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La repre­sión en la gue­rra politico-cultural

Nota: Ponen­cia para Topa­ke­ta Anti­im­pe­ria­lis­tak (Kar­me­lan, Bil­bo) del 15 al 16 de mar­zo, orga­ni­za­das por Askapena.

«A fue­go len­to se cons­tru­ye el con­cep­to de enemi­go interno. Los sec­to­res más vul­ne­ra­dos pagan las con­se­cuen­cias. […] La cons­truc­ción del enemi­go no es espon­tá­nea ni de un día para el otro. Hay un len­gua­je, hay esló­ga­nes, hay prác­ti­cas que se van mode­lan­do en el tiem­po. Has­ta encon­trar momen­tos pro­pi­cios para avan­zar en la des­truc­ción de ese otro.»1

Pre­sen­ta­ción

La impro­vi­sa­ción no sue­le ser un hábi­to en la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral impe­ria­lis­ta. No sue­le ser un error fre­cuen­te y reite­ra­do, aun­que sí pue­de dar­se en algu­nos momen­tos. Estu­diar los cam­bios en el «enemi­go interno» del capi­tal, el pro­le­ta­ria­do, es una nece­si­dad cie­ga para la bur­gue­sía sobre todo en medio de las cri­sis gené­ti­co-estruc­tu­ra­les como la actual, espe­cial­men­te agu­da en Esta­dos Uni­dos2 y en el impe­ria­lis­mo, cri­sis de un alcan­ce tal que pone en cues­tión su futu­ro: «Las prin­ci­pa­les eco­no­mías están mos­tran­do sig­nos de estan­fla­ción. Eso sig­ni­fi­ca que las tasas de inte­rés podrían man­te­ner­se altas, mien­tras que el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co falla. Esa es la rece­ta para un even­tual colap­so en los mer­ca­dos finan­cie­ros»3. En pre­vi­sión, el impe­ria­lis­mo refuer­za medi­das repre­si­vas de toda índo­le para impe­dir o aplas­tar las movi­li­za­cio­nes con­tra una gue­rra que ya ha empe­za­do y que exi­ge gas­tos incon­ce­bi­bles hace poco tiem­po, como el de 8,7 billo­nes de yenes, como míni­mo, apro­ba­dos por el mili­ta­ris­mo nipón4.

Antes de seguir, nos es nece­sa­rio recor­dar estas pala­bras de M. Laz­za­ra­to: «El mar­xis­mo fue el des­cu­bri­mien­to de que la vio­len­cia no pue­de ser igno­ra­da, que el capi­ta­lis­mo es vio­len­cia de las rela­cio­nes socia­les de pro­duc­ción, repro­duc­ción y vida, vio­len­cia del some­ti­mien­to de los tra­ba­ja­do­res, de los escla­vos, de las muje­res, vio­len­cia de la acción del Esta­do, de las cons­ti­tu­cio­nes, de la guber­na­men­ta­li­dad. Este gran tema ha sido aban­do­na­do como si hubié­ra­mos entra­do en una socie­dad y en una épo­ca paci­fi­ca­das. Es qui­zás en este aban­dono don­de debe­mos bus­car la per­sis­ten­te nega­ción den­tro de los movi­mien­tos de la reali­dad de la gue­rra y de la gue­rra civil, inclu­so cuan­do, como es en este momen­to, al vol­ver­se solo vemos la deso­la­ción que han pro­du­ci­do»5.

Las gran­des cri­sis como la actual, pro­vo­can cam­bios en la dia­léc­ti­ca de la lucha de cla­ses, en las for­mas inter­nas de las cla­ses y por lo tan­to en los pro­ce­sos de libe­ra­ción anti­im­pe­ria­lis­ta. La bur­gue­sía, sobre todo la que opri­me a otro pue­blo, nece­si­ta estu­diar esos cam­bios cuan­to antes: des­cu­brir qué y cómo han sur­gi­do fac­cio­nes nue­vas del pro­le­ta­ria­do, cua­les se han debi­li­ta­do y has­ta des­apa­re­ci­do; tam­bién le obli­ga a estu­diar los nue­vos colec­ti­vos mili­tan­tes, sus rei­vin­di­ca­cio­nes y for­mas de orga­ni­za­ción: es decir, crear pro­pa­gan­dís­ti­ca­men­te para cri­mi­na­li­zar el nue­vo «enemi­go interno» sur­gi­do de la cri­sis y crear las for­mas de com­ba­tir­lo des­de fue­ra y des­de den­tro. El espio­na­je y la infil­tra­ción son cla­ves en esta tarea que, empe­ro, tie­ne un lar­go pasa­do de desa­rro­llo pero tam­bién de derrotas.

La inmen­sa mayo­ría de artícu­los y tex­tos sobre «gue­rra cul­tu­ral» a secas, dejan de lado o ape­nas tocan la dia­léc­ti­ca entre cul­tu­ra y polí­ti­ca según las defi­nen y prac­ti­can las cla­ses due­ñas de las fuer­zas pro­duc­ti­vas, huyen­do como de la pes­te cuan­do en esa polí­ti­ca apa­re­cen las repre­sio­nes, las vio­len­cias y el terror, con sus corres­pon­dien­tes for­mas cul­tu­ra­les que las legi­ti­man6.

La «gue­rra cul­tu­ral» que­da así redu­ci­da a la pug­na entre «cul­tu­ras» domi­nan­tes y domi­na­das. Pero la cul­tu­ra no se entien­de sin la polí­ti­ca y ésta sin la pro­pie­dad pri­va­da, más con­cre­ta­men­te sin la ley del valor y la con­si­guien­te ten­sión entre valor de uso y valor de cam­bio. Exten­dá­mo­nos un poco sobre esto.

Repre­sión y vio­len­cias con­tra las mujeres

Según S. Amin: «La cul­tu­ra es el modo como se orga­ni­za la uti­li­za­ción de los valo­res de uso […] el capi­ta­lis­mo es el momen­to de la nega­ción del valor de uso, por lo tan­to nega­ción de la cul­tu­ra, nega­ción de la diver­si­dad»7. Negar el valor de uso impli­ca la alie­na­ción gene­ra­li­za­da y exi­ge la per­ma­nen­te inter­ven­ción del Esta­do para garan­ti­zar que la ley del valor vaya arra­san­do la diver­si­dad impo­nien­do la uni­for­mi­dad del valor de cam­bio, de la mer­can­cía en la que ter­mi­na­mos des­hu­ma­ni­za­dos. La mun­dia­li­za­ción de la ley del valor fue des­tru­yen­do muy vio­len­ta­men­te las for­mas de pro­pie­dad comu­nal y de las cul­tu­ras colec­ti­vas basa­das en la admi­nis­tra­ción de los valo­res de uso. La lucha de la mujer fue deci­si­va en este sen­ti­do: las «her­man­da­des de resis­ten­cia» crea­das por las muje­res no solo en las nacio­nes indí­ge­nas de Amé­ri­ca8 sino en prác­ti­ca­men­te todas las cul­tu­ras9 y en el pre­sen­te10, se enfren­ta­ron de mil modos a las vio­len­cias de los Esta­dos burgueses.

La acu­mu­la­ción ori­gi­na­ria exi­gió la des­truc­ción de las rela­cio­nes sexo-afec­ti­vas y repro­duc­ti­vas pre­bur­gue­sas y el desa­rro­llo del sis­te­ma patriar­co-capi­ta­lis­ta en el que la mujer tra­ba­ja­do­ra car­ga con el grue­so de la valo­ra­ción del capi­tal, expro­pian­do­les y pri­va­ti­zan­do sus sabe­res colec­ti­vos11. La sobre­ex­plo­ta­ción invi­si­bi­li­za­da de cien­tos de millo­nes de muje­res12 que se rea­li­za a dia­rio fue­ra de la con­ta­bi­li­dad capi­ta­lis­ta nos da una idea muy apro­xi­ma­da de las vio­len­cias múl­ti­ples patriar­co-bur­gue­sas sin las cua­les no se sos­ten­dría por mucho tiem­po seme­jan­te sobre­ex­plo­ta­ción inhe­ren­te a la ley del valor y a la mer­can­ti­li­za­ción de la mujer trabajadora.

Si a esa reali­dad obje­ti­va que la «cien­cia social» bur­gue­sa se nie­ga a estu­diar, le suma­mos las atro­ci­da­des que sufren las muje­res de los pue­blos opri­mi­dos en las cár­ce­les del Esta­do inva­sor, ocu­pan­te, com­pren­de­mos mucho mejor qué es la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral en su cru­de­za dia­ria. Más aún, enten­de­mos más real­men­te el papel de la cul­tu­ra de la rebe­lión como ele­men­to nece­sa­rio en la polí­ti­ca de resis­ten­cia nacio­nal fren­te al impe­ria­lis­mo. Las muje­res saha­rauis nos dan una lec­ción huma­na sobrecogedora:

La resis­ten­cia saha­raui se com­po­ne de muje­res insu­mi­sas como ellas, que pese a las fuer­zas que inten­tan aca­llar­les, siguen en pie sien­do alta­voz de una lucha, pero tam­bién de la vio­len­cia que han vivi­do. Son aque­llas muje­res que se que­dan en casa crian­do mien­tras sus mari­dos van al fren­te o mar­chan al extran­je­ro a tra­ba­jar. Son las que repre­sen­tan a sus pue­blos y se orga­ni­zan para tener agua, elec­tri­ci­dad y comi­da tras casi 50 años en el desier­to, en terri­to­rio arge­lino. Son las que resis­ten tam­bién en los terri­to­rios ocu­pa­dos del Saha­ra Occi­den­tal y que se nie­gan a mar­char­se, aun­que que­dar­se supon­ga poner en peli­gro su vida y la de su fami­lia. Son las que reco­rren el mun­do para que se escu­che su voz y que jamás deje de sonar13.

Otro tan­to hacen las muje­res pales­ti­nas some­ti­das a la extre­ma dure­za de las cár­ce­les sio­na­zis nos ilu­mi­nan con sus prác­ti­cas cul­tu­ra­les rea­li­za­das pese a todas las res­tric­cio­nes y cas­ti­gos carcelarios:

En los últi­mos diez años ha sur­gi­do una nue­va gene­ra­ción de acti­vis­tas que desem­pe­ña un papel cla­ve en la trans­mi­sión de los cono­ci­mien­tos y las habi­li­da­des adqui­ri­dos en las luchas de sus pre­de­ce­so­res. […] Gra­cias a los esfuer­zos de todas estas gene­ra­cio­nes de pre­sas, la edu­ca­ción ya no es solo un medio para adqui­rir cono­ci­mien­tos y habi­li­da­des, sino que se ha con­ver­ti­do en un arma fun­da­men­tal. Su soli­da­ri­dad ha roto el ais­la­mien­to impues­to por el encar­ce­la­mien­to. La pri­sión se ha con­ver­ti­do en un espa­cio de encuen­tro entre acti­vis­tas de dife­ren­tes par­ti­dos polí­ti­cos, entre muje­res de cam­pos de refu­gia­dos, ciu­da­des y pue­blos, y entre muje­res pales­ti­nas de Gaza, Cis­jor­da­nia y los 48 terri­to­rios. El movi­mien­to de las pre­sas pales­ti­nas es, sin duda, una exten­sión de su lucha revo­lu­cio­na­ria14.

La ley del valor nece­si­ta uni­for­mar­lo todo, aca­bar con las diver­si­da­des para encon­trar el valor medio de la mer­can­cía para, median­te la explo­ta­ción social, maxi­mi­zar en lo posi­ble la tasa de ganan­cia. La ter­gi­ver­sa­ción meca­ni­cis­ta y anti­dia­léc­ti­ca de la ley del valor hace que no se pue­da ver el papel del Esta­do y de sus vio­len­cias para con­tra­rres­tar la ley ten­den­cial de la caí­da de la tasa de ganan­cia: el colo­nia­lis­mo y el impe­ria­lis­mo no son sino exi­gen­cias cie­gas que tie­ne el capi­tal para rever­tir esa ley ten­den­cial. El con­te­ni­do polí­ti­co-opre­sor de la cul­tu­ra bur­gue­sa es inhe­ren­te a las tareas de su Esta­do, por tan­to siem­pre que habla­mos de cul­tu­ra en abs­trac­to debe­mos lle­nar­la de con­te­ni­do de lucha de cla­ses, de lucha de libe­ra­ción nacio­nal y de eman­ci­pa­ción de la mujer trabajadora.

