Día Con­tra la Tortura

La tor­tu­ra es una deci­sión polí­ti­ca, y para man­te­ner­la es nece­sa­ria toda una maqui­na­ria. Son par­te de esa maqui­na­ria los poli­cías, pero muy espe­cial­men­te los polí­ti­cos, y con ellos jue­ces, médi­cos foren­ses, abo­ga­dos y los medios de comu­ni­ca­ción que blan­quean y encu­bren la tor­tu­ra. Estos son ele­men­tos impres­cin­di­bles para ocul­tar esta salvajada.

Este 13 de febre­ro se cum­plen 41 años de la muer­te de Joxe Arre­gi como con­se­cuen­cia de las tor­tu­ras a las que le some­tió la Poli­cía Espa­ño­la. La Poli­cía Espa­ño­la lo man­tu­vo dete­ni­do en régi­men de inco­mu­ni­ca­ción duran­te 9 días, tras los cuá­les el juez orde­nó su envío a la pri­sión de Cara­ban­chel. Des­de enton­ces, en Eus­kal Herria el 13 de febre­ro es el Día Con­tra la Tortura.

Unos días des­pués, Arre­gi murió pre­so. Las fotos rea­li­za­das a su cuer­po mos­tra­ban cla­ra­men­te el infierno sufri­do a manos de la poli­cía. Los mora­to­nes y las heri­das cubrían su piel.

Empren­die­ron accio­nes lega­les con­tra los tor­tu­ra­do­res, así como con­tra los médi­cos que habían inten­ta­do ocul­tar las tor­tu­ras, pero la mayo­ría de ellas fue­ron archi­va­das. Final­men­te, en 1989, dos de los tor­tu­ra­do­res fue­ron con­de­na­dos a 3 meses de cár­cel. Pos­te­rior­men­te, todos los pro­ce­sa­dos en los dis­tin­tos juz­ga­dos fue­ron ascen­di­dos en sus car­gos como agra­de­ci­mien­to a los ser­vi­cios pres­ta­dos al Estado.

Las tor­tu­ras, lejos de ser casos ais­la­dos, han sido una cons­tan­te por par­te del Esta­do Espa­ñol con­tra mili­tan­tes polí­ti­cos, y ha lle­ga­do a can­ti­da­des increí­ble­men­te altas en un país peque­ño como lo es Eus­kal Herria. Los tor­tu­ra­dos y tor­tu­ra­das son alre­de­dor de 7000, la mayo­ría en ese pla­zo de la lla­ma­da democracia.

En el caso de las tor­tu­ras, cuan­do no han podi­do escon­der más basu­ra deba­jo de la alfom­bra, habi­tual­men­te se ha pues­to toda la aten­ción sobre los poli­cías, y no es que no haya que poner­la sobre ellos, sino que solo se ha pues­to sobre ellos para tapar las res­pon­sa­bi­li­da­des de otros.

La tor­tu­ra es una deci­sión polí­ti­ca, y para man­te­ner­la es nece­sa­ria toda una maqui­na­ria. Son par­te de esa maqui­na­ria los poli­cías, pero muy espe­cial­men­te los polí­ti­cos, y con ellos jue­ces, médi­cos foren­ses, abo­ga­dos y los medios de comu­ni­ca­ción que blan­quean y encu­bren la tor­tu­ra. Estos son ele­men­tos impres­cin­di­bles para ocul­tar esta salvajada.

Todos los esta­dos de Euro­pa han uti­li­za­do y uti­li­zan la tor­tu­ra y, en el caso del Esta­do Espa­ñol, el hecho de que no haya anu­la­do la ley que per­mi­te la inco­mu­ni­ca­ción y que faci­li­ta la tor­tu­ra, demues­tra que se reser­va el “dere­cho” a vol­ver a tor­tu­rar en cual­quier momento.

Debe­mos recor­dar que casi todos los par­ti­dos polí­ti­cos han apo­ya­do la tor­tu­ra. En este momen­to en el que están inten­tan­do cons­truir el rela­to de lo que ha ocu­rri­do en los últi­mos 60 años, los unos y los otros están inten­tan­do sacu­dir­se las res­pon­sa­bi­li­da­des. Es cono­ci­da la gene­ro­si­dad del PSOE y del PP res­pec­to a la tor­tu­ra, pero no pode­mos olvi­dar las tor­tu­ras y las pali­zas rea­li­za­das por el PNV, con el apo­yo de Eus­ko Alkar­ta­su­na, por medio de los cipa­yos. No reco­no­cer los casos de tor­tu­ra se con­vier­te en un ata­que doble con­tra los tor­tu­ra­dos y las torturadas.

En 2008, apro­ve­chán­do­se de la Ley de Par­ti­dos, el PNV deci­dió cam­biar el nom­bre de la pla­za Joxe Arre­gi en Zizur­kil, argu­men­tan­do que era un ata­que hacia las víc­ti­mas, y la moción con­tó con el voto favo­ra­ble de EA, PSE, PP y Ara­lar-EB, defi­nien­do de la mejor mane­ra posi­ble la foto de la jus­ti­fi­ca­ción de la tortura.

Para ter­mi­nar, no pode­mos olvi­dar­nos de las mili­tan­tes polí­ti­cas que están en la cár­cel, la depor­ta­ción o el exi­lio por luchar con­tra la tor­tu­ra y el res­to de opre­sio­nes, ni que las con­de­nas de cár­cel de muchas de ellas están basa­das en los tes­ti­mo­nios roba­dos por medio de la tor­tu­ra. Tin­ko quie­re mos­trar su apo­yo y soli­da­ri­dad a todas aque­llas per­so­nas que, de un modo u otro, han sufri­do las con­se­cuen­cias de la tor­tu­ra, y exi­ge la amnis­tía total para todos los mili­tan­tes que están con­de­na­dos por luchar.

Jato­rria /​Ori­gen

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