núcleo, a la raíz del problema religioso tanto en el Estado español y en Euskal Herria, como a escala general, como instrumento de dominación y a la vez como transnacional asentada en todo el mundo. Pero saber que las riquezas de esta empresa bastan para acabar dos veces con la pobreza en el mundo, un emporio que posee el segundo tesoro de oro más grande del mundo33, no demuestra definitivamente la inexistencia de diosas y dioses, sino a lo sumo que son extremadamente malvados y crueles, inhumanos.
La crítica a la Iglesia española34 integra estas y otras razones parciales en una totalidad cualitativamente superior: el opio religioso y el fetichismo deshumanizador se extinguirá durante un proceso histórico que tendrá dos grandes hitos: el primero la destrucción revolucionaria del poder imperialista del nacional-catolicismo, esencial pilar del Estado español; y el segundo, y a partir de aquí, la desmercantilización de la estructura psíquica de masas, que solo se puede alcanzar durante el tránsito mundial del socialismo al comunismo.
Enunciado muy sintética y lacónicamente esta perspectiva estratégica, veamos las cuatro críticas.
Una, la suave y superficial, es de J. Pérez Royo35 en la que denuncia el permanente obstruccionismo de la «democracia española», con la que es obvio que estamos de acuerdo, aunque no dice ni una sola frase sobre que la Iglesia española es la sucursal de una transnacional poderosísima llamada Vaticano S.A., que tiene su propio Estado, sus fuerzas armadas y su muy efectivo espionaje.
La segunda es de A. Gómez Mavellán y otras seis firmas de conocidas personas progresistas miembros del Grupo de Pensamiento Laico, crítica más profunda y directa, y que repasa la dejación de la «izquierda», o sea del PSOE y Unidas-Podemos, de la defensa práctica de derechos elementales como la libertad de pensamiento, acto que debe plasmarse en la institucionalización del laicismo y en la libertad del ateísmo militante, en la igualdad de creencias dentro de su estricto carácter privado, en la supremacía del bien colectivo sobre el capricho individual, en la educación científico-crítica, en la libertad de expresión, etc., terminando así: «Existe una ley casi universal que enuncia que una república o una democracia serán más populares cuando sean más laicas y serán más oligárquicas cuando sean menos laicas»36.
La tercera es la realizada por P. Vidal Marcos, miembro de la Marea Pensionista. Después de repasar la delirante historia autoritaria de la Iglesia española –«La renovación que supuso el Concilio Vaticano II en la década de 1960 partió de los llamados curas obreros que beneficiaron los movimientos antifranquistas al reunirse bajo el techo inmune de las iglesias en los barrios obreros; pero no por parte del obispado reticente a cualquier cambio» – , presenta una especie de estadillo de cuentas de la Iglesia extractado de los documentos de la Conferencia Episcopal:
Los números de la Iglesia española hoy: asignación tributaria por IRPF: 350 millones de euros; enseñanza concertada: 5.400 millones de euros; obra social y asistencial: 2.000 millones de euros; actividad hospitalaria: 900 millones de euros; mantenimiento inmobiliario: 600 millones de euros; subvenciones eventos religiosos: 300 millones de euros; capellanes funcionarios: 40 millones de euros; obras pías 10 millones de euros; exenciones fiscales; IBI: 700 millones de euros; transmisiones patrimoniales: 1.300 millones de euros, en total: 11.600 millones de euros anuales37.
Y la cuarta es la cantidad y calidad inconmensurable, de reprobaciones, denuncias, críticas y movilizaciones directa o indirectas contra la Iglesia por sus ataques despiadados a las elementales libertades y derechos humanos concretos, sexuales, afectivos, culturales, laborales, políticos, nacionales… por su silencio cómplice en la ocultación del terrorismo sexo-afectivo de la pedofilia. La negativa de la Iglesia a entregar sus archivos al gobierno y a la fiscalía española es otro ejemplo de la esencia antidemocrática de la Iglesia que cree que lo que ella interpreta como «ley de dios» es cualitativamente superior a la «ley del hombre». Tras seis meses de dar largas a los requerimientos oficiales, la Iglesia se niega a cumplir la ley38 porque cree que sus derechos «emanados de dios» son superiores a los de las niñas y niños violados.