Tren­to como para­dig­ma represivo

Des­de que se tie­nen datos fia­bles, el espio­na­je y la infil­tra­ción, la pro­pa­gan­da y la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral han ido uni­das15 median­te la estra­te­gia cen­tra­li­za­do­ra del Esta­do de la cla­se domi­nan­te. Las buro­cra­cias del Esta­do, que es «una máqui­na de la obe­dien­cia»16, tie­nen pre­ci­sa­men­te esa fun­ción: for­ta­le­cer la obe­dien­cia de los y las explo­ta­das para que su pasi­vi­dad per­mi­ta un aumen­to de la pro­pie­dad pri­va­da. Como vere­mos lue­go, cuan­do V. Ser­ge habla­ba en 1925 de una «inter­na­cio­nal de la poli­cía» no hacía sino seguir la lar­guí­si­ma expe­rien­cia repre­si­va que dio un paso cen­tra­li­za­dor cua­li­ta­ti­vo en la Gre­cia de ‑338 cuan­do la Liga de Corin­to diri­gi­da por Fili­po de Mace­do­nia asu­mió la prio­ri­dad de aca­bar con la sub­ver­sión y la revuel­ta de los pobres con­tra los ricos que aumen­ta­ban des­de ‑371, sien­do el pri­mer tra­ta­do entre grie­gos con esta cláu­su­la repre­si­va17 y posi­ble­men­te el pri­mer plan de coor­di­na­ción inter­es­ta­tal de las represiones.

Los depar­ta­men­tos de infor­ma­ción y espio­na­je, otra for­ma de lla­mar a los infil­tra­dos, estu­vie­ron espe­cial­men­te acti­vos a par­tir de comien­zos del capi­ta­lis­mo cuan­do la Igle­sia tenía unas den­sa red de curas, frai­les y lai­cos que pene­tra­ba en todas par­tes, cuyas «posi­bi­li­da­des de obte­ner infor­ma­ción eran casi ili­mi­ta­das»18. La gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral diri­gi­da por la Igle­sia dio un sal­to pro­di­gio­so en el Con­ci­lio de Tren­to de la mitad del siglo XVI, una ver­da­de­ra con­tra­rre­vo­lu­ción que desa­rro­lló nue­vas for­mas de seduc­ción de masas y pro­pa­gan­da; avan­zó en la edu­ca­ción cató­li­ca sis­te­má­ti­ca para cor­tar el paso al pro­tes­tan­tis­mo; creó gru­pos socia­les de pre­sión que lle­ga­ban a toda la socie­dad e impu­so la con­fe­sión obli­ga­to­ria para saber­lo casi todo y la Inqui­si­ción para ate­rro­ri­zar a casi todas las per­so­nas19.

Sal­van­do las dis­tan­cias, lo esen­cial de las estra­te­gias actua­les de con­trol, vigi­lan­cia y repre­sión ya esta­ba en el núcleo de la con­tra­rre­for­ma tri­den­ti­na. La Com­pa­ñía de Jesús suplió enton­ces las tareas de los ser­vi­cios secre­tos, de las poli­cías y de los gru­pos de exter­mino del pre­sen­te, como se vio en su terro­rí­fi­ca masa­cre de los movi­mien­tos pro­tes­tan­tes en Bavie­ra, sobre todo con­tra los radi­ca­les ana­bap­tis­tas20 que ade­lan­ta­ban ideas del comu­nis­mo utó­pi­co. Las accio­nes estric­ta­men­te polí­ti­cas y mili­ta­res de los jesui­tas, inclui­das las accio­nes secre­tas, no podían estar ais­la­das de su acción cul­tu­ral con­tra el pro­tes­tan­tis­mo y las here­jías. La dia­léc­ti­ca entre cul­tu­ra y polí­ti­ca se sos­te­nía en el inte­rior de la Com­pa­ñía median­te la estric­ta dis­ci­pli­na cua­si militar:

En el siglo XVI la Com­pa­ñía de Jesús pro­por­cio­na un esti­lo de obe­dien­cia insó­li­to has­ta enton­ces en comu­ni­dad algu­na, por­que exi­ge nada menos que el asen­ti­mien­to del inte­lec­to a cuan­to a uno se le orde­na hacer. Los miem­bros de la orden han de con­ver­tir­se, median­te una vio­len­ta y cos­to­sa ascé­sis, en autó­ma­tas; las Cons­ti­tu­cio­nes de la Com­pa­ñía equi­pa­ran lite­ral­men­te a los jesui­tas a muer­tos que cami­nan bajo la voz del supe­rior, o a bas­to­nes en manos del anciano que hace con ellos lo que quie­re. Nace así una obe­dien­cia que supri­me la con­cien­cia per­so­nal del bien y del mal ya que la sal­va­ción depen­de del cie­go cum­pli­mien­to de las órde­nes del Supe­rior: el que obe­de­ce a este jamás de equi­vo­ca, por cuan­to sir­ve a la volun­tad de Cris­to encar­na­do en él21.

La defen­sa y pro­pa­ga­ción de la actua­li­za­ción cul­tu­ra cató­li­ca ela­bo­ra­da en Tren­to era rea­li­za­da por los jesui­tas des­de y para esa obe­dien­cia cua­si mili­tar, lo que mar­có una impron­ta inde­le­ble de auto­ri­ta­ris­mo y obe­dien­cia cie­ga segui­da lue­go por otros gru­pos cató­li­cos alta­men­te reac­cio­na­rios –Opus Dei, Legio­na­rios de Cris­to, Soda­li­cio…– muy incrus­ta­dos en la indus­tria edu­ca­ti­va y cul­tu­ral, ade­más de su enor­me poder eco­nó­mi­co. La sec­ta Opus Dei es un ver­da­de­ro poder en la som­bra que ver­te­bra bue­na par­te del nacio­nal-cato­li­cis­mo impe­ria­lis­ta espa­ñol. Tres uni­ver­si­da­des, 90 cole­gios y muchas escue­las infan­ti­les en el Esta­do, mal-edu­can a dia­rio a miles de jóve­nes en una visión auto­ri­ta­ria e impe­ria­lis­ta española:

Un peque­ño impe­rio que fac­tu­ra cer­ca de mil millo­nes al año en con­jun­to –la mayor par­te a tra­vés de la Uni­ver­si­dad de Nava­rra– y que abar­ca todo el peri­plo edu­ca­ti­vo, des­de el que la Obra tra­ta de expan­dir su influen­cia social y su mane­ra de enten­der el mun­do, expli­can soció­lo­gos que han estu­dia­do a la ins­ti­tu­ción que fun­dó José María Escri­vá de Bala­guer. Ni siquie­ra hace fal­ta ser un exper­to en estos cen­tros, toda la infor­ma­ción está reco­gi­da en las webs de las cua­tro prin­ci­pa­les empre­sas que ali­men­tan la red edu­ca­ti­va del Opus: Fomen­to de Cen­tros de Ense­ñan­za, Atten­dis, COAS y la Ins­ti­tu­ció Fami­liar d’E­du­ca­ción22.

El Opus, como las otras sec­tas empre­sa­ria­les cató­li­cas, son espe­cial­men­te mima­das por la bur­gue­sía que sigue la máxi­ma de Napo­león: «Con mis pre­fec­tos, mis gen­dar­mes y mis sacer­do­tes, haré todo lo que quie­ra»23, por­que era cons­cien­te de las limi­ta­cio­nes de todo el poder basa­do úni­ca­men­te en el ejér­ci­to, al insis­tir en que con las bayo­ne­tas se pue­de hacer de todo menos sen­tar­se sobre ellas. Aho­ra bien, siem­pre ter­mi­na reapa­re­cien­do en la coti­dia­nei­dad polí­ti­ca la lucha de cla­ses y enton­ces la bayo­ne­ta y el sol­da­do vuel­ven a ser impres­cin­di­bles al menos has­ta vol­ver al orden de la pro­pie­dad capi­ta­lis­ta. No crea­mos que el grue­so del pro­tes­tan­tis­mo era y es demo­crá­ti­co-radi­cal, al con­tra­rio. Lute­ro jus­ti­fi­có las matan­zas de cam­pe­si­nos insur­gen­tes que que­rían aca­bar con los pri­vi­le­gios de la Igle­sia, de la noble­za y de la ascen­den­te bur­gue­sía24 hacien­do reali­dad el Paraí­so en la Tie­rra. La esen­cia reac­cio­na­ria del lute­ra­nis­mo vol­vió a hacer­se paten­te cuan­do «en la déca­da de 1920 algu­nos lute­ra­nos dere­chis­tas habían for­ma­do la Fede­ra­ción por una Igle­sia Ale­ma­na, que apun­ta­ba a eli­mi­nar el ante­ce­den­te judío del cris­tia­nis­mo y a crear una reli­gión nacio­nal basa­da en la tra­di­ción ale­ma­na. Des­ta­ca­ban exa­ge­ra­da­men­te los enun­cia­dos anti­se­mi­tas de Lute­ro y su odio a la demo­cra­cia»25.

Sal­tán­do­nos por un momen­to la secuen­cia his­tó­ri­ca que segui­mos y cen­trán­do­nos en la sín­te­sis lógi­ca y teó­ri­ca del pro­ce­so mili­ta­ris­ta impul­sa­do des­de Tren­to por la Com­pa­ñía de Jesús, debe­mos refe­rir­nos bre­ve­men­te al papel actual del cris­tia­nis­mo en Esta­dos Uni­dos: «Los nacio­na­lis­tas cris­tia­nos defien­den la idea de que el país debe ser una “nación cris­tia­na” o, al menos, estar lide­ra­do por cris­tia­nos. Esta pro­pues­ta refle­ja la crea­ción de un mode­lo teo­crá­ti­co que per­ci­be a Esta­dos Uni­dos como un ele­men­to úni­co y espe­cial en los “pla­nes de dios” para la huma­ni­dad. […] Esto expli­ca que la insu­rrec­ción y toma del Capi­to­lio de Esta­dos Uni­dos el 6 de enero de 2021 no fue­ra un hecho ais­la­do, sino una mani­fes­ta­ción visi­ble y vio­len­ta de un movi­mien­to polí­ti­co que había esta­do coci­nán­do­se en las som­bras duran­te años, sien­do una de las corrien­tes más anti­guas y pode­ro­sas de la polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se»26, una de cuyas con­sig­nas sería aplau­di­da en el Con­ci­lio de Tren­to si este se cele­bra­ra hoy: «Dios, armas y Trump»27.

Marx, infil­tra­do en su pro­pia casa

En el ínte­rin de la segun­da mitad del siglo XVI a comien­zos del siglo XIX, la bur­gue­sía fue mejo­ran­do y amplian­do la dia­léc­ti­ca de la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral. Las cua­tro revo­lu­cio­nes bur­gue­sas –Holan­da, Ingla­te­rra, Esta­dos Uni­dos y Esta­do fran­cés– mos­tra­ron que el ver­da­de­ro enemi­go a batir no era el feu­da­lis­mo ni la Igle­sia, sino, por un lado, el cam­pe­si­na­do y el pro­le­ta­ria­do, y, por el otro, los pue­blos que se resis­tían al colo­nia­lis­mo, algu­nos de los cua­les sufrie­ron «el terri­ble terror ingles»28. De este modo, la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral va adqui­rien­do cada vez un con­te­ni­do anti-socia­lis­ta que será defi­ni­ti­vo entre 1830 – 1848 y otro con­te­ni­do de defen­sa de los bie­nes comu­na­les, ya empe­za­da por esa épo­ca por Marx rei­vin­di­can­do el dere­cho con­sue­tu­di­na­rio pre­ca­pi­ta­li­sa. La cri­sis de 1857 hizo que se crea­ran las con­di­cio­nes obje­ti­vas para un ascen­so revo­lu­cio­na­rio pero las con­di­cio­nes sub­je­ti­vas esta­ban muy retra­sa­das por varias razo­nes entre las que des­ta­ca­mos la efec­ti­vi­dad de la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral burguesa:

Si bien la cri­sis mun­dial de 1857 – 1858 con­fir­mó la teo­ría del desa­rro­llo de la pro­duc­ción capi­ta­lis­ta de Marx y Engels y su alter­nan­cia en ciclos de pros­pe­ri­dad y cri­sis –inde­pen­dien­te­men­te de su ocu­rren­cia cada cin­co, sie­te o diez años – , no se mate­ria­li­zó la expec­ta­ti­va de que se des­en­ca­de­na­ra una ola revo­lu­cio­na­ria inme­dia­ta. Los años de con­tra­rre­vo­lu­ción bur­gue­sa y de pros­pe­ri­dad eco­nó­mi­ca tuvie­ron un peso en la for­ma­ción de la con­cien­cia y en la orga­ni­za­ción obre­ra. Había una situa­ción obje­ti­va de cri­sis, pero la ausen­cia de con­di­cio­nes sub­je­ti­vas blo­queó cual­quier tipo de ola revo­lu­cio­na­ria»29.

