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No cai­ga­mos en el enga­ño caba­lís­ti­co de Esta­dos Uni­dos y el sio­nis­mo global

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Des­de el papa has­ta Mala­la, des­de el Rei­no Uni­do has­ta la Unión Euro­pea, des­de los con­se­jos islá­mi­cos de eru­di­tos en Gran Bre­ta­ña has­ta las empre­sas loca­les, todos han emi­ti­do decla­ra­cio­nes a favor de Gaza, pidien­do el fin del sufri­mien­to. Sin embar­go, evi­tan cui­da­do­sa­men­te nom­brar o con­de­nar a los ver­da­de­ros res­pon­sa­bles y, en su lugar, optan por esló­ga­nes gené­ri­cos sobre pro­por­cio­nar ayu­da y asis­tir a «las muje­res enfer­mas de Gaza».

Esto for­ma par­te de una tác­ti­ca cal­cu­la­da por Esta­dos Uni­dos e «Israel»: dar la impre­sión de que se está actuan­do, al tiem­po que se ase­gu­ra la posi­ción de «Israel» y se detie­ne tem­po­ral­men­te su agre­sión, crean­do una dis­trac­ción tea­tral para hip­no­ti­zar a los miles de millo­nes de per­so­nas de todo el mun­do que ya han sido lava­dos el cere­bro. Esta­dos Uni­dos pre­ten­de esta­bi­li­zar y pro­te­ger la des­mo­ro­na­da enti­dad israe­lí y sus pro­yec­tos regio­na­les más amplios, por cual­quier medio necesario.

Los derro­tis­tas que siguen llo­ran­do con­tra la Resis­ten­cia deben com­pren­der que todas las fac­cio­nes de la Resis­ten­cia siguen dis­pues­tas a luchar y lo harán. Los esta­dou­ni­den­ses aho­ra com­pren­den ple­na­men­te la fuer­za de la Resis­ten­cia y saben que no pue­den derrotarla.

El tea­tro se ha pues­to en mar­cha des­de el Rei­no Uni­do, la madre sus­ti­tu­ta de «Israel», mien­tras avio­nes espías bri­tá­ni­cos siguen vigi­lan­do Gaza. La pre­sión sobre Hamas está aumen­tan­do. Se están orques­tan­do nue­vas «cam­pa­ñas de ayu­da», no por preo­cu­pa­ción por los 1,8 millo­nes de gaza­tíes que sufren, sino para crear pre­sión inter­na con­tra Hamas. Esta tác­ti­ca no fun­cio­na­rá y nun­ca lo hará.

No cai­gan en el enga­ño caba­lís­ti­co de Esta­dos Uni­dos y el sio­nis­mo global.

No se dejen enga­ñar. Cada movi­mien­to, des­de la reco­pi­la­ción de los archi­vos de Eli Cohen a tra­vés de cola­bo­ra­do­res del HTS en Siria, has­ta el tea­tro huma­ni­ta­rio orques­ta­do, for­ma par­te de la mis­ma cam­pa­ña deses­pe­ra­da para sal­var a «Israel». Pero nada lo sal­va­rá. Ni en Siria. Ni en Gaza. Ni en Asia Occidental.

Estos supues­tos defen­so­res occi­den­ta­les de la paz no están ofre­cien­do ayu­da, están echan­do gasas sobre arte­rias abier­tas mien­tras sos­tie­nen el cuchi­llo que cau­só la heri­da. Sus lan­za­mien­tos aéreos tie­nen como obje­ti­vo fabri­car cré­di­to moral, mien­tras con­ti­núan finan­cian­do y arman­do la máqui­na ase­si­na israe­lí. Quie­ren que el mun­do recuer­de unas pocas cajas de comi­da enla­ta­da y olvi­de a los más de 150.000 muer­tos con sus balas, tan­ques y bombas.

No son media­do­res. Son cóm­pli­ces, que espe­ran ganar tiem­po y nego­ciar una sali­da al calle­jón sin sali­da en el que sus jue­gos impe­ria­lis­tas han sumi­do a la gue­rra. Temen a la resis­ten­cia por­que la han vis­to redu­cir a pol­vo a ejér­ci­tos en el Líbano, humi­llar a los ocu­pan­tes en Irak y, aho­ra, unir fren­tes en Pales­ti­na, Yemen, Siria y más allá.

El puño de hie­rro de la Resis­ten­cia no es un eslo­gan. Es una reali­dad cons­trui­da sobre el mar­ti­rio, la dis­ci­pli­na y la con­vic­ción divi­na. No es solo polí­ti­ca, es exis­ten­cial. Y cuan­do gol­pea, no solo des­man­te­la tan­ques, sino que tri­tu­ra la men­te colo­nial, des­tro­za la pro­pa­gan­da y rom­pe la colum­na ver­te­bral de la ocupación.

Cada acto tele­vi­sa­do de «preo­cu­pa­ción» de los líde­res euro­peos y esta­dou­ni­den­ses es un gri­to deses­pe­ra­do, no para sal­var Gaza, sino para huir del jui­cio, para nego­ciar con el tiem­po y esca­par del cas­ti­go que se han gana­do. Temen a Gaza no por­que sea débil, sino por­que ha demos­tra­do ser más fuer­te que sus bombas.

Y aho­ra, esa fuer­za ya no está ais­la­da: es regio­nal, uni­da y divina.

¡Marg bar, América!

21 de mayo de 2025

Fuen­te y autor: https://t.me/enemywatch/34891

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