Cree así mismo que deben silenciarse, negarse o reprimirse los derechos de las monjas violadas dentro de la Iglesia, en los conventos y sacristías, porque lo fundamental es mantener el buen nombre de la Iglesia. La expulsión de una monja india, Lucy Kalapura, de 53 años39, por haber denunciado al obispado continuados abusos, es solo una medida extrema que se ha conocido en un universo de plomiza ocultación de las violaciones sexuales intramuros de la Iglesia. Para erradicar cualquier posibilidad de «contagio feminista» en la Iglesia, la Conferencia Episcopal ideologiza a las monjas contra la «radicalización feminista»40. Más aún, las sectas místicas con contenidos sexuales no han faltado nunca en la Iglesia, y aunque su burocracia intenta ocultarlas, de vez en cuando no tiene más remedio que aceptar que existen e incluso combatirlas dentro y fuera de la estructura eclesiástica. Este es el caso de grupo Seminari Poble de Déu, disuelto en 2017 pero protegido de algún modo nada menos que por tres obispos41.
Visto lo visto, comprendemos mejor por qué el Vaticano «siembra fe» en otros continentes, en África sobre todo, para trasladarla a Occidente. Según la cuantificación oficial de la Iglesia, realizada en 2016, las personas católicas alcanzaron el total de 1.299 millones, con un incremento del 1,1% con respecto a los 1.285 de 2015. África es el continente en donde más crece la Iglesia, pero los cristianismos neopentecostales le van reduciendo la ventaja rápidamente: en Sudáfrica un tercio de los cristianos pertenecen ya a estas nuevas iglesias. De hecho, se trata de un proceso común en Nuestramérica, Asia y África, ascenso que contrasta con el estancamiento o descenso del catolicismo, protestantismo, anglicanismo… en estas zonas. Según Ch. Caballero:
Este fenómeno está muy vinculado a la imposición de medidas neoliberales por parte de los organismos financieros internacionales en los países africanos en los años ochenta y noventa y a las grandes desigualdades que crearon, sobre todo en ambientes urbanos. Es una respuesta espiritual, física y social a las necesidades de la gente que habita los barrios marginales de las ciudades. Una de sus grandes diferencias con las iglesias tradicionales, y que sea posiblemente uno de sus mayores atractivos, es que busca el enriquecimiento de sus fieles. De ahí que, en la actualidad, la mayoría de sus adeptos formen parte de esa amplia masa social que se ha denominado clase media africana.
En los últimos años, algunos de los pastores de estas iglesias empiezan a dar el salto a la política, como ya ha sucedido en varios países latinoamericanos, especialmente en Brasil. Con puntos de vista muy conservadores en lo referente a los aspectos morales, muchos de ellos se encuentran detrás de los grupos de presión que luchan por endurecer las leyes contra la homosexualidad, el consumo de alcohol, o por imponer normas de vestir «decentes», según sus criterios, como es la prohibición de minifaldas, entre otras muchas cosas42.
Los devastadores efectos del neoliberalismo sí están bajo el auge de las iglesias cristianas modernas, pero su origen es anterior:
Las iglesias pentecostales tuvieron su auge a principios del siglo XX, como la Iglesia Ciencia de Cristo, que llegó a ser de las cuarenta empresas más importantes de Estados Unidos, con una riqueza billonaria, aunque tras la muerte de su «profetisa» empezó su decadencia. Luego se empezaron a sentar las bases de las iglesias neopentecostales, tal y como las conocemos hoy. En los años sesenta surgieron iglesias carismáticas donde se cantaba y se hacían rituales de sanación, que al parecer no fueron muy atractivos para la población. Ese estancamiento empezó a ser superado en los años ochenta (en un proceso ligado al auge del neoliberalismo), por una ola de renovadores de esa doctrina, quienes escribieron unas nuevas orientaciones del método para atraer feligreses, entre ellos un libro llamado Fundamentos de la Teoría Pentecostal escrito por Guy P. Duffield y Nathaniel M. Van Cleave (que es un manual que guía paso a paso cómo debe pensar y actuar cualquier persona que quiera iniciar su emprendimiento carismático)43.