Fal­ta­ban tre­ce años para la Comu­na de París de 1871, años en los que la infil­tra­ción y el espio­na­je en las izquier­das revo­lu­cio­na­rias no hicie­ron sino cre­cer. Los rumo­res, las pro­vo­ca­cio­nes y las men­ti­ras poli­cia­les pudrían las rela­cio­nes entre exila­dos en Lon­dres, impi­dien­do su unión y enfren­tán­do­los unos con­tra otros. Son cono­ci­dos los infor­mes que la poli­cía secre­ta pru­sia­na en Lon­dres pasa­ba a Ber­lín sobre cómo era la podre vivien­da de la fami­lia Marx: las sillas vie­jas y estro­pea­das, la alfom­bra gas­ta­da, los ceni­ce­ros lle­nos de coli­llas, las tazas de café… y la biblio­te­ca y la masa enor­me de manuscritos.

En 1860 Marx tuvo que defen­der­se públi­ca­men­te de las acu­sa­cio­nes rea­li­za­das por Karl Vogt, agen­te a suel­do de Fran­cia y posi­ble­men­te de Pru­sia, que le acu­sa­ba de ser espía poli­cial. Nos hace­mos una idea de la crí­ti­ca de Marx al apa­ra­to bur­gués de pro­vo­ca­cio­nes que rea­li­za­ban sus agen­tes infil­tra­dos, leyen­do esto: «Por medio de secre­tas cañe­rías arti­fi­cia­les, todos los retre­tes de Lon­dres vier­ten su inmun­do con­te­ni­do en el Táme­sis. Del mis­mo modo la metró­po­li mun­dial des­car­ga a tra­vés de un orga­ni­za­do sis­te­ma de plu­mas de gan­so, todos sus des­per­di­cios socia­les en una gran­de y papi­rá­cea cloa­ca cen­tral: el Daily Tele­graph»30. La pren­sa es, así, el medio que cen­tra­li­za, selec­cio­na y eli­ge los detri­tos socia­les difun­di­dos lue­go masi­va­men­te según cri­te­rios polí­ti­cos. Las tec­no­lo­gías actua­les per­mi­ten a la «cloa­ca cen­tral» orga­ni­zar mejor el tra­ba­jo de los perio­dis­tas, de las «plu­mas de ganso».

Si crear enfren­ta­mien­tos polí­ti­cos, esci­sio­nes y ene­mis­ta­des eter­nas entre los exila­dos era uno de los obje­ti­vos de las poli­cías en aque­llos años, otro era la lucha teó­ri­ca fron­tal con­tra el socia­lis­mo en su mis­mo núcleo, infil­tran­do agen­tes cul­tos y has­ta artis­tas, para que pro­pa­ga­sen el paci­fis­mo y el recha­zo de la teo­ría revo­lu­cio­na­ria: el reco­no­ci­do pin­tor H. Eichle31, agen­te infil­tra­do, orga­ni­za­ba reunio­nes de mili­tan­tes en 1863, pro­me­tía que el Esta­do bur­gués impul­sa­ría coope­ra­ti­vas de pro­duc­ción e ins­tau­ra­ría el sufra­gio uni­ver­sal, rei­vin­di­ca­cio­nes cen­tra­les en aquel tiem­po. Otras veces, no se tra­ta­ba del deba­te teó­ri­co sino de la repre­sión pura y dura del sin­di­ca­lis­mo revo­lu­cio­na­rio. La agen­cia Pin­ker­ton había ser­vi­do muy bien al Nor­te duran­te la Gue­rra de Sece­sión espian­do al Sur y des­man­te­lan­do sus redes32, pero lue­go se dedi­có a espiar al sin­di­ca­lis­mo para la patro­nal y a des­tro­zar a gol­pes sus luchas.

Medio siglo des­pués, «la CIA tuvo éxi­to en crear un cis­ma en la comu­nis­ta CGT, sepa­ran­do a la mode­ra­da For­ce Ouvriè­re, a la que en los pri­me­ros años 50 finan­ció con más de un millón de dóla­res al año. La ope­ra­ción secre­ta dis­mi­nu­yó nota­ble­men­te la fuer­za del PCF […] “las ope­ra­cio­nes polí­ti­ca, para­mi­li­ta­res y psi­co­ló­gi­cas” debían ser emplea­das de acuer­do con la direc­ti­va para poder “redu­cir la fuer­za del Par­ti­do Comu­nis­ta de Ita­lia” y tam­bién “para redu­cir la fuer­za del Par­ti­do Comu­nis­ta de Fran­cia” […] su influen­cia en los gobier­nos ita­liano y fran­cés y espe­cial­men­te en los sin­di­ca­tos” espe­ci­fi­ca­ba el docu­men­to secre­to del Pen­tá­gono»33. G. Malet­ti, gene­ral ita­liano y exje­fe de con­tra-inte­li­gen­cia, decla­ró en 2001 en el jui­cio con­tra los auto­res de la matan­za de Piaz­za Fon­ta­na en la que fue­ron ase­si­na­das 16 per­so­nas, que: «La CIA, siguien­do las direc­tri­ces de su gobierno, que­ría crear un nacio­na­lis­mo ita­liano capaz de dete­ner lo que veía como un des­li­za­mien­to a la izquier­da y, para ese pro­pó­si­to, podría haber hecho uso de un terro­ris­mo de extre­ma dere­cha»34.

La CIA esta­ba que­dan­do des­bor­da­da por el aumen­to de los fren­tes en los que tenía que actuar, en 1961 Washing­ton creó la USAID y en 1983 la NED que fue­ron estre­chan­do sus accio­nes has­ta lle­gar a una com­ple­men­ta­ción muy estre­cha como la que ha sufri­do Cuba duran­te años para inten­tar ven­cer­la median­te la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral, pro­pa­gan­do rumo­res y fal­sas noti­cias inter­nas, infil­tra­cio­nes reac­cio­na­rias en todos los aspec­tos, pro­vo­ca­ción de actos con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rios dis­fra­za­dos muchos de ellos de «movi­li­za­cio­nes demo­crá­ti­cas» y un lar­go etcé­te­ra: «Otro pro­gra­ma actual pro­mo­vi­do por la NED a la con­ce­sio­na­ria “ Cen­tro de la No Vio­len­cia” estu­vo diri­gi­do a iden­ti­fi­car y capa­ci­tar a supues­tos “líde­res emer­gen­tes de gru­pos de inte­rés nacien­tes y sec­to­res mar­gi­na­dos de la socie­dad”»35.

Lo que nos ense­ña Vic­tor Serge

Lo expues­to has­ta aquí es solo una gota en el océano his­tó­ri­co de las for­mas de gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral imple­men­ta­das por las cla­ses domi­nan­tes. El Esta­do, for­ma polí­ti­co-mili­tar del capi­tal y cen­tra­li­za­dor estra­té­gi­co del poder, dis­po­ne de sofis­ti­ca­das buro­cra­cias mili­ta­res y polí­ti­cas, ade­más de cul­tu­ra­les, edu­ca­ti­vas, cien­tí­fi­co-téc­ni­cas36, etc., dedi­ca­das a actua­li­zar las tác­ti­cas y estra­te­gias de explo­ta­ción, domi­na­ción y opre­sión. La gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral en sus muchas for­mas, reco­rre cada una de ellas y va mejo­ran­do sus medios y pene­tran­do en los inters­ti­cios de la socie­dad bur­gue­sa en la medi­da en que, pese a todo, no logra derro­tar defi­ni­ti­va­men­te a la cla­se obre­ra. La gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral es, ade­más, uno de los medios más idó­neos para ir crean­do «el enemi­go interno» para cri­mi­na­li­zar­lo median­te el con­trol polí­ti­co-cul­tu­ral, seña­la­mien­to pre­vio a su destrucción.

El gru­po de crí­ti­ca polí­ti­co-cul­tu­ral Geo­po­litc­sAr­tis ha publi­ca­do un lar­go artícu­lo de obli­ga­da lec­tu­ra sobre cómo el capi­tal crea «inge­nie­ros» en el con­trol cul­tu­ral de las cla­ses explo­ta­das, con­trol anti­guo pero mejo­ra­do per­ma­nen­te­men­te por­que, como vere­mos, pese a su exce­len­cia no logra aplas­tar defi­ni­ti­va­men­te las luchas populares:

Las pla­ta­for­mas de redes socia­les aho­ra son capa­ces de pre­de­cir y modi­fi­car el com­por­ta­mien­to en tiem­po real, mien­tras que los ser­vi­cios de strea­ming de for­ma auto­má­ti­ca y con­ti­nua curan nues­tro con­su­mo cul­tu­ral, y los sis­te­mas de pago digi­tal ras­trean cada transacción.

Lo que comen­zó como una sim­ple mani­pu­la­ción emo­cio­nal se ha con­ver­ti­do en un con­trol inte­gral de la con­cien­cia. Este poder para mol­dear la per­cep­ción huma­na no sur­gió de la noche a la maña­na. Los meca­nis­mos de con­trol cul­tu­ral que vemos hoy se cons­tru­ye­ron a lo lar­go de más de un siglo, evo­lu­cio­nan­do de los mono­po­lios físi­cos de Edi­son a las cade­nas digi­ta­les invi­si­bles de hoy. Para enten­der cómo lle­ga­mos a este pun­to de con­trol algo­rít­mi­co de la con­cien­cia –y lo que es más impor­tan­te, cómo resis­tir­lo– pri­me­ro debe­mos ras­trear los fun­da­men­tos his­tó­ri­cos de estos sis­te­mas y la arqui­tec­tu­ra deli­be­ra­da de con­trol que los moldeó.

[…] Nues­tra libe­ra­ción comien­za con el reco­no­ci­mien­to: estos sis­te­mas de con­trol, aun­que pode­ro­sos, no son inevi­ta­bles. Fue­ron cons­trui­dos y pue­den ser des­man­te­la­dos. Al abra­zar la crea­ti­vi­dad, fomen­tar la cone­xión autén­ti­ca y res­tau­rar nues­tra sobe­ra­nía, no solo nos resis­ti­mos a la matriz de con­trol, sino que recla­ma­mos nues­tro dere­cho fun­da­men­tal a crear nues­tro pro­pio des­tino. El futu­ro per­te­ne­ce a aque­llos lo sufi­cien­te­men­te cons­cien­tes como para ver el sis­te­ma, lo sufi­cien­te­men­te valien­tes como para recha­zar­lo, y lo sufi­cien­te­men­te crea­ti­vos como para cons­truir algo mejor37.

Uno de los peli­gros mor­ta­les a los que se enfren­ta el capi­tal es que el pro­le­ta­ria­do, tras una derro­ta, reini­cie una nue­va fase de lucha, a la vez que supere la matriz de con­trol vigen­te y tam­bién empie­ce a crear su nue­vo des­tino. En ese momen­to, las poli­cías han de inten­tar infil­trar­se en las nue­vas luchas, en sus orga­ni­za­cio­nes, para iden­ti­fi­car a su mili­tan­cia, sus obje­ti­vos y sus méto­dos para des­pres­ti­giar­los, pro­vo­car esci­sio­nes que faci­li­ten la repre­sión ulte­rior nece­sa­ria para «pre­ve­nir la delin­cuen­cia»38 supues­ta­men­te con­sus­tan­cial a los movi­mien­tos socia­les. En el con­tex­to de cri­sis pro­fun­da y de ten­den­cia a la agu­di­za­ción de la lucha de cla­ses, la bur­gue­sía entien­de por «delin­cuen­cia» la defen­sa de liber­ta­des y dere­chos que ella va matan­do «silen­cio­sa­men­te»: «Miran­do hacia atrás y pen­san­do en aque­llos tiem­pos, es sor­pren­den­te lo inge­nuos que éra­mos»39.

La inge­nui­dad de bue­na par­te del pue­blo cata­lán sobre la «demo­cra­cia» de la Unión Euro­pea que garan­ti­za­ría su camino pací­fi­co a la auto­de­ter­mi­na­ción, es pal­pa­ble des­de octu­bre de 2003 has­ta, al menos, octu­bre de 201740, mes en el que des­en­ca­de­nó la dura repre­sión espa­ño­la. Aun­que como hemos vis­to en la cro­no­lo­gía arri­ba ofre­ci­da, el inde­pen­den­tis­mo vol­vió a demos­trar su fuer­za elec­to­ral de masas en 2019, lue­go empe­zó a retro­ce­der. Pero una cosa son los resul­ta­dos elec­to­ra­les en un mar­co de des­orien­ta­ción y repre­sión, y otra es la ten­den­cia a la recu­pe­ra­ción de la lucha de cla­ses y de las orga­ni­za­cio­nes que la impul­san. La infil­tra­ción poli­cial venía des­de siem­pre, pero en 2021 se había acti­va­do tan­to que para 2022 las izquier­das ya habían deci­di­do pasar a la denun­cia públi­ca median­te una rigu­ro­sa inves­ti­ga­ción hecha públi­ca en 202441, que tenía tres obje­ti­vos prio­ri­ta­rios: trans­mi­tir los des­cu­bri­mien­tos hechos; «aumen­tar la cul­tu­ra de la segu­ri­dad entre las orga­ni­za­cio­nes y colec­ti­vos» y demos­trar que se pue­de des­cu­brir a la poli­cía infil­tra­da y derrotarla.

