Alfredo Cóspito, preso político anarquista italiano, lleva más de 140 días en huelga de hambre luchando contra el régimen de aislamiento “41 bis” que le ha impuesto el Estado italiano. Este régimen de aislamiento ha sido denunciado por varias organizaciones debido a la dureza de las condiciones que somete a los presos, es por ello que incluso organizaciones como el Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo han llegado a considerar extremadamente duro e inhumano, incluso en 2007, Estados Unidos, conocido por su cruel trato hacia todos los presos y presas en general, llegó a calificar el régimen italiano “41 bis” como un método de tortura.
La lucha de los presos y presas políticas dentro de las cárceles es una constante lucha a vida o muerte. Es una lucha por mantener la dignidad frente a la represión capitalista que pretende mantener a la clase trabajadora bajo el yugo de la explotación y la opresión.
La lucha de estos militantes son claros ejemplos que deben perdurar en la memoria de los pueblos y que seguirán siendo la llama que ilumina el camino de las luchas actuales y venideras. Tales como la del militante del IRA Bobby Sands, muerto en huelga de hambre el 5 de mayo de 1981 tras 66 días luchando contra la retirada del Estatus de Categoría Especial de los presos políticos republicanos irlandeses; o como la del preso político vasco del PCE® Kepa Krespo Galende, que perdió la vida el 19 de junio de 1981 tras 97 días de huelga de hambre luchando por recibir un trato digno y humano contra el régimen de exterminio en la cárcel de Herrera de la Mancha; o como casi una década más tarde la lucha llevada a cabo por Jose Manuel Sevillano, militante de los GRAPO fallecido el 25 de mayo de 1990 tras pasar 176 días luchando contra la dispersión y la tortura que sufrían los presos políticos de ETA, PCE® y GRAPO; o como las constantes huelgas de militantes kurdos en cárceles turcas en las que han perdido la vida cientos de militantes políticos en su lucha contra el régimen fascista.
Lamentablemente no tenemos que echar la vista muy atrás para poner otros tantos ejemplos de lucha consecuente dentro de las cárceles. Recientemente en 2020, aunque sin perder la vida, en Euskal Herria también hemos sido testigos de primera mano de la huelga de hambre de 31 días que llevó a cabo el preso político vasco Patxi Ruiz, militante de ETA que se vio obligado a llevar a cabo una lucha contra el régimen de aislamiento que le estaba imponiendo la cárcel de Murcia II debido al coronavirus. Patxi logró avivar la lucha en las calles de Euskal Herria, su lucha revolucionaria dejó claro una vez más que la lucha por la amnistía es algo fundamental que el pueblo no debe abandonar. La lucha desde las cárceles debe ser acompañada con la lucha en la calle, con el trabajo constante por mantener la dignidad, la memoria de nuestros luchadores y su condición de presos políticos revolucionarios.
Dicho esto, desde Tinko queremos mostrar nuestra más sincera solidaridad internacionalista con Alfredo Cóspito y su lucha por acabar con el régimen de aislamiento.
¡ABAJO EL REGIMEN 41 BIS!
¡AMNISTÍA TOTAL!