Mientras que a mediados del siglo XX surgía la base de las iglesias neopentecostales, la sociología y en especial su corriente funcionalista representada por el prestigioso Yinger44, que se esforzaba en asentar la llamada «ciencia de la religión» como parte de la sociología, escribió lo que sigue: «Un orden social exige un esquema unitario de valores… En determinadas circunstancias, la religión está en condiciones de facilitar la solución del problema del orden; en este sentido puede descubrir objetivos y abrir caminos para alcanzarlos. Mediante ritos y símbolos, mediante un sistema de dogmas, mediante sus enseñanzas sobre premios y castigos, la religión puede contribuir a formar individuos socializados que acepten los valores dominantes como medios y fines legítimos»45.
Estamos ante una incondicional defensa de la religión como instrumento de orden en unos años en los que el imperialismo norteamericano estaba peleando en muchos frentes contra los pueblos antiimperialistas y, a la vez, también en el frente «interno» contras las clases y naciones oprimidas dentro de Estados Unidos. Dentro de este contexto el también sociólogo norteamericano Bryan Wilson estudió las sectas cristianas que se expandían desde finales del siglo XIX por Europa y Nuestramérica, como pentecostales, mormones y testigos de jehová, sectas activamente proselitistas, a las que definió como «comunidades de amor»46. Entre 1975 y 1986 J. A. Reckford47 investigó los «movimientos religiosos» que reaparecían en el cristianismo, en el islam y en la brujería brasileña; indicaba que en determinados contextos siempre han aparecido en las religiones movimientos renovadores y que las condiciones sociales del momento, del último tercio del siglo XX, eran propicias para ello.
En otros textos hemos insistido en que la sociología es una de las llamadas «ciencias sociales» que el imperialismo crea para explotar mejor a la humanidad trabajadora. La pretendida «ciencia de la religión», como parte de la sociología, es un ejemplo más, un ejemplo que queda al descubierto cuando comparamos la supuestamente «neutral» sociología con estas palabras el filósofo marxista peruano Lora Cam escritas en 1986:
El imperialismo norteamericano utiliza no solo a los cristianos católicos sino fundamentalmente a las sectas cristianas protestantes (Evangelistas, Adventistas, Testigos de Jehová, Mormones, Hijos de Dios, Israelitas, etc.), quienes actúan con tal «persuasión» mística, fanática, que sus integrantes están tan alienados con la prédica escatológica del fin inminente del mundo que entran en procesos psiquiátricos de gritos histéricos, cánticos entremezclados con llantos, desmayos y ataques cuasi «epilépticos», entran en trances «místicos» y sexuales; todo es producto de una sofisticada planificación y programación de «pastores» milagreros instruidos neoconductualmente en Estados Unidos, complementando la alienación con la manipulación de los medios de comunicación, por ejemplo, hermano Pablo y otros embaucadores profesionales48.
Los sociólogos dejaban de lado las relaciones internas del imperialismo con las sectas, el accionar de los grupos de poder que deciden la cuantía de los fondos entregados a las sectas; tampoco prestan atención a la parafernalia de la escenografía de masas, a los «milagros» y curaciones repentinas que ocurren en muchos de esos espectáculos que son retransmitidos por sus canales privados de televisión, canales que silencian los escándalos sexuales y económicos tan frecuentes en estas iglesias, al igual que en las oficiales. El caso de Corea del Sur es tan grave que hasta la cadena BBC ha tenido que informar con detalle sobre los orígenes yanquis de las sectas cristianas, sobre sus maltratos y corrupciones49. Por el contrario, la crítica marxista es transparente.
