A las masas de nuestro pueblo firme en la patria y la diáspora,
A los pueblos libres de nuestra nación árabe,
A los pueblos libres del mundo en todas partes.
El 15 de mayo conmemoramos el 77º aniversario de la Nakba, nuestra herida abierta que no ha sanado, y un doloroso punto de inflexión en la historia de la humanidad, cuando las bandas sionistas, con el pleno apoyo de las potencias coloniales, cometieron uno de los crímenes más horrendos de la era moderna: la limpieza étnica sistemática de nuestro pueblo palestino, su desplazamiento, la destrucción de cientos de ciudades y pueblos, y la implantación de una entidad de colonos racistas sobre las ruinas. de nuestra patria.
La Nakba representó un momento crucial en la historia de nuestro pueblo, una profunda revelación de la naturaleza del proyecto sionista como una herramienta racista, colonialista y desarraigadora destinada a borrar la identidad y existencia nacional palestina, apropiarse de tierras y desplazar al pueblo palestino. Desde entonces, los capítulos de la Nakba no han cesado, sino que han continuado con renovadas formas de asesinatos, masacres, expulsiones, discriminación, empobrecimiento y asedio.
Hoy, la Nakba se repite de forma más sangrienta y bárbara en la Franja de Gaza, donde nuestro pueblo está sometido a una guerra de genocidio sin precedentes en la historia moderna. La maquinaria de ocupación está llevando a cabo las formas más atroces de asesinato, destrucción, hambruna y desplazamiento. Hospitales, escuelas y campos de desplazados están siendo bombardeados en medio de un asedio agobiante, con la complicidad y el silencio internacionales y la colaboración directa de Estados Unidos.
En este doloroso aniversario, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), al conmemorar la firmeza de nuestro pueblo en la patria y en el exilio, desde Gaza hasta Cisjordania, desde Jerusalén hasta los territorios de 1948, y desde los campamentos de la diáspora hasta el exilio forzoso, afirma lo siguiente:
>Primero: Nuestro conflicto con la entidad sionista es una lucha histórica integral que solo se resolverá mediante la consecución de los plenos derechos nacionales de nuestro pueblo, en cuyo núcleo se encuentran el derecho al retorno, la autodeterminación y el establecimiento de un Estado palestino independiente en todo el territorio palestino con Jerusalén como su capital. La causa palestina seguirá siendo el núcleo del conflicto árabe-sionista hasta que se erradiquen las raíces de la Nakba y cese la ocupación.
Segundo: La verdadera respuesta a la Nakba y sus repercusiones es construir un frente de resistencia unificado y formular una estrategia nacional integral que abarque la resistencia en todas sus formas, con la lucha armada como principal prioridad. Esta estrategia reafirma a la OLP como un marco nacional integral y unificado, basado en la colaboración y la democracia, y en consonancia con las decisiones de consenso nacional. Esta estrategia busca bloquear el camino a la monopolización y la hegemonía, aprovechar las energías de nuestro pueblo dondequiera que resida y permitirle expresar su voluntad de resistir la ocupación hasta la liberación y el retorno.
Tercero: Ante estos episodios de crimen en curso, la máxima prioridad hoy es detener la guerra de exterminio contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza, poner fin a su sufrimiento, romper el asedio, iniciar la reconstrucción y emprender una vía política basada en los derechos nacionales inalienables de nuestro pueblo.
Cuarto: Advertimos contra los intentos de imponer nuevas «catástrofes» bajo el pretexto de proyectos colonialistas expansionistas y de liquidación como los «Acuerdos de Abraham», un «Nuevo Oriente Medio» y otros planes dudosos destinados a liquidar la causa palestina.
Quinto: Enfrentarse a los intentos de liquidar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) es de suma importancia ante los planes sionistas-estadounidenses que buscan erradicar la cuestión de los refugiados y el derecho al retorno. Atacar al UNRWA en Gaza –mediante la destrucción de sus instalaciones y personal, el cierre de sus instituciones en Jerusalén y la prohibición de sus operaciones en Cisjordania– forma parte de un plan sistemático para erradicar la cuestión de los refugiados.
Sexto: Renovamos nuestro llamamiento a la completa liberación de los Acuerdos de Oslo y sus consecuencias, poniendo fin a las obligaciones de la «autoridad palestina» derivadas de ellos, poniendo fin a la coordinación en materia de seguridad y a toda forma de persecución de la resistencia, revocando todas las decisiones peligrosas y arbitrarias relativas a las asignaciones para las familias de los mártires, los prisioneros, los heridos y los liberados, rompiendo toda forma de dependencia de los proyectos sionistas-estadounidenses y avanzando hacia la construcción de un espacio de lucha unificado que exprese la libre voluntad del pueblo palestino.
Séptimo: Las masas de nuestra nación, sus intelectuales y sus fuerzas vitales deben alzarse para apoyar nuestra lucha y enfrentarse a la guerra de exterminio contra nuestro pueblo. Deben rechazar toda forma de normalización con el enemigo sionista y confrontar el proyecto de hegemonía neocolonial y los planes de fragmentar la región.
Octavo: Saludamos con reverencia la firmeza del hermano pueblo yemení, que se ha enfrentado a la agresión y al bloqueo durante años. Hoy, mediante sus valientes posiciones e iniciativas populares y oficiales, continúa apoyando nuestra causa y afirmando nuestra unidad de destino y lucha, imponiendo nuevas fórmulas disuasorias que se extienden profundamente a la entidad sionista en apoyo de Gaza. También saludamos a la valiente resistencia libanesa, que ha sido y sigue siendo un firme defensor de nuestro pueblo y su resistencia, un aliado en la batalla por la defensa de Palestina y una confirmación de la cohesión de los frentes de resistencia frente al proyecto sionista.
Frente Popular para la liberación de Palestina
15 de mayo de 2025
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