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«Sigue luchan­do»: el men­sa­je de Leo­nard Pel­tier a sus segui­do­res a los 48 años de su arresto

Leo­nard Pel­tier cum­plió 48 años de pri­sión injus­ta­men­te el 6 de febre­ro. En esta car­ta, refle­xio­na sobre el ani­ver­sa­rio de su encar­ce­la­mien­to y lla­ma a todos a «seguir luchando».

Mien­tras NDN Collec­ti­ve tra­ba­ja en coa­li­ción con otros para la libe­ra­ción de Leo­nard Pel­tier, esta­mos en estre­cha comu­ni­ca­ción con nues­tro que­ri­do mayor y parien­te Leo­nard. Com­par­tió esta car­ta con NDN Collec­ti­ve y ha dado per­mi­so para com­par­tir­la en nues­tras plataformas.

De Leo­nard Peltier:

6 de febre­ro de 2024

Me qui­ta­ron la vida hace 48 años, a las 11:00 am. El sué­ter que mi madre adop­ti­va Ethel y su hija Don­na me pusie­ron sobre los hom­bros mien­tras me lle­va­ban al frío inten­so de Cana­dá fue un ges­to de ama­bi­li­dad que toda­vía recuerdo.

No podía pre­ver que 48 años des­pués esta­ría sepul­ta­do en una pesa­di­lla de encie­rro. Vivo ence­rra­do, sin más moti­vo que el de que pue­dan salir­se con la suya.

Si me hubie­ran juz­ga­do con los demás, sería un hom­bre libre. Fue­ron decla­ra­dos ino­cen­tes con razón por moti­vos de defen­sa pro­pia. Está­ba­mos bajo ata­que. Está­ba­mos ante el exter­mi­nio de nues­tro pueblo.

La jus­ti­cia nun­ca lle­gó para aque­llos a quie­nes mata­ron. Fui ele­gi­do para ser el sacri­fi­cio para encu­brir los crí­me­nes come­ti­dos en esa reser­va. No estoy aquí por­que haya come­ti­do un deli­to. Estoy aquí por­que me inter­pu­se en el camino de su ava­ri­cia y corrupción.

…nadie pue­de que­brar el espí­ri­tu de un Sundancer.

James Rey­nolds, el fis­cal esta­tal que super­vi­só mi pro­ce­sa­mien­to, admi­tió que no pudie­ron pro­bar que come­tí nin­gún deli­to. Dijo: «No pudi­mos pro­bar que el pro­pio Sr. Pel­tier come­tie­ra algún deli­to en la Reser­va de Pine Ridge».

El tiem­po se ha vuel­to tan retor­ci­do con estos encie­rros que la noche se con­fun­de con el día, un mias­ma de tiem­po que no tie­ne sen­ti­do. Todas las horas son las pri­me­ras horas de la noche. La vida mis­ma está sus­pen­di­da. Espe­ra­mos un bre­ve vis­ta­zo de cómo es la vida. Exis­ti­mos en cel­das frías y sucias y espe­ra­mos. Las voces de los ase­si­na­dos en la Reser­va Pine Rid­ge son un eco cons­tan­te en mi mente.

El tiem­po se ha con­ver­ti­do en un arma que uti­li­zan para inten­tar ani­qui­lar la esen­cia de quien soy. Han hecho todo lo posi­ble para doble­gar­me. Comen­za­ron rete­nién­do­me en un pabe­llón de cel­das sin luz en Cana­dá, dicién­do­me que esta­ba espe­ran­do mi eje­cu­ción, para inten­tar for­zar una confesión.

Pero nadie pue­de que­brar el espí­ri­tu de un Sundancer.

He lucha­do por mi liber­tad todos los días de estos últi­mos 48 años.

Uste­des, mi pue­blo, mis segui­do­res, mi fami­lia de una mane­ra muy real, levan­tan mi espí­ri­tu y me per­mi­ten afe­rrar­me a las creen­cias que quie­ren que denun­cie. Me ayu­das a supe­rar estas horas que duran días o años.

Seguir luchan­do. Luchar con­tra la influen­cia para­si­ta­ria del colo­nia­lis­mo. Lucha con­tra las men­ti­ras, la ava­ri­cia, la corrup­ción del opre­sor. Luchar por la super­vi­ven­cia de nues­tro pueblo.

La ava­ri­cia y la corrup­ción de los colo­ni­za­do­res son con­ta­gio­sas. Mi pro­pio Comi­té, que me ha apo­ya­do y ha sido un cam­po de entre­na­mien­to para acti­vis­tas duran­te más de cua­tro déca­das, se per­dió debi­do al pará­si­to de la ava­ri­cia y la corrup­ción con el que nos infec­ta­ron los colonizadores.