De los tres obje­ti­vos, el más impor­tan­te para nues­tro artícu­lo –gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral– es el segun­do: la «cul­tu­ra de la segu­ri­dad». Una for­ma direc­ta de enten­der qué es la «cul­tu­ra de la segu­ri­dad» para los y las revo­lu­cio­na­rias, nos la ofre­ce V. Ser­ge en su cele­bé­rri­mo y siem­pre nece­sa­rio libro Lo que todo revo­lu­cio­na­rio debe saber sobre la repre­sión publi­ca­do en 1925. Ser­ge estu­dió con deta­lle los archi­vos de la Ojra­na, la poli­cía secre­ta zaris­ta, que caye­ron intac­tos en poder de la revo­lu­ción, sin­te­ti­zan­do lo fun­da­men­tal en dicho libro de libre acce­so en internet.

Hay que saber que «la vigi­lan­cia, la soplo­ne­ría y la pro­vo­ca­ción»42 son méto­dos per­ma­nen­tes en toda la repre­sión capi­ta­lis­ta, que inten­ta sobor­nar, chan­ta­jear e inti­mi­dar a quien hicie­ra fal­ta para obte­ner la infor­ma­ción nece­sa­ria gra­cias a la gran gene­ro­si­dad de medios eco­nó­mi­cos dis­po­ni­bles inver­ti­dos por el Esta­do43. Los gabi­ne­tes negros tam­bién actúan en el extran­je­ro, inclu­so infil­tra­dos en los medios de pren­sa del país anfi­trión44, y con estre­cha cola­bo­ra­ción con las poli­cías loca­les45. Ade­más, «la cola­bo­ra­ción estre­cha es casi la regla entre las poli­cías de los Esta­dos capi­ta­lis­tas, de mane­ra que en cier­to sen­ti­do se podría hablar de una poli­cía inter­na­cio­nal»46 por­que esa cola­bo­ra­ción es nece­sa­ria para que «estu­dio cien­tí­fi­co del movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio»47 que es en sí mis­mo internacional.

Al final del libro, en el últi­mo capí­tu­lo, el oncea­vo, sobre «Con­cien­cia del ries­go y con­cien­cia del fin», Ser­ge pone el dedo en la lla­ga al recor­dar­nos que en los momen­tos cru­cia­les de la toma del poder y de la gue­rra civil Lenin insis­tió una vein­te­na de veces en la des­apa­ri­ción del Esta­do y de la vio­len­cia en la socie­dad comu­nis­ta. La con­cien­cia del fin está cla­ra: la simul­tá­nea des­apa­ri­ción de la vio­len­cia y del Esta­do en el comu­nis­mo. La con­cien­cia del ries­go, es decir de la inevi­ta­bi­li­dad de una repre­sión cre­cien­te has­ta lle­gar al terror béli­co fas­cis­ta, es un com­po­nen­te interno de la con­cien­cia del fin. El ries­go en gene­ral se pre­sen­ta en for­ma de tan­tos ries­gos con­cre­tos como luchas y movi­li­za­cio­nes con­cre­tas hay en el capi­ta­lis­mo, por tan­to una de las tareas de la «cul­tu­ra de la segu­ri­dad» es la de desa­rro­llar tan­to una teo­ría de la revo­lu­ción, y den­tro de ella de la orga­ni­za­ción, como a la vez desa­rro­llar una éti­ca de la pra­xis comu­nis­ta «para que el mie­do no ven­za» porque:

Hay un inten­to muy fuer­te de aco­bar­dar­nos, en un momen­to que como pue­blo sen­ti­mos que nece­si­ta­mos estar en las calles. […] Así como hay una fuer­te volun­tad de cons­truc­ción de gene­rar mie­do y páni­co, todo esto tam­bién tie­ne que ver con algo que apren­di­mos del femi­nis­mo, que es cui­dar­nos para estar en la calle […] En el movi­mien­to femi­nis­ta hemos apren­di­do de auto­de­fen­sa, de cri­mi­na­li­za­ción y repre­sión; la masi­vi­dad y la volun­tad de lucha del femi­nis­mo ha teni­do una res­pues­ta fuer­te­men­te repre­si­va, y des­de ahí cons­trui­mos mucho de lo que apa­re­ce en el tra­ba­jo. […] El otro cam­bio de diná­mi­ca más mani­fies­to se vin­cu­la con las deten­cio­nes masi­vas, con la volun­tad de avan­zar en cri­mi­na­li­za­cio­nes más com­ple­jas y con el hecho de man­te­ner dete­ni­des a com­pa­ñe­res y com­pa­ñe­ros duran­te tan­tos días o sema­nas. […] Pre­ci­sa­mos ten­sio­nar este mie­do, poder saber que cons­trui­mos nues­tra segu­ri­dad, nues­tros dere­chos y nues­tros avan­ces jun­tes y en la calle, y que nun­ca sacar­nos de lo colec­ti­vo va a ser una solu­ción48.

Infil­tra­cio­nes imperialistas

El colec­ti­vo que ha escri­to estas pala­bras ha publi­ca­do un libro edi­ta­do por La Cie­ga en Argen­ti­na. Un libro anti­rre­pre­si­vo ela­bo­ra­do por mili­tan­tes des­de la pra­xis jurí­di­ca. Espe­ra­mos que den­tro de poco esté por fin en acce­so libre en las redes. Los extrac­tos que hemos ofre­ci­do nos sir­ven per­fec­ta­men­te para com­pren­der la pro­fun­di­dad de la denun­cia de las infil­tra­cio­nes poli­cia­les rea­li­za­da el pasa­do 25 de febre­ro de 2025, por un colec­ti­vo de per­so­nas afec­ta­das por el espio­na­je policial:

Lle­va­mos dos años y medio denun­cian­do infil­tra­cio­nes en movi­mien­tos socia­les, dos años don­de hemos vis­to cómo el Esta­do no teme sal­tar­se nin­gu­na línea roja. Movi­mien­tos por el dere­cho a la vivien­da, asam­bleas liber­ta­rias, veci­na­les, luchas por el terri­to­rio, femi­nis­tas, anti­rra­cis­tas, eco­lo­gis­tas, inde­pen­den­tis­tas, sin­di­ca­tos y un lar­go des­fi­lar de gen­te que inten­ta luchar por un mun­do un poco más digno en el que vivir han sido obje­ti­vo de un plan de Esta­do para inves­ti­gar las disi­den­cias. No han duda­do en meter gen­te en nues­tras asam­bleas, pero tam­po­co en hacer­lo en nues­tras casas, nues­tras fami­lias, nues­tras camas y nues­tras vidas. Y mien­tras las per­so­nas afec­ta­das pedi­mos res­pues­tas se estre­na una pelí­cu­la que vana­glo­ria el papel del poli­cía infil­tra­do, dan­do a esta figu­ra una impor­tan­cia que la ele­va a héroe49.

¿Por qué las auto­ras de este tex­to conec­tan las infil­tra­cio­nes poli­cia­les con la «gue­rra cul­tu­ral», mejor decir con la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral? Para com­pren­der el alcan­ce de la res­pues­ta debe­mos saber que el Gobierno espa­ñol ha sub­ven­cio­na­do una pelí­cu­la sobre una poli­cía infil­tra­da en la extin­ta orga­ni­za­ción ETA en un con­tex­to de recu­pe­ra­ción de luchas en el que se des­cu­bre y se denun­cian pro­vo­ca­cio­nes e infil­tra­cio­nes poli­cia­les. Lea­mos la res­pues­ta que nos dan las auto­ras del artícu­lo citado:

La pro­duc­to­ra expli­ca, en varias entre­vis­tas, que este pro­yec­to no es nue­vo, que lle­va­ba más de diez años inten­tan­do encon­trar finan­cia­ción. ¿Casua­li­dad que la encuen­tre en sep­tiem­bre de 2023? Jus­to des­pués de que se reve­le que Marc, Dani, Ramón, Mavi, María, Ser­gio, Lucía, Car­los y Marian se habían pasa­do años infil­tra­dos en nues­tras vidas. De repen­te ese pro­yec­to apar­ca­do vie­ne de lujo como arma de gue­rra cul­tu­ral. Es enton­ces cuan­do aca­ba­rá sien­do finan­cia­da por el ICAA, orga­nis­mo ads­cri­to a la Secre­ta­ría de Esta­do de Cul­tu­ra, que le con­ce­dió una ayu­da de 1.200.000 millo­nes de euros en sep­tiem­bre de 2023. Tam­bién con­tó con la par­ti­ci­pa­ción de CREA SGR, enti­dad finan­cie­ra pri­va­da super­vi­sa­da por el Ban­co de Espa­ña, crean­do un nue­vo rela­to para ensal­zar la figu­ra poli­cial en un momen­to de horas bajas y cues­tio­na­mien­to públi­co50.

La pelí­cu­la sobre la poli­cía infil­tra­da en ETA no encon­tra­ba finan­cia­ción duran­te una déca­da –¿ten­drá algo que ver en ello la baja cali­dad de su guion?– has­ta que empe­zó otra fase de luchas y con ellas la denun­cia de la impu­ni­dad repre­si­va del Esta­do, repre­sión en la que el espio­na­je poli­cial es cla­ve, y enton­ces el dine­ro para la pelí­cu­la lle­gó a espuer­tas. La gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral está acti­va siem­pre y el Esta­do la amplía según sus nece­si­da­des apli­can­do méto­dos mer­can­ti­les y neo­li­be­ra­les ya emplea­dos por el cine yan­qui51 en los que el bene­fi­cio eco­nó­mi­co es una ley. La indus­tria cul­tu­ral bus­ca el bene­fi­cio eco­nó­mi­co, y la indus­tria polí­ti­co-cul­tu­ral tam­bién el bene­fi­cio polí­ti­co. Tene­mos el caso de la des­ca­ra­da inter­ven­ción del Pen­tá­gono en la pro­duc­ción de pelí­cu­las taqui­lle­ras: «Des­de Gold­fin­ger (1964) has­ta Cap­tain Mar­vel (2019), el Pen­tá­gono ha cola­bo­ra­do en la rea­li­za­ción de más de 2.500 pelí­cu­las y series de tele­vi­sión con temá­ti­ca de gue­rra y sigue con­tri­bu­yen­do a un pro­me­dio de sie­te pro­yec­tos de lar­go­me­tra­jes y más de 90 pro­yec­tos de cine y tele­vi­sión más peque­ños cada año52.

Por un lado, a fina­les de 2023 la ren­ta­bi­li­dad eco­nó­mi­ca del impe­ria­lis­mo lin­güís­ti­co-cul­tu­ral espa­ñol alcan­za­ba la gigan­tes­ca cifra de alre­de­dor del 10% del PIB mun­dial53, aun­que otras inves­ti­ga­cio­nes redu­cen un poco esta cifra. Pese a estas dife­ren­cias es inne­ga­ble que esta­mos ante una masa de capi­tal que el Esta­do espa­ñol quie­re aumen­tar por todos los medios. Por otro lado, las pelí­cu­las bus­can refor­zar la domi­na­ción espa­ño­la para cen­tra­li­zar efec­ti­va­men­te el poder del Esta­do con el fin de aumen­tar la pro­duc­ti­vi­dad del tra­ba­jo, que sigue estan­ca­da54. El capi­tal espa­ñol cree que exa­cer­ban­do su nacio­na­lis­mo cada vez más racis­ta podrá explo­tar mejor a las cla­ses y pue­blos que opri­me para, por fin, aumen­tar la com­pe­ti­ti­vi­dad de sus pro­duc­tos gra­cias a la plus­va­lía rela­ti­va y a la tec­ni­fi­ca­ción, dejan­do atrás la depen­den­cia de la plus­va­lía abso­lu­ta y del atra­so tec­no­cien­tí­fi­co, inten­tan­do salir del agu­je­ro negro del turis­mo y de la vivien­da55.

A fina­les de 2024 el pre­si­den­te Sán­chez pidió refor­zar la «uni­dad terri­to­rial»56 del Esta­do para ase­gu­rar la «cer­ti­dum­bre» social ante los retos cada día más gra­ves a los que se enfren­ta el blo­que de cla­ses domi­nan­te. El pre­mio a La infil­tra­da se ins­cri­be en este esfuer­zo per­ma­nen­te del nacio­na­lis­mo espa­ñol, refor­za­do des­de 2016, cuan­do Donos­tia fue «capi­tal cul­tu­ral» de la Unión Euro­pea mon­ta­je que refor­zó el nacio­na­lis­mo cul­tu­ral espa­ñol has­ta el gra­do actual de retro­ce­so a Tren­to. De 2016 has­ta aho­ra, se la exa­cer­ba­do la fina­li­dad polí­ti­ca espa­ño­lis­ta del pre­mio, a la vez que refuer­za los cerro­jos que impi­den a la inves­ti­ga­ción crí­ti­ca y demo­crá­ti­ca lle­gar a los hor­nos esta­ta­les don­de se da for­ma a las repre­sio­nes con­sus­tan­cia­les al nacio­na­lis­mo espa­ñol: «La cosa –la inves­ti­ga­ción obje­ti­va– está peor que hace 20 años»57.

