Introducción
En la primera parte de esta reflexión (1) comentábamos el origen y contexto de la actual pandemia del Covid-19. De la importancia de actuar sobre las causas concretas y globales, destacando los graves problemas medioambientales. Problemas que penetran de lleno en las contradicciones del sistema capitalista sumido en una profunda crisis. Estas mismas contradicciones se muestran en la gestión de la pandemia, que deberían incluir medidas como los cuidados individuales y sociales o el reforzamiento de servicios públicos esenciales para la población. Al contrario, en este delicado periodo sanitario se sigue privatizando la sanidad en Andalucía y en el resto del Estado español, causa y efecto del debilitamiento del sistema público de salud. «Hacer política» se ha reducido a decidir cuantos municipios y servicios cierro y a qué horas propongo los cierres. A nivel social, se ha caracterizado por aumentar el disciplinamiento de la población, mientras la crisis económica y el desempleo se disparan.
Mientras tanto, los gobiernos capitalistas resuelven las cosas a golpe de talonario. Los cuidados a las personas brillan por su ausencia y se continua con una huida hacia delante a base de millones de euros que terminan en las grandes empresas. En particular, las multinacionales farmacéuticas han recibido miles de millones de euros por la venta de sus propuestas vacunales. Nuevamente la salud de la gente es una mercancía más de compra y venta, como unos zapatos o un móvil. Todo ello muestra el egoísmo capitalista a través de contratos suculentos que no se cumplen, las vacunas caras y «el para mi primero».
Como venimos diciendo, la vacuna no puede ser el talismán, la varita mágica a todos nuestros problemas (1). Es una herramienta fundamental, pero una más a toda una batería de medidas esenciales que hemos tratado de exponer en la primera parte (2). En ese texto pusimos de ejemplo a Cuba, no solo por tener no una, sino cinco ensayos clínicos de vacunas, algunas en fases muy avanzadas, sino también porque sus medidas de prevención son ejemplares. Así, de los 27 candidatos vacunales que están en fase final de ensayos en el mundo, dos son cubanas: Soberana 02 y Abdala (3). Todos estos avances se asientan en un sólido sistema público de salud y una sociedad «pública», socialista. Una noticia reciente nos muestra un nuevo avance de Cuba (4), un país al que siguen aumentando el bloqueo criminal. Este avance médico es una prueba diagnóstica muy eficaz y original que se basa en nanopartículas magnéticas para extraer el material genético del virus (ARN), detectando los casos aún con cargas virales muy pequeñas. Con este método magnético, etapa previa a la prueba PCR, se pueden realizar 20.000 determinaciones diarias. Dada la importancia de la detección de casos y las medidas a los contactos para controlar la extensión de la infección, tener estas pruebas para la determinación rápida del virus son esenciales.
Será Cuba, un ejemplo a seguir en su enfrentamiento a la pandemia, el eje de esta segunda parte de nuestro texto. Antes conoceremos algo más al virus y su mecanismo de acción para continuar con las aportaciones cubanas ante el Covid-19, en concreto el seguimiento que están realizando sobre las distintas variantes del virus.
Covid-19: el germen y su mecanismo de acción
El Covid-19 es un virus del grupo de los coronavirus que recibe este nombre por las características espigas proteicas que salpican su superficie y que le dan aspecto de corona (5). Como todos los virus necesitan a los seres vivos para su replicación, ya que no pueden reproducirse por sí mismos, solo pueden multiplicarse en el interior de las células de cualquier ser vivo que le «hospede». Son las células hospedadoras las que suministren los sustratos, energía y toda la maquinaria bioquímica celular. El Covid-19 es un virus RNA, esto es, su material genético es el ácido ribonucleico, frente a otros virus que tienen un material genético más completo, el DNA, o ácido desoxirribonucleico (6).
Las espigas proteicas de la superficie son fundamentales para la entrada del virus en la célula humana. Estas células humanas tienen un receptor, una especie de cerradura denominada ACE-2 (7) por donde entra el virus. La activación para que el coronavirus entre en la célula humana se produce cuando la espiga del virus encaja en el receptor ACE-2, como una especie de llave. Ya dentro de la célula, el virus libera su material genético al citoplasma celular donde se produce su replicación y transcripción (8,9). De esta manera se constituyen los nuevos viriones «hijos» que, una vez formados, se liberan al exterior de la célula para infectar a otras y provocar la extensión del coronavirus por el organismo.
Ilustración Lupa Sinestris (https://twitter.com/elisanluc?lang=es). Cascella M. et.al.: Features, Evaluation and Treatment Coronavirus (Covid-19), StatPearls. Con modificaciones.
Cuando el germen, el Covid-19, entra en la célula humana, el sistema inmunitario reacciona, responde para evitar todo el proceso de replicación y extensión del virus en nuestro organismo. Pero la realidad es que la posibilidad de infección del virus, su transmisión, ha sido muy alta. Primero porque cogió a muchos gobiernos desprevenidos y se actuó tarde para evitar la transmisión, la única excepción resultó ser el país donde se originó, China. Segundo porque toda la población era vulnerable a este nuevo germen lo que facilita enormemente dicha expansión; y tercero, porque el virus se ha adaptado muy bien y sus variantes mejoran y hacen aún más eficaz su infectividad. Ahora es la variante india la que ocupa la atención mediática por el enorme aumento de casos que, a su vez, satura los sistemas de salud aumentando la gravedad y letalidad.
Por tanto, evitar la transmisión del virus es también vigilar a sus variantes por medio de la vigilancia genómica. Vamos a conocerlas y valorar sus implicaciones prácticas a través de la experta cubana, Mª Guadalupe Guzmán, directora del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Vigilancia genómica: estudio de las variantes desde la perspectiva de la investigación cubana
Dada la importancia que ha tenido, y tiene, Cuba en el control de epidemias y el afrontamiento de los problemas de salud en su país y otros países del mundo en su labor internacionalista, resulta un referente imprescindible para conocer cómo están estudiando la problemática de las variantes del Covid-19. Lo que sigue es, en buena parte, un resumen de la charla que la Dra. Mª Guadalupe Guzmán ofreció en el programa de la Televisión Cubana «Mesa Redonda», cuyo vídeo se incluye en el portal Web Cubadebate (10).
Tras explicar como el virus utiliza la maquinaria de la célula para su replicación y la exactitud del proceso, advierte que es tal la cantidad de replicaciones que se producen que, en cualquier momento, puede ocurrir un error, una mutación. La mutación, un cambio en la secuencia genética del virus, hace que evolucionen a lo largo del tiempo y originen nuevas variantes, producto de una o más mutaciones. Las variantes resultan problemáticas cuando son más transmisibles, o más virulentas. Las cepas más virulentas agravan los síntomas y aumentan la mortalidad. Además, se crean círculos de retroalimentación: Las mutaciones aumentan con la mayor transmisión del virus o por su mayor carga viral, al expulsarse más virus se transmite más. De esta forma se crea un círculo vicioso de alta transmisibilidad y mutaciones que ayudan a su propagación en la población. No es la variante la que provoca la ola, es la ola la que favorece que aparezcan estas variantes.
Volviendo a nuestra charla, es por lo que la experta cubana recomienda la necesidad de su seguimiento. Se trata de estudiar el genoma de los virus que circulan en los diferentes territorios de Cuba y conociendo las variantes detectadas a nivel internacional. De esta forma se vigila la distribución y diseminación de la infección en las distintas áreas, así como su transmisión y gravedad. Sabiendo que unas variantes se pierden, no llegan a «prender» en la población y otras predominan y sigue su progresión, haciéndonos recordar la famosa teoría de la evolución de las especies donde los cambios que se adaptan mejor a las condiciones ambientales progresan. Sabiendo que estos cambios, y su adaptación, dependen de las circunstancias externas, de la situación epidemiológica de la zona donde surgen. La naturaleza, en este caso los virus, en una síntesis simplificada de la evolución de las especies, nos vuelve a mostrar como la dialéctica está inserta en este continuo movimiento de interrelación, pero que, conociéndolo, puede ser detenido a través de las medidas de prevención individual para cortar la espiral de propagación (11).
Por eso, a lo largo de la charla se insiste que conocer estos procesos tiene como finalidad recordar la importancia de los comportamientos de la población, el uso de mascarilla, guardar las distancias de seguridad y ventilar los espacios cerrados, para que a cualquier variante se le cierre la posibilidad de transmisión. Sin el hospedador que lo acoja, el virus muere. De las continuas mutaciones del virus, las que se producen cerca de la espícula y mejoran la entrada en la célula, prevalecen. Es lo que ocurrió con la variante 614, producto de una mutación cerca de la «llave» que la mejoró en su función y sustituyó a los virus originales de Wuhan en todo el mundo y en Cuba.
Las variantes se clasifican en dos grandes grupos, de interés y de preocupación. En fechas posteriores a la charla que estamos comentando, la OMS ha clasificado la variante de la India de preocupación mundial (12). A esta se añaden tres más, la del Reino Unido, la de Sudáfrica y la de Brasil/Japón. Dejando muy claro la ponente que son variantes que se identificaron, no que se originaron, en esos países.
Durante la charla se presentan varios estudios genómicos de los virus que están circulando por Cuba, donde se identificaron las variantes conocidas y algunas detectadas por primera vez a nivel internacional en los laboratorios cubanos. Los estudios se realizaron a viajeros, casos autóctonos y a fallecidos, pero se siguen realizando de forma continua para su control y actuación preventiva. Sobre sus conclusiones se destaca que desde finales de diciembre de 2020 aumentan las variantes, primero a expensas de los viajeros, pero poco a poco se va produciendo transmisión autóctona. Aunque la variante que sigue predominando es la 614, otras están emergiendo e imponiéndose con fuerza como la sudafricana. Se señala la importancia de su vigilancia para detectar mayor transmisión y/o virulencia o la posibilidad de que disminuyan la eficacia de las medidas de contención, tratamientos y vacunas. En definitiva, no bajar la guardia ni los profesionales involucrados ni la población y seguir combinando las medidas individuales y sociales.
En un país como Cuba que ya tiene casi 3 millones de dosis administradas (2.946.572) (12), con dos de sus cinco candidatos vacunales: Soberana 02 y Abdala, sigue insistiendo en la potenciación de las medidas de aislamiento y de sus servicios sanitarios y comunitarios. De esta forma la ponente al final de su intervención dice: «Estamos en peligro, pero el peligro hay que enfrentarlo y la única forma de enfrentar el peligro es, primero con información y sabiendo lo que hay que hacer, haciendo lo que hay que hacer y sosteniendo lo que sabemos que hay que hacer, porque no vale hacerlo un día hay que hacerlo todos los días, esto es un problema mundial a la que Cuba no escapa, pero Cuba tiene condiciones para salir con éxito de esto». Poco podemos añadir a esto, que continuaremos siguiendo el enorme esfuerzo del pueblo cubano, un pequeño gran país socialista, que ha llegado a unos niveles de organización social y logros tecnológicos admirables, porque parte del esfuerzo comunitario de su población y para su población. En concreto, los niveles alcanzados en biotecnología y producción de medicamentos y vacunas que no hace más que reforzar su independencia y construcción socialista.
Coincidimos con Jesús Gil Porcel cuando dice: «El éxito cubano es su sistema socialista, que pone el bienestar de la población por encima del beneficio económico» (13).
Chiqui Cruz Rojo
14 de junio de 2021
Primera parte: https://www.boltxe.eus/2021/06/15/reflexiones-sobre-la-covid-19-y-sus-medidas-de-prevencion-i/Bibliografía
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Cruz-Rojo, C.: Ciencia y política: La guerra de la vacuna contra el Covid-19, 15 de julio de 2020 (https://rebelion.org/ciencia-y-politica-la-guerra-de-la-vacuna-contra-el-Covid-19/).
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Cruz-Rojo, C.: Reflexiones sobre la Covid-19 y sus medidas de prevención (I), 5 de marzo de 2021 (https://www.boltxe.eus/2021/06/15/reflexiones-sobre-la-Covid-19-y-sus-medidas-de-prevencion-i/).
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The Guardian: Esa isla caribeña asediada por Estados Unidos desde hace 60 años podría convertirse en el país más pequeño en tener vacuna propia, 5 de mayo de 2021 (http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/05/05/the-guardian-esa-isla-caribena-asediada-por-estados-unidos-desde-hace-60-anos-podria-convertirse-en-el-pais-mas-pequeno-en-tener-vacuna-propia/).
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CUBA. Nuevo logro de la ciencia cubana en la lucha contra la Covid-19, 14 de febrero de 2021, fuente: Gramma (https://insurgente.org/cuba-nuevo-logro-de-la-ciencia-cubana-en-la-lucha-contra-la-Covid-19/). 5.-
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Además de las espículas o proteína S, el Covid-19 se compone de una membrana de glicoproteínas (proteína M y E) que compacta y protege a su material genético.
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El Covid-19 tiene unos 30.000 nucleótidos de ácido ribonucleico (RNA). Único material genético de ciertos virus. El ADN, ácido desoxirribonucleico, contiene las instrucciones genéticas necesarias para el desarrollo y funcionamiento de los seres vivos y algunos virus; es esencial en la transmisión hereditaria.
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ACE-2, La enzima convertidora de la angiotensina 2, regula los procesos de inflamación y de la presión sanguínea, modulando la actividad de la angiotensina 2 y contrarrestando sus efectos dañinos, ya que puede comportarse como una citoquina que produce daño vascular y renal.
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La replicación del virus es el proceso de multiplicación de los virus en el interior de la célula hospedadora que aporta los sustratos, energía y maquinaria bioquímica celular para la replicación de su genoma y la síntesis de sus proteínas.
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La transcripción del virus es la «traducción» del código del material genético, ARN, del virus. Esa traducción es necesaria para producir proteínas víricas, tanto las estructuras del futuro virión como su material genético, como las proteínas enzimáticas necesarias para el ensamblaje de las piezas. Aunque la mayor parte de las enzimas que los ácidos nucleicos víricos utilizan en estos procesos son de la célula humana hospedadora.
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Randy Alonso Falcón et al.: Ante nuevas variantes del SARS-CoV-2, ¿cuál es la situación en Cuba y la potencial efectividad de las vacunas cubanas? (+ video), 8 de baril de 2021 (http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/04/08/ante-nuevas-variantes-del-sars-cov-2-cual-es-la-situacion-en-cuba-y-la-potencial-efectividad-de-las-vacunas-cubanas-video/).
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Cruz-Rojo, C.: La vigencia del materialismo dialéctico en las ciencias de la vida. No está en los genes (https://www.nodo50.org/ciencia_popular/articulos/Cruz.htm).
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La OMS sube la calificación de la cepa india a «variante de preocupación» mundial, 11 de mayo de 2021 (https://buscandorespuestas.lne.es/destacada/oms-cepa-india-variante-preocupacion-mundial/).
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Al cierre del escrito, 1.810.895 personas han recibido al menos una dosis de uno de los candidatos vacunales cubanos. De ellas ya tienen segunda dosis 961.973 personas y tercera dosis 173.704 personas.
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Gil Porcel, J. Cuba: «Ejemplo y esperanza en la lucha contra la pandemia», mayo-junio-2021, El Otro País, p. 27.