Saltándonos unos años a fin de no alargarnos en demasía, podemos seguir los altibajos en el número de afiliados religiosos en América Latinas:
Si bien el catolicismo continúa siendo la religión mayoritaria en el continente, cabe destacar el crecimiento progresivo de los grupos evangélicos: de acuerdo con los datos del Pew Researcher Center, entre 1910 y 2014, los católicos pasaron de 94% a 69% de la población y los evangélicos, de 1% a 19%. En Argentina, se estima que la pertenencia evangélica ronda entre el 12% y el 15%, una cifra relativamente baja en comparación con otros países latinoamericanos, como Brasil, donde supera el 25%. […] El crecimiento exponencial de los fieles evangélicos en Brasil es un fenómeno que llama la atención de investigadores y políticos por igual. Mientras que, en 1970, un 92% de los brasileños se consideraba católico, en 2010, ese número bajó a un 64,6%, según datos del censo IBGE. Al tiempo que la población católica disminuye, los sectores pentecostales se fortalecen: en 2010, un 22,2% de la población se encontraba agrupada en religiones evangélicas y el número continúa en aumento50.
Ramón Tovar estudió en 2007 las fuerzas objetivas y subjetivas que impulsaban el ascenso de las sectas cristianas más reaccionarias aún que la católica dominante y que el grueso de las «protestantes». Investigando su ideología, sus apoyos económicos y políticos, así como sus objetivos, R. Tovar escribe que:
El mismo Robertson hizo el anuncio de un mensaje mesiánico, propio de la tradición estadounidense: «no habrá jamás paz mundial hasta que la casa de Dios y el pueblo de Dios no asuman su papel de alto líder a la cabeza del mundo». Una resonancia de Bush quien al siguiente día del trágico 11 de septiembre proclamó: «América debe dirigir el mundo». Eco a su vez del mensaje Destino Manifiesto del senador por Indiana Albert Beveridge, quien, para finales de 1898, cuando Washington, en manos militares, echara a la muy católica España fuera de Cuba y las Filipinas, sentencia: «Dios hizo a los americanos, los directores y organizadores del mundo con la finalidad de instituir el orden allí donde reine el caos»51.
¿Quién es Pat Robertson citado por Ramón Tovar? Vladimiro Acosta nos responde: es un embaucador que ha llegado a ser empresario y político importante en la extrema derecha republicana con las manipulaciones y fraudes de la tramposa industria de la tele-predicación, y a continuación V. Acosta desgrana algunos de los negocios oscuros de los tele-predicadores más conocidos en Estados Unidos, la oposición del fundamentalismo a la ciencia, las relaciones de esta fuerza político-religiosa con el reaganismo, etc.52 Pero lo que más nos interesa ahora es la síntesis que el autor nos ofrece de la corriente calvinista del cristianismo, como fundamental cemento de la ideología burguesa yanqui.
V. Acosta expone los cinco puntos de la «visión terrible y pesimista del destino humano»53 de esta corriente del cristianismo: 1) La depravación del hombre es total. 2) La elección de dios es incondicional. 3) La expiación mediante el sacrificio de Jesús es limitada. 4) La gracia divina es irresistible. 5) Los santos irremisiblemente perseveran en la gracia. Después resume los cinco puntos en tres componentes de la ideología yanqui: 1) El primer patrón es el individualismo extremo que hace al hombre responsable único y exclusivo de sus actos… 2) El segundo patrón calvinista es la celebración del éxito y la admiración y el respeto que se brinda a quienes lo logran. 3) Y el tercer patrón calvinista, que no es sino la otra cara del segundo, es la condena de los pobres, de los no exitosos, de los fracasados.