Mien­tras se refuer­za la cen­su­ra sobre la his­to­ria, sigue vigen­te la ley Mor­da­za, etc., la indus­tria polí­ti­co-cul­tu­ra mien­te sobre el pasa­do y el pre­sen­te. En su mapa de las fun­da­men­ta­les bata­llas cul­tu­ra­les que for­man par­te de la gue­rra cog­ni­ti­va, Buen Abad pres­ta espe­cial aten­ción a tres de ellas: la bata­lla cul­tu­ral por el con­trol del cere­bro de las per­so­nas, por el con­trol de los espa­cios de coti­dia­nei­dad y por el con­trol de los sím­bo­los de pres­ti­gio. Los cere­bros, la coti­dia­nei­dad y el pres­ti­gio de la mili­tan­cia revo­lu­cio­na­ria son espe­cial obje­ti­vo de la repre­sión impe­ria­lis­ta que debe ganar estas tres bata­llas de la for­ma actual de la gue­rra cul­tu­ral. ¿Pero qué es la bata­lla y qué es la gue­rra cultural?

Buen Abad sos­tie­ne que «la bata­lla cul­tu­ral es, tam­bién, una bata­lla de sig­ni­fi­ca­dos, y en ella los pue­blos tie­nen el dere­cho y la res­pon­sa­bi­li­dad de des­co­lo­ni­zar sus men­tes. […] Des­de nues­tra pers­pec­ti­va, la cul­tu­ra no es un fenó­meno ais­la­do, sino una cons­truc­ción social deter­mi­na­da por la pra­xis huma­na y eso inclu­ye tan­to la pro­duc­ción mate­rial como la sim­bó­li­ca. Es un terreno de con­fron­ta­ción entre las cla­ses socia­les, ahí se dispu­ta la hege­mo­nía del sen­ti­do. Refle­ja los intere­ses de las cla­ses domi­nan­tes con­tra la cul­tu­ra de las bases que expre­sa las aspi­ra­cio­nes de los opri­mi­dos. “La cul­tu­ra no es un sim­ple refle­jo pasi­vo de la reali­dad social; es tam­bién un espa­cio de lucha en el que los opri­mi­dos pue­den trans­for­mar esa reali­dad” (Las ideas esté­ti­cas de Marx, 1965)»58.

Estas refle­xio­nes nos aden­tran en la razón que tie­ne Mai­té Cam­pi­llo, direc­to­ra de tea­tro y actriz, cuan­do dice que:

El que La infil­tra­da reci­ba el pre­mio Goya a la mejor pelí­cu­la no deja de ser sos­pe­cho­so. La alfom­bra de los Goya, en reali­dad no es roja, es un fel­pu­do USA de espar­to, […] No he vis­to La infil­tra­da, esa pelí­cu­la que pare­cie­ra pro­du­ci­da por los ser­vi­cios secre­tos o ase­so­ra­da por estos. Una de tan­tas que se ofre­cen en cines y tele­vi­sión del mis­mo modo que hace la CIA en Holly­wood: sus lis­tas negras se resis­ten a des­apa­re­cer mien­tras los pre­mios al «cine ame­ri­cano» flo­re­ce en el mun­do […] El poli­cía que el segun­do pro­ta­go­nis­ta de la pelí­cu­la inter­pre­ta el actor Tosar… ¿Era o no, el comi­sa­rio Sainz Merino? El mis­mo que estu­vo en Cata­lun­ya tor­tu­ran­do revo­lu­cio­na­rios inde­pen­den­tis­tas con un lis­ta­do de joven­cí­si­mos lucha­do­res ase­si­na­dos. Y lue­go pasa a Gipuz­koa, por y para lo mis­mo como comi­sa­rio jefe a seguir masa­cran­do, con más de 100 denun­cias con­tra el demen­te. ¿Es por eso, por su fama de matón, qué nos quie­re trans­mi­tir la pro­duc­to­ra Mª Lui­sa Gutié­rrez, tan orgu­llo­sa ella de su «obra de arte» dedi­can­do el pre­mio a las fuer­zas repre­si­vas del Esta­do? «Que arries­gan su vida por el bien común y, sobre todo, por defen­der los prin­ci­pios de la demo­cra­cia, que se basa en la liber­tad de expre­sión» (¿?). Por cier­to, el actor Luis Tosar, el tan pro­gre­sis­ta, dul­ci­fi­ca­do, blan­quean­do un tor­tu­ra­dor… ¡Hay que ver cómo están los cau­ces del río de la inter­pre­ta­ción, y no diga­mos, de la ideo­lo­gía, ñooo como tira el dine­ro y la fama que car­da reba­ños de ove­jas!!!59

Para jus­ti­fi­car o silen­ciar la tor­tu­ra hay que recu­rrir a los más des­pre­cia­bles méto­dos de mani­pu­la­ción de masas, méto­dos que la indus­tria del cine ele­va casi a la per­fec­ción. Todo vale en la cri­mi­na­li­za­ción de las liber­ta­des y de los dere­chos con­cre­tos, bási­cos, y para la legi­ti­ma­ción reac­cio­na­ria de lo con­tra­rio, de la bru­ta­li­dad inhu­ma­na de la tor­tu­ra, sobre todo si es «secre­ta»60 y si se escon­de deba­jo de la éti­ca de la pro­pie­dad pri­va­da61. Todo vale con tal de impo­ner un cli­ma social de sumi­sión y de cola­bo­ra­ción acti­va o pasi­va con la ley del capi­tal. Glenn Die­sen expli­can­do la pro­pa­gan­da anti-rusa, dice: «La pro­pa­gan­da es una cien­cia de la per­sua­sión que sue­le elu­dir las con­si­de­ra­cio­nes racio­na­les del indi­vi­duo ape­lan­do en su lugar a la psi­co­lo­gía incons­cien­te del gru­po. La men­te cons­cien­te tien­de a ser racio­nal, pero el com­por­ta­mien­to y las accio­nes huma­nas están mol­dea­dos en gran medi­da por el incons­cien­te, los ins­tin­tos pri­mor­dia­les y las emo­cio­nes»62.

Los efec­tos liber­ti­ci­das de esta pro­vo­ca­ción de la irra­cio­na­li­dad los han sufri­do en Iru­ña los orga­ni­za­do­res del Ciclo de Cine Ruso al ser ame­na­za­dos por ucro­na­zis reu­ni­dos en la capi­tal vas­ca: «Es inquie­tan­te cómo la mani­pu­la­ción his­tó­ri­ca y la cen­su­ra se han vuel­to herra­mien­tas comu­nes para rees­cri­bir el pasa­do. Aho­ra se glo­ri­fi­ca a cola­bo­ra­cio­nis­tas nazis como héroes nacio­na­les, se des­tru­yen monu­men­tos dedi­ca­dos a quie­nes libe­ra­ron Euro­pa del nazis­mo y se prohí­ben obras lite­ra­rias y cine­ma­to­grá­fi­cas que denun­cian los horro­res de aquel régi­men. Esta rees­cri­tu­ra his­tó­ri­ca no solo resul­ta peli­gro­sa, sino que es un insul­to a la memo­ria de quie­nes lucha­ron y sufrie­ron para erra­di­car esta abe­rra­ción. No debe­mos olvi­dar que el nazis­mo no es una opi­nión ni una pos­tu­ra polí­ti­ca más, es una lacra que debe ser com­ba­ti­da»63.

Con­cien­cia, orga­ni­za­ción y lucha

Si nos fija­mos, todos los colec­ti­vos obje­tos de espio­na­je e infil­tra­ción cita­dos en la denun­cia de la pre­po­ten­cia poli­cial así como en las refe­ren­cias que esta­mos pre­sen­tan­do, se carac­te­ri­zan por impul­sar la auto­or­ga­ni­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en su mis­ma lucha coti­dia­na con­tra las múl­ti­ples for­mas de explo­ta­ción: todas esas prác­ti­cas sir­ven para enri­que­cer la teo­ría y la cul­tu­ra revo­lu­cio­na­ria a par­tir de varias bases pre­vias de las que apren­der como la pra­xis acu­mu­la­da, la memo­ria libe­ra­do­ra que per­vi­ve mal que bien y con sus con­tra­dic­cio­nes en la cul­tu­ra popu­lar y obre­ra, los deba­tes entre las izquier­das revo­lu­cio­na­rias, por citar algunas.

Un minu­cio­so estu­dio rea­li­za­do por un colec­ti­vo cata­lán sobre los sis­te­mas de con­trol, vigi­lan­cia y repre­sión de cua­tro ciu­da­des impor­tan­tes en el capi­ta­lis­mo como son París, Los Ánge­les, Bar­ce­lo­na y Al-Quds (Jeru­sa­lén)64, mues­tra las inter­ac­cio­nes entre las den­sas redes de video-vigi­lan­cia, pre­sen­cia poli­cial en todas sus for­mas y con­tro­les múl­ti­ples con la mili­ta­ri­za­ción capi­ta­lis­ta al alza y con la cri­mi­na­li­za­ción de los movi­mien­tos y gru­pos mili­tan­tes. Las ciu­da­des son un espa­cio de lucha de cla­ses cada vez más peli­gro­so para las bur­gue­sías por­que jue­gan «un papel estra­té­gi­co»65 en todos los sen­ti­dos: des­de el con­trol y cri­mi­na­li­za­ción del pro­le­ta­ria­do has­ta nudos neu­rál­gi­cos en las redes logís­ti­cas mili­ta­res del imperialismo.

La cri­mi­na­li­za­ción adquie­re un con­te­ni­do espe­cial en el medio urbano. H. Lefeb­vre expli­ca las fun­cio­nes dife­ren­tes del espa­cio capi­ta­lis­ta: medio de pro­duc­ción, obje­to de con­su­mo, ins­tru­men­to polí­ti­co, inter­ven­ción en la lucha de cla­ses, des­truc­ción de lo común por la pro­pie­dad pri­va­da, espa­cio de repro­duc­ción capi­ta­lis­ta, exter­mi­nio de las dife­ren­cias, explo­ta­ción gene­ra­li­za­da del espa­cio… Lefeb­vre argu­men­ta que fren­te al espa­cio capi­ta­lis­ta cen­tra­do en el valor de cam­bio, en la mer­can­ti­li­za­ción de todo, la izquier­da revo­lu­cio­na­ria debe luchar por el espa­cio socia­lis­ta que debe reins­tau­rar el valor de uso del espa­cio, des­tru­yen­do la pro­pie­dad pri­va­da del sue­lo y de la tie­rra66.

En este pun­to es nece­sa­rio rei­vin­di­car la vigen­cia de las apor­ta­cio­nes de Engels: «La ciu­dad es por tan­to no solo el esce­na­rio, sino sobre todo el motor de la lucha por la vida, por todo, una gue­rra social abier­ta de todos con­tra todos, una vez libe­ra­dos los sier­vos del vie­jo feu­da­lis­mo (Engels, 1845). Aun­que de la des­crip­ción rea­li­za­da se ha des­pren­di­do muchas veces una cier­ta posi­ción anti­ur­ba­na, que hicie­ra hege­mó­ni­ca el mar­xis­mo orto­do­xo de la pri­me­ra mitad del siglo XX, Engels otor­ga a la ciu­dad, sin lugar a dudas, todo el poten­cial trans­for­ma­dor. Las gran­des ciu­da­des son el espa­cio de lucha en el que el pro­le­ta­ria­do pue­de tomar con­cien­cia de sí mis­mo, don­de, por tan­to, se engen­dra y cre­ce el movi­mien­to obre­ro, y don­de final­men­te el des­or­den pue­de des­bor­dar el orden de cla­se que las ha ori­gi­na­do»67.

Aho­ra no pode­mos ana­li­zar las rela­cio­nes entre el pro­le­ta­ria­do urbano y el cam­pe­si­na­do revo­lu­cio­na­rio, pero sí debe­mos decir que el famo­so «pro­ble­ma cam­pe­sino» tam­bién es otra cons­tan­te en la pra­xis mar­xis­ta que se mues­tra de muchas for­mas, como la muy nece­sa­ria inter­re­la­ción glo­bal entre el cam­po y la ciu­dad, según se plan­tea ya en los pun­tos 8 y pun­to 9 del decá­lo­go de pro­pues­tas que debe implan­tar un gobierno obre­ro: 8: «Pro­cla­ma­ción del deber gene­ral de tra­ba­jar; crea­ción de ejér­ci­tos indus­tria­les, prin­ci­pal­men­te en el cam­po». Y 9: «Arti­cu­la­ción de las explo­ta­cio­nes agrí­co­las e indus­tria­les; ten­den­cia a ir borran­do gra­dual­men­te las dife­ren­cias entre el cam­po y la ciu­dad»68. Según las luchas anti­co­lo­nia­les y anti­im­pe­ria­lis­tas se exten­dían por el pla­ne­ta, siguien­do la lógi­ca ya vis­lum­bra­da por Marx y Engels a comien­zos de la déca­da de 1870, la inter­ac­ción entre cam­po y ciu­dad en todos los sen­ti­dos ha sido y es una carac­te­rís­ti­ca del mar­xis­mo, muy espe­cial­men­te en las gue­rras de libe­ra­ción nacio­nal de clase.

Las gran­des ciu­da­des ter­mi­nan pro­du­cien­do un des­or­den caó­ti­co: el 61% del espa­cio de las calles madri­le­ñas está ocu­pa­do por los coches, que­dán­do­se los pea­to­nes con el 39% res­tan­te69. Al des­or­den caó­ti­co se le suma la indi­fe­ren­cia bur­gue­sa hacia lo más ele­men­tal de la salud bási­ca, la lim­pie­za urba­na: una calle del barrio rico de Cham­be­rí se barre varias veces al día, una del barrio empo­bre­ci­do de Cara­ban­chel, tres veces a la sema­na70. No tene­mos espa­cio para des­gra­nar la des­truc­ción inten­cio­na­da de la vivien­da, trans­por­te, salud, edu­ca­ción, cul­tu­ra, ocio popu­lar, segu­ri­dad y dro­ga­dic­ción, etc., en los barrios tra­ba­ja­do­res –ver­da­de­ros gue­tos urbano para la fuer­za de tra­ba­jo – , pero sí debe­mos denun­ciar la muer­te de casi 7.300 ancia­nos en Madrid duran­te la pan­de­mia de Covid, pro­vo­ca­da por la lógi­ca capi­ta­lis­ta71 que los tra­ta como máqui­nas obso­le­tas, impro­duc­ti­vas y rotas, arro­ján­do­las a la tri­tu­ra­do­ra de los desechos.

Dejar morir a casi 7.300 ancia­nos enfer­mos es una de las mues­tras más sal­va­jes de lo que es la ciu­dad-mer­can­cía, que solo valo­ra la vida obre­ra en la medi­da en que pro­du­ce plus­va­lía y ganan­cia al capital:

La ciu­dad como mer­can­cía pro­du­ce el espa­cio como valor de cam­bio, impi­dien­do su rea­li­za­ción como valor de uso e impo­si­bi­li­tan­do, de esta mane­ra, la satis­fac­ción de las nece­si­da­des de sus habi­tan­tes […] Si los ciu­da­da­nos que­re­mos vol­ver a ser veci­nos y habi­tan­tes de la ciu­dad solo nos que­da con­quis­tar el dere­cho a la ciu­dad por nues­tros pro­pios medios. […] La ciu­dad-mer­can­cía está mar­ca­da por el deter­mi­nis­mo de la téc­ni­ca. En las ciu­da­des se apli­ca la téc­ni­ca en su máxi­mo desa­rro­llo, es un cam­po de prue­bas para la inves­ti­ga­ción y apli­ca­ción de las tec­no­lo­gías, sobre todo las de con­trol y vigi­lan­cia. […] una ciu­dad vigi­la­da, tan con­tro­la­da como lle­na de temo­res, don­de el mie­do es el men­sa­je. Una ciu­dad pola­ri­za­da y mar­ca­da por la opre­sión y el encie­rro, la pre­ca­rie­dad, la pre­sión eco­nó­mi­ca y poli­cial. Con­tro­lar y pre­ve­nir pasa a ser obje­ti­vo prio­ri­ta­rio de la ciu­dad-mer­can­cía. Para poder aumen­tar el con­trol ha de cir­cu­lar un peli­gro con­tra el que pedir segu­ri­dad así el Esta­do pasa a ser un Esta­do poli­cial. Tam­bién la pre­ven­ción se con­vier­te en una peti­ción de segu­ri­dad: hacer la gue­rra por si aca­so nos ata­can… la poli­cía de barrio…72

La «lucha por la vida», por la des­mer­can­ti­li­za­ción de la ciu­dad bur­gue­sa y su trans­for­ma­ción en ciu­dad socia­lis­ta como valor de uso y dis­fru­te de la liber­tad con­quis­ta­da por la pra­xis revo­lu­cio­na­ria que reduz­ca el tiem­po de tra­ba­jo nece­sa­rio al míni­mo posi­ble, que aca­be que el tra­ba­jo asa­la­ria­do y que gene­ra­li­ce el tra­ba­jo como crea­ti­vi­dad del poten­cial omni­la­te­ral y plu­ri­di­men­sio­nal de la espe­cie huma­na gené­ri­ca. Marx dijo en uno de sus pri­me­ros escri­tos que: «La uni­dad de los hom­bres con­si­go mis­mos, fun­da­da sobre la dife­ren­cia real entre los hom­bres; el con­cep­to de géne­ro humano, traí­do des­de el cie­lo de la abs­trac­ción a la tie­rra real, qué otra cosa es sino el con­cep­to de socie­dad»73. Pues bien, para el mar­xis­mo la ciu­dad-mer­can­cía es lo anta­gó­ni­co e incon­ci­lia­ble con la socie­dad, en cur­si­vas en Marx, y con las poten­cia­li­da­des eman­ci­pa­do­ras del géne­ro humano.

La lucha por el desa­rro­llo armó­ni­co e inte­gral de las poten­cia­li­da­des huma­nas repri­mi­das por la pro­pie­dad pri­va­da, esta lucha por el comu­nis­mo, es el obje­to de las repre­sio­nes, del espio­na­je de las poli­cías y sus infil­tra­dos. Un ejem­plo, la capa­ci­dad pro­le­ta­ria cons­cien­te de sí y para sí, de cono­cer la esen­cia de la explo­ta­ción que sufre y sus for­mas con­cre­tas, lo tene­mos en la impre­sio­nan­te Huel­ga Gene­ral grie­ga en pro­tes­ta de la desidia e indi­fe­ren­cia de la bur­gue­sía y de su gobierno con res­pec­to al terri­ble acci­den­te de tren de 2023. Bajo la con­sig­na de «sus ganan­cias o nues­tras vidas […] Los bene­fi­cios de los capi­ta­lis­tas pro­vo­can una “asfi­xia” a las nece­si­da­des del pue­blo. Nues­tro “oxí­geno” es la lucha por nues­tra cau­sa jus­ta, por derro­car este sis­te­ma»74.

La cla­se obre­ra cons­cien­te grie­ga sabe que el terri­ble acci­den­te ferro­via­rio fue debi­do a la polí­ti­ca de pri­va­ti­za­cio­nes y des­truc­ción de los ser­vi­cios socia­les, de liber­tad abso­lu­ta al nego­cio pri­va­do para que redu­je­ra al máxi­mo posi­ble todo el gas­to en man­te­ni­mien­to y segu­ri­dad, sobre­car­gan­do de tareas la jor­na­da labo­ral de modo que se mul­ti­pli­ca­ron los acci­den­tes meno­res has­ta que sobre­vino la gran catás­tro­fe que podría haber sido evi­ta­da. Sabe que fue y es un botón de mues­tra más en la gue­rra social con­tra los pue­blos tra­ba­ja­do­res. La trai­ción de Syri­za en 2015 fue un maza­zo, pero el pue­blo apren­de de sus erro­res y en esta Huel­ga Gene­ral va al nudo: el oxí­geno socia­lis­ta. En Ita­lia, las cua­tro Huel­gas Gene­ra­les exi­gen a gri­tos un estu­dio auto­crí­ti­co75 de los erro­res pero tam­bién un estu­dio obje­ti­vo de los acier­tos. Casi por todas par­tes suce­de lo mis­mo: hay que eva­luar lo rea­li­za­do has­ta ahora.

Pero, como veni­mos insis­tien­do aquí, muchas orga­ni­za­cio­nes y per­so­nas olvi­dan que nues­tra capa­ci­dad de aná­li­sis obje­ti­vo no solo está alte­ra­da por las pre­sio­nes de la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral y por el terri­ble efec­to del feti­chis­mo de la mer­can­cía, sino tam­bién y en deter­mi­na­dos momen­tos sobre todo, por las pre­sio­nes aña­di­das por las vio­len­cias, por las repre­sio­nes, por el espio­na­jes y la infil­tra­ción poli­cial que siem­bra des­con­cier­to, duda y des­con­fian­za entre cama­ra­das. Más toda­vía cuan­do la mili­ta­ri­za­ción76 es impul­sa­da por el capi­tal con todos sus recur­sos. ¿O nece­si­ta­mos hablar de Milei, de Trump, de Melo­ni o de Macron y su pro­pues­ta de inun­dar Euro­pa bajo sus armas nuclea­res para «defen­der la libertad»?

Para ter­mi­nar, la pre­sen­cia de las repre­sio­nes cul­tu­ra­les, sim­bó­li­cas y de la vio­len­cia mili­tar en la gue­rra polí­ti­co-cul­tu­ral es incues­tio­na­ble y debe­mos actuar en con­se­cuen­cia. En ple­na revo­lu­ción husi­ta del siglo XV, en la que se juga­ba la posi­bi­li­dad de un gigan­tes­co sal­to del terror medie­val a las inci­pien­tes liber­ta­des bur­gue­sas, inclui­da la libe­ra­ción nacio­nal che­ca, la pro­pa­gan­da vati­ca­na demo­ni­za­ba las ideas pro­gre­sis­tas de las masas explo­ta­das como «veneno bohe­mio»77. La cri­mi­na­li­za­ción del «enemi­go interno», el pue­blo en armas, cons­trui­do por el poder medie­val, per­mi­tió divi­dir­lo y aplas­tar al cam­pe­si­na­do que exi­gía la comu­ni­dad de bie­nes. La derro­ta san­grien­ta retra­só duran­te mucho tiem­po otra fase de gue­rras sociales.

Lo que nos intere­sa saber aho­ra es que la san­gría exter­mi­na­do­ra tras la derro­ta, esa ven­gan­za, fue faci­li­ta­da por los infor­mes del espio­na­je vati­cano y de la noble­za, por sus infil­tra­dos en el pue­blo, por las dela­cio­nes de supues­tos alia­dos. La mis­ma indi­fe­ren­cia ante el poder repre­si­vo había ocu­rri­do antes, ocu­rrió des­pués y ocu­rre aho­ra. Sin que ten­ga que ter­mi­nar­se en masa­cres, deten­cio­nes o jui­cios bur­gue­ses, la indi­fe­ren­cia ante las infil­tra­cio­nes per­mi­te que la poli­cía acce­da a mucha infor­ma­ción que será uti­li­za­da con­tra el pue­blo con men­ti­ras, mani­pu­la­cio­nes y pro­me­sas que nun­ca se cum­pli­rán y siem­pre cau­sa­rán des­con­cier­to y desánimo.

