Infla­ción: sala­rios fren­te a beneficios

El Gober­na­dor del Ban­co de Ingla­te­rra, Andrew Bai­ley, mar­có la acti­tud de la corrien­te domi­nan­te sobre el impac­to de la infla­ción en febre­ro, cuan­do dijo que «no estoy dicien­do que nadie deba reci­bir un aumen­to de suel­do, no me malin­ter­pre­ten. Pero lo que digo es que tene­mos que ver la mode­ra­ción en la nego­cia­ción sala­rial, de lo con­tra­rio se sal­drá de control».

Bai­ley siguió la expli­ca­ción key­ne­sia­na de que el aumen­to de la infla­ción es el resul­ta­do de un mer­ca­do labo­ral res­trin­gi­do («pleno empleo») que per­mi­te a los tra­ba­ja­do­res exi­gir sala­rios más altos y, por tan­to, obli­ga a los empre­sa­rios a subir los pre­cios para man­te­ner los bene­fi­cios. Esta teo­ría de la infla­ción basa­da en el empu­je de los sala­rios ha sido refu­ta­da tan­to teó­ri­ca como empí­ri­ca­men­te, como he demos­tra­do en varios artícu­los ante­rio­res1.

Y, más recien­te­men­te, el estu­dio del Bank for Inter­na­tio­nal Settle­ments (BIS) con­fir­ma que «según algu­nas medi­das, el entorno actual no pare­ce pro­pi­cio para esa espi­ral. Des­pués de todo, la corre­la­ción entre el cre­ci­mien­to de los sala­rios y la infla­ción ha dis­mi­nui­do en las últi­mas déca­das y actual­men­te se encuen­tra cer­ca de los míni­mos históricos».

Pero esta teo­ría de la pre­sión sobre los sala­rios per­sis­te entre los key­ne­sia­nos orto­do­xos por­que pien­san que el pleno empleo gene­ra infla­ción; y es apo­ya­da por las auto­ri­da­des por­que igno­ran cual­quier impac­to en los pre­cios por par­te de las empre­sas que inten­tan aumen­tar los bene­fi­cios. Bai­ley no habla­ba de «res­tric­ción» en los pre­cios del mer­ca­do o en los beneficios.

La teo­ría de la pre­sión sobre los sala­rios exis­tía antes de Key­nes. Ya a media­dos del siglo XIX, el sin­di­ca­lis­ta neo­ri­car­diano Tho­mas Wes­ton argu­men­tó en los círcu­los de la Aso­cia­ción Inter­na­cio­nal de Tra­ba­ja­do­res que los tra­ba­ja­do­res no podían pre­sio­nar por sala­rios más altos que el cos­te de sub­sis­ten­cia por­que solo con­du­ci­ría a que los empre­sa­rios subie­ran los pre­cios y, por tan­to, era con­tra­pro­du­cen­te. Para Wes­ton, había una «ley de hie­rro» de los sala­rios reales liga­dos al tiem­po de tra­ba­jo nece­sa­rio para la sub­sis­ten­cia que no podía romperse.

Marx refu­tó los pun­tos de vis­ta de Wes­ton tan­to teó­ri­ca como empí­ri­ca­men­te en una serie de dis­cur­sos publi­ca­dos en el folle­to Valor, pre­cio y bene­fi­cio. Marx sos­te­nía que el valor (pre­cio) de la mer­can­cía depen­día en últi­ma ins­tan­cia del tiem­po medio de tra­ba­jo emplea­do para pro­du­cir­la. Pero eso sig­ni­fi­ca­ba que el repar­to de ese tiem­po de tra­ba­jo entre los tra­ba­ja­do­res que crea­ban la mer­can­cía y el capi­ta­lis­ta que la poseía no era fijo, sino que depen­día de la lucha de cla­ses entre empre­sa­rios y emplea­dos. Como dijo, «los capi­ta­lis­tas no pue­den subir o bajar los sala­rios a su anto­jo, ni pue­den subir los pre­cios a volun­tad para com­pen­sar la pér­di­da de bene­fi­cios resul­tan­te de un aumen­to de los sala­rios». Si se «res­trin­gen» los sala­rios, es posi­ble que no bajen los pre­cios, sino que sim­ple­men­te aumen­ten los beneficios.

De hecho, eso es lo que está ocu­rrien­do aho­ra en el actual bro­te de infla­ción. En la recu­pe­ra­ción de la Gran Rece­sión, el cre­ci­mien­to de los pre­cios fue en reali­dad bas­tan­te mode­ra­do 2 duran­te los pri­me­ros años de esa recu­pe­ra­ción. En cam­bio, las empre­sas apli­ca­ron una supre­sión sala­rial extre­ma (ayu­da­das por los altos y per­sis­ten­tes nive­les de des­em­pleo). Los cos­tes labo­ra­les uni­ta­rios (es decir, el cos­te de la mano de obra por uni­dad de pro­duc­ción) caye­ron duran­te tres años, des­de el pun­to más bajo de la rece­sión en el segun­do tri­mes­tre de 2009 has­ta media­dos de 2012.

La mayo­ría de las recu­pe­ra­cio­nes pos­te­rio­res a la Segun­da Gue­rra Mun­dial se han carac­te­ri­za­do por un patrón gene­ral de caí­da de la par­ti­ci­pa­ción del tra­ba­jo en la ren­ta duran­te la fase ini­cial de las recu­pe­ra­cio­nes, aun­que se ha vuel­to más extre­ma en los últi­mos ciclos eco­nó­mi­cos. En 2019, la par­ti­ci­pa­ción del tra­ba­jo esta­ba en su pun­to más bajo. En la déca­da de 2010 se pro­du­jo bási­ca­men­te un estan­ca­mien­to de los sala­rios reales medios en la mayo­ría de las prin­ci­pa­les economías. 

En un infor­me recien­te3, el Bank for Inter­na­tio­nal Settle­ments (BIS) seña­la que «en las últi­mas déca­das, el poder de nego­cia­ción colec­ti­va de los tra­ba­ja­do­res ha dis­mi­nui­do jun­to con el des­cen­so de la afi­lia­ción sin­di­cal. En este sen­ti­do, las cláu­su­las de inde­xa­ción y del ajus­te del IPC que han ali­men­ta­ron las espi­ra­les sala­ria­les del pasa­do son menos fre­cuen­tes. En la zona del euro, la pro­por­ción de emplea­dos del sec­tor pri­va­do cuyos con­tra­tos inclu­yen un papel for­mal de la infla­ción en la fija­ción de los sala­rios cayó del 24% en 2008 al 16% en 2021. La cover­tu­ra del IPC en Esta­dos Uni­dos ron­dó el 25% en los años 60 y subió has­ta cer­ca del 60% duran­te el epi­so­dio infla­cio­nis­ta de fina­les de los 70 y prin­ci­pios de los 80, pero des­cen­dió rápi­da­men­te has­ta el 20% a media­dos de los 90».

Des­de el des­plo­me de la COVID, la par­ti­ci­pa­ción del tra­ba­jo en la ren­ta4 y los sala­rios reales5 han dis­mi­nui­do fuer­te­men­te, inclu­so cuan­do el des­em­pleo se redu­ce. Esto es todo lo con­tra­rio de la teo­ría key­ne­sia­na de la infla­ción y de la lla­ma­da «ley de hie­rro de los sala­rios» pro­pues­ta por Wes­ton con­tra Marx. El aumen­to de la infla­ción no ha sido impul­sa­do por nada que se parez­ca a un sobre­ca­len­ta­mien­to del mer­ca­do labo­ral, sino que ha sido impul­sa­do por el aumen­to de los már­ge­nes de bene­fi­cio de las empre­sas y los cue­llos de bote­lla de la cade­na de sumi­nis­tro. Esto sig­ni­fi­ca que los ban­cos cen­tra­les que suben los tipos de inte­rés para «enfriar» los mer­ca­dos labo­ra­les y redu­cir las subi­das sala­ria­les ten­drán poco efec­to sobre la infla­ción y es más pro­ba­ble que pro­vo­quen un estan­ca­mien­to de la inver­sión y el con­su­mo, pro­vo­can­do así una caída.

Los pre­cios de las mer­can­cías pue­den des­glo­sar­se en tres com­po­nen­tes prin­ci­pa­les: los cos­tes labo­ra­les (v = el valor de la fuer­za de tra­ba­jo en la ter­mi­no­lo­gía mar­xis­ta), los insu­mos no labo­ra­les (c = el capi­tal cons­tan­te con­su­mi­do), y el «mar­gen» de bene­fi­cios sobre los dos pri­me­ros com­po­nen­tes (s = la plus­va­lía apro­pia­da por los pro­pie­ta­rios capi­ta­lis­tas). P = v + c + s.

El Ins­ti­tu­to de Polí­ti­ca Eco­nó­mi­ca6 cal­cu­la que, des­de el pun­to más bajo de la rece­sión Covid-19 en el segun­do tri­mes­tre de 2020, los pre­cios glo­ba­les en el sec­tor pro­duc­tor de la eco­no­mía esta­dou­ni­den­se han aumen­ta­do a una tasa anua­li­za­da del 6,1%, una pro­nun­cia­da ace­le­ra­ción res­pec­to al cre­ci­mien­to de los pre­cios del 1,8% que carac­te­ri­zó el ciclo eco­nó­mi­co pre­pan­dé­mi­co de 2007 – 2019. Más de la mitad de este aumen­to (53,9%) pue­de atri­buir­se a los mayo­res már­ge­nes de bene­fi­cio, y los cos­tes labo­ra­les con­tri­bu­yen con menos del 8% de este aumen­to. Esto no es nor­mal. De 1979 a 2019, los bene­fi­cios solo con­tri­bu­ye­ron en un 11% al cre­ci­mien­to de los pre­cios y los cos­tes labo­ra­les en más de un 60%. Los insu­mos no labo­ra­les (mate­rias pri­mas y com­po­nen­tes) tam­bién están hacien­do subir los pre­cios más de lo habi­tual en la actual recu­pe­ra­ción económica.

La infla­ción actual se con­cen­tra en el sec­tor de los bie­nes (sobre todo en el de los bie­nes dura­de­ros), impul­sa­da por el colap­so de las cade­nas de sumi­nis­tro7 de bie­nes dura­de­ros (con cie­rres con­ti­nuos de puer­tos en todo el mun­do). El cue­llo de bote­lla no es la mano de obra que pide mayo­res sala­rios, sino la capa­ci­dad de trans­por­te y otras caren­cias no labo­ra­les. De hecho, en el actual repun­te de la infla­ción, el cre­ci­mien­to de los ingre­sos sema­na­les en Esta­dos Uni­dos se ha ido ralen­ti­zan­do mes a mes.

Son los bene­fi­cios los que se han dis­pa­ra­do. Las empre­sas que tenían exis­ten­cias cuan­do se pro­du­jo el aumen­to de la deman­da pro­vo­ca­do por la pan­de­mia han teni­do un enor­me poder de fija­ción de pre­cios fren­te a sus clien­tes. Los már­ge­nes de bene­fi­cio de las empre­sas (la par­te des­ti­na­da a los bene­fi­cios por uni­dad de pro­duc­ción) están en su pun­to más alto des­de 1950.

El estu­dio del BIS con­clu­ye lo mis­mo: «El poder de fija­ción de pre­cios de las empre­sas, medi­do por el mar­gen de los pre­cios sobre los cos­tes, ha aumen­ta­do has­ta alcan­zar máxi­mos his­tó­ri­cos. En el entorno de infla­ción baja y esta­ble de la era pre­pan­dé­mi­ca, los mayo­res már­ge­nes redu­je­ron la trans­mi­sión de los pre­cios a los sala­rios. Pero en un entorno de alta infla­ción, los mayo­res már­ge­nes podrían ali­men­tar la infla­ción, ya que las empre­sas pres­tan más aten­ción al cre­ci­mien­to de los pre­cios agre­ga­dos y lo incor­po­ran a sus deci­sio­nes de pre­cios. De hecho, esta podría ser una de las razo­nes por las que las pre­sio­nes infla­cio­nis­tas se han amplia­do recien­te­men­te en sec­to­res que no se vie­ron direc­ta­men­te afec­ta­dos por los cue­llos de botella».

Un aná­li­sis de los archi­vos de la Comi­sión de Valo­res8 de 100 empre­sas esta­dou­ni­den­ses reve­ló que los bene­fi­cios netos aumen­ta­ron una media del 49% en los dos últi­mos años y, en un caso, ¡has­ta un 111.000%!

Los direc­ti­vos son muy cons­cien­tes de la posi­bi­li­dad de subir los pre­cios en esta espi­ral infla­cio­nis­ta. El direc­tor gene­ral de Hershey Bar, Michel Buck, dijo a los accio­nis­tas: «La fija­ción de pre­cios será una palan­ca impor­tan­te para noso­tros este año y se espe­ra que impul­se la mayor par­te de nues­tro cre­ci­mien­to». Del mis­mo modo, un eje­cu­ti­vo de Kro­ger dijo a los inver­so­res que «un poco de infla­ción siem­pre es bueno para nues­tro nego­cio», mien­tras que el direc­tor gene­ral de Hos­tess dijo en mar­zo que el aumen­to de los pre­cios en toda la eco­no­mía «ayu­da» a los beneficios.

¿Sig­ni­fi­ca esto que las empre­sas pue­den subir los pre­cios a su anto­jo y se dedi­can a lo que se lla­ma pre­cios abu­si­vos? Marx, dis­cu­tien­do con Wes­ton en 1865, no creía que ese fue­ra el caso en gene­ral. El poder de la com­pe­ten­cia sigue impe­ran­do. Geor­ge Pear­kes, ana­lis­ta de Bes­po­ke Invest­ment, seña­ló a Cater­pi­llar, que regis­tró un aumen­to de bene­fi­cios del 958% impul­sa­do por el cre­ci­mien­to del volu­men y la rea­li­za­ción de pre­cios entre los cuar­tos tri­mes­tres de 2019 y 2021. La eli­mi­na­ción de los aumen­tos de pre­cios pue­de haber hecho caer los bene­fi­cios ope­ra­ti­vos del cuar­to tri­mes­tre de 2021 de la com­pa­ñía lige­ra­men­te por deba­jo de los 1.300 millo­nes de dóla­res que obtu­vo en 2020. «Esto no es una espe­cu­la­ción de pre­cios (…) y mues­tra de for­ma bas­tan­te con­cre­ta que hay muchos mati­ces aquí», dijo Pear­kes, aña­dien­do que la espe­cu­la­ción no es «el prin­ci­pal motor de la infla­ción, ni el prin­ci­pal motor de los bene­fi­cios cor­po­ra­ti­vos». De hecho, las empre­sas que aprie­tan los pre­cios al máxi­mo en el entorno actual para maxi­mi­zar los bene­fi­cios a cor­to pla­zo pue­den aca­bar pagan­do el pre­cio de la cuo­ta de mer­ca­do cuan­do otros entren en el jue­go. No obs­tan­te, está cla­ro que cuan­to más con­cen­tra­do esté el capi­tal en un sec­tor, mayor será la capa­ci­dad de subir los pre­cios. «Cuan­do se pasa de 15 a 10 empre­sas, no cam­bia mucho», argu­men­ta­ba un ana­lis­ta. «Cuan­do pasas de diez a seis, cam­bian muchas cosas. Pero cuan­do pasas de seis a cua­tro, es un arreglo».

Recien­te­men­te, la Auto­ri­dad de Com­pe­ten­cia y Mer­ca­do (CMA) del Rei­no Uni­do publi­có un impor­tan­te infor­me9. La per­sis­ten­cia de los bene­fi­cios ha aumen­ta­do cuan­do se miden los már­ge­nes sobre los cos­tes mar­gi­na­les y el ren­di­mien­to del capi­tal, pero no cuan­do se miden los bene­fi­cios antes de impuestos.

Y la CMA tam­bién des­cu­brió que cuan­to mayor era la com­pe­ten­cia inter­na­cio­nal, menor era la capa­ci­dad de las empre­sas para aumen­tar los pre­cios y los már­ge­nes de bene­fi­cio. «Esto pone de mani­fies­to el impor­tan­te papel que desem­pe­ña el comer­cio inter­na­cio­nal para con­tri­buir a man­te­ner la com­pe­ti­ti­vi­dad de los mer­ca­dos bri­tá­ni­cos». El BIS resu­mió este deba­te: «En los mer­ca­dos de pro­duc­tos, el gra­do de com­pe­ten­cia entra en jue­go. Las empre­sas con mayo­res már­ge­nes de bene­fi­cio ‑indi­cio de un mayor poder de mer­ca­do- podrían subir los pre­cios cuan­do aumen­ten los sala­rios, mien­tras que las que no tie­nen ese poder de fija­ción de pre­cios pue­den dudar en hacer­lo. Las con­si­de­ra­cio­nes estra­té­gi­cas en la fija­ción de pre­cios tam­bién son rele­van­tes. Las empre­sas pue­den sen­tir­se más cómo­das subien­do los pre­cios si creen que sus com­pe­ti­do­res tam­bién lo harán. Las subi­das de pre­cios son más pro­ba­bles cuan­do la deman­da es fuer­te. Con menos preo­cu­pa­ción por la pér­di­da de ven­tas y menos mar­gen para ajus­tar los már­ge­nes de bene­fi­cio, inclu­so las empre­sas con menos poder de fija­ción de pre­cios podrían tras­la­dar los cos­tes más altos a los clientes».

Como afir­ma­ba un socio de la con­sul­to­ra Bain10, ase­so­ra de muchas empre­sas, «cuan­do los tiem­pos son difí­ci­les, ¡macha­ca a sus clien­tes mien­tras sea bueno para ti!». El con­sul­tor pro­si­guió: «No creo que esto sea real­men­te nefas­to en abso­lu­to. Las empre­sas deben cobrar lo que pue­dan. El bene­fi­cio es el obje­ti­vo de todo el ejercicio».

Michael Roberts

9 de mayo de 2022

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  1. https://​the​nex​tre​ces​sion​.word​press​.com/​2​0​2​2​/​0​4​/​1​8​/​t​h​e​-​i​n​f​l​a​t​i​o​n​-​d​e​b​a​te/
  2. https://​the​nex​tre​ces​sion​.word​press​.com/​2​0​2​2​/​0​5​/​0​9​/​i​n​f​l​a​t​i​o​n​-​w​a​g​e​s​-​v​e​r​s​u​s​-​p​r​o​f​i​ts/
  3. https://www.cbpp.org/research/full-employment/a‑vital-dashboard-indicator-for-monetary-policy-nominal-wage-targets
  4. https://​www​.epi​.org/​n​o​m​i​n​a​l​-​w​a​g​e​-​t​r​a​c​k​e​r​/​#​c​h​a​rt3
  5. https://​www​.bls​.gov/​n​e​w​s​.​r​e​l​e​a​s​e​/​r​e​a​l​e​r​.​t​o​c​.​htm
  6. https://​www​.epi​.org/​b​l​o​g​/​c​o​r​p​o​r​a​t​e​-​p​r​o​f​i​t​s​-​h​a​v​e​-​c​o​n​t​r​i​b​u​t​e​d​-​d​i​s​p​r​o​p​o​r​t​i​o​n​a​t​e​l​y​-​t​o​-​i​n​f​l​a​t​i​o​n​-​h​o​w​-​s​h​o​u​l​d​-​p​o​l​i​c​y​m​a​k​e​r​s​-​r​e​s​p​o​nd/
  7. https://​libertys​tree​te​co​no​mics​.new​york​fed​.org/​2​0​2​2​/​0​1​/​t​h​e​-​g​l​o​b​a​l​-​s​u​p​p​l​y​-​s​i​d​e​-​o​f​-​i​n​f​l​a​t​i​o​n​a​r​y​-​p​r​e​s​s​u​r​es/
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  9. https://​assets​.publishing​.ser​vi​ce​.gov​.uk/​g​o​v​e​r​n​m​e​n​t​/​u​p​l​o​a​d​s​/​s​y​s​t​e​m​/​u​p​l​o​a​d​s​/​a​t​t​a​c​h​m​e​n​t​_​d​a​t​a​/​f​i​l​e​/​1​0​7​2​2​5​0​/​S​t​a​t​e​_​o​f​_​C​o​m​p​e​t​i​t​i​o​n​.​pdf
  10. https://​www​.bain​.com/​i​n​s​i​g​h​t​s​/​f​o​r​g​e​t​-​t​h​e​-​s​t​a​n​d​a​r​d​-​i​n​f​l​a​t​i​o​n​-​p​l​a​y​b​o​ok/

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