El crecimiento político-económico de las iglesias más reaccionarias es espectacular: para verano de 2014 los grupos neopentecostalistas reunían alrededor de 300 millones de adeptos y su casta dominante controlaba una riqueza anual de más de 30.000 millones de dólares. Defendían la «doctrina de la prosperidad» sustentada en una fe ciega hacia las opiniones de los dirigentes de las cerca de 19.000 iglesias, porque la pobreza y la enfermedad, el fracaso en la vida, los males en general, son causados por el pecado, por la falta de fe y la increencia54. Estamos ante una de las versiones más estrictas y duras del calvinismo que rechaza frontalmente al «fracasado» y ensalza al «triunfador». Pura ideología malthusiana adecuada a las necesidades actuales de la burguesía.
No podemos cantar victoria por la derrota transitoria que han sufrido en Argentina los neopentecostales en la primera fase de las elecciones porque son muy resistentes las fuerzas irracionales de la religión. Las alianzas entre corrientes cristianas derechistas para reforzar el poder político de la burguesía argentina más reaccionaria, de Macri, corrientes en las que destacan las neopentecostales55, no han sido aun definitivamente derrotadas, e incluso si lo fueran en la segunda ronda electoral redoblarían su oposición sistemática al nuevo gobierno intentando activar la llamada «reserva de irracionalidad» que siempre pervive en la estructura psíquica religiosa mientras que no desaparezcan las causas sociales que la producen.
La corriente evangélica del cristianismo ya ha dominado la estructura psíquica del 30% de la población brasileña y ha sido una de las fuerzas de masas decisivas para la victoria electoral del neofascista Bolsonaro, que se ha personado en la multitudinaria Marcha de Jesús para mostrar su agradecimiento a la burocracia que dirige esa corriente político-religiosa reaccionaria56. Según las preferencias de voto, los católicos votaron casi por igual a Bolsonaro y a Haddad, siendo en la suma de evangélicos, espiritistas y otras religiones no convencionales donde se suman esos más de 12 millones de votos que le dieron la victoria a Bolsonaro, mientras que Haddad obtuvo poco más de un millón de ateos, agnósticos y no religiosos de ventaja sobre el neofascista57. Una feliz pero muy inquietante palabra compuesta ha surgido en Brasil para definir el terror patriarcal y machista contra las libertades de las mujeres: «cristofascismo»58 que golpea incluso a las mujeres evangelistas cuando estas empiezan a reivindicar sus derechos.
Zibechi advierte que el avance en Nuestramérica del «poder evangélico» se sostiene en gran medida sobre la reacción patriarcal contra la emancipación de las mujeres y, en especial, entre los adolescentes de la periferia del bolsonarismo:
Brasil es el caso más sintomático del crecimiento evangélico y pentecostal. Los estudios que van apareciendo muestran que el triunfo de Jair Bolsonaro fue posible gracias al electorado evangélico (goo.gl/YbPEoW). Entre la población católica hubo un empate entre Bolsonaro y el candidato del PT, Fernando Haddad. Entre las otras religiones, así como entre ateos y quienes no profesan ninguna religión, hubo una leve mayoría en favor del candidato de izquierda.
Pero la diferencia fue abrumadora entre la población evangélica, entre la cual consiguió más del doble de votos y le sacó una diferencia de 11 millones, lo que rubricó su triunfo. Otros análisis estiman que la mayor diferencia la obtuvo entre las mujeres pobres y evangélicas, donde la diferencia en favor de la extrema derecha sería aún mayor.
El cambio en las tendencias religiosas es muy importante en Brasil, aunque en otros países de la región parece estarse dando un proceso similar, pero más atenuado. En 1950, los católicos representaban 93,5 por ciento de la población y los evangélicos 3,4 por ciento. En 2010, la población católica había caído a 64 por ciento y la evangélica trepaba a 22 por ciento59.