Iña­ki Gil de San Vicente

Eus­kal Herria, 11 de mar­zo de 2025

  1. Clau­dia Rafael: «La bru­tal cons­truc­ción del enemi­go interno», 14 de febre­ro de 2025 (https://​con​tra​he​ge​mo​nia​web​.com​.ar/​2​0​2​5​/​0​2​/​1​4​/​l​a​-​b​r​u​t​a​l​-​c​o​n​s​t​r​u​c​c​i​o​n​-​d​e​l​-​e​n​e​m​i​g​o​-​i​n​t​e​r​no/).
  2. MPR21: «Cri­sis, bur­bu­ja y rece­sión eco­nó­mi­ca en Esta­dos Uni­dos», 24 de febre­ro de 2025 (https://​mpr21​.info/​c​r​i​s​i​s​-​b​u​r​b​u​j​a​-​y​-​r​e​c​e​s​i​o​n​-​e​c​o​n​o​m​i​c​a​-​e​n​-​e​s​t​a​d​o​s​-​u​n​i​d​os/).
  3. Michael Roberts: «Un olor a estan­fla­ción», 18 de febre­ro de 2025 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​u​n​-​o​l​o​r​-​a​-​e​s​t​a​n​f​l​a​c​ion).
  4. Ben McGrath: «El gabi­ne­te japo­nés asig­na un record de 8,7 billo­nes de yenes para la gue­rra», 7 de enero de 2025 (https://​www​.wsws​.org/​e​s​/​a​r​t​i​c​l​e​s​/​2​0​2​5​/​0​1​/​0​7​/​c​6​8​1​-​j​0​7​.​h​tml).
  5. Mau­ri­zio Laz­za­ra­to: ¿Hacia una nue­va gue­rra civil mun­dial?, Tra­fi­can­tes de sue­ños, Madrid 2024, p. 171.
  6. Para una mejor com­pren­sión de lo que sigue, léa­se del autor: Ven­cer en la gue­rra cog­ni­ti­va, 22 de mar­zo de 2023 (https://​boltxe​.eus/​2​0​2​3​/​0​3​/​v​e​n​c​e​r​-​e​n​-​l​a​-​g​u​e​r​r​a​-​c​o​g​n​i​t​i​va/).
  7. Samir Amin: Elo­gio del socia­lis­mo, Ana­gra­ma, Bar­ce­lo­na 1978, pp. 5 y 31.
  8. Fran­ces­ca Gar­ga­llo Celen­ta­ni: Femi­nis­mos des­de Abya Yal, Edic. Des­de Aba­jo, Bogo­tá 2012, pp. 102 – 104.
  9. Bai Shou­yi y otros: Bre­ve his­to­ria de Chi­na des­de la anti­güe­dad has­ta 1919, Edi­cio­nes en Len­guas Extran­je­ras, Bei­jing, R.P. Chi­na, 1984, p. 326.
  10. Vijay Prashad: «La Con­fe­ren­cia Afro-Asiá­ti­ca de Muje­res de 1961», Las Nacio­nes Oscu­ras, Penín­su­la, Bar­ce­lo­na 2012, pp. 101 – 116.
  11. Renán Vega Can­tor: Capi­ta­lis­mo y des­po­jo, Impre­sol Edi­cio­nes, Bogo­tá 2013, pp. 48 – 50.
  12. Ser­gio Ferra­ri: «700 millo­nes de muje­res fue­ra del mer­ca­do labo­ral, mar­gi­na­das por ser­vir siem­pre a todos», 15 de diciem­bre de 2024 (https://​www​.resu​men​la​ti​no​ame​ri​cano​.org/​2​0​2​4​/​1​2​/​1​5​/​f​e​m​i​n​i​s​m​o​s​-​7​0​0​-​m​i​l​l​o​n​e​s​-​d​e​-​m​u​j​e​r​e​s​-​f​u​e​r​a​-​d​e​l​-​m​e​r​c​a​d​o​-​l​a​b​o​r​a​l​-​m​a​r​g​i​n​a​das).
  13. Maia­len Ferrei­ra: «La lucha de las muje­res insu­mi­sas para libe­rar al pue­blo saha­raui: “Nos han tor­tu­ra­do y vio­la­do, pero resis­ti­re­mos”», 3 de mayo de 2024 (https://​rebe​lion​.org/​l​a​-​l​u​c​h​a​-​d​e​-​l​a​s​-​m​u​j​e​r​e​s​-​i​n​s​u​m​i​s​a​s​-​p​a​r​a​-​l​i​b​e​r​a​r​-​e​l​-​p​u​e​b​l​o​-​s​a​h​a​r​a​u​i​-​n​o​s​-​h​a​n​-​t​o​r​t​u​r​a​d​o​-​y​-​v​i​o​l​a​d​o​-​p​e​r​o​-​r​e​s​i​s​t​i​r​e​m​os/).
  14. RNN-pri­so­ners: «Movi­mien­to de muje­res pri­sio­ne­ras pales­ti­nas. Una exten­sión de la lucha revo­lu­cio­na­ria», 7 de mar­zo de 2025 (https://​boltxe​.eus/​2​0​2​5​/​0​3​/​m​o​v​i​m​i​e​n​t​o​-​d​e​-​m​u​j​e​r​e​s​-​p​r​i​s​i​o​n​e​r​a​s​-​p​a​l​e​s​t​i​n​a​s​-​u​n​a​-​e​x​t​e​n​s​i​o​n​-​d​e​-​l​a​-​l​u​c​h​a​-​r​e​v​o​l​u​c​i​o​n​a​r​ia/)
  15. Eula­lio Ferrer Rodrí­guez: De la lucha de cla­ses a la lucha de fra­ses, Tau­rus, Méxi­co 1995, pp. 19 – 57.
  16. P.P. Por­ti­na­ro: Esta­do, Cla­ves, Bue­nos Aires 2003, p. 87.
  17. M. Aus­tin y P. Vidal-Naquet: Eco­no­mía y socie­dad en la Anti­gua Gre­cia, Pai­dós. Bar­ce­lo­na 1986, p. 135.
  18. E. Cher­niak: Cin­co siglos de gue­rra secre­ta, Edit. Arte y Lite­ra­tu­ra, La Haba­na 1979, tomo 1, p. 73.
  19. Miguel Avi­lés: «La Con­tra­rre­for­ma», GHI. CIL., Madrid 1986, tomo 15, pp. 92 – 97.
  20. Edmond Paris: La his­to­ria secre­ta de los jesui­tas, Chick Publi­va­tions, Onta­rio, Esta­dos Uni­dos, 2007, p. 37.
  21. Anto­nio Cas­tro Zafra: Los círcu­los del poder, Edi­to­rial Popu­lar, Madrid 1987, p. 335.
  22. Daniel Sán­chez Caballero/​Jesús Bas­tan­te: «Escue­las infan­ti­les, 90 cole­gios y tres uni­ver­si­da­des: el millo­na­rio impe­rio edu­ca­ti­vo del Opus en Espa­ña», 1 de noviem­bre de 2024 (https://​www​.reli​gion​di​gi​tal​.org/​e​d​u​c​a​c​i​o​n​/​E​s​c​u​e​l​a​s​-​i​n​f​a​n​t​i​l​e​s​-​u​n​i​v​e​r​s​i​d​a​d​e​s​-​O​p​u​s​-​E​s​p​a​n​a​-​e​s​c​r​i​v​a​-​p​r​e​c​e​p​t​u​a​c​i​o​n​-​s​e​g​r​e​g​a​c​ion).
  23. André Mau­rois: Napo­león, Pla­ne­ta de Agos­ti­ni, Bar­ce­lo­na 1995, p. 102.
  24. Albert Grei­ner: Lute­ro, SARPE, Madrid 1985, p. 145.
  25. Paul John­son: La his­to­ria del cris­tia­nis­mo, Ver­ga­ra Edi­tor, Bue­nos Aires 1989, pp. 542 – 544.
  26. Anto­ne­lla Marty: «Dios, patria y poder: El nacio­na­lis­mo cris­tiano que bus­ca con­quis­tar Esta­dos Uni­dos», 6 de mar­zo de 2025 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​d​i​o​s​-​p​a​t​r​i​a​-​y​-​p​o​d​e​r​-​e​l​-​n​a​c​i​o​n​a​l​i​s​m​o​-​c​r​i​s​t​i​a​n​o​-​q​u​e​-​b​u​s​c​a​-​c​o​n​q​u​i​s​t​a​r​-​e​s​t​a​d​o​s​-​u​n​i​dos).
  27. Bobby Ross Jr. y Hamil R. Jarris: «Ban­de­ras, fe y furia», 13 de enero de 2021 (https://​chris​tian​chro​ni​cle​.org/​c​h​r​i​s​t​i​a​n​-​n​a​t​i​o​n​a​l​i​s​m​-​o​n​-​d​i​s​p​l​a​y​-​i​n​-​u​-​s​-​c​a​p​i​t​o​l​-​r​i​ot/).
  28. B. Alden Cox: Los indios del Cana­dá, Map­fre, Madrid 1992, p. 50.
  29. P. Bar­sot­ti: «Marx y Engels: cri­sis eco­nó­mi­ca y revo­lu­ción social (1844−1857)», Marx Aho­ra, La Haba­na, nº 332012, p. 72.
  30. K. Marx: Herr Vogt, Edi­to­rial Lau­ta­ro, Bue­nos Aires 1947 (https://www.marxists.org/espanol/m‑e/1860/herr-vogt.pdf).
  31. Jac­ques Droz: «Los orí­ge­nes de la social­de­mo­cra­cia ale­ma­na», His­to­ria Gene­ral del Socia­lis­mo, Des­tino, Bar­ce­lo­na 1976, tomo 1, p. 481.
  32. E. Cher­niak: Cin­co siglos de gue­rra secre­ta, Edit. Arte y Lite­ra­tu­ra, La Haba­na 1979, tomo 2, pp. 289 – 295.
  33. Danie­le Gan­ser: Los ejér­ci­tos secre­tos de la OTAN, El Vie­jo Topo, Bar­ce­lo­na 2010, pp. 137 – 141.
  34. Danie­le Gan­ser: Ibid., p. 176. 
  35. Pedro Etche­berry Váz­quez: «Impac­tos de los pro­gra­mas sub­ver­si­vos de la USAID y de la NED: Sus víncu­los con los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia nor­te­ame­ri­ca­nos (Par­te I y II)», 7 de mar­zo de 2025 (ttps://www.resumenlatinoamericano.org/2025/03/07/cuba-impactos-de-los-programas-subversivos-de-la-usaid-y-la-ned-sus-vinculos-con‑lh).
  36. T. I.: «Empre­sas de armas, cuer­pos mili­ta­res y orga­nis­mos de carác­ter mili­tar o de defen­sa par­ti­ci­pan en la mayo­ría de los pro­yec­tos euro­peos de I+D…», 17 de enero de 2025 (https://​www​.ter​ce​rain​for​ma​cion​.es/​a​r​t​i​c​u​l​o​/​a​c​t​u​a​l​i​d​a​d​/​1​7​/​0​1​/​2​0​2​5​/​e​m​p​r​e​s​a​s​-​d​e​-​a​r​m​a​s​-​c​u​e​r​p​o​s​-​p​o​l​i​c​i​a​l​e​s​-​y​-​o​r​g​a​n​i​s​m​o​s​-​d​e​-​c​a​r​a​c​t​e​r​-​m​i​l​i​t​a​r​-​o​-​d​e​-​d​efe).
  37. Geo­po­li­tic­sAr­tis: «La inge­nie­ría de la reali­dad. Un siglo de con­trol cul­tu­ral», 17 de enero de 2025 (https://​elsud​ame​ri​cano​.word​press​.com/​2​0​2​5​/​0​1​/​1​7​/​l​a​-​i​n​g​e​n​i​e​r​i​a​-​d​e​-​l​a​-​r​e​a​l​i​d​a​d​-​u​n​-​s​i​g​l​o​-​d​e​-​c​o​n​t​r​o​l​-​c​u​l​t​u​r​a​l​-​d​e​s​d​e​-​l​o​s​-​m​o​n​o​p​o​l​ios).
  38. Públi­co: «Inte­rior defien­de la infil­tra­ción de poli­cías en movi­mien­tos socia­les para “pre­ve­nir la delin­cuen­cia”», 20 de junio de 2024 (https://​www​.publi​co​.es/​p​o​l​i​t​i​c​a​/​i​n​t​e​r​i​o​r​-​d​e​f​i​e​n​d​e​-​i​n​f​i​l​t​r​a​c​i​o​n​-​p​o​l​i​c​i​a​s​-​m​o​v​i​m​i​e​n​t​o​s​-​s​o​c​i​a​l​e​s​-​p​r​e​v​e​n​i​r​-​d​e​l​i​n​c​u​e​n​c​i​a​.​h​tml).
  39. MPR21: «Las liber­ta­des públi­cas están murien­do silen­cio­sa­men­te en Euro­pa», 29 de agos­to de 2024 (https://​mpr21​.info/​l​a​s​-​l​i​b​e​r​t​a​d​e​s​-​p​u​b​l​i​c​a​s​-​e​s​t​a​n​-​m​u​r​i​e​n​d​o​-​s​i​l​e​n​c​i​o​s​a​m​e​n​t​e​-​e​n​-​e​u​r​o​pa/).
  40. ANC: «Cro­no­lo­gía del pro­ce­so de auto­de­ter­mi­na­ción de Cata­lun­ya» (https://​int​.assem​blea​.cat/​e​s​/​c​r​o​n​o​l​o​g​i​a​-​d​e​l​-​p​r​o​c​e​s​o​-​d​e​-​a​u​t​o​d​e​t​e​r​m​i​n​a​c​i​o​n​-​d​e​-​c​a​t​a​l​u​n​ya/).
  41. Dos Cua­dra­dos: «Manual para des­ta­par a un poli­cía infil­tra­do», febre­ro de 2025 (https://​kao​sen​la​red​.net/​m​a​n​u​a​l​-​p​a​r​a​-​d​e​s​t​a​p​a​r​-​a​-​u​n​-​p​o​l​i​c​i​a​-​i​n​f​i​l​t​r​a​do/).
  42. V. Ser­ge: Lo que todo revo­lu­cio­na­rio debe saber sobre la repre­sión, Boltxe Libu­ruak, Bil­bo 2013, p. 7.
  43. Ibid., p.10.
  44. Ibid., p. 34.
  45. Ibid., p. 36.
  46. Ibid., p. 36.
  47. Ibid., p. 44 – 46.
  48. Roxa­na San­dá: «Para que el mie­do no ven­za», 29 de noviem­bre de 2024 (https://​www​.pagi​na12​.com​.ar/​7​8​6​4​2​5​-​p​a​r​a​-​q​u​e​-​e​l​-​m​i​e​d​o​-​n​o​-​v​e​nza).
  49. Deba­tes: «La Infil­tra­da, pre­mios, fal­sas casua­li­da­des y gue­rra cul­tu­ral», 25 de febre­ro d 2025 (https://​kao​sen​la​red​.net/​l​a​-​i​n​f​i​l​t​r​a​d​a​-​p​r​e​m​i​o​s​-​f​a​l​s​a​s​-​c​a​s​u​a​l​i​d​a​d​e​s​-​y​-​g​u​e​r​r​a​-​c​u​l​t​u​r​al/).
  50. Ibid.
  51. Luca Cela­da: «Glo­bos de Oro, S.A.: De cómo un pre­mio de Holly­wood se sumó al orden neo­li­be­ral», 31 de diciem­bre de 2023 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​g​l​o​b​o​s​-​d​e​-​o​r​o​-​s​a​-​d​e​-​c​o​m​o​-​u​n​-​p​r​e​m​i​o​-​d​e​-​h​o​l​l​y​w​o​o​d​-​s​e​-​s​u​m​o​-​a​l​-​o​r​d​e​n​-​n​e​o​l​i​b​e​ral).
  52. Ash­ley Gate: «Y el Oscar es para… ¡el Pen­tá­gono!», 2 de mar­zo de 2025 (https://www.elcohetealaluna.com/y‑el-oscar-es-para-el-pentagono/).
  53. María Fer­nán­dez: «¿Cuán­to vale la len­gua? Casi un 10% del PIB mun­dial des­can­sa en el espa­ñol», 18 de sep­tiem­bre de 2023 (https://​elpais​.com/​e​c​o​n​o​m​i​a​/​n​e​g​o​c​i​o​s​/​2​023 – 09-16/cuanto-vale-la-lengua-casi-un-10-del-pib-mundial-descansa-en-el-espanol.html).
  54. Roma­ric Godin: «Los lími­tes del mode­lo de cre­ci­mien­to espa­ñol», 11 de febre­ro de 2025 (https://​www​.lahai​ne​.org/​e​s​t​_​e​s​p​a​n​o​l​.​p​h​p​/​l​o​s​-​l​i​m​i​t​e​s​-​d​e​l​-​m​o​d​e​l​o​-de).
  55. Albino Pra­da: «Cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co espa­ñol: turis­mo y vivien­da», 21 de enero de 2025 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​c​r​e​c​i​m​i​e​n​t​o​-​e​c​o​n​o​m​i​c​o​-​e​s​p​a​n​o​l​-​t​u​r​i​s​m​o​-​y​-​v​i​v​i​e​nda).
  56. José Enri­que Mon­roi: «Sán­chez rei­vin­di­ca la “uni­dad terri­to­rial” de Espa­ña en la Con­fe­ren­cia de Pre­si­den­tes», 13 de diciem­bre de 2024 (https://​www​.eldia​rio​.es/​p​o​l​i​t​i​c​a​/​u​l​t​i​m​a​-​h​o​r​a​-​a​c​t​u​a​l​i​d​a​d​-​p​o​l​i​t​i​c​a​-​d​i​r​e​c​t​o​_​6​_​1​1​8​9​8​2​1​9​_​1​1​1​1​4​8​0​.​h​tml).
  57. Víc­tor López: «Los archi­vos de la repre­sión fran­quis­ta, un muro de secre­tis­mo: “La cosa está peor que hace 20 años”», 1 de febre­ro de 2025 (https://​www​.publi​co​.es/​p​o​l​i​t​i​c​a​/​m​e​m​o​r​i​a​-​p​u​b​l​i​c​a​/​a​r​c​h​i​v​o​s​-​r​e​p​r​e​s​i​o​n​-​f​r​a​n​q​u​i​s​t​a​-​m​u​r​o​-​s​e​c​r​e​t​i​s​m​o​-​c​o​s​a​-​p​e​o​r​-​2​0​-​a​n​o​s​.​h​tml).
  58. Fer­nan­do Buen Abad: «Hacia un Mapa de la “Bata­lla Cul­tu­ral” (el otro nom­bre de la gue­rra cog­ni­ti­va)», 3 de enero de 2025 (https://​www​.alma​plus​.tv/​a​r​t​i​c​u​l​o​s​/​1​0​7​6​5​/​h​a​c​i​a​-​u​n​-​m​a​p​a​-​d​e​-la — bata­lla-cul­tu­ral — el-otro-nom­bre).
  59. Mai­té Cam­pi­llo: «La infil­tra­da y El fin­lan­dón», 28 de febre­ro de 2025 (https://​kao​sen​la​red​.net/​l​a​-​i​n​f​i​l​t​r​a​d​a​-​y​-​e​l​-​f​i​l​a​n​d​on/).
  60. Xabier Maka­za­ga: «La tor­tu­ra secre­ta», 18 de agos­to de 2024 (https://​boltxe​.eus/​2​0​2​4​/​0​8​/​t​o​r​t​u​r​a​-​s​e​c​r​e​ta/).
  61. Véa­se del autor: «La tor­tu­ra como éti­ca de la pro­pie­dad», 17 de febre­ro de 2025 (https://​boltxe​.eus/​2​0​2​5​/​0​2​/​l​a​-​t​o​r​t​u​r​a​-​c​o​m​o​-​e​t​i​c​a​-​d​e​-​l​a​-​p​r​o​p​i​e​d​ad/).
  62. Glenn Die­sen: «La cien­cia de la pro­pa­gan­da anti-rusa», 5 de enero de 2025 (https://​dia​rio​-octu​bre​.com/​2​0​2​5​/​0​1​/​0​5​/​l​a​-​c​i​e​n​c​i​a​-​d​e​-​l​a​-​p​r​o​p​a​g​a​n​d​a​-​a​n​t​i​-​r​u​sa/).
  63. Miguel Suá­rez del Cerro: «Resis­ten­cia cul­tu­ral fren­te a la cen­su­ra en Pam­plo­na», 18 de enero de 2025 (https://​rebe​lion​.org/​r​e​s​i​s​t​e​n​c​i​a​-​c​u​l​t​u​r​a​l​-​f​r​e​n​t​e​-​a​-​l​a​-​c​e​n​s​u​r​a​-​e​n​-​p​a​m​p​l​o​na/).
  64. Enric Llo­pis: «Mili­ta­ri­za­ción, cri­mi­na­li­za­ción y vigi­lan­cias: la ciu­dad al ser­vi­cio de las éli­tes», 16 de diciem­bre de 2024 (https://​rebe​lion​.org/​m​i​l​i​t​a​r​i​z​a​c​i​o​n​-​c​r​i​m​i​n​a​l​i​z​a​c​i​o​n​-​y​-​v​i​g​i​l​a​n​c​i​a​s​-​l​a​-​c​i​u​d​a​d​-​a​l​-​s​e​r​v​i​c​i​o​-​d​e​-​l​a​s​-​e​l​i​t​es/).
  65. Mats Lucía Bayer: «El papel estra­té­gi­co de las ciu­da­des para el capi­tal», 4 de octu­bre de 2022 (https://​www​.cadtm​.org/​E​l​-​p​a​p​e​l​-​e​s​t​r​a​t​e​g​i​c​o​-​d​e​-​l​a​s​-​c​i​u​d​a​d​e​s​-​p​a​r​a​-​e​l​-​c​a​p​i​tal).
  66. Hen­ri Lefeb­vre: «El espa­cio, pro­duc­to social y valor de uso», 27 de abril de 2017 (https://​mar​xis​mo​cri​ti​co​.com/​2​0​1​7​/​0​4​/​2​7​/​e​l​-​e​s​p​a​c​i​o​-​p​r​o​d​u​c​t​o​-​s​o​c​i​a​l​-​y​-​v​a​l​o​r​-​d​e​-​u​so/).
  67. Car­les Carre­ras Ver­da­guer, Ale­jan­dro Mor­cuen­de Gon­zá­lez: «Mar­xis­mo y Ciu­dad. Una cues­tión esen­cial no sufi­cien­te­men­te des­ta­ca­da», 27 de octu­bre de 2018 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​m​a​r​x​i​s​m​o​-​y​-​c​i​u​d​a​d​-​u​n​a​-​c​u​e​s​t​i​o​n​-​e​s​e​n​c​i​a​l​-​n​o​-​s​u​f​i​c​i​e​n​t​e​m​e​n​t​e​-​d​e​s​t​a​c​ada).
  68. K. Marx y F. Engels: Mani­fies­to del Par­ti­do Comu­nis­ta, 1848 (https://www.marxists.org/espanol/m‑e/1840s/48-manif.htm).
  69. Die­go Casa­do: «Madrid dedi­ca a los coches el 61% del espa­cio dis­po­ni­ble en sus calles», 15 de junio de 2024 (https://www.eldiario.es/madrid/somos/madrid-dedica-coches-61-espacio-disponible-calles_1_11419048.html#:~:text=E).
  70. Jaco­bo Gar­cía: «El Madrid rico se barre más que el pobre: una calle de Cham­be­rí, varias veces al día, otra de Cara­ban­chel, tres a la sema­na», 13 de junio de 2024 (https://​elpais​.com/​e​s​p​a​n​a​/​m​a​d​r​i​d​/​2​024 – 06-13/el-madrid-rico-se-barre-mas-que-el-pobre-una-calle-de-cham­be­ri-varia­s‑v).
  71. Elías Lavín: «“Se morían igual”. Ayu­so reco­no­ce que dejó morir a 7.291 ancia­nos en las resi­den­cias», 16 de febre­ro de 2024 (https://www.izquierdadiario.es/Se-morian-igual-Ayuso-reconoce-que-dejo-morir-a‑7 – 291-ancia­nos-en-las-resi­den­cias).
  72. CS: La ciu­dad mer­can­cía, Etcé­te­ra, Corres­pon­den­cia de la gue­rra social, nº 57, junio 2017, Bar­ce­lo­na, pp. 4 – 9 (https://​sin​do​mi​nio​.net/​e​t​c​e​t​e​r​a​/​f​i​l​e​s​/​e​t​c​-​5​7​.​pdf).
  73. K. Marx: «”El géne­ro humano”. Car­ta de Car­los Marx a Lud­wig Feuer­bach. (agos­to de 1844)», 26 de febre­ro de 2025 (https://​elsud​ame​ri​cano​.word​press​.com/​2​0​2​5​/​0​2​/​2​6​/​e​l​-​g​e​n​e​r​o​-​h​u​m​a​n​o​-​c​a​r​t​a​-​d​e​-​c​a​r​l​o​s​-​m​a​r​x​-​a​-​l​u​d​w​i​g​-​f​e​u​e​r​b​a​c​h​-​a​g​o​s​t​o​-​d​e​-​1​8​44/).
  74. KKE: «Gre­cia. Huel­ga Gene­ral y repu­dio a las auto­ri­da­des en el ani­ver­sa­rio del acci­den­te ferro­via­rio» (https://​insur​gen​te​.org/​g​r​a​c​i​a​-​h​u​e​l​g​a​-​g​e​n​e​r​a​l​-​y​-​r​e​p​u​d​i​o​-​a​-​l​a​s​-​a​u​t​o​r​i​d​a​d​e​s​-​e​n​-​e​l​-​a​n​i​v​e​r​s​a​r​i​o​-​d​e​l​-​a​c​c​i​d​e​n​t​e​-​f​e​r​r​o​v​i​a​r​io/).
  75. Toby Abse: «Cua­tro Huel­gas gene­ra­les en cua­tro años. Hace fal­ta un balan­ce», 15 de diciem­bre de 2024 (https://​www​.sin​per​mi​so​.info/​t​e​x​t​o​s​/​i​t​a​l​i​a​-​c​u​a​t​r​o​-​h​u​e​l​g​a​s​-​g​e​n​e​r​a​l​e​s​-​e​n​-​c​u​a​t​r​o​-​a​n​o​s​-​h​a​c​e​-​f​a​l​t​a​-​u​n​-​b​a​l​a​nce).
  76. MPR21: «Ale­ma­nia crea una base de datos para mili­ta­ri­zar la socie­dad», 8 de noviem­bre de 2024 (https://​mpr21​.info/​a​l​e​m​a​n​i​a​-​c​r​e​a​-​u​n​a​-​b​a​s​e​-​d​e​-​d​a​t​o​s​-​p​a​r​a​-​m​i​l​i​t​a​r​i​z​a​r​-​a​-​l​a​-​s​o​c​i​e​d​ad/).
  77. E.A. Kos­minsky: His­to­ria de la Edad Media, Ayu­so, Madrid 1976. pp. 157 – 158.
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