Resumen Latinoamericano, 27 de septiembre de 2020
En ningún caso se pone en tela de juicio negar el diálogo y consensuar mejoras en el sistema educativo mendocino. Pero sin insumos, con problemas edilicios y estructurales importantes en todos los establecimientos, sin aumentos salariales de 2019 y en un contexto de pandemia mundial, no se puede establecer acciones concretas a futuro. La pandemia oculta la dedocracia de una reforma que se asemeja con la ya cauterizada Ley 7.722. Editorial.
Quienes tienen funciones de gobierno y no suelen estar acostumbrados al dictado de clases habituales, desconocen hoy que un docente trabaja y se relaciona más con sus alumnos que en tiempos de presencialidad. Ocupa sus insumos particulares, usa los datos de sus teléfonos y atiende en horarios extras a sus niños y niñas. Algunos docentes se esfuerzan para no perder los alumnos. Hacen colectas para conseguir celulares usados y algunos ponen de sus magros salarios para compartir datos de las enriquecidas empresas telefónicas. Ellos, los del escritorio, no entienden de eso e incluso más, creen que los docentes están incomunicados, indefensos e inmovilizados.
Para que los mendocinos entiendan el reclamo de los docentes y el rechazo a la intentona de reforma “entre gallos y medias noches”, es que se escribe este artículo de interpretación donde el lector tomará sus propios aportes y verá una postura subjetiva sobre una discusión que nace en el seno de un deseo de meterse, una vez más, con la educación libre, gratuita y de calidad. Ahora bien, de presupuestos, mejor ni hablemos. Hoy es el momento de acompañar y estimular a los alumnos en un sistema educativo virtual de guerra contra un virus que no da tregua en la Provincia de Mendoza.
¿Por qué se asemeja a la lucha de la derrotada reforma de la Ley 7.722? En esa oportunidad el gobernador Rodolfo Suárez decidió en forma inconsulta la necesidad de decidir qué hacer con el agua de los mendocinos. La cachetada de realidad fue grande. Porque cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento. La historia lo dejará como aquel gobernador que le dio la espalda al pueblo, a los productores, a los ambientalistas y a los mendocinos todos que ponen su vaso en la canilla para beber agua potable. En esta oportunidad, tras la segunda cachetada que fue disponer y avasallar un derecho de tener el medio salario anual complementario en los bolsillos tres meses después de lo que cualquier otro gobierno pagó, ahora avanzan contra los docentes coartando libertades ideológicas y matar realidades colectivas.
No es momento de debatir la Ley, eso es lo que los caravanazos en todos los departamentos de la Provincia de Mendoza muestra a las claras. Cada bocina, es la bronca acumulada de muchos directivos de escuela que reciben 1200 pesos en dos cuotas anuales para abastecerse de elementos de limpieza para todo el establecimiento. Otro bocinazo, es el del docente que veía, pre pandemia, a sus alumnos descomponerse de hambre porque el desayuno individual en zonas vulnerables se compartía por dos para con el objetivo de que alcanzara el presupuesto. Otro de los tantos bocinazos es porque muchos docentes no pueden explicar que su tarea tenga el mismo valor que el ingreso promedio de un jubilado con el aporte mínimo. Otro bocinazo es del docente que ve como prohíben la discusión de estos temas en sus establecimientos educativos, mucho menos visualizarlo.
Sin dignidad no hay posibilidades. Oportunidades. Algo que siempre enorgulleció a los argentinos, la movilidad social ascendente. Un niño con docentes bastardeados, funcionarios con ingresos mensuales similares de hasta 10 docentes juntos no están en un contexto estéril para debatir una reforma educativa. Las escuelas buscan hoy a los niños en el desierto de la red. No navegan, sino que naufragan en la Internet.
En un link al finalizar el texto se dejará acceso al proyecto de la nueva «Ley Thomas de Educación en Mendoza» esgrimida como “Ley de Educación Pública de la Provincia de Mendoza”. Su articulado no resulta más que un intento unilateral por parte de funcionarios que no preguntan a las bases, sino a sus pares. Los medios de comunicación más poderosos juegan un papel de desconocimiento, pero tal como ocurriese con la 7722, van a tener que llevar a sus pantallas y sus letras de molde, el reclamo de docentes y familias de la comunidad educativa que hoy discuten si agregan un pack de datos a sus celulares para informarse o si llegan a pagar la boleta del gas de red.
Es un proyecto inoportuno, con poco tiempo de discusión, que merece ser tratado pero que no debe ser un botín de guerra temporal de un gobierno de turno, que ni siquiera atiende la demanda primaria de educación de la Provincia de Mendoza. Algunos docentes hablan que municipalizar los llamados dará pie a politizar los llamados. Otros que la remuneración atada a los resultados deberían comenzar por los funcionarios de la Dirección General de Escuelas y no por el eslabón más castigado de la cadena, más en épocas de pandemia.
Atentar contra la modalidad artística y vocacionales. Por un lado elogian a figuras como Julio Le Parc, por citar sólo uno, y por otro destierran la idea de potenciar el desarrollo intelectual artístico de cientos de niños que no podrían avanzar con materias específica y direccionados a potenciar su arte. Ni hablar, por ejemplo, del control del contenido que los docentes tendrán de sus redes sociales. ¿Hasta donde es el límite de las libertades ideológicas? Es un interrogante que el Gobierno de Mendoza no enriquece en los debates, simplemente impone con mayorías parlamentarias y ejecutivas, elegidas en «sábanas» incluso en situaciones totalmente descontextualizadas del presente.
Por todo lo mencionado anteriormente es que se pide sensatez, tiempo de reflexión, un debate serio y enserio. Que llevaría meses e incluso años para que se convierta en una verdadera política de Estado. Pero la negativa que se oye en las calles mendocinas es el interés por disfrazar un posible atentado a la educación mendocina en tiempos de y post pandemia. Mientras la sociedad cuenta sus muertos y levanta a sus heridos de covid, desde un escritorio se gesta un plan educativo sin bases sólidas y con una visión borrosa de las consecuencias que dejará la pandemia mundial en la Provincia de Mendoza en materia educativa. Hasta los mejores ejércitos, después de las guerras recuentan las tropas, para luego ver el próximo plan.
Histórico caravanazo en la Zona Este en rechazo al proyecto de la ley de educación
Una impactante cantidad de vehículos portando pancartas y banderas argentinas se manifestaron en rechazo a la iniciativa del gobierno provincial. La movilización comenzó en Rivadavia, pasó por Junín y culminó en San Martín.
Este sábado se realizó un caravanazo en rechazo al proyecto de la ley de educación que impulsa el gobierno provincial. Cientos de vehículos se unieron al reclamo que empezó en el Departamento de Rivadavia, continuó por Junín y culminó en San Martín.
La convocatoria fue impactante, por lo que sin dudas será recordada como una jornada histórica.
Cabe recordar que el día viernes también se realizaron caravanas, las cuales se replicaron hoy para que las personas pudieran salir de acuerdo a la terminación de su DNI.
Fuente: 2634 y Tiempo Este