Los salvajes recortes sociales y democráticos impuestos en Argentina y Brasil son coherentes ante todo con las necesidades del capitalismo en crisis, pero también con la ideología calvinista y malthusiana de las iglesias ultra reaccionarias en alza, para mantener activa su fidelidad a los gobiernos y su militancia cotidiana agresiva e intimidante contra los derechos y las libertades. Lo mismo sucede en Estados Unidos, en donde si triunfa la propuesta de la Administración Trump de cambiar la actual definición de pobreza por otra más restrictiva y excluyente, entonces millones de personas empobrecidas en Estados Unidos quedarán fuera de los sistemas públicos de ayuda60, como sanidad, educación, energía, alimentación… ya de por sí muy reducidos.
Lo significativo es que son muchas las sectas cristianas, iglesias de toda índole, las que apoyan decididamente a Trump. En esta y en todas las prácticas del imperialismo yanqui, pero ahora en concreto sobre Donald Trump, debemos recordar siempre las palabras de Sarah H. Sanders, portavoz de la Casa Blanca: «Dios quería que Donald Trump fuera presidente y por eso está ahí»61. Trump ha sido puesto por dios en la Casa Blanca para acabar definitivamente con los enemigos de América y para que impulse la tarea de unir al dios cristiano con el judío. Aunque la doctrina oficial de la Iglesia católica sea la de limar tensiones con la religión musulmana, que también retrocede en su versión oficial62, no es menos cierto que dentro de su burocracia son muy poderosas las corrientes belicistas anti musulmanas: este es el caso del cardenal Raymond Burke, que no duda en decir que Europa y sus valores están amenazados por una invasión islámica llevada a cabo por las y los emigrantes de esta religión63.
El embajador israelí en el Consejo de Seguridad de la ONU, Danny Danon, afirmó que a Israel le pertenecen tanto Palestina como los territorios antiguos que Yahvé regaló a Israel en la remota antigüedad, tal y como atestigua el libro del Génesis64. La política de Trump, como la del imperialismo en su conjunto, es la de fortalecer a Israel cueste lo que cueste, lo que implica crear una nueva justificación religiosa de las matanzas del terrorismo sionista. O sea, el santo Trump65 que salve a Israel, según la acertada frase de N. Armanian.
Giannina Segnini y Mónica Cordero son autoras de una imprescindible investigación –que recomendamos vivamente– sobre el imperialismo político-religioso de Trump:
Pence y Pompeo –ambos cristianos evangélicos– aprovecharon la visita oficial para convencer a Hernández de instaurar, en Honduras, los estudios bíblicos liderados por Capitol Ministries, una organización religiosa que los dos altos funcionarios del gobierno de Donald Trump patrocinan desde la Casa Blanca y que se dedica a evangelizar a «líderes políticos del mundo» con el fin de que legislen según sus principios bíblicos […] la Oficina de la Fe y la Oportunidad de la Casa Blanca […] representan distintas corrientes dentro de la comunidad evangélica, aunque algunos de sus miembros pertenecen a más de una de ellas. Unos predican una «teología de la prosperidad», que ve el crecimiento económico y el buen estado de la salud como bendiciones que Dios otorga si el creyente se comporta de acuerdo a las normas y paga el diezmo. Otros son evangélicos sionistas que creen en las profecías apocalípticas del retorno de Jesús a la Tierra en Israel; y un tercer grupo representa a líderes de la Convención Bautista del Sur que aglutina 50.000 iglesias en Estados Unidos. Esa congregación se opone firmemente al matrimonio entre personas del mismo sexo […] Trump, Netanyahu, Bolsonaro y los presidentes latinoamericanos que negocian apoyo electoral y político con los grupos cristianos son parte de una tendencia global de inmiscuir la religión en asuntos públicos66.
¿Cómo se ha llegado a tanto irracionalismo?
- Bolívar Echeverría: «La religión de los modernos», Vuelta de siglo, Caracas 2017, p. 35.
- Christoph Türcke: «Los dados por muertos viven más tiempo: revival de la religión en un mundo secular», Constelaciones. Revista de teoría crítica, nº 10, 2018, pp. 161 – 162.
- Juan Arnau navarro: ¿En qué creen los ateos?, 26 de abril de 2019 (https://elpais.com/cultura/2019/04/16/babelia/1555405829_509552.html).
- Jesús Bastante: La asignatura de religión toca fondo cuando el Gobierno afronta el desmontaje de la LOMCE, 30 de abril de 2019 (https://www.eldiario.es/sociedad/asignatura-religion-Gobierno-desmontaje-LOMCE_0_894161479.html).
- Daniel Sánchez Caballero: Los colegios privados y concertados han duplicado sus ingresos en 13 años, 5 de mayo de 2019 (https://www.eldiario.es/sociedad/colegios-privados-duplicado-ingresos-ultimos_0_895210717.html).
- Vicente Clavero: El porcentaje de alumnos de Religión en los centros públicos cae a la mitad, 15 de mayo de 2019 (https://www.publico.es/sociedad/porcentaje-alumnos-religion-centros-publicos-cae-mitad.html).
- Julio Núñez: La Iglesia católica se vacía de seminaristas, sacerdotes y clérigos, 8 de mayo de 2019 (https://elpais.com/sociedad/2019/05/08/actualidad/1557332989_262607.html).
- Jesús Bustamante: Obispos españoles entregan sus diócesis a los seminarios ultras de los «kikos» ante la falta de curas, 17 de marzo de 2019 (https://laicismo.org/obispos-espanoles-entregan-sus-diocesis-a-los-seminarios-ultras-de-los-kikos-ante-la-falta-de-curas/).
- Representantes de la Iglesia y políticos defienden Acuerdos con la Santa Sede: «Suspenderlos alteraría pacto de convivencia», 11 de mayo de 2019 (https://kaosenlared.net/frente-blindado-representantes-de-la-iglesia-y-politicos-defienden-acuerd).
- Clara Mallo: Iglesia S.A. Dinero y poder de la multinacional vaticana en España, 16 de junio de 2019 (https://www.izquierdadiario.es/Iglesias-S‑A).
- Datos sobre inmatriculaciones realizadas por la iglesia católica, 21 de febrero de 2019 (https://laicismo.org/datos-sobre-inmatriculaciones-realizadas-por-la-iglesia-catolica/).
- Jesús Bustamante: La Iglesia gasta sin control fiscal más de la mitad de los mil millones de su presupuesto por los acuerdos con el Estado, 23 de mayo de 2019 (https://laicismo.org/la-iglesia-gasta-sin-control-fiscal-mas-de-la-mitad-de-los-mil-millones-de-su-presupuesto-por-sus-acuerdos-con-el-estado/).
- Jesús Bustamante: Los obispos han financiado Trece TV con 82 millones públicos recaudados de la casilla de la renta, 14 de junio de 2019 (https://kaosenlared.net/los-obispos-han-financiado-trece-tv-con-82-millones-publicos-recaudados-de-la-casilla-de-la-renta/).
- Juan G. Bedoya: ¿A quién votas los cristianos?, 21 de abril de 2019 (https://elpais.com/politica/2019/04/19/sepa_usted/1555672471_473310.html); Julio Núñez: La Iglesia católica se vacía de seminaristas, sacerdotes y clérigos, 9 de mayo de 2019 (https://elpais.com/sociedad/2019/05/08/actualidad/1557332989_262607.html).
- Pedro Gorospe: Las «cuentas» del obispo Munilla, 11 de abril de 2018 (https://elpais.com/ccaa/2018/04/11/paisvasco/1523450969_495144.html).
- Mikel Ormazabal: Clérigos y laicos critican a Munilla por generar un «agujero» que supera el millón de euros, 29 de marzo de 2018 (https://elpais.com/ccaa/2018/03/29/paisvasco/1522322098_270368.html).