La mis­ma codi­cia y corrup­ción que me apri­sio­na serán la per­di­ción de aque­llos que toman dema­sia­do. El poder sur­ge de la ver­dad, de la volun­tad de dar voz a esa ver­dad, de alzar las voces de tus her­ma­nos y her­ma­nas cuan­do dicen su ver­dad. La ver­dad es poder. Por eso inten­tan silen­ciar­nos, ¿sabes? Tam­bién sabes que están per­dien­do la capa­ci­dad de silenciarnos.

Sé que estáis ahí fue­ra, mis parien­tes, mis ami­gos, mis seguidores.

Cuí­den­se, parien­tes míos. Píde­le al Crea­dor que esta­blez­ca tu camino ante ti. Vive en cere­mo­nia. Cuan­do eli­jo mis accio­nes, obser­vo cui­da­do­sa­men­te para ase­gu­rar­me de que esas accio­nes pro­ven­gan del espí­ri­tu, no del ego. A veces el mayor enemi­go al que nos enfren­ta­re­mos vie­ne de den­tro. A veces quie­ro per­der­me en la rabia. La rabia de estar encar­ce­la­do ile­gal­men­te, la rabia que flo­ta en el aire aquí, una nebli­na que casi se pue­de ver, que sur­ge de hom­bres enjau­la­dos en con­di­cio­nes que serían ile­ga­les para los perros.

Si per­mi­to que esa rabia me con­tro­le, es posi­ble que nun­ca regre­se. Eso no es lo que soy. Yo sé quién soy. Por eso sigo aquí: no men­ti­ré, no me humi­lla­ré, no supli­ca­ré. No denun­cia­ré mis creen­cias. No me traicionaré.

Sé que estáis ahí fue­ra, mis parien­tes, mis ami­gos, mis segui­do­res. Cono­ces el sig­ni­fi­ca­do de Mita­ku­ye Oya­sin. Me das el cora­je para man­te­ner­me fuer­te y enfren­tar estas eter­nas horas de cre­púscu­lo de encie­rro. Sé que estás luchan­do por mí, luchan­do con­mi­go, luchan­do por el fin de la opre­sión y la tira­nía que nos arre­ba­ta a muchos de noso­tros, de tan­tas maneras.

He oído hablar de un nue­vo gri­to que está salien­do. NI UN AÑO MÁS. Se ha dicho que soy un hom­bre común que se enfren­tó a un enemi­go poco común.

Que este sea el año en que Esta­dos Uni­dos apren­da a vivir de acuer­do con sus pro­pios principios.

La gen­te pien­sa en mí como un sím­bo­lo. Supon­go que lo soy, pero soy un hom­bre. Un hom­bre que quie­re vol­ver a casa con su familia.

Que este sea el año en que pre­va­lez­ca el sen­ti­do común. Que este sea el año en que «liber­tad y jus­ti­cia para todos» no sean pala­bras que sue­nen hue­cas. Que este sea el año en que Esta­dos Uni­dos apren­da a vivir de acuer­do con sus pro­pios principios.

Pre­va­le­ce­re­mos. Nues­tros hijos sabrán quié­nes son y sabrán que son que­ri­dos. Todos ellos, no sólo unos pocos pri­vi­le­gia­dos, mien­tras el res­to pasa ham­bre y pier­de su cone­xión con la Madre Tie­rra. Esa cone­xión lo es todo.

Nun­ca, jamás olvi­des quién eres. La Madre Tie­rra nos da a luz. Ella dis­pa­ra la san­gre que corre por nues­tras venas. Ella nos lle­va de regre­so a su vien­tre cuan­do ter­mi­na nues­tro viaje.

Pre­va­le­ce­re­mos. Pue­do ver un mun­do que no esté impul­sa­do por las men­ti­ras, la mani­pu­la­ción y la codi­cia. Esto no suce­de­rá por arte de magia. Debe­mos unir­nos, her­ma­nos y her­ma­nas míos, en soli­da­ri­dad, y dejar que nues­tra ver­dad ilu­mi­ne los rin­co­nes oscu­ros de la sociedad.

Es hora.

En el espí­ri­tu de Crazy Horse.

Doksha,

Leo­nar­do Peltier

Publi­ca­da el 9 de febre­ro de 2024

Fuen­te: https://​ndn​co​llec​ti​ve​.org/​k​e​e​p​-​f​i​g​h​t​i​n​g​-​l​e​o​n​a​r​d​-​p​e​l​t​i​e​r​-​m​e​s​s​a​g​e​-​t​o​-​s​u​p​p​o​r​t​e​r​s​-​o​n​-​4​8​-​y​e​a​r​s​-​s​i​n​c​e​-​a​r​r​e​st/

Cogi­do de https://​www​.strug​gle​-la​-lucha​.org/​2​0​2​4​/​0​2​/​0​9​/​k​e​e​p​-​f​i​g​h​t​i​n​g​-​l​e​o​n​a​r​d​-​p​e​l​t​i​e​r​s​-​m​e​s​s​a​g​e​-​t​o​-​s​u​p​p​o​r​t​e​r​s​-​o​n​-​4​8​-​y​e​a​r​s​-​s​i​n​c​e​-​a​r​r​e​st/

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