Bra­sil. Con­tra la cul­tu­ra del olvi­do y la impu­ni­dad: sar­gen­to acu­sa­do de tor­tu­ra y vio­la­ción enfren­ta­rá juicio

Por Vitor Nuz­zi. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 2 de mar­zo de 2021.

El Sar­gen­to Anto­nio Waneir Pinhei­ro de Lima, “Cama­rão”, 77 años, es impu­tado por los car­gos de secues­tro, pri­va­ción de liber­tad y vio­la­ción de Inês Etien­ne Romeu, en 1971. La Pri­me­ra Sec­ción Espe­cia­li­za­da del Tri­bu­nal Regio­nal Fede­ral de la II Región (TRF2), en Río de Janei­ro, con­fir­mó la deci­sión de la Cor­te que lo había con­ver­ti­do en impu­tado, lue­go de una denun­cia del Minis­te­rio Públi­co Fede­ral (MPF). La sen­ten­cia de fon­do esta­rá a car­go del Tri­bu­nal Fede­ral de Petró­po­lis, en la región mon­ta­ño­sa de Río.

El MPF acu­sa al sar­gen­to de secues­tro y vio­la­ción de Inês Etien­ne Romeu, úni­ca super­vi­vien­te de la lla­ma­da Casa da Mor­te. El lugar era un cen­tro clan­des­tino de tor­tu­ra ubi­ca­do en Petró­po­lis.
Miem­bro del gru­po VAR-Pal­ma­res, falle­ció en 2015.
Dere­chos humanos

La defen­sa de “Cama­rão”, cono­ci­da por su tono de piel roji­zo, había recu­rri­do a una deci­sión de la pro­pia TRF2. En 2019, el tri­bu­nal había decla­ra­do acu­sa­do al sar­gen­to des­pués de reci­bir la denun­cia del MPF el año ante­rior. Según el expe­dien­te, Inês pasó apro­xi­ma­da­men­te seis meses en Casa da Mor­te. En noviem­bre de 1971, fue tras­la­da­da al Penal Tala­ve­ra Bru­ce, en Rio. Fue libe­ra­da en 1979, cuan­do denun­ció la exis­ten­cia del que se con­ver­ti­ría en uno de los luga­res más cono­ci­dos de tor­tu­ra man­te­ni­dos por la dic­ta­du­ra cívico-militar.

En el jui­cio de agos­to de 2019, la jue­za fede­ral Simo­ne Schrei­ber, auto­ra de la vota­ción gana­do­ra, enten­dió que exis­tían prue­bas sufi­cien­tes de auto­ría y mate­ria­li­dad de los hechos. Y sos­tu­vo que la Ley de Amnis­tía (6683, 1979), aun­que decla­ra­da cons­ti­tu­cio­nal por la Supre­ma Cor­te Fede­ral, vio­la dis­po­si­cio­nes de la Con­ven­ción Ame­ri­ca­na sobre Dere­chos Huma­nos, de la que Bra­sil es signatario.

Ade­más, recor­dó que el Esta­tu­to de Roma, del cual Bra­sil tam­bién es sig­na­ta­rio, esta­ble­ce que los crí­me­nes de lesa huma­ni­dad no se logran por pres­crip­ción o amnis­tía y seña­ló que, como resul­ta­do de este acuer­do, se decre­tó y san­cio­nó la Ley No. . 12.528, de 2011, que ins­ti­tu­yó la Comi­sión Nacio­nal de la Ver­dad ”, seña­ló TRF2.
Sin lidiar con el pasado

En su voto, la jue­za afir­mó que «el país y, más espe­cí­fi­ca­men­te, el Poder Judi­cial, se mues­tra reti­cen­te a enfren­tar su pasa­do y adop­tar un mode­lo tran­si­to­rio ade­cua­do a las obli­ga­cio­nes lega­les asu­mi­das a nivel inter­na­cio­nal». Y agre­gó que esta difi­cul­tad se sus­ten­ta en una “cul­tu­ra del olvi­do”. Entre sus con­se­cuen­cias, según ella, «la per­pe­tua­ción de las estruc­tu­ras de poder auto­ri­ta­rias y la legi­ti­ma­ción de la vio­len­cia poli­cial y la tor­tu­ra mode­ra­da hoy con­tra la pobla­ción civil».

Tam­bién en 2018, la colec­ción pri­va­da de la mili­tan­te fue dona­da por Anit­ta, su her­ma­na, al Archi­vo Públi­co del Esta­do de São Pau­lo (Apesp), que Inês diri­gió de 1984 a 1989. En 2009, reci­bió el Pre­mio de Dere­chos Huma­nos, en la cate­go­ría Dere­cho a la Memo­ria y la Verdad.

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Tra­duc­ción: Resu­men Latinoamericano