- Jesús Bustamante: Diez años de Munilla en San Sebastián: ¿Una diócesis en venta?, 11 de agosto de 2019 (https://www.religiondigital.org/diocesis/Munilla-San-Sebastian-diocesis-venta_0_2148385141.html).
- España, tercer destino favorito de Europa para un turismo sexual que cada vez atrae más a los jóvenes, 9 de julio de 2018 (https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/espana-tercer-destino-favorito-de-europa-para-un-turismo-sexual-que-cada-vez-atrae-mas-a-los-jovenes_20161022580b7ae40cf2d6cc9cb7686d.html).
- Joserra Bustillo: «Represión franquista, luchas obreras y nuevos tiempos (1940−1990)», Nuestro mayo rojo, Txalaparta-Iparhegoa, Tafalla 2014, pp. 432 – 433.
- AA.VV.: Euskadi eta askatasuna, Txalaparta, Lizarra 1993, tomo I, pp. 103 – 104.
- «Zutik! 1963’ko azaroa», Documentos Y, Hordago. Lur, Donostia, 1981, tomo 3, p. 9.
- Danilo Albín: El infierno de los curas «rojo-separatistas»: cincuenta años de la cárcel concordataria de Zamora, 24 de julio de 2018 (www.kaosenlaref.org).
- AA.VV.: Euskadi eta askatasuna, op. cit., pp. 97 – 98.
- Francisco Letamendía Belzunze «Ortzi»: Historia del nacionalismo vasco y de ETA, R&B, San Sebastián 1994, tomo 1, p. 341.
- La gran mayoría de los párrocos guipuzcoanos rechaza al nuevo obispo de san Sebastián, 15 de diciembre de 2019 (https://www.publico.es/actualidad/gran-mayoria-parrocos-guipuzcoanos-rechaza.html).
- Jaume Botey: Manuel Sacristán en el debate cristiano-marxista, 1 de julio de 2019 (https://www.lahaine.org/mundo.php/manuel-sacristan-en-el-debate).
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- Raúl Bocanegra: PP y Cs dan medio millón a las cofradías andaluzas mientras racanean los fondos de la Memoria Histórica, 16 de abril de 2019 (https://www.publico.es/politica/semana-santa-pp-cs-comprometen-andalucia-medio-millon-cofradias-deciden-politicas-memoria.html).
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- Lu Sudré: Brasil vive un escenario de «cristofascismo», dice evangélica exiliada por amenazas, 27 de junio de 2019 (http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/27/brasil-vive-escenario-de-cristofascismo-dice-evangelica-exiliada-por-amenazas/).
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- Beatriz Navarro: Trump, presidente por la gracia de Dios, 2 de febrero de 2019 (https://www.lavanguardia.com/internacional/20190201/46136501078/trump-presidente-dios-portavoz-casa-blanca.html).
- Retroceso de la religión musulmana en el mundo árabe, 5 de julio de 2019 (https://www.voltairenet.org/article206936.html).
- Aday Quesada: Cardenal Burke: Los tiempos de las Cruzadas contra el «perro sarraceno» no han terminado, 24 de mayo de 2019 (http://canarias-semanal.org/art/25281/cardenal-burke-los-tiempos-de-las-cruzadas-contra-el-perro-sarraceno-no-han-terminado).
- Javier Cortines: Israel dice que la Tierra Santa le pertenece porque es un regalo Dios, 2 de mayo de 2019 (https://palestinalibre.org/articulo.php?a=72738).
- Nazarin Armanian: Un «San Trump» para «salvar a los judíos», 6 de abril de 2019 (https://www.lahaine.org/mundo.php/un-san-trump-para-salvar).
- Giannina Segnini y Mónica Cordero: Líderes evangélicos estadounidenses exportan agenda fundamentalista a América Latina, 2 de septiembre de 2019 (https://www.lahaine.org/mundo.php/lideres-evangelicos-estadounidenses-exportan-agenda).
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