Esta guardia civil le ha dicho a Bea que le “gustaría pegarles un tiro” tanto a ella como a su hija. El hecho de que haya una niña por medio y que estas amenazas se hayan dado en una salida al hospital en la que tenía que ser atendida (finalmente la madre ha decidido no realizarla en esa situación) convierte en mucho más grave este suceso.
Debemos recordar que la Guardia Civil fue el grupo represivo-terrorista que detuvo a Bea e Iñigo, y que ambos sufrieron graves torturas. A Bea la violaron. La guardia civil que la ha amenazado demuestra que ser mujer no te libra de ser machista, al igual que había negros que oprimían a esclavos o hay cipayos que golpean y tirotean a su pueblo.
Los falsos demócratas, la mayoría de partidos institucionales del sistema, el blanqueador de opresores Jonan Fernández y demás que toman como amenazas unas pintadas de denuncia, no dirán nada ante el caso de Bea, como tampoco lo dijeron ante las torturas. Las amenazas de esta guardia civil no son una excepción, y este grupo de perros y perras que participa en los traslados de las cárceles de Madrid lleva más de una década amenazando, golpeando e insultando a presos y presas, tanto políticas como sociales.
La mera existencia de la organización terrorista de la Guardia Civil justifica la legitimidad de la lucha de Bea e Iñigo. Un fuerte abrazo a Bea, Iñigo y su hija de dos años.
En Euskal Herria, a 17 de junio de 2020.
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión.