Libia declaró tres días de Duelo Nacional por los 85 muertos que dejó la masacre llevada a cabo por la banda criminal OTAN en la ciudad de Zliten, al este de Trípoli, acción que ha contado con el silencio de los grandes medios de comunicación, y el mirar para otro lado de los tristemente conocidos «ni-nis». Nada de escandalos, para esta gente, el pueblo de Libia no tiene derecho a la autodefensa.
En los hospitales de la capital de Libia los médicos intentan salvar la vida de los heridos de gravedad víctimas de los ataques perpetrados por la banda OTAN en la zona agropecuaria de Zliten, como Mohamad Hasan, un niño de 12 años edad que fue blanco de los bombardeos.
El primer ministro de Libia, Albahdadi Almahmudi, condenó los ataques indiscriminados de las fuerzas imperiales contra la población civil, en el mes sagrado del Ramadán. Pero parace ser, que de organizaciones terroristas y bandas armadas como la OTAN, no cabe esperar otra cosa.
La muerte de 85 personas se produjo tras un bombardeo de la OTAN sobre un grupo de granjas al este de Trípoli, aunque la banda atlántica afirmó haber atacado un “objetivo militar legítimo”.
Un portavoz del gobierno del líder libio Muammar Al Gaddafi, que llevó a reporteros extranjeros al lugar atacado, recalcó que las 85 personas habían muerto cuando los misiles impactaron en los complejos agrícolas del pueblo de Majar, unos 150 kilómetros al este de Trípoli, refirieron agencias internacionales.
“Los muertos eran 33 niños, 32 mujeres y 20 hombres”, añadió.
Por su parte, Abdulkader Al-Hawali, un estudiante de quinto año de medicina que trabaja en el hospital de la ciudad de Zliten, donde las autoridades trasladaron a algunos de los muertos y heridos, dijo: “Ellos (l@s terroristas de la OTAN) no diferencian entre soldados, niños y ancianos”.
La guerra desatada en Libia, por l@s terroristas de la OTAN ha dejado más de 1.200 personas muertas y miles de heridos, sin contabilizar las víctimas de los nuevos ataques.