El policía que disparó a Nahel está en detención provisional. Decisión del fiscal de Nanterre. El poder flipa.
- Primero porque tiene miedo a que las ciudades ardan como en 2005.
- Seguidamente por que está enfrentado a una cólera social de larga duración y gran amplitud que no se ha apaciguado a causa de la extrema arrogancia de la macronía.
- Desde 2005, el paisaje social se ha transformado. En efecto el pueblo «legítimo» nunca ha sido tan maltratado por la fuerzas del orden (Ley del trabajo, Chalecos Amarillos, luchas por la jubilación) hasta el punto de que las fuerzas sociales opuestas al gobierno liberal son mucho más sensibles a las violencias policiales que antes. Esto podría significar una mayor convergencia.
- El paisaje político también ha cambiado. En 2005, solamente un puñado de izquierdistas se solidarizó con las revueltas. Actualmente, existe una France Insoumisse trabajada por las luchas y representando una masa crítica no despreciable, de la que se espera que llame a la calma. Por el contrario, ha llamado a la justicia y se solidariza con la familia.
- En fin, Francia prepara sus Juegos Olímpicos y no puede permitirse una verruga más que afee su imagen ya de por sí bastante mal estado.
Por lo tanto, un tira y afloja está en marcha entre un poder radicalizado y una extrema derecha virulenta por un lado y por el otro las fuerzas sociales divididas, pero más organizadas y más clarividentes en la identificación del problema: el Estado policial. Tendremos que ver si las fuerzas de izquierda estarán a la altura hasta el final… la historia nos muestra que raramente pasa eso, cuando el indígena aparece.
Wait and see.
Sin justicia no hay paz.
Houria Bouteldja, miembro del Parti des indigènes de la République (PIR)
29 de junio de 2023