Ante la detención y el anunciado encarcelamiento de un miembro del Movimiento Socialista, Tinko quiere mostrar su solidaridad tanto con este militante como con sus familiares y con el movimiento político en el que participa.
Asimismo, queremos denunciar a los diferentes estamentos que promueven la represión, ya que la violencia estructural requiere de la participación de los diferentes agentes institucionales para que la clase trabajadora perciba estas agresiones con naturalidad. La legitimación de la represión requiere de elementos que les den apariencia de libertad, desde los partidos políticos institucionales hasta los jueces y policías, pasando por los medios de comunicación y demás herramientas para dirigir el pensamiento.
Como señalábamos en el texto de la reciente campaña lanzada por Tinko, la militancia política y la represión son las dos caras de la moneda. Mientras los movimientos revolucionarios trabajan para cambiar radicalmente la situación, las clases dominantes emplean una violencia desmedida para mantener intacta la situación de opresión y explotación, utilizando el medio que más les convenga en cada momento.
También este caso debemos situarlo en la lógica mencionada. La represión tiene diferentes arista. Por un lado, están las medidas que afectan a toda la población, es decir, el control social diario, que aglutinan los mecanismos de identificación y monitorización de las masas. Por otro, y gracias a los datos obtenidos con las medidas citadas en el punto anterior, las dirigidas a militantes políticos, como seguimientos, amenazas, ofertas de colaboración, palizas, legislación especial, informes policiales y jurídicos interminables con nombres y apellidos y, como en este caso, su ingreso en prisión.
Esta represión dirigida a los militantes políticos tiene una visibilidad diferente en función de las circunstancias personales en las que nos encontremos. Mientras el sistema hace lo inimaginable para mantener a la mayoría del pueblo ignorante ante la represión, tiene especial interés en que los militantes políticos seamos conscientes de su fuerza, para así condicionar nuestra militancia a través del miedo.
Es obligación de los movimientos políticos revolucionarios organizarnos y construir muros defensivos frente a la violencia de los estados que nos oprimen, así como crear redes de apoyo a los que sufren la represión.
También seguiremos haciendo una defensa de la amnistía total, entendiendo que es una reivindicación mucho más integral que la libertad de los deportados, refugiados y quienes están en la clandestinidad. La amnistía total es la superación de las razones que empujaron a estas personas a luchar. Hasta conseguir esto seguiremos haciendo nuestra aportación combatiendo la represión.
¡Dignidad, solidaridad, lucha y amnistía total en la defensa de los militantes políticos!