Numeros@s ciudadan@s bilbotarrak han salido a la calle en Bilbo a rechazar la imposición española que ha llegado a pedales a la capital bizkaitarra. Imposición que no ha sido tal para Azkuna, alcalde de Bilbo y para el PNV que han recibido a la vuelta en la villa de buen grado y en medio de para bienes.
Tras el disfraz de una prueba deportiva, el autentico fin de la llegada de la carrera a Bilbo era reivindicar a España y la españolidad en Bilbo, lo cual choca con el talante que se le supone al deporte. Hace tiempo, que los españoles están usando el deporte para fines políticos y lo de este viernes ha sido una muestra más.
Han sido muchísimas las banderolas que pedían el acercamiento de l@s pres@s, la independencia o ikurriñas tanto en el camino como en las calles, así como pancartas que denunciaban la imposición española. Pancartas que se han cuidado bien de que no se pudiesen ver en la retrasmisión televisiva y que han sido hostigadas tanto por la guardia civil como la policía autónoma española, que una vez más han trabajado codo a codo.
En definitiva, la denuncia de la imposición y la reivindicación no han faltado en medio del baño de españolismo que se han dado, entre otros, el PNV.